LEGO Star Wars III: The Clone Wars
- Plataforma3DS7
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorTraveller's Tales (TT Games)
- Lanzamiento25/03/2011
- EditorActivision
"Que la Pieza te acompañe"
Como en el resto de plataformas a las que ha llegado este tercer capítulo de la saga LEGO más antigua, no encontramos en él ninguna innovación interesante ni apartados especialmente mencionables. Sin embargo, la propuesta sigue siendo tan divertida, humorística e ingeniosa como siempre. Y las tres dimensiones de Nintendo 3DS le dan ese plus de espectacularidad que necesitaba en portátiles.
Lucas Arts tiene claro que en esto de los LEGO fusionados con su marca fetiche, la innovación de una entrega a otra no será la guía de los Jedi. Como ya conocemos de sobra en LEGO Star Wars, todo se ha vuelto a hacer como siempre. Y esto tiene dos lecturas principales: una negativa por la repetitividad y atasco en que está empezando a caer la licencia, y otra positiva relacionada con su gran jugabilidad, sentido del humor y fantástica representación mediante el juego de piezas encajables del universo de La Guerra de las Galaxias. En la versión que nos concierne se une un más que aceptable efecto 3D que baña cada cinemática CG y combate. Lo mismo ocurre con la pantalla táctil, capaz de dar al juego justo ese empujón jugable que piden a gritos sus otras versiones.
Este nuevo LEGO Star Wars abandona las seis películas de la saga cinematográfica y se centra en 13 episodios de Las Guerras Clon, la serie de animación de la televisión. Su aspecto, por tanto, luce más desenfadado en todos los sentidos pero no por ello abandona todas las licencias que la marca de George Lucas le deja utilizar, como localizaciones míticas, la inconfundible banda sonora, o la introducción de cada misión mediante letras amarillas que van alejándose en el espacio. La estética Star Wars sigue apareciendo en cada esquina y personaje, y ha ganado en vistosidad respecto a las anteriores entregas para portátiles, demostrando de nuevo que 3DS tiene mucho que decir en cuanto a potencia técnica, sobre todo en animaciones y brillos, muy destacables en este juego. Lo mismo ocurre con el sonido, potente en general y capaz de representar perfectamente el frenetismo de los combates en la serie y películas, aunque no muestre jamás una voz ya que todo el juego es mudo.
Una vez más las 3D son una mera curiosidad gráfica que aportan verosimilitud a lo que vemos en la pantalla superior de la consola, donde trascurre todo el juego ya que la inferior se queda como par de comandos y seleccionador de personajes. Los vídeos y algunas misiones -como los combates aéreos a bordo de conocidas naves- sacan buen partido de este nuevo efecto sin gafas que nos ha regalado Nintendo y hacen que todos los acontecimientos queden vistosos, con profundidad bien conseguida y relieve en ocasiones, especialmente marcado en disparos láser que vienen hacia nosotros, o elemtnos que parecen salir de la pantalla, como diversas partículas tras las explosiones. Gráficamente, además, el título luce bastante bien, con escenarios con diversos niveles de profundidad y muy trabajados en diseño, buenas animaciones para protagonistas y secundarios, juegos de luces y brillos, e incluso cierto texturizado reseñable.
También como viene siendo habitual el titulo está cargado de contenidos extra que incentivan su rejugabilidad y búsqueda del 100% de los objetos perdidos en los niveles, como minijuegos, bonificadores para las partidas y vídeos que desbloquear o un excesivamente sencillo editor de personajes, que nos invitará a seleccionar diferentes caras, tronco y piernas para mezclar estilos, por ejemplo, un clon con cabeza de Anakin. Por otro lado está el StreetPass, que de nuevo en un juego de third party hace una aparición irrisoria, permitiendonos ahora intercambiar piezas con otros usuarios para poder comprar más contenidos descargables en la tienda. No hay modalidad multijugador, ni aspectos online que hubieran estado muy bien, como contenido descargable a través de SpotPass o rankings para comparar resultados con amigos.
A través de 13 misiones divididas en tres actos cada una, el juego nos irá exigiendo acompañar a diversos grupos de personajes en mundos bien diferenciados. Podremos cambiar de un personaje a otro en cualquier momento tocando su casilla en la pantalla táctil -o con los gatillos- y la clave del éxito al avanzar será ir combinándolos para salir ilesos de las batallas o resolver situaciones que no llegan al nivel que podríamos llamar puzle, ya que son muy sencillas y además tienen la inexplicable ayuda absoluta de R2-D2, que en cualquier momento nos puede dar un consejo que nos descigre por completo cualquier rompecabezas que iba a tener lugar. Por ejemplo, habrá que combinar las habilidades Jedi de Yoda o Obi Wan con la potencia de disparo y el gancho de los clones, pues en cuanto estemos pensando qué hacer el droide azul y blanco se asomará a la pantalla táctil para darnos las instrucciones y señalar claramente qué personaje tenemos que elegir para cada tarea, haciendo al juego inaceptablemente sencillo en este aspecto.
Otra facilidad absoluta -pero ésta ya es marca de la casa LEGO en sus juegos- recae en la posibilidad de morir muchas veces seguidas en un punto concreto, y seguir apareciendo en el mismo sitio, con un inexistente sistema de checkpoints que otorgue algo de reto a los niveles, plataformeros y de acción en la mayoría de los casos aderezados con algunos minijuegos y desafíos de naves y disparos. Cada vez que morimos, apareceremos exactamente donde estábamos antes y se nos restarán a cambio unas cuantas piezas de LEGO de las recogidas, que serán decenas de miles, por lo que aun si jugamos a lo bruto y sin medir las jugadas, podremos acabar todas las misiones sin problema alguno. Los juegos de esta marca deberían empezar a cambiar ya esqe esquema que los hace exageradamente fáciles y poco desafiantes. No ha sido LEGO Star Wars III quien ha traido ese cambio.
La mecánica general reside en avanzar en terrenos plataformeros, derrotar enemigos a base de golpes de sable láser o disparos de diversas armas de fuego clon y aliadas. Cuando derribemos ciertos objetos o enemigos mayores, con sus piezas diseminadas podremos mantener pulsado el botón A y montar otros elementos que nos ayuden en nuestro avance, como una puerta, una escalera, un puente o una bomba que abra camino en una pared hueca. Lo mismo ocurre con los poderes Jedi de los personajes de esta categoría o las habilidades especiales del resto, como el gancho de los clones para saltar más lejos o la posibilidad de planear unos segundos de R2-D2, que nos obligarán a ir cambiando de personaje de manera rápida y continua para solventar todas las situaciones con que nos encontremos. A veces hay pequeños eventos que nos invitan a hacer un trazo con el dedo en la pantalla táctil, pero no abundan. Los niveles de batalla espacial, por su parte, utilizarán la clásica fórmula de beat'm up aéreo, con nuestro vehículo en primer término y teniendo que disparar en tercera persona a puntos concretos y enemigos identificados por su posición con distintas flechas de colores en los bordes de la pantalla, que nos indicarán dónde se encuentran.
La variedad reside, por tanto, más en las localizaciones que en la mecánica. Desiertos, naves, selvas o cuevas heladas, todos los rincones que hemos visto en la serie y largometrajes vuelven en esta entrega, y mostrados con muy buena factura técnica, como decíamos. Las misiones son largas, duran una media hora o algo más cada una, y fomentan mucho la exploración para poder encontrar todos los ladrillos rojos que nos desbloqueen minijuegos, recoger muchas piezas de LEGO para acabarla como Jedi Verdadero, o los distintos minikits escondidos en lugares aparentemente inaccesibles. Todos los escenarios se dividen en zonas, que se transicionan unas tras otras y nunca nos harán volver sobre nuestros pasos. Al acabar cada misión, podremos volver a entrar en ella en el denominado Modo Libre, que nos permite recorrerla intercalando los ocho personajes disponibles una vez que los desbloqueemos todos, ya que cada uno tiene una habilidad especial y nos permitirá llegar a sitios que otros no.
Por todo esto, podemos asegurar que nos encontramos ante un juego largo, que acabar en su totalidad nos llevará al menos 20 horas y que verdaderamente invita a ello, pues los últimos elementos desbloqueables -como el último minijuego- exigirá que tengamos prácticamente todo lo coleccionable en nuestro poder. Este aspecto es muy de agradecer, al igual que la curiosa interfaz que se ha usado para movernos por todo el contenido, los modos extra o las misiones, expuesto todo ello en varias salas del Halcón Milenario y que tendremos que ir abriendo y ampliando para hacernos con el cuantioso contenido del juego.
Lo mejor:
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.