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Crysis 2

Crysis 2

Una bestia en jungla urbana

Tras el impacto que supuso la primera entrega, Crytek tenía la dura labor de crear una obra digna de su predecesora. Lo cierto es que lo ha conseguido, con un título en esencia similar pero, al mismo tiempo, con un espíritu propio, que ofrece momentos brillantes y deja con un buen sabor de boca.

De cuantos títulos hay anunciados y previstos para este año, posiblemente Crysis 2 sea uno de los más esperados por los usuarios de todo el mundo. No en vano, se trata de la continuación de una de las joyas más llamativas de los últimos tiempos, un Crysis que se convirtió en referente gráfico de PC y que, precisamente por su elevado potencial gráfico, se convirtió en leyenda de los requisitos para juegos de ordenador. Sin embargo, pese a que la entrega original permaneció limitada al territorio de los compatibles, Crysis 2 llegará también a PlayStation 3 y Xbox 360, algo que disparó muchas alarmas entre los puristas, que llegaron a temer por una 'consolización' de uno de los shooters en primera persona más intensos y exigentes del PC.

Pero nada más lejos de la realidad, ya que el acabado del título es igual de atractivo en todas las plataformas para las que ha visto la luz. Ha habido cambios, muchos más de los que cabría esperar a priori de una segunda entrega, pero todos ellos se deben única y exclusivamente al nuevo enfoque que se le ha querido dar a la producción, sin caer innecesariamente en la repetición de ideas recicladas del primer capítulo. Así pues, estamos ante un título que, de forma similar a Half-Life 2, rompe con la dinámica aparentemente establecida por el original para narrarnos una historia ambientada en el mismo universo, pero presentada en circunstancias y situaciones tan distintas que consigue que nos sintamos en todo momento ante un producto muy diferente.

Una nueva jungla
Lo primero y más llamativo de Crysis 2 es un elemento que ya se conoce desde el anuncio del título: la ambientación ha cambiado de una jungla natural a una jungla urbana. Quienes crean que el cambio de entornos supone una modificación drástica del modo de comprender los entornos y lograr posibilidades tácticas, están muy equivocados, dado que la ciudad a nuestros pies se convierte en una jungla de hormigón y cristal tan compleja o más que las junglas de las islas Lingshan. Sin embargo, todo transmite otro espíritu diferente, la forma de comprender el entorno varía, las amenazas no son las mismas, y ni tan siquiera nosotros tendremos nada que ver directamente con el equipo que se enfrentó a la amenaza alienígena en el primer Crysis.

Han pasado tres años desde el capítulo original, por lo que la acción se sitúa en el 2023. La ciudad de Nueva York es apenas un caparazón vacío tras la evacuación de la población debido a una infestación alienígena, una urbe en decadencia que simboliza el primer paso de lo que podría ser una invasión a gran escala que acabase con toda la humanidad. Una unidad especial de marines acude en misión de apoyo a la ciudad, pero un ataque alienígena destruye del vehículo de transporte y provoca una masacre. El protagonista, que posee el irónico nombre de Alcatraz, logra salvarse con algo de ayuda y, sin saber muy bien cómo, acabará recibiendo el nanotraje de manos de Prophet (un antiguo conocido del primer juego). Su pesadilla comienza en ese momento, ya que se ve involucrado en medio de varias guerras cruzadas.

Por un lado, están los amigos de Prophet que quieren ayudarle a salir de su peligrosa situación, enfrentados a los hombres de Crynet Systems, quienes quieren hacerse con el traje; por el otro, los alienígenas (los Ceph) van tomando posiciones estratégicas en Nueva York mientras los humanos se enfrentan entre sí de manera absurda. Lejos de querer contar muchos más secretos del juego, basta decir que ofrece un argumento interesante, aunque sin grandes alardes, con algunos momentos mejor presentados que otros. Pese a todo, consigue mantener nuestro interés, con la hábil fusión de conversaciones cortadas, flashbacks que nos ofrece el traje y escenas intercaladas en momentos perfectamente medidos y estudiados. Dos novelistas como Richard Morgan (Carbono alterado) y Peter Watts (Maelstrom) prestaron su ayuda para dar vida a un universo que cuenta muchas más historias de las que parece a simple vista.

Preparado para el combate
Crysis 2 es un título mucho más cinematográfico que el original, con un desarrollo que presenta una mayor cantidad de scripts. Dicho así en frío, podría parecer que el juego se ha simplificado, pero como ya hemos dicho, sencillamente se le ha dado otro espíritu, otro estilo de juego. Aunque hay momentos lineales y guiados, también hay momentos de libertad total y experimentación. Es precisamente el conocer bien las medidas de la mezcla lo que permite que el juego se convierta en un éxito o en un fracaso, y afortunadamente Crysis 2 pertenece al primer grupo. Y es que hay mil maneras diferentes de afrontar las situaciones en Crysis 2, todas ellas igual de válidas y todas ellas igual de funcionales y satisfactorias, adaptándose así a lo que busque cada jugador.

Para empezar, es preciso comentar la dinámica básica de juego de Crysis 2. Por un lado, tenemos el tradicional armamento militar con el que nuestro protagonista, como marine que es, está bien familiarizado: pistolas, escopetas, metralletas de diferentes tipos, e incluso C4. Esto no diferenciaría mucho Crysis 2 de cualquier otro shooter en primera persona, pero es que el auténtico protagonista de la fiesta es el nanotraje, con sus diferentes visores (de evaluación táctica del entorno, de infrarrojos…) y esas habilidades especiales que nos convierten en un arma insuperable (camuflaje óptico, saltos gigantescos, endurecimiento de las defensas…). Será precisamente en el armamento donde nos encontremos con gran parte de las posibilidades de personalización del juego, ya que podremos mejorar y modificar como deseemos nuestras armas e incluso las habilidades del traje (dentro de un abanico de posibilidades).

La importancia de estas posibilidades de personalización es tal que parece que todo el resto del juego, desde los entornos hasta los enemigos, está planteado y presentado para que gire en torno al amplio abanico de posibilidades que el traje, principal protagonista, pone a nuestra disposición. Así pues, un mismo enfrentamiento en medio de Wall Street, en el que empezamos desde una posición elevada, puede afrontarse de diversas maneras distintas: por ejemplo, utilizando el camuflaje y el sigilo para llegar hasta el lugar en el que debemos infiltrarnos; otra posibilidad es endureciendo nuestra defensa para acabar con todos los enemigos en un enfrentamiento directo; o jugar al asesino silencioso y, tras haber fijado objetivos y puntos de interés desde la posición elevada, ir eliminando a nuestros rivales de forma sigilosa, mediante trampas o acercamientos por la espalda.

Hablar de trampas no implica, sencillamente, recurrir a una serie de ideas preestablecidas que se enseñan en el tutorial, sino que Crysis 2 invita a la experimentación, al análisis del entorno para que cada uno sea capaz de resolver la situación del modo que considere apropiado. El personaje puede interactuar con un gran número de elementos del escenario, desde latas a vehículos que puede patear con fuerza, con el único objetivo de buscarse nuevas posibilidades; por ejemplo, crear un coche bomba, o simplemente una distracción para acabar con un enemigo cuyo único punto débil se localiza en la espalda. Saber que el entorno a nuestro alrededor es, de por sí, una gran oportunidad de experimentación y búsqueda de la táctica definitiva es lo que convierte a Crysis 2 en un shooter especial, que rompe con la monotonía para presentarnos constantemente situaciones nuevas y diferentes.

La aventura gira en torno a las diez horas, en las que visitaremos distintas regiones de una Nueva York que parece un campo de batalla. Cada una tendrá sus propias características estructurales que podremos aprovechar a nuestro favor, con algunas secuencias en interiores y, por supuesto, no faltarán las estructuras alienígenas. Lo único que comparten todas estas zonas es, precisamente, lo orgánicas que son, cómo se convierten en un campo abierto en el que el usuario puede dejar volar su imaginación y plantear estrategias de la mejor manera que considere apropiada. Y eso será vital, ya que el juego es bastante exigente, aunque se puede ajustar la dificultad para que se adapte mejor al nivel de habilidad propio de cada usuario. En los niveles más elevados, el juego no perdona los errores de cálculo, por pequeños que estos puedan ser.

Eso sí, es importante destacar que la evolución del personaje y del juego es progresiva, siguiendo de cerca el propio desarrollo de la narrativa. Es decir, todo cuanto estamos comentando no se presenta de primeras nada más empezar el juego, sino que, al igual que el propio Alcatraz, seremos meros espectadores ignorantes de lo que está pasando y, por tanto, recurriremos a las habilidades que mejor conocemos. Será bastante avanzada la aventura (en torno a las 4 horas) cuando Crysis 2 empiece a mostrar su mejor cara y a sacar a relucir todo su potencial. Este es, precisamente, uno de los puntos más flojos de la obra de Crytek, ya que su principio resulta demasiado engañoso y, hasta cierto punto, algo decepcionante.

Multijugador
Si algo se puede decir del multijugador de Crysis 2 es, desde luego, que ha cambiado mucho desde la primera entrega. Hemos pasado de entornos abiertos y un estilo quizá más similar a los Battlefield de DICE a unos entornos más cerrados y acción más directa propia de los Call of Duty. Si esto es bueno o es malo, va en los gustos de cada cual, aunque ya se han oído voces de los seguidores del juego original protestando por el cambio de estilo. Independientemente de cuál prefieras, lo que sí te podemos asegurar es que los chicos de Crytek han hecho un buen trabajo y han dotado de mayor profundidad a un apartado que tuvo menor presencia en su predecesor. No obstante, dedicaron un estudio en exclusiva a esta labor, y los resultados se tienen que notar.

Allá por 2009, Crytek adquirió Free Radical Design, el equipo tras los archiconocidos Timesplitters. Integrado dentro de su red, pero trabajando desde su localización original, Nottingham, en Gran Bretaña, fueron puestos a cargo del multijugador de Crysis 2. De este modo, se pusieron manos a la obra, rediseñando completamente este modo de juego un planteándonos una mecánica muy distinta, que prescinde de los puntos de prestigio. En esta ocasión lo que tendremos será un sistema de rangos, hasta el nivel 50, y hay cuatro clases disponibles: asalto, artillero, francotirador y explorador. Sus puntos fuertes son los que os podéis imaginar por el nombre.

Si ninguna de estas clases os convence, siempre podéis crearos la vuestra propia combinando los tipos de armas que prefiráis. El arsenal disponible, que ronda la quincena de componentes, varía entre rifles de asalto, metralletas, ametralladoras, escopetas, rifles francotirador, pistolas y diversos tipos de granadas, todo dentro de lo que se puede esperar en el género. Lo que realmente hace único al multijugador de Crysis 2 es otro elemento, el Nanotraje. Con él tenemos acceso a distintas habilidades especiales por un tiempo limitado, hasta que la energía se vuelve a recargar.

El Nanotraje realmente supone un cambio en la la jugabilidad habitual de un FPS, ya que puede significar la diferencia entre salir airoso de un enfrentamiento contra otro jugador o nos otorga una ventaja fundamental antes de iniciar un asalto. En primer lugar la utilidad más directa de este artilugio es la de fortaleza, que nos añade una resistencia extra a los disparos mientras está activa. Más interesante desde el punto de vista táctico es la invisibilidad, no ya para quedarnos agazapados en una esquina y atacar por la espalda, sino incluso para movernos por el escenario evitando a los francotiradores u otros encontronazos. Ser sigiloso es fundamental, pues cuanto más empleamos armas de fuego, más rápidamente se agota la energía. Por último, también contamos con una visión infrarroja, perfecta para localizar a los enemigos más próximos.

Aparte de obtener estas funciones avanzadas, con el Nanotraje también podemos movernos con mayor libertad, deslizándonos, realizando saltos imposibles o aterrizando con fuerza, causando una onda de choque. Como ya hemos comentado, los escenarios, dentro de su variedad, comparten un tamaño medio y que son relativamente abiertos, para permitir al Nanotraje mostrar todo su potencial. Están ambientados en distintas localizaciones reconocibles de la ciudad de Nueva York. Una de las características fundamentales a tener en cuenta es que son semidestructibles, de forma que podemos abrirnos paso por ciertos puntos aparentemente cerrados como cristaleras o eliminar el parapeto tras el que se oculta alguien.

Algo que indudablemente ha sido heredado de los Call of Duty son los bonus por matar enemigos. Esta cuestión cambio un poco en Crysis 2, ya que los puntos se acumulan al recoger las insignias que portan los caídos en combate, la cual es personalizable desde el perfil y hay decenas para desbloquear. Lo que esto implica es que los francotiradores lo tendrán más complicado para hacerse con estos objetos, pues hay que estar cerca del cadáver para recogerlos. Reuniendo un número suficiente se nos abren las puertas a ventajas del tipo descubrir a los enemigos en el radar, apagar el modo de traje activo de los oponentes o lanzar un devastador ataque aéreo.

En total contamos con seis modos de juego que no sorprenderán a nadie más allá de los nombres. Enfrentamientos individuales y por equipos, zonas, capturar la bandera, etc. El planteamiento de algunos de ellos, eso sí, es algo más distintivo de este juego, en el sentido de que por ejemplo en "Crash Site", lo que se podría asimilar a un "zonas", las armas y habilidades de cada equipo (el que defiende y el que ataca) son diferentes. En nuestra mano está el hacer aún más retoques, eliminando las reapariciones, limitando la información en pantalla o haciendo otros ajustes varios. En definitiva, y con todas las opciones de evolución y personalización del personaje y las partidas, más el Nanotraje, Crytek ha conseguido un estilo muy propio que seguro no defraudará, más allá de comparaciones con otros juegos o la primera entrega.

Apartado técnico
Como es bien sabido, y tal y como ya hemos comentado al principio del texto, el primer Crysis destacó por haber explotado al máximo el potencial técnico y gráfico de los ordenadores de la época. Es por eso que muchas miradas se posaron sobre Crysis 2, para ver si podía llegar a ser una bestia similar a lo que fue su predecesor. Y lo cierto es que, aún causando un menor impacto en general en todos sus apartados, el resultado es poco menos que muy satisfactorio, logrando un gran resultado en las tres plataformas, aunque cada una con sus particularidades. El CryEngine 3 ha funcionado como motor multiplataforma, sobre todo gracias a su versatilidad para adaptarse a las posibilidades que cada sistema le proporcionaba.

Así pues, la versión para PC no solo no se ve lastrado por las versiones de consola, sino que se nota que puede estar un paso por encima de la competencia gracias al potencial del nuevo motor gráfico. Tal vez no supere a Crysis (es difícil de determinar al transmitir sensaciones tan diferentes ambos títulos), pero desde luego sí que se puede afirmar que le hace justicia y se pone, sin complicaciones, al mismo nivel de dicha entrega. En consolas, obviamente, estamos hablando de menos resolución y algunas texturas más sencillas, aunque pese a todo se mantiene un gran nivel, tanto en Xbox 360 como en PlayStation 3 (siendo esta última la versión que se queda algo más rezagada de las tres).

Hablando ya en conjunto del apartado técnico en general del juego, el principal problema de esa comparación con el título original radica, precisamente, a que no se llega a hacer sentir como un juego ni mejor ni peor a nivel visual, sino diferente. Esto no es precisamente malo, ya que la recreación de la urbe de cemento y cristal es, simplemente, excelente: con edificios sólidos y bien modelados; grandes edificios de estilos muy diversos que transmiten su grandiosidad; zonas de parques cargadas de vida vegetal que se antojan vestigios de una jungla de antaño; interiores detallados a niveles, en ocasiones obsesivos, que consiguen transmitirnos el caos que se está viviendo y cómo se ha dejado atrás una vida presuntamente normal; y un largo etcétera de entornos igual de bien recreados y creíbles.

A estos exquisitos modelados de escenarios hay que añadirle la interacción con el entorno y la destructibilidad de algunas estructuras (fundamentalmente ventanas y coberturas de la calle), no tantas como nos gustaría pero un ritmo bastante importante que consiguen dejar unas sensaciones satisfactorias al fusionarse con los scripts de destrucción más intensa. La buena implementación de esos scripts, precisamente, logra que toda la producción destile ese halo cinematográfico pretendido desde un principio, redondeando un trabajo tan bien realizado que la épica es constante y las secuencias dirigidas no necesitan ser CGs, sino que el propio motor del juego consigue mantener un nivel de calidad tan elevado que consigue sumergirnos, de manera muy natural, en la película que estamos viviendo.

Todo esto sin olvidarnos de los muy buenos juegos de luces y sombras, con mención especial a las secciones de humo o niebla y, sobre todo, a los efectos de reflejo cuando estamos con el camuflaje. Son muy numerosos los pequeños detalles que van conformando un apartado visual brillante, con fluidez, cuidadas cargas geométricas, excelentes efectos de partículas, suaves animaciones y movimientos de los personajes (amigos y enemigos), vehículos bien recreados, efectos brillantes en todas las armas y explosiones… Pocos shooters son capaces de recrear una guerra urbana con tal belleza y realismo como Crysis 2. La IA de los enemigos también está a la altura, ya que piden refuerzos, nos rodean, investigan lo que les parezca extraño y desarrollan sus propias tácticas y rutinas con el fin de realizar su misión de la mejor manera posible.

En cuanto al apartado sonoro, nos encontramos con un acompañamiento musical digno de las mejores producciones, con la participación puntual del laureado Hans Zimmer, capaz de despertar en nosotros las sensaciones propias de cada situación. Melodías intensas, frenéticas, cargadas de vitalidad que se combinan con situaciones tan radicalmente opuestas como la ausencia de sonido muy bien medida en pasillos y zonas derruidas en las que los efectos sonoros (quejidos y lamentos de gente herida) crean toda la intensidad acústica con gran solvencia. Destacar que, como es habitual en las producciones de EA, el juego está completamente en castellano, con una buena traducción y un gran trabajo de doblaje, con algunas voces conocidas del mundo del doblaje en España. Eso sí, el sonido de estos diálogos no siempre será el ideal, por lo que en alguna que otra ocasión no se escucharán tal y como deberían.

Sobre la jugabilidad, poco más que añadir a lo que ya hemos comentado anteriormente. Crysis 2 es un juego cargado de posibilidades en el que cada usuario puede afrontar la aventura del modo que prefiera, aprovechando o no el abanico de habilidades que el traje pone a su disposición. En todos los sistemas (PC, PS3 y 360) el juego está perfectamente adaptado al sistema de control propio, con un sencillo acceso directo a las diferentes opciones (destacar que en 360 la cruceta del mando antiguo puede jugar alguna mala pasada) y una excelente precisión en el sistema de apuntado que permiten que el personaje en pantalla sea una extensión de nuestros propios brazos, teniendo control en todo momento sobre todas las posibilidades que se nos ofertan.

9

Excelente

Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.