Guild Wars 2, Impresiones
El frío glacial de la montaña no afecta en absoluto al enorme guerrero que avanza a paso firme por la ladera. Su mirada se encuentra fijada en el horizonte, buscando una presa digna para su caza mientras pide calladamente a los espíritus que le guíen en su búsqueda. Es un Norn, y su nombre quedará ligado a las más grandes hazañas o morirá en el intento para ser olvidado.
Introducidos en la expansión Eye of the North del Guild Wars original, los norn encontraron rápido acomodo dentro de Tyria, sirviendo de 'anfitriones' a los jugadores en su incursión al norte. Creados bajo influencia claramente nórdica y escandinava, esta raza de guerreros y cazadores nómadas pusieron a prueba a los jugadores con sus misiones y tareas para comprobar si esos pequeños y aparentemente insignificantes humanos eran héroes dignos de respetar, condición indispensable para que un miembro de esta orgullosa casta reparase en su existencia y lo considerase digno para sentarse en su lado en una hoguera.
Con la presentación oficial de la segunda parte, los norn fueron anunciados como una de las cinco razas jugables que se podrían seleccionar para formar parte en esta nueva aventura, confirmando así su popularidad y dándoles una nueva dimensión. Obviamente, esa condición requiere un extra de atención por parte del equipo creativo, tanto en la definición de sus costumbres y cultura como en todo lo que se refiere al diseño visual de sus asentamientos y a la naturaleza de las misiones ligadas a ellos, especialmente aquellas orientadas a los primeros niveles, ya que será ahí es donde muchos jugadores, tanto veteranos del primer juego como nuevos usuarios, tendrán su primera toma de contacto con lo que significa ser un norn y lo que se espera de ellos.
Para aquellos que no están puestos en la historia de Guild Wars, baste decir que esta raza de cazadores nórdicos vive para luchar y poder contarlo luego en una taberna, de forma tan ruidosa y escandalosa como sea posible. Tanto en la caza como en la guerra, al norn no le interesa tanto el objetivo como alcanzar la gloria, y para ello nunca se conforma con enemigos menores o presas fáciles. Cada día es una oportunidad para probarse y demostrar su superioridad frente los héroes del pasado, una ocasión para demostrar que él puede superar las gestas que escuchaba en su juventud y honrar así la memoria de aquellos que le precedieron. Es ese legado el que rige estrictamente la vida y la muerte de los guerreros nórdicos: aquellos que logran las grandes hazañas pasan a la memoria colectiva de los suyos, sus nombres serán inmortales más allá de su propia muerte; en cambio, los que no alcanzan la gloria serán olvidados y sus vidas no habrán valido nada por lo que haya merecido la pena vivirlas.
Pero más allá de esa descripción de lo que significa ser un Norn, ¿Por qué crear un personaje de esta raza? ¿qué es lo que ofrece de atractivo al jugador que se adentra en Tyria? Los miembros de ArenaNet tienen ideas bastante definidas al respecto, como Eric Flannum, Líder de Diseño: 'los norn llevan todo al extremo y viven su vida al máximo. El viaje es más importante que el destino y siempre viven para el momento'. Pero más allá de la personalidad y a afectos más prácticos para el jugador, los norn cuentan con sus significativas habilidades propias, tal y como relata Flannum: 'los norn cuentan con habilidades especiales otorgadas por su conexión con los espíritus salvajes de la naturaleza. Podrán llamar a los espíritus para transformarse en oso, cuervo, leopardo de nieve y lobo, así como usar algunas otras habilidades menores pero útiles que dejan patente su conexión con la naturaleza'. Por su parte, Bobby Stein, líder del equipo de escritores, pone sobre la mesa un motivo muy gráfico por el que elegir esta raza: 'si alguna vez has querido ser el más grande, el más duro y el más ruidoso del pub, te encantará jugar como un norn'.
En el escenario de Guild Wars 2 -250 años después del primer juego- los norn han sufrido la última de las humillaciones a manos del dragón de hielo Jormag. Los guerreros lucharon hasta más allá de sus límites para combatir al colosal enemigo y nadie duda de que hasta el último de ellos hubiera muerto antes de abandonar la batalla, pero los propos espíritus guia intervinieron para llevar a su pueblo más al sur de sus tierras ancestrales, que se establecieron en las duras montañas de Shiverpeaks. El más reconocido de entre su pueblo es Knut Whitebear, sucesor del gran héroe Asgeir, el único que logró herir a Jormag, arrancarle un colmillo y vivir para contarlo.
Como se podía esperar, las relaciones entre los Norns y otras razas varían, aunque en general, después de tantos años en el exilio sureño, han aprendido a sumar fuerzas y a distinguir a aquellos dignos de ser camaradas de armas de entre los otros pueblos. Los humanos en general son contemplados con reparos, ya que un Norn no puede evitar ver en ellos un pálido y débil reflejo de ellos mismos, además de que no sienten mucho respeto por la reina Jennah -tanto porque son extremadamente individualistas e independientes, por lo que no entienden de líderes o posiciones de poder, como por el hecho de que ven a Jennah demasiado resguardada en el palacio rodeada de consejeros, y ellos no respetan a quien no se prueba en el campo de batalla o no actúa con determinación. De los Asura respetan su capacidad de ponerse a la altura de cualquier reto pese a su ridículo tamaño, mientras que los Silvari, poderosos como son, siguen siendo un misterio. De todos, son los Charr los más afines a la filosofía norn y la raza que ellos más respetan por su potencia militar y su fuerza.
La sonora derrota sufrida a manos de Jormag también tuvo consecuencias internas y provocó una dolorosa escisión que se manifestó a traves de los Hijos de Svanir, una nueva facción formada por norns que han renegado de los espíritus tradicionales y abrazan al totem del gran dragón como la más suprema fuerza de la naturaleza. Svanir mismo fue un norn afín al espíritu del Oso que sucumbió a la seducción del poder manifiesto del coloso gélido, frente a unos espíritus cuya intervenciones en el plano físico suelen ser bastante modestas -débiles a ojos de los convertidos al nuevo poder-. Esa alianza otorgó a Svanir poderes impresionantes, y los hijos de Svanir siguen sus pasos buscando esos dones, aunque en el camino han perdido la feroz independencia que caracteriza a los suyos: un norn no mendiga a nadie para obtener poder, sus dones son fruto de la comunión con los espíritus, así como de su propia capacidad para fortalecerse, pero nunca de una relación de servidumbre. Los hijos de Svanir, beligerantes y siempre dispuestos a probarse ante su amo, protagonizarán muchas de las confrontaciones que los norns deberán encarar en las misiones alrededor de sus territorios.
Con la semana dedicada
a esta poderosa raza, ArenaNet ha preparado gran cantidad de material dedicado a entender mejor a estos guerreros norteños, dejando patente el gran trabajo que se está realizando en todos los detalles relacionados con la cultura y puesta en escena de cada una de las razas jugables. El nuevo vídeo in-game muestra la clase de paisajes que dominan la zona donde residen los norns, sus hogares y algunos de sus ragos más característicos -el gran tamaño de sus cuerpos tanto para hombres como para mujeres, la poca ropa que usan pese al frío polar de sus territorios, y ese gusto por los tatuajes tribales que gustan de llevar a modo de adorno de su principal armadura: su propia piel. Aquellos jugadores que se sientan atraídos por los personajes independientes, fuertes y algo bravocunes pero siempre honorables, tendrán a esta raza como su opción principal.
- Acción
- RPG
Secuela directa del exitoso juego de rol Guild Wars que nos situará en un mismo universo con un motor gráfico espectacular, nuevas armas, enemigos y misiones.