"Lo irónico es que hay gente tratando de decir que los videojuegos no violentan a la gente, pero los que he leido son muy violentos. Están fuera de control...". "Cuando un videojuego combina elementos sexuales y violentos, particularmente en este medio donde no eres un espectador pasivo, puesto que estás pulsando botones, estás siendo psicológicamente involucrado en este acto. Esto simula el centro sexual de la mente y el centro de la violencia, simulando este efecto," añadía.