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Trinity: Souls of Zill O'll

Trinity: Souls of Zill O'll

  • PlataformaPS36
  • GéneroRPG, Acción
  • DesarrolladorOmega Force
  • Lanzamiento11/02/2011
  • TextoInglés
  • VocesInglés
  • EditorKoei Tecmo

Trío de ases

De los desarrolladores de la serie Dinasty Warriors nos llega un nuevo RPG, en exclusiva para PlayStation 3, con grandes dosis de acción. La magia y la lucha cuerpo a cuerpo se unen como armas necesarias para derrotar a hordas de enemigos con los tres personajes que el juego pone a nuestra disposición.

Trinity: Souls of Zill O'll nos viene de la mano de Tecmo Koei, que se han atrevido a lanzar en occidente un juego de esos que triunfan en Japón pero muchas veces ni olemos por aquí (salvo que se llamen Final Fantasy...). El planteamiento es bastante común en el género, pues nos encontramos en una época que se asemeja a la Edad Media pero con toques de fantasía, hechicería y terribles monstruos aguardándonos. En realidad nos encontramos en el continente de Vyashion donde se enfrentan las dos regiones en las que está dividido: en el norte se encuentra el Imperio Dyneskal, mientras que al sur se sitúa el Reino de Rostorl.

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Tiempo atrás una sublevación causada por el emperador de Dyneskal, Balor, fue empleada para su propio provecho por el antiguo Rey de Rostorl, al lanzar un ataque sobre el sudeste de Dyneskal. La batalla, sin embargo, terminó en una derrota para las fuerzas de Rostorl y los soldados de Dyneskal se alzaron triunfantes. Desde entonces, los actuales gobernantes de Rostorl, el rey Selmonoe y la Reina Eris se mantienen en constante alerta ante cualquier movimiento de sus vecinos del norte. Mientras tanto, Balor ha estado maquinando la unificación del continente de Vyashon y, para ello, ha estado controlando cada movimiento en dichas tierras.

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Como veis, no estamos ante una idea especialmente original, pero sirve como perfecto marco para la aventura que tendrán que vivir nuestros personajes. Éstos son tres: Areus, un medio elfo, Selene, una mujer aventurera, y Dagda, un poderoso guerrero. El primero, dada su condición, tuvo que sufrir los prejuicios de la gente, lo que le ha dado una visión bastante cínica del mundo en el que vive. Ha jurado venganza contra el emperador Balor, quien asesinó a su padre, Lugh. Para tal fin se infiltró como mercenario en el ejército de Dyneskal, pero sus soldados encontraron y asesinaron a su madre y hermano adoptados, con lo que se sumió en una gran depresión. Gracias a la ayuda de su mentor y entrenador, Darqin, se ha recuperado y planea llevar a cabo su venganza.

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Selene, por su parte, pertenece a la raza de los Darkenith y, a pesar de su juvenil aspecto, tiene más de 100 años. Es fría y rara vez expresa sus sentimientos, pero es muy leal a sus compañeros y no dudó en asistir a Areus cuando se lo pidió. Tiene, además, otro propósito para sí, encontrar a su hermana perdida, convertida en una bestia salvaje. No obstante, hay igualmente un motivo oculto en sus actos, pues forma parte de la red de inteligencia de la Reina de Rostorl. Dagda se incorporó al grupo tras ser rescatado de una trampa por Areus en el Bosque de Charity Springs. Amante de las aventuras, fue junto a su salvador y Selene otro mercenario más del ejército de Dyneskal. Durante su viaje descubrirá asombrosos pasados ocultos y secretos de sus compañeros, lo que no le impedirá seguir apoyándolos.

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Esta historia ya viene de lejos, pues no es el primer juego de la saga. La primera entrega salió para la PlayStation original, y posteriormente fue rescatada para PS2 y PSP. En aquel caso se optó por un sistema de combate por turnos, más clásico dentro del género. Por desgracia, como ocurre con demasiada frecuencia, nunca atravesó las fronteras niponas. Esta vez sí, Tecmo Koei se ha atrevido a sacarlo del archipiélago japonés y llevarlo a occidente. Además, para que estemos al tanto de los sucesos relatados y entendamos el contexto donde transcurre la aventura, se han incluido una serie de cinemáticas exclusivas de las versiones norteamericana y europea, donde podremos conocer antes de iniciar la partida los sucesos acaecidos en el primer juego.

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Tras sentar las bases de dónde, cuándo y cómo transcurrirá la epopeya que vamos a vivir, entremos en materia. La inclusión de tres personajes con distintas características no es casual, ya que tendremos que hacer uso de todas ellas para progresar. De este modo, en Trinity se nos invita a ir alternando entre los protagonistas en todo momento, escogiendo el que mejor se ajuste a lo que buscamos con tan solo pulsar un botón. Una de las diferencias básicas entre los tres será la velocidad, de forma que Selene será muchísimo más veloz en sus ataques a dos espadas que el fortachón de Dagda, y es especialmente hábil en ataque aéreos. Areus se encuentra en un término medio, haciendo uso de su sable. Por otro lado, aunque en parte derivado de esto mismo, debemos hablar del rango de ataque de cada uno. De nuevo, tenemos en un extremo a Selene, con hechizos de largo alcance, mientras que Dagda es devastador en el cuerpo a cuerpo haciendo uso de sus garras o cogiendo grandes objetos del escenario y usándolos como arma.

La IA responde adecuadamente, de manera que podemos despreocuparnos de nuestros compañeros y centrarnos en el enemigo. No se dedican a golpear sin más ni más, sino que usan convenientemente sus habilidades y magias haciéndolos buenos aliados. Por otro lado, si caemos en combate y mientras el personaje que controlábamos se recupera, pasamos a manejar otro automáticamente. No obstante, el uso de tres personajes no se limita a ir cambiando de uno a otro, sino que podemos aprovechar sus ataques conjuntos para infligir más daño al enemigo. Hay de dos tipos: los ataques Trinity, que sirven como movimiento último para acabar con un jefe final (que los hay, y de muy distinta índole), y los Soul Burst, que nos sirven para crear una onda expansiva que nos libere de unos cuantos enemigos indeseables. Donde no nos echarán un cable es a la hora de resolver los distintos rompecabezas que se nos plantearán para seguir progresando, cuando tendremos que emplear las habilidades únicas de alguno de los protagonistas.

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El sistema de combate, como habréis podido deducir a estas alturas, es en tiempo real y bebe directamente de la saga Dinasy Warriors. Aunque a menor escala que en la gran franquicia de Tecmo Koei, nos iremos enfrentando a continuas hordas enemigas, muchas veces encabezadas por algún ser de mayor poder y/o fuerza que nos pondrá las cosas bastante difíciles. Contamos con tres botones de acción y seis ataques en total, con lo que hemos de cambiar de un grupo a otro. Es muy sencillo hacer combinaciones, que tendremos que explorar y descubrir nosotros mismos. Como en todo RPG que se precie, no faltarán combates para subir la experiencia y de este modo evolucionar a los diferentes personajes, cada uno con características bien diferenciadas tal y como acabamos de explicar. Eso sí, siempre hay una fina línea entre lo correcto y lo excesivo, y puede que Trinity: Souls of Zill O'll la haya pasado para algunos, con demasiadas batallas de similar planteamiento, lo que puede resultar repetitivo y desanimarnos.

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El juego nos ofrece diferentes caminos y oportunidades a seguir, destacando la inclusión de misiones paralelas en las que tendremos que cumplir diferentes objetivos. Estos retos irán aumentando en número conforme vayamos avanzando, lo que unido a la falta de linealidad consigue que las partidas sean variadas e incluso nos invita a rejugarlo una vez terminado. Tendremos incluso un minijuego para ampliar nuestro oro, muy útil a la hora de acudir a la tienda. Allí podremos hacernos con habilidades tales como la magia en alguna de sus cuatro formas (fuego, agua, tierra y aire), o de otro tipo. Los puntos de experiencia son el segundo método para que nuestros personajes suban de nivel y mejoren en su rol (guerrero, mago o asesino). Cuando cualquiera de esas carreras está agotada, se puede pasar a otra y mezclar características de cada una para lograr técnicas nuevas.

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Gráficamente no nos ha terminado de convencer, pues el acabado que le ha dado el filtro aplicado para asemejarlo, teóricamente, a una pintura en movimiento, no funciona del todo bien. No obstante, esto es cuestión de gustos, mientras que la parte técnica en sí, podemos afirmar que está por debajo de la media de lo visto en PS3 hasta ahora. Las animaciones son bastante pobres y los decorados simples y poco elaborados. La cámara tampoco ayuda mucho, pues tendremos que recurrir con demasiada frecuencia al analógico derecho para recolocarla y no quedar vendidos. Lo único destacable es la destrucción parcial de los escenarios, que a Dagda le viene muy bien para armarse en un momento dado. Ahora bien, si hay algo absolutamente imperdonable, eso es que el juego esté completamente en inglés, tanto voces como textos y subtítulos. Una vez más sufrimos este mal con otro RPG japonés.

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6

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.