Estrategia de ultratumba

El planteamiento de Dungeons es sencillo: tomamos el rol de Deimos, un malvado 'Lord Dungeon', que ha sido traicionado por Calypso, su diabólica ex-novia; ésta lo ha condenado al último nivel de la jerarquía maléfica. ¿Qué debemos hacer como uno de los Lords oscuros más poderosos? Recuperar nuestra categoría y posición, por supuesto. Y para ello, tendremos que atraer a los héroes que se atrevan a aventurarse en nuestras mazmorras y robarles el alma para saciar nuestra sed de venganza. A grandes rasgos, la jugabilidad y planteamiento de Dungeons es similar a Dungeon Keeper, pero en este caso, podremos manejar a nuestro Lord a tiempo real, como en los títulos de estrategia. Y lo que todavía es mas atractivo, jugaremos desde el otro lado, desde la vertiente del mal.

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Eso sí, aquellos que esperen un remake de los clásicos Dungeon Keeper, van a sentirse decepcionados; a pesar de contar con una ambientación prácticamente idéntica y con más de un homenaje a la saga de Bullfrog, una vez nos ponemos a sus mandos, la experiencia resulta muy distinta. Controlaremos directamente a Deimos y tras las primeras partidas, nos daremos cuenta de que el título desarrollado por Realmforge Studios se acerca más al género del tower defense que al de la estrategia o el rol. A grandes rasgos, e incluso para los no iniciados, la jugabilidad resulta fresca y directa, eso sí, con alguna que otra complicación; deberemos planificar buenas tácticas y actuar con decisión en los momentos de más acción.

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Para aquellos que hayan disfrutado de los notables Dungeon Keeper, con Dungeons disfrutarán de una experiencia raramente familiar y novedosa a partes iguales. Como Lord oscuro, deberemos atraer a los héroes hacia el interior de nuestras mazmorras; lo conseguiremos con un seductor diseño de nuestros dominios, creando terroríficas criaturas y tesoros de lo más tentadores. La aventura comienza con un tutorial básico a cargo de nuestro súbdito, un pequeño goblin que nos acompañará a lo largo de nuestra vendetta contra la sinuosa y perversa Calypso. El objetivo básico de cada nivel es proteger nuestro gran 'corazón Dungeon' de los ataques de los héroes que consigamos atraer para, a su vez, robarles el alma.

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Asimismo, nuestros pequeños esbirros -graciosos goblins, tan habilidosos como astutos- nos ayudarán a recolectar objetos de vital importancia o a abrir nueva salas, caminos y pasillos a través de los muros que nosotros mismos les señalemos. También disfrutaremos de la ayuda de horrendas criaturas, que darán su vida por nuestra causa. El sentido del humor estará presente gracias a las cómicas situaciones de las que seremos testigos a lo largo de nuestro periplo; además, contaremos con la voz de nuestro verde esbirro, una voz siniestra y particular, que nos irá informando de todos los percances que sucedan en nuestra mazmorra.

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Los héroes empezarán a acechar nuestros dominios al otro lado de las puertas que dan acceso a la mazmorra de turno, lo que nos dará tiempo para planificar y construir nuestro entorno para conseguir una atmósfera adecuada a las exigencias de tan valerosos caballeros; hasta diez tipos de héroes se dan cita en Dungeons. De echo, los números del título no son nada desdeñables; la cantidad de criaturas a nuestra disposición se eleva hasta la trentena y tendremos cerca de trescientos objetos de todo tipo -desde oxidados candelabros hasta herramientas de tortura, pasando por ataúdes de madera o calaveras- para adornar nuestras salas. Asimismo, el modo campaña cuenta con diecisiete niveles e incluso podremos disfrutar de un modo 'sandbox' para disfrutar de interminables niveles para lograr las mazmorras más terroríficas.

Así, crearemos el ambiente idóneo para animar a los héroes a adentrarse en nuestras mazmorras. Además, nos aprovecharemos de las criaturas oscuras que se decidan a vivir en nuestros dominios, pues sacrificaremos sus vidas para contentar a los héroes invitados; y es que a todo héroe que se precie le gusta eliminar vampiros, esqueletos, trolls y otras grotescas criaturas del mal. Una vez que los héroes alcancen su estado de mayor exaltación gracias a los tesoros que encuentren y a las criaturas que eliminen, deberemos tomar el control de Deimos para empezar nuestra ofensiva. De esta manera, les robaremos la energía de sus almas para poder aumentar nuestro poder; un poder que usaremos para expandir y mejorar nuestra mazmorra. Y así sucesivamente.

Será de vital importancia administrar muy bien nuestro tiempo y recursos, pues una vez que los héroes alcancen su momento álgido, por así decirlo, intentarán escapar de la mazmorra o, por el contrario, adentrarse todavía más en sus profundidades para atacar nuestro 'corazón Dungeon'. Aquí es donde da comienzo la jugabilidad que más se acerca al género del tower defense, pues tendremos que hacer que la ruta de los héroes sea lo más larga posible, llenándola de obstáculos y objetos preciados, para poder actuar con la suficiente antelación y cruzarnos en su camino. Cuando empecemos a familiarizarnos con los controles -algo no especialmente sencillo, por cierto-  nos encontraremos con una jugabilidad muy entretenida.

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Deberemos permanecer atentos a tres tipos de parámetros: nuestro prestigio, nuestra energía y nuestra cantidad de oro. Sólo conseguiremos la victoria si administramos correctamente estos aspectos y nos hacemos con las almas de los guerreros en el momento oportuno. Puede que al principio nos cueste hacernos con el interface del juego y los controles, pero cabe destacar que la curva de aprendizaje está bien implementada y que a medida que superemos las diferentes mazmorras, iremos adquiriendo las habilidades necesarias para salir airosos de los distintos desafíos. Dungeons se descubre poco a poco, con paciencia; los jugadores más ansiosos quizás lo encuentren demasiado pausado. No en vano, deberemos planificar muy bien la estrategia a seguir en cada caso; pero una vez consigamos nuestros objetivos, se nos otorgarán las mejores recompensas.

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Eso sí, para los amantes del los RPG, los chicos de Realmforge Studios han incluido una serie de elementos propios de dicho género, como una gran cantidad de desafíos por completar -por ejemplo, conseguir un número mínimo de muertes o una cantidad determinada de oro-, lo que nos aportará una buena cantidad de puntos extra de prestigio y energía de almas. Así ganaremos algo de ventaja en los combates -en los que también podremos usar una buena cantidad de hechizos- para hacer frente a los héroes y otras criaturas; sí, porque además de los valientes caballeros que se atrevan a entrar en nuestros dominios, deberemos hacer frente a otro tipo de criaturas mucho más grotescas.

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Estos 'Dungeon Lords' que nos encontraremos en algunos niveles intentarán acabar con nuestros planes de venganza; no será tarea fácil deshacerse de estos enemigos, pues también tendremos que estar pendientes de los héroes. De esta manera, habrá momentos de verdadera locura, donde tendremos que librar diferentes batallas al mismo tiempo. Para poder responder a distintos frentes abiertos, podremos colocar por el mapeado unos pentagramas que expandirán nuestra área de influencia y generarán monstruos, lo que facilitará las cosas, en la medida de lo posible. Otra ventaja será la regeneración de salud automática de nuestro Lord, siempre y cuando estemos situados dentro de nuestra área de influencia; unas flamas rojas que se irán desplazando en círculos nos informarán de los límites de nuestra área.

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Como se ha comentado anteriormente, nos es tarea sencilla hacerse con los controles; como en muchos otros títulos del género, Dungeons se maneja con el ratón, pero en muchas ocasiones -y dadas las numerosas cosas por hacer al mismo tiempo- perderemos el rumbo de nuestro personaje. Y como no todo puede ser positivo, Dungeons falla en algunos aspectos que deben ser tomados en consideración. A partir de la segunda mitad del modo campaña, el ritmo decae levemente, pues ya no tendremos nuevos alicientes o habilidades por descubrir; a partir de ahí, será cuestión de repetir una y otra vez las mismas mecánicas. Quizás en otros géneros no se aun aspecto determinante, pero en la estrategia es algo a tener en cuenta.

El modo campaña nos durará entre diez y quince horas, aunque como se apunta en el párrafo anterior, a partir de la duodécima misión, repetiremos una y otra vez el mismo tipo de desafíos, con la misma estructura e ideas. Otro de los grandes problemas de Dungeons es la ausencia de un modo multijugador online; no se entiende la carencia de esta posibilidad en un título de este tipo, pues la experiencia ganaría muchos enteros con los piques típicos del género entre distintos jugadores. Quizás en un futuro próximo se habilite esta opción mediante un parche, pues sería muy interesante poder disputar partidas entre Lords humanos.

Y para colmo, Dungeons no se salva de varios bugs que lastran la experiencia considerablemente; con el lanzamiento del juego se ha liberado un parche que resuelve, en medida, estos problemas. Pero a estas alturas de generación comienza a ser preocupante la gran cantidad de bugs y fallos técnicos que llevan de serie muchos títulos. Veremos como algunos personajes atraviesan muros sin problema alguno, varias escenas de diálogos no se representan correctamente o continuos problemas gráficos no dejan que vivamos experiencia de juego como se merece. Es una verdadera lástima que la estabilidad del videojuego se vea alterada por estos problemas. A continuación, analicemos más profundamente los aspectos técnicos de Dungeons.

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Dejando de lado estas contrariedades, el título de Realmforge Studios muestra unos gráficos correctos, sin más. Dentro del género tampoco destacan especialmente, aunque no es algo determinante. Se muestra en vista isométrica, aunque podemos mover la cámara y hacer zooms a nuestro antojo. Realmente, su aspecto gráfico recuerda a la saga Dungeon Keeper, aunque convenientemente puesto al día. El apartado sonoro viene marcado por una música de corte épico, que irá variando de tonalidad según los acontecimientos mostrados en pantalla. Eso sí, los efectos sonoros serán de lo más graciosos, con voces pintorescas; los sonidos de las peleas, hechizos, etc. tampoco destacan especialmente.

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Con todo, Dungeons no debe tomarse como ese Dungeon Keeper III que nuncá llegó; el nuevo título de Realmforge Studios tiene su propia personalidad, mecánicas y jugabilidad, pero tampoco se pueden negar ciertas similitudes con la mítica saga. Sea tomado como remake o no, Dungeons es divertido, sin duda. Al menos tendremos esa sensación durante las primeras horas de juego; la parte negativa es que a partir de cierto momento, el título se vuelve demasiado repetitivo. La ausencia de un modo multijugador o un editor lastra la longevidad del título, que gustará a los amantes del género, pero quizás quedará demasiado alejado de las pretensiones de los jugadores no iniciados en dicha temática. Dungeons es un buen exponente de la integración de la estrategia, del tower defense e incluso de RPG, aunque podría haber llegado mucho más lejos.

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