Dead Space 2
- Plataforma3608.5PC8.5PS38.5
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorVisceral Games
- Lanzamiento27/01/2011
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorElectronic Arts
El regreso de los necromorfos
Isaac Clarke se enfrenta a una nueva pesadilla protagonizada por la efigie y sus necromorfos, una aventura intensa en la que la narrativa se convierte en la protagonista y se nos presenta una cruda lucha interior del protagonista contra todos sus fantasmas del pasado.
Hay un dicho que solemos repetir hasta la saciedad siempre que nos enfrentamos a una continuación: lo difícil que es afrontar una segunda parte de un título que ha marcado el mercado apenas unos años antes. Un problema que se ha visto repetido a lo largo de la historia por todo tipo de títulos que no hacían justicia al original; pero también nos hemos encontrado con obras que mejoraban sobremanera a sus predecesores, llegando a convertirse en el emblema de la franquicia. Otros títulos, sin embargo, pecan de un excesivo continuismo que los acaba convirtiendo en buenos títulos pero que no suponen el mismo impacto en el mercado. Cada juego que llega al mercado tiene su propia historia que contar a lo largo de su existencia, y no son pocas las personas que se han preguntado cuál es la historia que nos legará Dead Space 2.
El primer capítulo fue desarrollado por un estudio que, por aquel entonces, todavía era conocido como EA Redwood Shores. Corría el año 2008 y el género de los survival horror vivía una de sus peores épocas, ya que en esta generación se pueden contar con los dedos de las manos los títulos que se han adentrado en dicho género. La ópera espacial de EA nos presentaba una historia de terror en una nave minera conocida como la USG Ishimura, en donde el protagonista descubriría que toda la tripulación había mutado en criaturas horribles por culpa de un artefacto alienígena conocido como la efigie. Su gran acabado técnico y su buena jugabilidad permitían que este juego de acción en tercera persona (para muchos terrorífico, para otros simplemente intenso) se convirtiese en uno de los títulos más apreciados por crítica y público de aquel año.
Llegaba sin hacer ruido y se había impuesto a otros títulos más importantes, por lo que en 2009 se anunció que ya se estaba trabajando en una continuación, Dead Space 2, el título que ahora nos ocupa. Seguiría al cargo el mismo estudio (ahora rebautizado como Visceral Games), quienes en su haber tienen títulos de gran éxito como 007: Todo o Nada, 007: Desde Rusia con Amor, las dos entregas de El Padrino, Los Simpson: El Videojuego, Dante's Inferno o, como es lógico, el Dead Space original y Dead Space: Extraction. Con semejante curriculum, es difícil concebir que Dead Space 2 pueda ser un mal juego, y de hecho, no lo es en absoluto. Sin embargo, tiene una pesada losa sobre sus espaldas que es el título original, y aunque a todas luces mejora varios aspectos, en otros peca un poco de ser excesivamente continuista.
Resulta curioso, ya que el paralelismo que se podía trazar entre Dead Space y Alien se puede repetir entre Dead Space 2 y Aliens. No vamos a adentrarnos en una comparativa que no es el objeto de este análisis, pero sí que es preciso tener en cuenta que Dead Space 2 es a Dead Space lo que Aliens a Alien: lo que primero era una nave espacial aislada ahora es una gran estación en un planeta, lo cual multiplica exageradamente las cifras de necromorfos y criaturas que pueden salir de la nada para intentar acabar con nosotros y convertirnos en una de ellas. Del mismo modo, los personajes secundarios son conocedores de la amenaza y saben bien lo que esperar de ella (tanto positiva como negativamente), pero solo nuestro protagonista ha sobrevivido al primer invite y tiene la experiencia necesaria para saber cómo actuar.
Queremos pararnos en esos personajes secundarios porque son el gran atractivo de Dead Space 2. Ahora estamos en una gran instalación espacial, por lo que no estamos solos y nos toparemos con diversos grupos políticos e ideológicos enfrentados, con más supervivientes como nosotros, e incluso fantasmas del pasado que volverán a atormentarnos y a hacer que Isaac se plantee su propio juicio. En este aspecto argumental, Dead Space 2 llega mucho más lejos que su predecesor, ya que profundiza mucho más en la psique de todos los personajes, nos presenta un mundo más vivo que disputa diversas batallas en frentes muy dispares, y logra que Isaac, mucho más dicharachero que antes, nos exponga sus motivaciones y puntos de vista, pudiendo llegar a conocerle mucho mejor y explorar su pasado.
Sin lugar a dudas, y como decimos, este es el punto fuerte de Dead Space 2, un juego que elabora una narrativa mucho más cuidada y que mantiene el interés constante en el usuario, utilizando con maestría las incógnitas en el momento apropiado, ansiando una resolución al final del juego que premie todos nuestros esfuerzos. En un juego marcadamente continuista, recurrir a una historia mucho más elaborada ayuda a revalorizar el producto, convirtiéndolo en un imprescindible para los que quieran saber más de un universo que se ha expandido más que antes, permitiéndose incluso el lujo de autoparodiarse y lanzar varios guiños al usuario. La seguridad de haber dominado los aspectos técnicos ha permitido que Visceral se centrase mucho más en este apartado, algo descuidado en el original.
Como decimos, esto no es necesariamente malo. El primer Dead Space destacó fundamentalmente por su gran jugabilidad, con una excelente respuesta del personaje a las indicaciones del mando y abundantes posibilidades para defendernos. Todo eso se mantiene intacto en el segundo Dead Space, y seguiremos pudiendo disparar mientras nos movemos, defendernos utilizando la fuerza bruta (puñetazos y patadas), usar la cinética a modo de poderes especiales para mover objetos o congelar enemigos, etcétera. Se mantiene el sistema de guardar en las máquinas diseñadas para tal fin, el almacén donde acumular, comprar y vender objetos (incluso con los conductores de oro, rubí y demás), la máquina de mejora de nuestro equipo utilizando nodos que podremos encontrar o adquirir (que también servirán para abrir determinadas puertas cerradas), e incluso el menú interactivo en tiempo real a modo de proyección holográfica de nuestro traje.
También podremos mejorar nuestros trajes en los almacenes (algunos con habilidades extra como obtener descuentos en la tienda) o desbloquear nuevos objetos en el almacén utilizando los esquemas que encontremos. No faltarán, como es lógico, las secciones de gravedad cero y en el espacio exterior, aunque estas se antojan algo menos habituales que en la primera entrega (lo cual no es malo, ya que son las estrictamente necesarias y no se fuerzas situaciones innecesariamente). A los enemigos deberemos cercenarles las extremidades para acabar con ellos, y la munición y los recuperadores de salud escasearán (más o menos, según el nivel de dificultad en el que estemos jugando), por lo que cada bala contará.
En definitiva, a nivel jugable poco o nada que no conozcamos ya del título original, lo que permitirá que los usuarios que ya hayan disfrutado de la primera entrega se sentirán como Isaac Clarke: conocedores del entorno, del funcionamiento de todo y conscientes de qué deberán hacer en cada momento. Esto permite que el aprendizaje inicial sea más rápido, algo que es casi necesario, ya que empezamos en medio del ataque y no serán muy numerosos los momentos de pausa que tendremos hasta llegar al final del juego. Eso sí, los puzles son bastante menos numerosos y mucho más sencillos, potenciando la acción principalmente. De hecho, hay abundantes salas de no poder avanzar hasta haber limpiado toda la zona de criaturas; son momentos muy intensos y de lucha extrema, pero también se acaban antojando algo repetitivos y poco inspirados.
Las situaciones inesperadas se suceden, los sustos están mucho mejor medidos que en el original y las posibilidades del entorno se aprovechan hasta las últimas consecuencias: oficinas, apartamentos, centros médicos, colegios Ver los estragos que la efigie puede causar en un entorno cotidiano resulta mucho más desolador e intenso que en una nave de trabajo aislada y perdida en el medio del espacio. Y, sobre todo, el ritmo directo y fluido del juego (que no está dividido en capítulos como el original, sino que aquí siempre se avanza y se pueden explorar más las zonas) le hace mucho bien a un título que logra sumergirnos en un ambiente opresivo que nos hace sentir en la piel toda la crudeza de las imágenes de las que estamos siendo testigos; sobre todo porque, al igual que el original, no se cohíbe nada a la hora de resultar grotesco.
Sin embargo, es una pena que esta atmósfera tan bien cuidada y llevada no se haya visto potenciada por más puzles y más momentos de investigación, que lo hubiesen encumbrado como survival horror de la vieja escuela. Tal vez no sea lo que la franquicia necesite, pero se echa en falta ese plus de innovación, ese impulso que permita que Dead Space 2 se diferencie claramente de su predecesor y sorprenda. Tiene muchos momentos que están a ese nivel, pero también bebe en exceso de su predecesor, y ya no solo a nivel jugable y de ideas, sino que se reciclan incluso escenarios de la entrega anterior con apenas unos ligeros cambios. Tampoco los enemigos se salvan, aunque argumentalmente sea lógico que sean criaturas más o menos similares.
Nos toparemos, por tanto, con muchos viejos conocidos (los necromorfos con varios brazos y cuchillas, los que llevan una bola explosiva, los gordos llenos bichos pequeños que se pegan a nosotros ), aunque no faltarán un par de nuevas incorporaciones. Una de ellas es bastante temible, unas criaturas con forma de dinosaurio que se esconden tras golpearnos (siempre aparecen en escenarios favorables para jugar con nosotros desde las sombras) y contra las que deberemos ser muy veloces. Sin embargo, hay otras criaturas que parecen un poco fuera de lugar, como son las muñecas explosivas. Así como en todos los demás seres se puede comprender y vislumbrar la evolución que han seguido en su mutación, esas criaturas se antojan algo extrañas; aunque sin duda potencian la tensión ya que son muy peligrosas y nos causarán más de un disgusto.
La principal curiosidad de este modo será la de ponernos en la piel de uno de los cinco tipos de necromorfos que tendremos a nuestra disposición, cada uno con sus propias características y habilidades. También tendremos que elegir el punto en el que queremos salir al juego y preparar las emboscadas para los humanos. Ir directamente puede ser poco menos que un suicidio, así que es recomendable pensar cuidadosamente dónde y cómo queremos atacar. Una vez terminadas las dos rondas (una en cada bando), recibiremos nuestra recompensa y, a medida que subamos niveles, podremos adquirir armas y armaduras más potentes para utilizarlas en la partida. No hay mucho más que comentar de un modo muy sencillo y que cumple su cometido, dado que a pesar de su propuesta original y divertida, no pretende en ningún momento robar el protagonismo del modo historia.
Las influencias artísticas son variadas, y cada zona tiene su propia personalidad. Es muy distinto estar en el colegio que en los laboratorios, las sensaciones que se transmiten son muy diferentes, pero la calidad de escenarios y el nivel de detalle es tal que el acabado solo se puede calificar, al igual que en el original, de excelente. A esto hay que sumarle los efectos de luz, que juegan un papel muy importante y que consiguen que un pasillo pueda ser una gran amenaza o inspirar confianza. Las grandes cristaleras de las zonas comunes nos presentan efectos lumínicos espectaculares y muy realistas, igual que cuando salimos al exterior para movernos bajo la implacable luz del sol. Además, como es lógico, los juegos de luces y sombras desempeñan un papel clave en la plasmación en pantalla de los momentos más tensos.
A nivel de animaciones, pocas pegas hay que ponerle al juego, ya que casi todas vienen heredadas de la entrega original. Mención especial en este aspecto merecen las criaturas, que consiguen parecerle al jugador entes viscerales y grotescos, algo a lo que también ayuda el muy buen diseño de personajes y el excelente modelado. También es preciso destacar, una vez más, lo espectacular que resulta el menú holográfico, con una gran accesibilidad y una bella presencia en pantalla; su tridimensionalidad se hace patente sobre todo cuando tenemos comunicación por vídeo con algún otro personaje, sobre todo si lo estamos viendo en otro lugar a la par que en nuestro visor. Momentos de demostración de potencial técnico que no tienen desperdicio.
No se puede negar, en lo que respecta al apartado visual, que muchas de sus virtudes y defectos provienen de la entrega original, y tal vez eso juegue un poco en su contra. Sobre todo cuando se reutilizan escenarios, texturas y diseños, dado que deja una leve sensación de estar volviendo a lo mismo, aunque esté todo bien justificado argumentalmente. Lo que sí, es digno de destacar el aspecto más cinematográfico y espectacular que se le ha dado al título, aún cuando la cámara suele estar fija en el hombro del personaje principal. Algunas de las situaciones que se presentan son espectáculo puro, amoldar la tecnología para ponerla al servicio de la narrativa y del impacto en el usuario, y lo cierto es que funciona a la perfección, completando un título visualmente muy atractivo.
El apartado sonoro no se queda atrás, y completa un apartado técnico de infarto. Sobre todo porque, además de las bellas melodías más habituales, sabe jugar con la tensión tocando las notas precisas en el momento justo, explotando cada opción de sorprender al jugador mediante efectos lejanos o el gruñido cercano de un necromorfo que intenta acabar con nosotros. Un excelente trabajo sonoro, completado por un gran doblaje, que ayuda a meternos en la acción y olvidarnos de todo durante las en torno a 12 horas que dura la aventura principal. Una duración, sin embargo, que puede variar según el modo de dificultad, ya que habrá cuatro para elegir (desde fácil hasta imposible), variando la resistencia de los enemigos y de Isaac, la munición disponible o el número de veces que se puede guardar partida.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.