Shift 2: Unleashed, Impresiones
En poco tiempo vamos a poder disfrutar de la secuela de Need for Speed: Shift. Shift 2 Unleashed mejora muchos aspectos del título original y lleva la simulación más realista un paso adelante, transmitiendo con fuerza las carreras más intensas.
Recientemente, hemos podido probar en un evento organizado por Electronic Arts en París la nueva entrega de la próspera franquicia Need for Speed. Shift 2: Unleashed, continúa la subsaga centrada exclusivamente en la simulación, tras haber recibido recientemente el enfoque arcade planteado por Criterion con su Hot Pursuit. Desarrollado de nuevo por Slighty Mad Studios, esta secuela potencia todos los aspectos del primer NFS: Shift y pone todavía más énfasis en acentuar la sensación de realismo, con el añadido estrella de una vista interior que simula los movimientos de la cabeza del piloto y ofrece una inmersión considerable.
Aunque sigue perteneciendo a la saga que representa, el título del juego pierde su coletilla "Need for Speed" para pasar a llamarse solamente Shift 2: Unleashed. Su acercamiento a la simulación en la línea de referentes como Gran Turismo o Forza ha propiciado esta diferenciación, y es que en el caso que nos ocupa se persigue el máximo realismo en todo momento. El éxito de la primera entrega de esta subsaga, que ya ha conseguido vender cerca de cinco millones de copias se hace patente, por lo que nos encontramos ante una secuela que mejora muchos aspectos del original, empezando por los gráficos, las físicas y la endiablada sensación de velocidad de la que hace gala el título.
Nada más ponernos tras los mandos y comenzar una carrera, empezamos a recibir en nuestras carnes la exigencia de un título que no nos va a perdonar ni una. En lo que a conducción se refiere, hemos notado un poco de sensibilidad en la respuesta de los vehículos, que hace que en los primeros compases sea un tanto complicado tomar las curvas con precisión, derrapando y terminando unas cuantas veces fuera de la pista con un mando tradicional. No obstante, uno se acaba acostumbrando a dicho manejo, y cuando llevamos unas cuantas vueltas resulta más sencillo conducir con destreza. La alta sensación de velocidad del primer Shift se mantiene y se potencia sobremanera. Cabe destacar que en cualquiera de las vistas dicha sensación está extremadamente conseguida, dejándonos poco margen de reacción, que nos obligará a no despistarnos en ningún momento.
En algunos apartados el título pone especial énfasis en representar la carrera con mucho realismo. La nueva vista interior sorprende en este apartado, mostrando un buen nivel de detalle y un comportamiento físico muy trabajado. Los movimientos de la cabeza del piloto quedan reflejados en cada curva, el ángulo de visión cambia constantemente, y se perciben las vibraciones del motor en todo momento. Sin embargo, en nuestras primeras partidas cuesta un poco hacerse a una representación tan fidedigna a la realidad. Esta primera sensación se va desvaneciendo según continuamos practicando con este exigente control. La vista exterior, obviamente se muestra más accesible en este aspecto.
El realismo en las carreras también se acentúa aún más al no recibir ayuda o indicación de ningún tipo en la carrera a la hora de recorrer los circuitos de noche. Esto nos obligará a repetir hasta conocernos cada tramo al dedillo, siendo esta misma exigencia un motivo para seguir intentándolo exhaustivamente hasta conseguir la victoria. Esta sensación de elevada dificultad está presente en todo momento, y nos obliga a agudizar nuestros sentidos al máximo si queremos alzarnos en el podio.
Las físicas también has mejorado respecto a la anterior entrega. Los accidentes y colisiones se representan de forma bastante convincente, de igual forma que el vistoso sistema de daños, rematado con una excelente gestión de los efectos de partículas. En lo que a sonido se refiere, podemos decir que se está realizando un trabajo más que notable en este apartado. Los rugidos del motor, derrapes y colisiones convencen bastante y aumentan sobremanera la inmersión que ofrece el título de Slighty Mad Studios.
El sistema autolog, presente en NFS: Hot Pursuit, también se ha implementado en el caso que nos ocupa, fomentando la interactividad y la competitividad con otros usuarios del título. Gracias a él, podremos comparar los tiempos realizados con nuestros rivales, presionándonos para rebatirlos cuando superen nuestros resultados. Este componente social también nos permite comunicarnos con otros jugadores y obtener información sobre nuevos contenidos y eventos que puedan aparecer.
El motor gráfico de Shift 2 Unleashed ha mejorado ostensiblemente respecto a la primera entrega. El uso de iluminación HDR y oclusión ambiental comportan unos efectos de sombreado muy convincentes, que hacen que en este aspecto el título goce de un magnífico estado de salud. Todo se mueve con mucha fluidez, a treinta fotogramas por segundo constantes, y los elaborados efectos de desenfoque de movimiento y profundidad de campo refuerzan en gran medida este realismo. Sin duda alguna, se ha realizado un gran trabajo en este apartado, que resulta muy satisfactorio y agradable.
Dispondremos de una cantidad aproximada de 130 vehículos en la versión final. Este número no llega al nivel de sus potenciales competidores, como la saga Gran Turismo o Forza, pero se ha querido remarcar que esta inferioridad de contenido se traduce en una representación más fidedigna. El motivo: menos extenso, pero mucha calidad, a tenor de lo visto en el nivel de detalle conseguido en los vehículos hasta el momento. La intención es que no hayan diferencias palpables entre ellos. Sobre las pistas disponibles, tendremos una cantidad aproximada de 100.
Parece que hay mucha confianza puesta en mejorar la más que notable primera entrega de esta nueva iteración de la franquicia Need for Speed y, por lo visto, parece que lo están consiguiendo. A la lograda sensación de velocidad de la que hace gala el título, se añade la nueva vista interior, que imprime un realismo inusitado en la carrera. A nivel técnico, el título apunta maneras de forma muy contundente. El motor gráfico puede mover unos coches y circuitos con un gran nivel de detalle, que ganan enteros gracias a la realista iluminación que se ha aplicado al conjunto. Todo esto, aderezado con los efectos de desenfoque de movimiento y profundidad de campo que nos acercan al fotorealismo. La falta de indicaciones en la pista nos obligará a sudar la gota gorda si queremos alzarnos con la victoria, pero lejos de desanimarnos nos insta a continuar. Eso sí, de buenas a primeras nos encontraremos con un control algo sensible, que a veces responde de forma un poco exagerada a nuestras indicaciones, siendo cuestión de práctica acostumbrarse. A poco menos de dos meses para su salida oficial, el título de Slighty Mad Studios se perfila como una propuesta de lo más apetecible.
- Conducción
