NightSky
Cielo 2D
El creador de Knytt o Within a Deep Forest regresa para ofrecer un nuevo viaje a través de ese universo 2D que él trata de dominar en sus diferentes facetas. Si en anteriores juegos primaban aspectos como la exploración, en esta nueva ocasión la protagonista es la simulación física, imprescindible para superar las pruebas de una aventura que destaca por su ambientación.
Nicklas Nygren 'Nifflas' es ya por derecho propio una de la grandes figuras de la escena indie contemporánea, pero ya lo era incluso antes de la reciente explosión comercial del desarrollo independiente. Su primer título de impacto, el gratuito Within a Deep Forest, ya apuntaba a las señas de identidad que definirían al desarrollador sueco durante su trayectoria: inventiva, experimentación, énfasis en la exploración y, por encima de todo, un sentido único de la ambientación, amparado en su concepción minimalista del aspecto audiovisual. Su consagración definitiva fue con su siguiente título gratuito: Knytt, un juego 2D de exploración con elementos de plataformas en el que se podía apreciar más nítidamente algunos de los elementos que distinguen a su autor.
Su particular estructura y su énfasis en la exploración lo hicieron destacar como la clase de experimento que sería imposible de ver en el mundo comercial. Posteriormente, Nifflas completaría su viaje por el mundo freeware con Knytt Stories, en el que se ponía especial atención a un editor de niveles que permitía a la comunidad crear sus propias propuestas. A partir de ahí, el autor empezó con proyectos más ambiciosos como Saira, su primer juego comercial, en la que la protagonista viajaba por cuatro sistema solares en una gran aventura en la que se combinaban puzzles, plataformas y esa búsqueda de la exploración tan distintivo.
Nightsky es el segundo proyecto completamente comercial del autor. Previamente a él, 'Nifflas' había lanzado FiNCK el pasado año, un juego gratuito pero con algunos complementos extra que se podían adquirir pagando, con el que el autor quería romper con la línea seguida en anteriores proyectos, realizando un plataformas puro y duro inspirado en Super Mario Bros 2. Este detalle es relevante para entender a Nightsky, ya que aquí también se ha querido romper con el pasado y alejarse de otros proyectos para expandir horizontes; por ello es importante destacar que el presente juego tiene poco que ver con Knytt, o Within a Deep Forest -aunque en este caso los dos protagonistas sean una esfera, los juegos son muy distintos-.
La nueva propuesta de 'Nifflas' es más bien un juego de puzzles basados en la manipulación física y dividido en fases donde las mecánicas van cambiando continuamente, algo que se extiende tanto a los controles como a las habilidades que el jugador es capaz de desplegar en cada momento. En ese sentido, el autor abandona sus grandes aventuras en el que todo podía estar conectado para abrazar una estructura diferente, con pequeños retos colocados en sucesión en donde el objetivo es resolver y ejecutar adecuadamente los retos que se van presentando. La exploración queda reducida a buscar estrellas ocultas en algunos niveles, por lo que está claro que ese aspecto no es protagonista en esta ocasión.
La mecánica gira alrededor del sistema físico del juego, que se manifiesta de todas las formas y colores posibles. Por ejemplo, para poder superar un pequeño agujero, el jugador tendrá que impulsarse para superarlo con la inercia, un fracaso implicará reiniciar de nuevo la pantalla. Es el ejemplo más básico, pero a partir de ahí los retos suben progresivamente de nivel y ahí es donde entran en juego las diferentes habilidades adicionales. Una de las primeras que se obtienen permite aumentar la aceleración de la bola, lo que entre otras cosas permite 'saltos' de mayor distancia o moverse por superficies de las que la esfera se caería sin la suficiente velocidad. En el lado opuesto, otra habilidad permite frenar, útil para modular el impulso que se toma en una rampa o para tratar de aterrizar en un punto en concreto.
Esas son las dos primeras habilidades básicas, pero hay otras y también cuenta el entorno, en el que hay mecanismos que utilizar y objetos del escenario manioulables que son necesarios para conseguir que la esfera siga su camino. Una de las habilidades adicionales permite alterar la gravedad, y a veces hay que usarla junto a otras habilidades para conseguir el resultado necesario. La curva de progresión es lenta, adecuada a cualquier tipo de jugador aunque sea quizás un poco lenta para jugadores más experimentados, pero progresa de forma correcta introduciendo escenarios más complicados, cada vez pidiendo combinaciones más precisas de las habilidades mencionadas y de la capacidad de cálculo del jugador.
Las habilidades especiales no son el único elemento que tomar en consideración, también hay vehículos de diferentes tipos. Los más básicos son pequeñas carretas que se moverán por inercia una vez que consigamos 'montar' la esfera en ellos, pero otros tienen comportamientos distintos, como un 'jeep' cuyas ruedas se mueven en función del propio giro de la esfera incrustada en él. Un ejemplo simple, de las primeras fases, de cómo las diferentes piezas se combinan entre sí estaría por ejemplo en un carro que lleva a la esfera a un punto demasiado alto como para acceder de otro modo, pero que además tiene que tomar el suficiente impulso para seguir su camino y empujar un objeto en la siguiente pantalla, necesario para tener el camino abierto y poder continuar. Otra posibilidad es, usando el 'jeep', alterar la gravedad para moverse de una forma que sería imposible de otro modo.
Por supuesto, no estaríamos hablando de un juego de 'Nifflas' si la ambientación no fuera una de las grandes protagonistas y así sucede. En esta ocasión, el autor apuesta por un mundo de siluetas, recortadas sobre paisajes de diferente tipo y colores apagados, creando un juego que no llega al tono siniestro de Limbo, pero que sí tiene cierto aire melancólico. A eso contribuye la magnífica banda sonora, un enorme trabajo de cuarenta temas en los que intervienen guitarras, trompetas y otros instrumentos que se mezclan sabiamente con el silencio y algunos efectos de sonido como el viento al pasar, que en conjunto dan al mundo de Nightsky una personalidad propia.
En este punto es donde hay que señalar uno de los aspectos claramente negativos de este título: el modo de pantalla completa. No es normal a estas alturas de campeonato presentar un juego comercial incapaz de llenar más de una tercera parte de la pantalla en modo completo. La buena noticia es que el propio autor reconoce este punto y ya se encuentra trabajando en una nueva versión que sí incluirá la posibilidad de llenar la imagen sin perder las proporciones, que por supuesto estará disponible para los actuales y futuros compradores. Sería una lástima tener que contentarse con esa pequeña ventana de visionado para un título tan cuidado estéticamente, pero de momento habrá que esperar. Lo mismo sucede para usuarios de Mac, que deberán esperar un poco para tener el juego en su poder -el autor ha declarado que le gustaría estar en la App Store para Macs-. Sin embargo, los que tendrán que esperar son los usuarios de Wii, ya que los planes para consola han quedado congelados hasta nuevo orden -curioso, ya que el anuncio de Nifflas de que Nighsky sería para la consola de Nintendo ocasionó un gran disgusto entre sus fans de siempre, muy reacios a la idea de adquirir una máquina que no tenían para disfrutar del nuevo trabajo-.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.