Homefront, Impresiones

Ángela Rodicio, periodista corresponsal de guerra de fama internacional, fue la encargada de abrir la presentación en nuestro país del cada vez más sonado Homefront, el nuevo shooter que THQ lanzará en marzo de 2011 capaz de revisar el recurrente género y darle un enfoque totalmente distinto al que estamos tan acostumbrados. Con datos y varios vídeos en la mano, Ángela hizo hincapié en las posibilidades reales de que Corea del Norte atacara Estados Unidos antes de 2027, y que las propuestas del juego de una USA invadida no fueran tan descabelladas. Junto a ella, Jeremy Greiner, de Kaos Studios, nos mostró las claves del título y las suculentas novedades que introducirá, así como sus sobrecogedores primeros momentos de la campaña individual.

Homefront llevará al jugador hasta una Norteamérica distinta a la que solemos ver en los videojuegos, un país alejado de la grandiosidad de los rascacielos, monumentos y los sólidos ideales neoliberalistas, y, sin embargo, totalmente devastado por la guerra "at home" y ocupación que les han hecho los norcoreanos, en un continuo y paupérrimo sálvese quien pueda, y sin héroes, aliados extranjeros, ni control militar de ningún tipo. Encarnaremos a Robert Jacobs, un civil convertido en líder de una pequeña cuadrilla resistente que debe conseguir combustible para aviones estadounidenses. Nada más. Lejos quedan los grandes militares capaces de salvar el mundo o los poderosos tiradores profesionales que eliminan a un ejército entero a los que la mayoría de FPS bélicos nos tienen acostumbrados. Con esta premisa, la inmersión y empatía del jugador sobre la historia de los personajes promete ser absoluta.

Y es que la emotividad y la profundidad argumental han querido ser otros dos valores de marcado peso en Homefront junto al realismo extremo, apoyado incluso por la colaboración en el argumento de la CIA. Tanto es así, que el mismo día en que aparezca el juego en las tiendas, Randon House sacará a la venta una novela homónima escrita por John Milius, guionista de las películas Apocalipsis Now y Amanecer Rojo; y partícipe muy integrado en el equipo de desarrollo del juego. La visión de una potencia mundial asolada, con pequeños guetos de gente malviviendo entre cartones y basura, y derruida con toda clase de armas -también electromagnéticas- consigue poner al jugador la piel de gallina desde los primeros pasos y el tutorial. Partiremos desde casa, con unos compañeros de "nido" que nos preguntarán dónde vamos o nos ayudarán a conseguir nuestra primera arma y munición.

Como decimos, la ambientación en Homefront será esencial, aportando mucho también a la propia jugabilidad. Los escenarios serán variados, aunque predominarán los laberínticos barrios en ruinas, alejados de las grandes urbes como Nueva York o Los Ángeles. No obstante habrá un nivel en San Francisco, siendo el cruce del Golden Gate uno de los puntos más fuertes del título, según nos explicaron. El caos en las calles es tal, que la guerrilla entre escombros, interiores y plazas se sucede a toda velocidad. Veremos civiles -ya supervivientes- corriendo por todos lados, escondiéndose donde pueden con sus sacos de dormir y bebés aterrorizados, refugiados que nos ayudarán, explosiones, helicópteros que surcan el ahumado cielo continuamente, etc. una desolada visión que llega a poner la adrenalina al máximo.

El motor gráfico Unreal 3 vuelve a darnos sus mejores resultados con una mejora en prácticamente todos los aaspectos. Partículas, explosiones descomunales, escenarios gigantescos con gran visibilidad en el horizonte, animaciones creíbles y físicas realistas. Todo luce un aspecto técnico apabullante que ayuda aún más a esa sensación de inmersión tan deseada por sus programadores. La variedad de armas y de situaciones, así como el manejo de vehículos y otras mecánicas adicionales están asegurados desde las primeras horas de juego.

La fase que nos mostró Greiner, la primera, nos metía en situación de lo que estaba por venir. Empezamos conociendo al protagonista y subiendo a un autobús desde el que se podían ver duras escenas de ocupación y las atrocidades de la guerra a pequeña escala. Vimos cómo los cuatro compañeros de esta particular escuadra se iban uniendo y cómo cooperaban entre sí para avanzar por el barrio residencial convertido en un laberinto de casas ruinosas, calles accidentadas, patios conjuntos y plazas tomadas por los norcoreanos.

La sensación de supervivencia prevalece sobre la de matar como héroe. Habrá que controlar la munición, buscar cobertura y escondrijos, luchar cuerpo a cuerpo y posicionarse estratégicamente. Los escenarios son muy cambiantes a medida que avanzamos por ellos, y sorprenden con breves secuencias de vídeo ingame que los modifican, como que se caiga un helicóptero o se derrumbe un edificio de doce plantas. Tal y como ya hemos visto en juegos como Uncharted 2 o en Modern Warfare y que tan bien funciona para crear espectacularidad sin perder velocidad de juego.

Una vez que pusimos las manos sobre el pad y esta alpha de Homefront, descubrimos algunos aspectos que se escapaban en la presentación de Jeremy Greiner, como su fabulosa banda sonora, que el peso de las armas realmente importa al desplazarnos, o la importancia de moverse rápido y esconderse en los niveles. Además, su manejo ha adquirido las directrices de grandes del género, como el mencionado Call of Duty o Halo, siendo preciso y accesible desde el primer momento, algo totalmente necesario debido a su frenetismo habitual intercalado con zonas de descanso, exploración e interactuación con otros supervivientes.

En su modo multijugador -que no pudimos probar aún- el representante de Kaos Studios nos contó que habrá también muchas novedades en el género y que se ha intentado crear una experiencia absolutamente nueva y duradera. Uno de los aspectos que se remarcaron fue la existencia de una especie de economía propia del juego llamada Sistema de Puntos de Batalla. Con estos puntos, obtenidos por criterios como tiros a la cabeza, muertes consecutivas o mayor tiempo sin morir, podremos adquirir armamento superior, vehículos o explosivos en tiempo real de juego, es decir, que si compramos con estos puntos un tanque en mitad de una partida, al momento apareceremos dentro del tanque y pudiéndolo controlar, por lo que esto generará un sistema de juego online frenético y novedoso.

Kaos Studios y THQ tienen claro que quieren hacer de Homefront un nuevo referente en un género tan saturado como es el de los FPS. Por ello, están consiguiendo un título totalmente AAA que ya impresiona y que muy seguramente sea uno de los juegos más reseñables del primer tercio de 2011. Su realista a la par que original propuesta sorprende, y su apartado gráfico acompaña. La historia, con su punto de hipótesis posible, pretende ser el gancho inicial para un producto que aún tiene algunos pequeños aspectos que pulir pero que parece ir en el camino perfecto para competir con grandes nombres de la industria y otras caras superproducciones.

"Nunca habíamos visto la guerra así", reza uno de sus eslóganes. Y esperemos que el juego nos la enseñe como verdaderamente desean hacerlo sus creadores. Nosotros ya le hemos dado el primer voto de confianza, sobre todo por su originalidad, realismo, narrativa y sobrecogedora puesta en escena. El género de los disparos en primera persona necesita este tipo de nuevas balas. Y si son delicias jugables como ésta, mejor que mejor.

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