El Señor de los Anillos: Las Aventuras de Aragorn
- PlataformaWii7
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorHeadstrong Games
- Lanzamiento29/10/2010
- EditorWarner Bros. Interactive Entertainment
¡Por la comarca!
La trilogía de películas basadas en la obra de Tolkien ha dado un nuevo impulso a la Warner para seguir exprimiendo una licencia que pensábamos ya lo había dicho todo en el panorama videojueguil. Aragorn es el protagonista de una interesante historia creada con los acérrimos de la franquicia en mente en la que básicamente realizamos un viaje épico que refrescará la memoria a los olvidadizos que ya no recuerden qué camino seguía el Rey antes de ocupar su trono.
Recuperar la historia de El Señor de los Anillos varios años después del éxito cinematográfico es una tarea arriesgada. Una vez terminado el boom inicial, y tras el infructuoso intento de crear algo parecido a una franquicia videojueguil con la que aprovechar el tirón también en consola, lo suyo era pensar que hacía falta poco menos que un milagro para que Frodo, Sam y compañía volviesen a ponerse de actualidad con esa gran aventura' que tanto se ha echado en falta en los últimos años. Creíamos que era difícil, por no decir imposible, que alguna aventura basada en esta licencia pudiese sorprender tras el buen trabajo que EA Games realizó en su día con las distintas adaptaciones de la trilogía, todas ellas de un nivel notable, en ocasiones incluso sobresaliente.
Por este motivo no llamó la atención el anuncio por parte de Warner Bros. en el que se aseguraba la creación de dos nuevas sub-sagas, una creada a manos de Snowblind Studios (responsables de Baldur's Gate: Dark Alliance), bautizada con el sobrenombre La Guerra del Norte, mientras que la otra sería responsabilidad de Traveller's Tales y Headstrong Games, encargadas de crear la versión infantil' de la serie con Aragorn como protagonista de las mismas. Electronic Arts aseguraba, tras perder los derechos de explotación de la licencia, que existían pocas posibilidades de que el público se volviese a interesar por ESDLA tras el huracán mediático que supuso el estreno de las películas, la reedición de los libros y, en fin, todo el barullo que originó Peter Jackson con su peculiar adaptación de tan ilustre saga.
Poca importancia le daríamos a las declaraciones de EA Games de no ser por el estrepitoso fracaso al que Warner se sometió tras anunciar que el primer producto de su nueva adquisición estaría orientado al público infantil, y que el desarrollo de Las Aventuras de Aragorn iba a ser un proyecto centrado en Wii que más tarde se adaptaría al resto de consolas de sobremesa, incluyendo las portátiles y la ya decana PlayStation 2. En todas, decimos, menos en Xbox 360, que por suerte o por desgracia se queda sin su pequeño reconocimiento en este sentido. Los usuarios de la consola de Microsoft se pierden una aventura que parte de una base bastante distinta de la que estábamos acostumbrados a ver, en la que Samsagaz Gamyi, el inseparable compañero de Frodo Bolsón, recupera ante el interés de sus cuatro hijos las historias que protagonizó Aragorn en la Guerra del Anillo.
uando pensamos que esta escena nos llevará directamente a un nuevo desenlace, caemos en la cuenta de que realmente es un pequeño Hobbit el que se imagina toda la escena en una de sus ensoñaciones. Lo que hemos presenciado ha sucedido en la realidad, pero el problema es que el pequeño Frodo Gamyi, hijo de Samsagaz, no estuvo allí para presenciarlo. Las aventuras de Aragorn narran los acontecimientos más importantes acaecidos durante la odisea de Frodo Bolsón haciendo del montaraz Trancos, pseudónimo que emplea el personaje para representar el papel de protector durante los primeros compases de la aventura (poco después de haber abandonado la Comarca por primera vez). Cómo el pequeño Frodo fue lastimado con el acero de los Nazgûl tras su estancia en la posada del Pony Pisador, de qué forma sobrevivieron a los embistes de un troll de las montañas
Les escenas que trae a la memoria Las Aventuras de Aragorn son de esas que nos hacen exclamar '¿lo recuerdas?' o cualquier cosa por el estilo, evocando constantemente los parajes más impactantes de las películas o de los libros originales, dependiendo de cómo haya dibujado en la memoria el lector estos momentos. Cuando no es Aragorn el protagonista, normalmente llamado a batirse en duelo o a combatir hasta la saciedad, Frodo Gamyi se convierte en el protagonista temporal bajo la excusa de la celebración de una gran fiesta con motivo de la presencia del nuevo Rey en la Comarca, Elessar Telcontar -nombre que recibe el héroe a manos de los Elfos-, lo que concede al jugador la posibilidad de campar a sus anchas por un verde prado repleto de vitalidad, encargado de transmitir algo de luz como contraste de la oscuridad que se palpa en los momentos protagonizados por sus compañeros.
Headstrong hace de las escenas de Frodo la parte pacífica o el nexo que sirve como excusa para plantear las escenas cumbres de las que hablamos. Es Sam Gamyi el que las relata a su manera, con sus cuatro hijos delante, parando de cuando en cuando por diversos motivos que generalmente invitan a tomar una breve pausa para realizar alguna que otra misión secundaria, hablar con aldeanos u obtener algo de dinero que nos permita desbloquear los artefactos' que aparecen una vez superadas las dos o tres primeras horas de juego.
Sin embargo, la auténtica chica del juego se aloja en el hecho de poder controlar a un héroe como Aragorn, que pese a no ser especialmente elocuente durante la aventura se encarga de aportar un plus de acción a los enfrentamientos. Las Aventuras de Aragorn, pese a su concepto multiplataforma, es una obra que ha sido diseñada específicamente con Wii en mente, por lo que a grandes rasgos la edición que aparece en la otra' sobremesa se limita a ser un clon sin demasiadas expectativas, aparte de ser un port 1:1 de una versión netamente inferior gráficamente, con todo lo que ello implica. De esta forma comprendemos el por qué del interés por basar el sistema de combate en agitar el wiimote como si de una espada se tratase, convirtiéndose el nunchuk en nuestro escudo particular.
Estos objetos secundarios bien pueden ampliar la fortaleza del personaje que los porta o ampliar sus cualidades con alguna clase de hechizo mágico o virtud específica. Al menos en lo que respecta a los amuletos, anillos y demás parafernalia, ya que en la lista de secundarios también figuran las páginas perdidas de la historia de Samsagaz. Al ser recogidas, el propio Sam desvela alguna de las facetas ocultas de Aragorn, ya sea en su rol de Rey, como montaraz o datos anecdóticos realmente interesantes para los que menos nociones tengan de cómo funciona la historia. En la práctica, el funcionamiento de LADA es muy similar al de cualquier Zelda o Fable que se precie, solo que con menos libertad para movernos a nuestras anchas. El desarrollo del juego es lineal, y apenas permite realizar alguna que otra misión principal con la que recibir nuevos objetos o dinero, pero que nunca cambia el transcurso de la aventura.
Resulta llamativo comprobar el buen resultado que Headstrong es capaz de obtener con el rendimiento gráfico de Wii, superior dentro de lo que cabe al de PS3, que como decíamos se contempla como una mera adaptación de lo visto en la consola de Nintendo, haciendo uso del nuevo periférico Move. Tanto el Wiimote como el propio Move ofrecen una experiencia divertida sacudiendo el brazo como si de una espada se tratase, pero ambos fallan a la hora de registrar el movimiento exacto que realizamos en movimientos puntuales (una embestida tras dañar de muerte a un jefe final). Nada que llame la atención en la historia del wiimote, del que ya conocemos sus puntos débiles ante la ausencia del MotionPlus, pero no se explica la mala optimización del Move. Esto nos lleva a no recomendar la versión de PS3. Wii, como venimos diciendo, es la consola que se ha utilizado como base para esta aventura.
Esto en cuanto al sistema de control, ya que técnicamente el título de Wii brilla con luz propia, tanto a la hora de mostrar las escenas cinemáticas con las que se narra el argumento (algunas excelentes, otra bastante paupérrimas) como de cara a las fases de exploración. Dar un paseo por la Comarca con toda clase de efectos visuales decorando la belleza del paraje es algo que no tiene precio y que pocas veces habíamos podido ver en el catálogo de Wii, aunque este esfuerzo no se aplica en el resto de localizaciones. El pueblo en el que se alberga el Pony Pisador carece de cualquier tipo de atractivo, aunque sí que conserva su oscuridad, que encaja perfectamente con la situación que allí se vive ante la amenaza de un ataque de los Nazgûl.
La caracterización de los personajes, al igual que el espíritu de la licencia, es uno de los puntos que mejor se ha sabido adaptar. Tanto Aragorn como Frodo o el propio Samsagaz cuentan con la representación auténtica de los personajes de la película y con su misma voz (no en el caso de Gimli), lo que aporta una nota de color que los aficionados de la licencia sabrán apreciar en su justa medida. Las Aventuras de Aragorn cuenta con todos los elementos necesarios para ser esa recopilación de ideas idónea tanto para acérrimos como para inexpertos (mejor si estamos en el segundo grupo que en el primero), además cuenta con una Banda Sonora que básicamente recoge las melodías más importantes de las películas, cambiando de registro cuando se acerca alguna batalla peligrosa.
Una aventura decente, que gustará e interesará a los aficionados de la serie o a aquel que sólo busque recordar las vivencias del pasado. Es un título idóneo para fans pese a la constante repetición de ideas que ofrece y a los problemas derivados del sistema de control sensitivo, por no hablar de su dificultad, que apenas representa un reto para los más duchos en la materia. Quizás por ello sí que podamos verlo como un título especialmente recomendable para jóvenes, adolescentes o niños, aunque insistimos: los mayores encontrarán aquí suficientes excusas como para disfrutar la aventura de principio a fin. Eso sí, mejor en la sobremesa de Nintendo.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.