Elegidos para el triunfo

Las ligas de todo el mundo llevan semanas en plena ebullición, las competiciones continentales dejan ver los primeros toques de calidad y los expertos empiezan a ver claras las posibles tendencias para el fútbol que nos espera durante el año que viene. Y mientras en los terrenos de juego se disputan batallas entre futbolistas, los desarrolladores llevan su confrontación a las diferentes plataformas de juego dispuestos, este año como el anterior, a mantenerse en lo más alto o robar el liderazgo a sus eternos rivales.

Ampliar

Y la nueva entrega de FIFA Manager no se ha hecho esperar, apareciendo en el momento esperado. El objetivo directo a batir es el eterno campeón del género, Football Manager, con quien comparte hasta abreviatura. En un segmento de mercado con un éxito evidente que se repite con cada nueva temporada, pero que aún no puede rivalizar con las ventas de los simuladores como FIFA o PES, el apadrinado de EA Sports intenta crear una alternativa tan completa como la de Sports Interactive, pero que pueda incluir otras tantas opciones que los usuarios echan de menos en esta última. Pero tal y como ocurre con los FIFA y PES, la decisión final está en las experiencias de cada jugador y en las preferencias personales, que dificilmente pueden cambiarse de un año para otro.

EA Sports siempre ha destacado por buscar la espectacularidad, mientras que sus rivales suelen optar por el puro realismo. Esta forma de ver el fútbol mitifica grandes aspectos del juego, alcanzando magnitudes de excesiva imaginación donde cada partido, y por ende cada partida, roza la perfección técnica. Y esta simple fórmula, capaz de convertir el espectáculo en entretenimiento, funciona cada año en los productos de EA Sports. ¿Por qué? La razón es simple... cuando jugamos no queremos ser simples peones en un ajedrez con fichas de mayor importancia, el peso tiene que recaer sobre nosotros... nuestras acciones serán las que decidan directamente el rumbo del partido. Un por esta razón, en un juego de equipo, nosotros somos el más importante protagonista.

La última edición de FIFA Manager ya hizo gala de un salto de calidad nada desdeñable, hasta el punto de que parecía una edición completamente distinta. Si no fuera porque se asentaba en las mismas bases, la verdad es que muchos dudarían de que el producto era responsabilidad de la misma desarrolladora. El salto de este año no es tan evidente, pero no por ello deja de estar marcado por ciertas mejoras de lo más adecuado. Y como siempre, tomaremos la figura de un entrenador cualquiera, que aunque comenzará siendo casi un completo desconocido, no cabe duda de que está destinado a lograr grandes cosas en su carrera deportiva como técnico. Rellenamos sus datos personales, nacionalidad, idiomas y fotografía, para después personalizar a nuestro técnico haciendo las veces de jugador profesional.

Sin llegar a tocar el modo online, del que hablaremos más adelante, podemos optar por compartir la partida con otros 3 jugadores más, todos ante el mismo ordenador. De esta manera podremos participar con nuestros amigos en distintas competiciones, vendernos jugadores o concertar amistosos... incluso acabar todos en la misma liga y pelear por ser los mejores año tras año. Por cierto, antes de tomar esta decisión tened bien claro si todos váis a aguantar hasta el final, no sería la primera ni la última partida compartida por varios mánagers que se queda en el limbo de los videojuegos por no poder concluirse. En el caso de ser varios, el proceso de personalización del técnico y/o profesional se repetirá entre todos los participantes.

Lo que viene después también es parte de ese recital que podríamos hacer de carrerilla: crear un nuevo equipo o comenzar con alguno existente. ¿Qué elegimos crear uno propio? Toca elegir nombre del club, equipación, estadio... ¿Qué optamos por uno existente? Nos ahorramos mucho trabajo, pero para los que vivimos en zonas donde el equipo principal no aparece entre las 170 ligas, ni por asomo, la única opción de ver como nuestra localidad se codea con los más grandes de los grandes es la primera. A efectos prácticos, no cambia nada respecto a escoger un club existente, salvo que necesariamente tendremos que tomar el control directo de las finanzas del equipo, y así añadimos un reto más a nuestra sobrecargada agenda como entrenador-jugador... ¿También tendremos que adecentar el césped cada mañana?

Todos los detalles de la información de nuestro club, así como de otros equipos y de las distintas ligas existentes, son accesibles desde una interfaz que, al igual que el año pasado, se asemeja a nuestro escritorio personal. Y así, tal y como si nuestro mánager contase con un programa de PC exclusivo para llevar al día las gestiones de su club complementado por unos cuantos papeles y anotaciones desordenadas sobre nuestra mesa. Las pantallas de carga vuelven a ofrecer la información como si hubiéramos consultado alguna página deportiva, a veces a partir de nuestro dispositivo móvil. De nuevo nos encontramos con que todo el estilo concuerda a la perfección, creando un conjunto único que se presenta de forma clara e intuitiva.

Esta interfaz puede personalizarse mediante 'widgets' similares a los existentes para los escritorios de los distintos sistemas. Alcanzando una resolución máxima de 1920 x 1200, el juego puede disfrutarse con alta calidad digital, si contamos con una pantalla adecuada. Y esta posibilidad se extiende durante toda la partida, es decir, no se limita únicamente al modo partido o a la interfaz general de usuario. Por lo demás. la distribución de las opciones no sufre cambios sustanciales, y vuelve a dividir de forma inequívoca cada una de las variantes que ofrece una misma partida: administración del club y gestión de la plantilla. El tercer aspecto jugable serían los encuentros, pero al llegar a los mismos nos encontraremos con una interfaz propia creada para ese objetivo.

Las funciones como responsable del club nos obligan a controlar todos los aspectos del equipo: precios de entradas, contratos de patrocinadores, préstamos, merchadising… El objetivo es que nuestro club goce de una buena salud económica y, a poder ser, que nos permita adquirir mejores jugadores en el mercado. También podremos mejorar las instalaciones, aumentar la capacidad del estadio,... En este conjunto se engloban todas aquellas decisiones que, además de no tener que ver directamente con la gestión táctica, suelen ser apreciables únicamente a largo plazo. Por este motivo, es obligatorio ser previsores cuando nos involucremos en estas tareas, ya que las propuestas que iniciemos en un momento dado puede que no tengan resultado hasta pasados unos cuantos meses o incluso años.

A nivel de gestión táctica, y si ya de por sí eran muy personalizables, encontramos nuevas mejoras y asistentes que nos permitirán incluir variantes de lo más dispar. Entre las novedades encontramos un nuevo sistema para crear tácticas a balón parado, de manera que podamos establecer el comportamiento de nuestro 11 a la hora de lanzar faltas o realizar un saque de esquina. Si conseguimos colocar a cada jugador en la situación idónea, teniendo en cuenta al equipo rival, podemos ganar muchos partidos aprovechando estas cualidades. De igual manera, se han extendido las descripciones de cada parámetro de las tácticas, con lo que tendremos mucho más claro en que va a afectar a nuestro estilo de juego el hecho de marcar en zona o realizar pases largos.

Este asistente para tácticas es, de hecho, la mejora más palpable en la nueva edición. Destaca por lo trabajado de su interfaz, y es que a diferencia de sus competidores, el título de EA siempre ha procurado dotar las mismas de mucho colorido, caras de jugadores y escudos de los equipos por doquier. En este caso, a partir de un esquema de un campo de fútbol podemos ajustar los distintos parámetros para decidir la dirección de los pases, organizadores y piezas claves, presión, tipo de centros y pases, ... Y almacenar nuestras elecciones para disponer de distintas variantes de las que echar mano en caso de enfrentarnos con un rival de ciertas características, pues no podemos pretender que todos los oponentes se vean rendidos ante una 4-4-2 sin demasiadas variaciones.

También tendremos más asistentes para seleccionar el once inicial o asignar jugadores a momentos clave, como lanzamientos de falta o córneres. A pesar de ello, se sigue echando en falta un estudio profundo del equipo y sus posibilidades como el que puede encontrarse en otros títulos similares, pero la verdad es que FIFA Manager empieza a dar grandes pasos en esa dirección. Por lo demás, no encontraremos diferencias significativas en lo relativo a estas opciones, si no más bien pequeñas mejoras orientadas a que la experiencia del usuario final sea mucho más satisfactoria, y que no sea necesario contar con un conocimiento excepcional del mundo del fútbol para poder disfrutar largo y tendido de este juego... y así poder ir dando nuestros primeros pasos con ayuda.

Encontramos más novedades en el sistema de traspasos. Se ha hecho especial hincapié en la negociación de los contratos y traspasos, haciendo de las negociaciones algo emocionante. La otra parte irá poniendo sus cartas sobre la mesa y tendremos que poner interés en todos los puntos del contrato si queremos que firmen con nuestro equipo. Por otro lado, los equipos rivales usarán el mercado de fichajes de forma estratégica, demostrando interés por nuestros jugadores únicamente para debilitar la confianza de dicho jugador en nuestro club, o para que nuestra afición se alarme. La prensa no se mantendrá ajena a este hecho, y a pesar de nuestras declaraciones, se encargarán de promover rumores sobre ofertas o negociaciones, por mucho que queramos mantener estas transacciones en secreto.

Si hemos optado por participar como profesionales en el campo, no contaremos con las mismas posibilidades que si hacemos únicamente las veces de técnico. El sistema de gritos, incluído el año pasado, desaparece si estamos pisando el césped. Recordaremos que este sistema nos permite dar voces a nuestros jugadores para que atiendan a algunas indicaciones concretas, pero que si abusamos de ellas se puede dar el caso de que el cuarto árbitro se enfade con nosotros por nuestra actitud furiosa y terminemos por ver el próximo encuentro desde la grada. Eso sí, si estamos jugando el partido, tendremos otro tipo de posibilidades para decidir el resultado, y es que nuestras propias acciones serán determinantes para asegurar la victoria de nuestro equipo.

Una vez acabado el partido, lo que toca es analizar el encuentro. En primero lugar se nos mostrarán las conocidas estadísticas que nos ayudarán a evaluar el rendimiento y que tal lo hemos ido haciendo en cada zona del campo. Vuelve el HAP (herramienta de análisis de partidos) que permitía volver a visualizar un partido con el objetivo de revisar las estadísticas a la vez que observamos el movimiento de nuestros jugadores en el campo, siendo así capaces de detectar los fallos cometidos en el planteamiento táctico y en nuestras decisiones. Este es el trabajo más duro de un técnico, porque es ahora cuando tendremos que definir qué vamos a hacer para evitar caer en los mismos desastres, o cómo vamos a potenciar que nuestros jugadores continúen en el mismo rumbo.

A nivel gráfico no encontramos demasiados cambios con la versión que salió a la venta el año pasado, pero de nuevo nos hallamos ante uno de los mejores motores a la hora de simular los partidos de forma visual, puede que no tanto a nivel de resultados. El sonido sigue la trayectoria habitual de los títulos de EA, con melodías animadas y modernas. En este sentido se ganan bastantes enteros respecto a sus más directos competidores, que carecen de casi cualquier añadido sonoro con el que acompañar la partida. Destaca el mayor uso de las repeticiones en los encuentros y los enfoques en primer plano a los jugadores involucrados en la actuación concreta, ya sea un gol o un saque de banda, que aumentan la sensación de encontrarse frente a un partido de fútbol televisado en alta definición.

Dejamos para el final los nuevos modos online que incluye el juego, además de que se repite el incluido el año pasado. En primer lugar encontramos el modo 'Live Season', donde la característica a resaltar es la actualización directa de la partida con los datos de las distintas ligas reales. Esto quiere decir que cada vez que un equipo realice nuevos fichajes en la realidad, no solamente se actualizará nuestra bases de datos, si no la partida que estemos jugando, donde veremos como tal jugador es comprado por tal club (siempre y cuando eso no interfiera con las decisiones que hemos ido tomando como usuarios) La verdad es que se trata de una gran ventaja, sobre todo para los que gustan de mantenerse al día y se dedican a buscar las últimas bases de datos actualizadas para corregir los cambios en el juego.

Para poder acceder a 'Live Season' o al modo online, simplemente tenemos que registrarnos como usuarios, lo que puede hacerse desde la propia interfaz del juego. Rellenaremos nuestros datos de usuario y elegiremos un avatar que nos represente, y no será necesario realizar ningún pago adicional, al menos para el modo online tradicional. Sin embargo, en función de la versión de FIFA Manager 11 que hemos adquirido se incluirá el acceso al modo 'Live Season' sin necesidad de desembolsar nada más. Todas estas opciones están disponibles desde la EA Store, que es la plataforma digital que Electronic Arts ha dispuesto para estos medios. Por supuesto, para los que prefieran la manera tradicional de mantener la base de datos actualizada, se sigue incluyendo el habitual editor para modificar y corregir cualquier tipo de información incluida en el juego.

Con esto, y un año más, la apuesta de EA Sports para ganar terreno en los títulos de simulación técnica futbolística vuelve a escena. Alguna variación destacable desde el año pasado, pero puede que no las suficientes como para alzarse en lo más alto. Aún así, un título perfecto para los que desean mezclar la emoción de ser protagonistas en los partidos y tomar las decisiones de su club. Si lo que te interesa es una simulación mucho más profunda, FIFA Manager se acerca, pero todavía tiene que dar pasos en la dirección correcta si quiere lograrlo.