Meat Team se ha sacado de la manga uno de los mejores juegos descargables del año y, porqué no decirlo: uno de los grandes 'sleepers' del año. Plataformas, acción, desafiantes puzles y una dificultad altísima. El regreso a la metodología de NES y un amor por los clásicos dan forma a Super Meat Boy. Una cita obligada.
Team Meat se las ha ingeniado para crear un juego duro de roer. El recuperar los códigos de la ahora llamada 'old school' no es una decisión únicamente estética sino de diseño de juego, de concepto. El germen, la idea, es potenciar el desafío de forma que cada partida sea más fácil seguir avanzando mediante la táctica del ensayo y error. SMB se acoge a este sistema pero no se limita a ello: cada nivel tiene múltiples peligros, así que por ejemplo podremos pasar por dos zonas cortantes para posteriormente caer en la tercera. Tras algunos intentos avanzaremos desde este punto, pero volveremos a caer más adelante. Su dificultad es altísima, pero consigue el milagro que pocos títulos son capaces de replicar: pese a morir infinidad de veces, no llega a ser frustrante hasta el punto de estrellar el mando en el suelo. Simplemente nos pica a seguir intentándolo una y otra vez, decenas, cientos si hace falta. ¿La recompensa? Superar la fase, finalmente. Probarnos a nosotros mismos que somos capaces.
Aproximadamente trescientos niveles son los que conforman el juego de Team Meat, si bien en la campaña principal serán unos pocos menos y los restantes pertenecen a otros personajes o versiones alternativas de los originales. Durante el juego, iremos desbloqueando fases en el mundo de la luz y en el de la oscuridad. La principal diferencia será temática, pero todos coinciden en una cosa: están magistralmente diseñados. Jugando con tonalidades de color, escenarios naturales o industriales, rocosos o de fuego, todo lo relacionado con las fases es sencillamente inmejorable, magistral. Hay que irse (de nuevo) a Limbo, Braid o N+, para encontrar algo de tanta altura. Nada está dispuesto al azar en el escenario, de hecho, todo lo contrario. Al simple hecho de superar las fases se le añade la posibilidad de recoger -en algunos- unas vendas, un power up que tiene un uso tan tradicional como perfectamente entendible: desbloquear más contenido.
Lo que si es cierto es que quizá se eche en falta una de las mejores cosas de N+: la posibilidad de crear niveles y compartirlos entre otros jugadores. O alguna función multijugador añadida al estilo Explosion Man, que poseía un genial cooperativo. A pesar de todo, el Super Meat Boy es suficientemente largo (por complicado) y rejugable como para no echarse de menos (al menos no demasiado) la carencia de modalidades más allá de las básicas. Los marcadores online están bien, pero teniendo en cuenta que al superar cada fase hay un vídeo de replay, habría estado bien poder compartirlos también a través de la red. Por pedir que no quede, sabiendo valorar (por supuesto) todo lo que ofrece, que no es poca cosa.
9
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.