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Ship Simulator Extremes

Ship Simulator Extremes

Aguas poco profundas

VSTEP vuelve casi tres años despues de su último simulador. Ship Simulator Extremes nos llevará alrededor del mundo en misiones basadas en hechos reales que pondrán a prueba nuestra destreza a la hora de tomar el mando de uno de sus barcos. Aunque despues de la tormenta todo apunta a que no se llegará a buen puerto.

A estas alturas pocos productos relacionados con nuestro mundo pueden llegar a sorprendernos. Existe una compañía, en la siempre atractiva Holanda, que se dedica a crear software de entrenamiento virtual para todo tipo de trabajos (incluso algunos que no sabíamos ni que existían). VSTEP es el estudio encargado de proyectos como el simulador de seguridad hospitalaria y de prisiones, el simulador de incidentes en las estaciones de tren, o el simulador de grúa portuaria; todo ello en un entorno 3D que facilita la tarea de los alumnos a la hora de meterse de lleno en su ocupación. El caso es que no podemos evitar pensar que todo está hecho bajo el mismo motor y que apenas se cambian algunos gráficos aquí y allá.

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Ocurre un poco lo mismo con la serie Ship Simulator, que hizo su primera aparición en 2005 bajo el nombre de Ship Simulator 2006 y que desde entonces más o menos bianualmente sale una nueva versión.  Cada vez esperamos una cambio significativo en la serie que le de ese empujón definitivo que se merece un simulador náutico, pero hasta ahora solamente hemos visto mejoras de pequeño calibre como algunas respecto al tiempo o la transición día/noche Ship Simulator 2008, algo que debería haber estado desde un principio. Lo normal es que simplemente se incluyan nuevos puertos y barcos con mayor o menor acierto, así que cuando recibimos Ship Simulator Extremes,  dudamos. Sin embargo ese 'Extremes' prometía misiones emocionantes en mares desconocidos. ¿Estábamos en lo cierto?

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No. Pero una cosa debe quedar clara: 'Extremes' pese  a que trata de ser un simulador de algo tan poco extremo como un crucero de recreo por Marsella o Bora Bora está dirigido a un público con unas inquietudes determinadas. Aquí no hay espacio para los Top Guns, o las carreras a 325kph, y como tal debería ser analizado. Es frecuente ver los adjetivos de aburrido, cansino y otras lindezas en juegos que pretenden simular vehículos tan dispares como un Gulfstream o un TGV, pero este tipo de juegos deberían al menos intentar verse desde el punto de vista del interesado comprador del producto. Y con 'Extremes' hemos intentado eso, pero aún así el simulador se queda corto, muy corto.

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A día de hoy las recreaciones de las cabinas de aviones son prácticamente exactas a la realidad (sobre todo con Add ons específicos) e incluso los aviones que venían de serie con el FSX tienen un alto nivel de detalle tanto interno como externo. Esto es algo que pronto se echa en falta en Ship Simulator Extremes. Las cabinas parecen más salas asépticas que lugares de control de autenticas ciudades flotantes en algunos casos.  Nos encontramos paneles de mando, como en el Orient Star (una de esas ciudades flotantes), donde apenas tenemos ningún tipo de información en los paneles, que a su vez se encuentran llenos de botoncitos cuadrados sin ningún tipo de función aparente.

La verdad es que tienen más éxito tratando de recrear la atmosfera que en el apartado simulación. La simulación se limita al control de velocidad, timón, una carta de navegación y poco más; eso sí, dependiendo del modelo de barco que usemos las físicas reaccionan acorde, por lo que la sensación de estar moviendo un buque de carga está bastante bien lograda y diferenciada con un barco de menor envergadura. Otro ejemplo sería con el ancla; para subirla debemos pulsar un botón en el interface y luego clickear sobre el ancla. ¿No sería más simulador, pulsar un botón en el panel de mando del barco de turno? Esa interacción con el interface y con el 3D del barco para una misma función descoloca un poco, la verdad.

También dispondremos de unos botones en nuestra pantalla para facilitarnos tareas de atraque, movimientos de cámaras, luces de navegación o cañones de agua en varias fases 'más intensas' del juego. Lo cierto es que si herramientas como el atraque, las luces o el remolque son bienvenidas, parecen más elementos de ambientación que de la propia simulación. Son elementos necesarios en una simulación, sin duda,  pero aquí parecen elementos algo toscos y deberían estar a nuestro parecer, más abajo en la escala de prioridades.

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Además de las decepcionantes cabinas y paneles de mando el juego gráficamente a estas alturas se le ve un poco justo. Los distintos buques están fielmente recreados en sus vistas externas y algo alejadas, además contamos con la posibilidad de recorrer nuestros barcos dando un paseo por cubierta o los camarotes si disponen de ellos. Pero en esos paseos por el barco nos encontramos de nuevo con habitaciones medio vacías, texturas muy pobres y esa sempiterna sensación de soledad y de que eres el único ser viviente en todo el barco (en una motora tiene un pase, pero en un buque de carga o un transatlántico tienes la sensación de que sin venir a cuento te saldrá un zombie por algún pasillo). En cualquier caso, nosotros probamos el juego con un i7 a 2,80GHz, 4Gb de RAM y una ATI Radeon HD4850 e iba como una bala, pero con equipos menores tampoco debería haber ningún problema.

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Mención aparte es el agua, que está realmente bien conseguida, algo básico en un simulador de este tipo. Incluso en condiciones de tormenta las olas son totalmente creíbles.Además el efecto espuma y las estelas dejadas por los barcos crean esa agradable sensación totalmente real. Por supuesto que hay algunos bugs,  como cuando el casco de nuestro barco choca contra el agua durante un fuerte oleaje se crea un efecto extraño (es un bug reconocido y corregido en el próximo parche) o sobre todo de clipping porque el agua se 'mete' por los rincones más insospechados de nuestros barcos. Los puertos enormes dan esa sensación de autenticas ciudades, pero les falta algo de vida y los pocos polígonos y los árboles en cruz no ayuda al realismo.

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Nada más empezar se nos ofrecen cuatro modos de juego: Campaña, sin rumbo fijo, misión única y Multijugador. Donde se encuentra la esencia del juego y donde pasaremos más horas (no hay aceleración de tiempo) es sin duda en el modo Campaña. Aquí se nos ofrece la posibilidad de llevar un buque de GreenPeace desde Rotterdam a la Antártida, en Historias de Turistas llevaremos un transatlántico desde el mediterráneo hasta Tahití y en Principal nos pondremos bajo los mandos de un remolcador. La gracia del modo campaña reside en que si seguimos el orden establecido de las misiones tiene un cierto aire a aventura bastante conseguido.

Por poner un ejemplo: en Historias de turistas nuestra andadura empieza en el puerto de Rotterdam donde en una motora de lujo acabamos de dejar a unos pasajeros. Nos encontramos en la otra punta del puerto, uno de los más grandes del mundo. Con nuestra motora hemos de regresar al crucero, tomar el mando y sacar semejante ciudad flotante del puerto y poner dirección a Marsella, de ahí con misiones similares hasta llegar a Bora Bora. No son simples misiones de llegar y atracar el barco, nos encontraremos con tormentas, incendios y similares que harán que nuestro viaje no sea un camino de rosas.

Pero donde seguramente encontraremos mayor diversión por la originalidad de las misiones es en GreenPeace. Aquí tomamos el mando del Esperanza, uno de los buques insignia de Greenpeace en nuestro intento por preservar la Antártida de gentes sin escrúpulos, o también del famosísimo Rainbow warrior por los mares del norte para acabar con vertidos químicos ilegales. Está muy bien lograda la ambientación en, por ejemplo, la Antártida navegando con el Esperanza entre icebergs con la particular iluminación solar que existe por aquellos lares.   Salimos del Esperanza y nos subimos a una lancha motora para ir a toda prisa a interceptar un ballenero Japonés e intentar meternos en medio cuando trata de recibir provisiones y pasar la mercancía capturada a un carguero. Las misiones una vez acabadas nos otorgan recompensas al modo de postales con fotos de los puertos más famosos y videos, entre ellos de GreenPeace y su labor.

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Sin rumbo fijo nos deja escoger una treintena de barcos diferentes, desde motoras a transatlánticos, una docena de lugares como el Antártico, Marsella o San Francisco y una vez escogido el lugar nos permitirá configurar que hora del día y tiempo  (con bastantes variables) deseamos para navegar. Como su propio nombre indica, navegaremos sin rumbo fijo, sin misiones ni nada que nos moleste, sólo por el placer de navegar. Aquí estamos un poco supeditados a los escenarios que vienen por defecto, se echa de menos más libertad, y es que viendo títulos como el FSX que recrea un Mesh (bajo eso sí, a menos que recurras a add-ons) y costas de todo el mundo, Ship simulator queda algo falto de posibilidades.

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En misión única podremos escoger entre misiones que hemos podido descargar previamente en shipsim.com donde se irán añadiendo poco a poco más en el futuro. Y por último el modo multijugador donde podrás conectarte a uno de los servidores y navegar con amigos en modo libre, aunque hay algunas posibilidades interesantes de 'cooperativo' donde varios jugadores pueden trabajar en equipo para remolcar una nave dentro de algún puerto. Tampoco es que vaya a tenernos pegados al ordenador pero es de agradecer que se tenga en cuenta la posibilidad de que varios amigos con un interés común en la navegación puedan juntarse online y practicar, aunque hubiera estado genial pensar en algún tipo de misiones en cooperativo y no dejarlo todo en modo libre.

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En cuanto a los sonidos, todos los que podemos escuchar en un barco los podemos sentir aquí.  Los motores, las olas del mar, el viento, la lluvia o la tormenta confluyen perfectamente en su objetivo de recrear una atmosfera marinera. Si estamos paseando por uno de los barcos y 'casualmente' embarrancamos, podremos escuchar perfectamente el sonido de la quilla al rascar con el fondo (si nos ocurre eso en el crucero añadido a la soledad de un buque vacío, se crea un ambiente incluso fantasmagórico). En algunos puertos se ha añadido la posibilidad de escuchar por radio mensajes, pero en ningún caso son para nosotros, sólo se trata de sonido ambiente, y aquí también hubiera estado bien el poder interactuar con los oficiales del puerto o otros barcos de alguna manera.

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6.5

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.