Child of Eden, Impresiones
Repasamos las últimas novedades de un título destinado a sorprender a propios y extraños; lo nuevo del creador de Sega Rally Championship, Space Channel 5 y Rez vuelve a la actualidad del videojeugo con Child of Eden, un shooter on-rails psicodélico que aprovechará las bondades del nuevo periférico de control Kinect para Xbox 360.
Para los que no conozcan al genial Tetsuya Mizuguchi, es preciso profundizar en un personaje que ha sido uno de los diseñadores de videojuegos más influyentes de Sega, desde que sorprendiera a todo el mundo con Sega Rally Championship en 1995 para Arcade y Saturn; títulos como Sega Rally 2, Space Channel 5, Rez o la saga Lumines son un claro ejemplo de la genialidad del fundador del estudio Q Entertainment, encargado del desarrollo de este nuevo Child of Eden, para muchos, el sucesor espiritual del singular Rez, un shoot 'em up musical lanzado en 2001 para Dreamcast y PlayStation 2. Ahora, al mando de su propio estudio -con el que ya ha lanzado una buena cantidad de títulos-, Mizuguchi se dispone a recuperar la esencia de Rez y llevar al jugador a un nuevo nivel de inmersión total.
El concepto de Child of Eden viene de muy lejos, concretamente desde la creación de Rez; Mizuguchi no pudo llevar a cabo el proyecto en aquel entonces, dado que dicha generación de consolas no ofrecía la suficiente potencia como para llevar a cabo su concepto e ideas con garantías. Pero en la actualidad, la situación es totalmente distinta, con dos máquinas capaces de mostrar un título de estas características sin ningún tipo de limitación. Así, Child of Eden nos narra la historia de Lumi, la primera humana nacida en el espacio exterior. En un futuro lejano, los científicos tratan de revivir su conciencia en Eden y nosotros, como jugadores, deberemos purificar el proyecto del ataque de unos virus; todo ello tan excéntrico como bello.
Podremos eliminar dichos virus a través de nuestras manos o con un pad de control tradicional; para ello, deberemos apuntar y disparar en un sistema on-rails, a través de cinco niveles distintos, todos ellos con un diseño de lo más vistoso. Así, el grupo techno-electrónico experimental Genki Rockets -del que el propio Mizuguchi es productor- adquirirá todo el protagonismo del apartado audiovisual de Child of Eden; podremos recuperar a Lumi y Eden con el acompañamiento de los geniales ritmos electrónicos. Si antes hemos jugado a Rez -especialmente al remake en HD aparecido en Xbox Live-, todo lo que veamos en Child of Eden nos parecerá extrañamente familiar, sin duda.
Hasta el momento, hemos podido ver dos de los cinco niveles que tendrá el título final: 'Matrix' y 'Evolution'. Así, el control de Matrix estaba disponible con el nuevo y flamante Kinect, mientras que Evolution podía ser controlado mediante el pad de control tradicional. A primera vista, no parece que un control sea más recomendable que el otro. Cada uno presenta sus pros y sus contras; queda a gusto del jugador decantarse por el tipo de control que se adapte mejor a sus exigencias. Por ejemplo, y como es evidente, sólo podremos disfrutar de la vibración con el mando de control, mientras que para jugar con Kinect, deberemos emplear mucha más energía en él.
De esta manera, con el mando de control tradicional, la experiencia será muy parecida a la que hayamos podido vivir con Rez; las mecánicas parecen fáciles de asimilar y el punto de mira se posicionará con buena precisión sobre los objetivos. Así, podremos bloquear a los enemigos con el punto de mira y disparar varios tipos de proyectiles, que provocarán una serie de sonidos diferentes según el objetivo alcanzado. El nivel llamado 'Evolution' se desarrollará a través de un viaje en el tiempo, con organismos unicelulares evolucionando hasta convertirse en inmensas criaturas. Con nuestros disparos contribuiremos a la composición de la propia banda sonora del título, que se servirá tanto de los primeros como los más novedosos temas de la banda experimental.
El nivel 'Matrix' se desarrolla de una forma similar al título del que toma la inspiración; nos moveremos a través de un túnel lleno de criaturas abstractas que deberán ser eliminadas sin compasión. La colorida fase termina con el enfrentamiento contra una gran esfera rodeada de paneles e infectada por cubos negros que deberemos eliminar a golpes con nuestras manos. En 'Matrix' se puede comprobar la eficiencia de Kinect respecto a los mandos de control tradicional de ambas consolas. Cabe destacar que todavía no se ha decidido oficialmente si Child of Eden podrá ser controlado con PlayStation Move en la versión para la consola de Sony; todo apunta a que sí, pero Mizuguchi no ha querido confirmarlo.
Respecto a Kinect, se puede apreciar un cierto lag o falta de precisión 1:1; parece ser que el control por movimiento será apto para aquellos que busquen diversión sin compromisos. Los que estén más preocupados por conseguir las mejores puntuaciones o los disparos más certeros deberán optar por el pad de control tradicional. Aun así, esperamos que la versión final muestre una precisión mayor con Kinect, pues se trata de uno de los grandes atractivos del título. Profundizando en el control de Kinect, todo apunta a que el jugador padecerá la actividad física en sus brazos, pues la mayor parte del tiempo estaremos moviéndolos y agitándolos para manejar el videojuego. Como se ha comentado anteriormente, será el propio jugador quien decida el sistema de control que mejor se adapte a sus exigencias.
Aunque no cabe duda de que el uso de Kinect en Child of Eden será un gran atractivo para los nuevos jugadores, pues se trata de una experiencia tan novedosa como fascinante. Realmente, la apariencia del nuevo título de Q Entertainment animará a muchos jugadores a hacerse con el famoso periférico. Parece ser que, a pesar del lag o la falta de precisión de esta versión todavía sin pulir, el control por movimiento del título es de lo más divertido. Así, moveremos, desplazaremos y eliminaremos una gran cantidad de elementos en pantalla, con el simple movimiento de los brazos y manos. Así, si mantenemos las dos manos en alto, moveremos la mirilla por la pantalla con nuestros movimientos.
Además, con un ligero movimiento de muñeca -como si lanzáramos un Frisbee-, podremos abrir fuego sobre nuestros objetivos previamente localizados. Si damos una palma o levantamos las manos hacia arriba, lanzaremos bombas de un gran poder destructivo. A pesar de ser un shooter on-rails, podremos ajustar mínimamente el ángulo de la cámara con un barrido de nuestro brazo hacia una de las esquinas. Parece que el control es ágil e intuitivo, aunque no tardaremos en sufrir el cansancio anteriormente descrito. El apartado visual está ya a un nivel muy alto, con efectos de lo más vistosos, juegos de luz muy atractivos y un diseño conceptual emocionante. Veremos con la edición final Child of Eden hasta donde son capaces de llegar sus desarrolladores para ofrecer al jugador una experiencia sin igual.
Cabe destacar la iniciativa por parte de Ubisoft de incluir en el último nivel del juego fotografías de jugadores que quieran participar aportando su imagen y se ha confirmado que las fotografías admitidas realmente aparecerán en el título; los que quieran aportar su granito de arena, tienen hasta el próximo 20 de noviembre. Se espera que Child of Eden llegue a nuestras tiendas a principios de 2011, tanto para Xbox 360 como para PlayStation 3. Mientras que el uso de Kinect está más que anunciado, el control con PlayStation Move es todavía una incógnita. Esperamos que los usuarios de PlayStation 3 puedan sacar partido al ya disponible control por movimiento y comprobar qué periférico sale mejor parado para llegar al mismo objetivo: diversión y tecnología al alcance de todos.
- Simulación
Tetsuya Mizuguchi vuelve a la carga con uno de los géneros que más domina: los juegos musicales. Entra en esta particular experiencia sensorial.