Valkyria Chronicles II
Regreso a Gallia
Sega nos ofrece una segunda entrega de su excelente juego de estrategia y rol. La paz es esquiva en Gallia, y nos metemos en la academia militar para combatir en la guerra civil que asola al país. Una nueva joya técnica y jugable que se vuelve a ver lastrada por el idioma.
El primer Valkyria Chronicles fue una gran muestra de que las buenas ideas todavía son posibles en un mercado que, por momentos, da la sensación de estar estancado. La obra de Sega daba un soplo de aire fresco al catálogo de PlayStation 3 gracias a su innovadora y original propuesta jugable, pero sin olvidar un elemento tan importante como es el argumento. Una bella obra con un excelente acabado técnico que, desgraciadamente, pese a las buenas críticas no vendió tanto como debería en sus primeros meses de vida. No obstante, el boca a boca fue haciendo su trabajo y, con el tiempo, las ventas fueron aumentando hasta llegar a ser bastante satisfactorias. Las suficientes como para llegar a deleitarnos con una segunda entrega.
Desde luego, no podemos más que alegrarnos por el hecho de que Sega haya decidido seguir apoyando una franquicia de tanta calidad como Valkyria Chronicles, dado que si ya el original dejaba muy buenas sensaciones al jugador, esta segunda entrega explota PSP como pocos títulos hasta la fecha lo han hecho. Muchos desconfiaban ante este título, sugiriendo que solo la potencia de PlayStation 3 podía dar vida a Gallia, pero Sega ha demostrado su buen hacer y ha completado un título del más alto nivel. Con abundantes novedades y nuevos personajes que consiguen resultar tan carismáticos como los protagonistas del original, Valkyria Chronicles 2 es un título casi obligatorio para aquellos que hayan disfrutado de la entrega anterior, así como un gran punto de partida para los neófitos en la franquicia.
Argumento
Ha pasado el tiempo, concretamente dos años después de los sucesos que hemos vivido en el primer Valkyria Chronicles, los cuales se resumen al principio como una lección de historia. Tras la guerra que ya conocemos, el mundo vive en una relativa paz, pero pese a todo no se ha bajado la guardia y la academia militar Lanseal está formando a nuevos reclutas para que combatan en las posibles guerras futuras. El protagonista principal de esta historia se llama Avan, y tras la muerte de su hermano, que estaba en la academia, decide entrar en ella para seguir su estela y descubrir los motivos de su misterioso fallecimiento. Allí conocerá a una chica llamada Cosette y a Zeri, un darcsen con el que no hará muy buenas migas al principio.
Así pasaremos los primeros meses de nuestra vida en la academia: asistiendo a clase, participando en simulaciones de combate y fortaleciendo nuestra relación con nuestros compañeros de clase y pelotón. Sin embargo, la situación política es inestable en la nación de Gallia, y no tardará en iniciarse una Guerra Civil. Un grupo rebelde, formado por aristócratas, soldados y ciudadanos, se ha reunido bajo el nombre de Ejército Revolucionario de Gallia con el objetivo de hacer una limpieza étnica y eliminar a todos los darcsen que haya en el país. El ejército de Gallia, en el que están nuestros protagonistas, intentará defender la igualdad para todos los habitantes y evitar que el conflicto vaya a más y acabe dañando en exceso un país de por sí ya debilitado tras la guerra contra el Imperio del primer juego.
Toda la historia está narrada con la misma belleza que en el capítulo anterior. Aunque el estilo de dibujo está suavizado y se ha optado por un aspecto más propio de la animación, sigue muy presente en todo momento ese apartado visual propio de un cuento infantil. Además de las secuencias de animación, la historia se cuenta muchas veces mediante viñetas, tal y como ya acontecía en el original. Pero lejos de ser estáticas, son viñetas cargadas de vida, que mediante efectos sonoros, cambios de poses de los personajes y movimientos de las viñetas se consigue transmitir el dinamismo de las situaciones representadas en pantalla. El resultado es una narrativa bella, cuidada, que consigue mantener el interés y propicia la creación de vínculos entre el usuario y los diversos personajes.
En combate
La jugabilidad se divide en dos secciones claramente diferenciadas: por un lado, están los combates, como es lógico; por la otra parte, nos encontramos con la academia, donde nos relacionaremos con los personajes secundarios, veremos eventos y mejoraremos nuestro equipo y habilidades. Empecemos por adentrarnos en el aspecto de los combates, que a grandes rasgos repiten la fórmula del Valkyria Chronicles original; es decir, desplegaremos tropas en el campo de batalla y tendremos un máximo de acciones por combate que podremos invertir en los personajes que deseemos de los que tenemos en el campo de batalla. Cada soldado, en su turno, tendrá un límite de movimiento y un ataque (con distintas armas disponibles).
Tendremos diferentes objetivos según las necesidades de cada misión (acabar con todos los soldados enemigos, capturar su base, etcétera), así como condiciones de derrota con las que deberemos tener cuidado para no vernos destinados al fracaso. Pero más allá de los elementos básicos, no serán pocas las diferencias y cambios realizados en el sistema. Para empezar, los territorios de combate están divididos en áreas, conectadas por las bases, por lo que tendremos que conquistarlas para poder pasar a otra área. No es extraño, por ejemplo, tener que llegar desde el área 1 al área 4, o empezar desplegando tropas en las áreas 1 y 3 con el objetivo de llegar a la 2. Esto nos obligará a desarrollar nuevas oportunidades tácticas que deberemos dominar para llegar a salir airosos de las situaciones más complejas.
Será vital también controlar la moral de las tropas; un medidor que va de 0 hasta 6, que aumenta si las cosas nos salen bien (derrotar enemigos, capturar bases ) pero que disminuirá si salen mal. Cuando llegue a cero, habremos perdido y deberemos volver a empezar la misión. Las unidades, tanto propias como enemigas, son de cuatro clases principales: scouts, shocktroopers, engineers, lancers y armored techs. Esta última es una clase nueva de esta entrega y son los encargados de restaurar las coberturas y desactivar minas (de las cuales estarán plagadas los escenarios). Pero no serán las únicas, ya que todos los personajes, de forma individual, podrán evolucionar su rango.
Al final de cada misión, además de la nota obtenida en ella (principalmente basándose en el número de turnos en que se completa) se otorgarán premios y se obtendrán objetos según quién sea el mejor combatiente en el campo de batalla. Todo esto irá permitiendo que, llegado el momento, los personajes puedan subir de rango, como decimos de forma individual (al igual que en el primero, al subir de nivel lo hacen todos los personajes de esa misma clase, pero la especialización es para cada uno de forma independiente); por ejemplo, el scout galardonado podrá convertirse en scout veterano o sniper. Y cada una de estas vertientes tiene un segundo árbol con otras dos opciones. En total, cada personaje puede ser de una de las siete clases a su disposición según su rango.
Destacar en este aspecto que Avan no será como Welkin. Es decir, no va montado en un tanque ni su eliminación supone la pérdida directa el combate (salvo que las características de la misión así lo indiquen); Avan es un guerrero de a pie, con la habilidad de poder pertenecer a cualquier clase que deseemos (de las principales, la evolución a la secundarias y terciarias deberá seguirlas exactamente igual que los demás), pudiendo incluso cambiarle la clase durante la partida. Esto no implica que no haya tanques, ya que podremos desplegar distintos vehículos blindados en combate. Sus condiciones serán las mismas que en el primer juego (dos CP por turno, debilidad en la parte trasera, torretas y cañones ), tanto para nuestro tanque como para el de los enemigos que posean este tipo de armas.
El tanque será bastante importante en el desarrollo de los combates, sobre todo porque se les ha dotado de diversas habilidades; por ejemplo, podremos ponerle un farol y en las misiones nocturnas iluminará una zona a su alrededor (la oscuridad y las condiciones climatológicas serán algo a tener muy en cuenta), eliminando la oscuridad que impide la visibilidad, o bien un brazo mecánico y así nos construirá puentes y atajos para avanzar más rápidamente por los escenarios. Eso sí, el tanque que caiga durante una misión se quedará dañado y tardará en volver a estar disponible para el servicio. Destacar por último que habrá enemigos concretos que darán un plus de materiales y dinero que podremos invertir en diversas mejoras para nuestras tropas.
Cosas por hacer
Lo que no se puede negar es que en Valkyria Chronicles hay mucho por hacer si así lo deseamos, ya que sigue siendo posible centrarse en los elementos cruciales de la historia para avanzar. Aparte de las misiones de argumento, hay misiones libres, misiones que podremos comprar en la tienda, misiones especiales con algunos compañeros, misiones cooperativas, misiones versus
Efectivamente, hay cientos de misiones de las cuales no todas son obligatorias, pero para subir el nivel de nuestras tropas será importante cumplir el máximo posible; con un número tan elevado de misiones, no es extraño que se repitan algunos escenarios, sobre todo cuando se trata de misiones de la academia (como es lógico). Pero no todo será combatir, ya que los terrenos de Lanseal estarán llenos de vida.
Prácticamente después de cada misión, sea principal o secundaria, aparecerán eventos (algunos importantes para poder desbloquear la siguiente misión de historia, otros menores) en los que, mediante secuencias de vídeo y muchos diálogos, veremos desarrollarse nuestra vida en la academia, forjando amistad con los personajes secundarios e incluso creando un vínculo emocional con ellos, de modo que nos preocuparemos por su bienestar en el campo de batalla. Algo que ya ocurría en el primer Valkyria Chronicles, pero que aquí se ve potenciado por un mayor enfoque en el día a día, a diferencia del eje central argumental de la entrega anterior. Destacar también que, dentro de ese día a día, después de cada misión Avan regresará a su habitación para descansar hasta la jornada siguiente.
Allí podremos ver todas las estadísticas de nuestra partida, cambiar el nombre de nuestro pelotón y guardar partida al dormir. Como es lógico, también tendremos acceso a los campos de entrenamiento, donde podremos invertir los puntos de experiencia para subir el nivel de las diferentes clases (máximo 25) o evolucionar el rango de cada personaje, tal y como comentamos antes; añadir que según la clase evolucionada, los parámetros de vida, puntos de acción, defensa, evasión y precisión serán diferentes, pudiendo mejorar o empeorar lo que ya teníamos. En el taller mecánico podremos mejorar nuestras armas, el equipo y los vehículos blindados como tanques y derivados. Todo esto se hará con dinero y, en algunos casos, con materiales que obtendremos durante los combates.
Todo esto sin olvidarnos del modo multijugador, posiblemente una de las mayores novedades del juego para muchos usuarios. Podremos afrontar diversas misiones tanto cooperativas como competitivas, gracias a la conexión ad-hoc de PSP; hasta cuatro jugadores podrán colaborar y comunicarse para preparar las estrategias del equipo, o bien acabar unos con otros en cruentos enfrentamientos. Dado que se participa en ambos modos con los escuadrones de la partida principal, el principal problema del multijugador son las disparidades que se pueden dar entre los participantes si uno tiene mucho más nivel que el otro, pero en general deja buen sabor de boca y se convierte en un añadido muy atractivo para el juego.
Apartado técnico
Valkyria Chronicles II se puede definir con un adjetivo que ya se aplicaba a la entrega original: belleza pura. Son títulos como este los que dignifican una plataforma, ayudando a ampliar el catálogo fuera de los géneros mayoritarios, explotando el potencial de la máquina y ofreciendo una propuesta tan cuidada en todos sus aspectos que permiten que los videojuegos den un paso más hacia el estatus de octavo arte. Puede sonar exagerado, pero nadie que haya jugado al primer juego puede negar el preciosismo de sus diseños, puesta en escena y estilo visual. Prácticamente todo eso se traslada con asombroso acierto a la portátil de Sony, que pone en pantalla un estilo visual de trazos y acuarela que dota a la aventura de un toque particular.
Aunque se recurre mucho a imágenes estáticas que se mueven de forma ficticia, el acabado de todas ellas es excelente, y se consigue que parezcan estar vivos de verdad. Es ese tipo de secuencias que se hacen amenas y entretenidas, gracias a sus interesantes diálogos y su buena presentación, que se ven todavía más potenciadas gracias a las ocasionales secuencias de vídeo de gran calidad, dignas de la propia serie de animación. Durante los combates, el juego cambia a un estilo tridimensional similar al de la entrega para PlayStation 3; aquí sí que se notan bastante más las diferencias técnicas entre ambas plataformas, pero aún así, la portátil de Sony consigue hacer un buen papel ofreciendo un juego igual de bello y completo que cuando se opta por los dibujos.
Los escenarios son variados, con distintos tipos de terreno, elevaciones, construcciones y otros elementos en pantalla; por lo general suelen lucir un buen nivel, aún cuando en alguna ocasión nos topamos con texturas con algo menos de calidad. Los personajes involucrados en el combate están bien diseñados y animados, aunque también es cierto que se utilizan varios trucos para facilitar el procesamiento de la consola (por ejemplo, con la división del escenario en pequeños mapas y, a mayores, la limitación de tropas en cada submapa). En general, un título muy completo y bello en todo lo que respecta al apartado visual, que no tarda en mostrar sus bazas y en hacerse un hueco en el corazón del jugador.
En el apartado sonoro, la música tiene un corte bastante militar, tal y como ocurría con el original; todas las melodías son muy correctas y adecuadas a las situaciones que se viven en pantalla. Hay varias líneas de diálogo grabadas en el juego, las cuales están bien interpretadas (en inglés) y dejan un buen sabor de boca. Todo este excelente apartado técnico está acompañado de una gran jugabilidad y una excelente respuesta de los controles de la PSP, gracias a su excelente adaptación del sistema de combate y a las mejoras introducidas. El modo multijugador le da también mucha vida a un título que, de por sí, gira en torno a las 40-50 horas, una duración más que respetable que nos tendrá entretenidos durante mucho tiempo. Eso sí, nos llega íntegramente en inglés.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.