El 'Big Daddy' de Bioshock: Infinite se llamará Handyman

En el tráiler recientemente lanzado sobre la próxima obra de Ken Levine e Irrational Games, Bioshock: Infinite, presenciábamos cómo un gran personaje con unas desmesuradas manos metálicas nos lanzaba a través de una ventana y nos hacía protagonistas de una poética imagen en la que decenas de pétalos de rosas caían ante nuestros ojos y la chica que nos tendía la mano era apresada por lo que parecía el hermano, conceptualmente, de un Big Daddy. Hoy este nuevo personaje ha sido oficialmente bautizado. Su nombre: Handyman.

'Obsesión con las manos grandes', éste es uno de los motivos que rigieron la creación de este personaje según el último podcast de Irrational Games. 'Creo que el Handyman original tenía garras', admitía Rob Waters, responsable de diseño artístico. 'Pero al final, Crabman [así se llamaba la versión anterior de Handyman], no cuajó porque no podía agarrar a un tipo y empujarlo a una pecera con elegancia', aseguraba Waters. Y es que según sus creadores, el diseño primigenio de este personaje tenía unas 'pinzas de cangrejo mecánicas gigantes'.

El principal problema que presentaba su creación para Ken Levine era cómo se podría implementar la presencia de un personaje con estas características en la jugabilidad del título. 'El problema de Levine fue la jugabilidad', aclaraba Nate Wells, director de arte. 'El problema de funcionalidad fue que las pinzas son para agarrar, y no para empujar o golpear. La función actual de este tipo era golpear. A la vez que hacíamos el prototipo fue como, ‘Bueno, este tipo debería agarrar, no golpear'. Golpeas con puños, así que evolucionó y ahora tiene manos', explicaba Wells.

Como apoyo a esta decisión de diseño, el equipo asegura que las manos son 'más terroríficas' que las pinzas, y que el hecho de que dichas manos sean de porcelana otorga 'humanidad' al personaje. Bioshock: Infinite fue anunciado en Nueva York a principios del presente mes. El título no supone secuela alguna de ningún título anterior de la saga Bioshock, si bien sus creadores son los mismos que los artífices de la primera entrega, con Ken Levine a la cabeza. La ciudad flotante de Columbia, ambientada en el año 1912, nos espera en 2012.