Killzone 3, Impresiones

Killzone 3 no contará sólo con una campaña impresionante sino que también dispondrá de un modo multijugador mucho más completo que el de su predecesor. Han retocado prácticamente todas las características y opciones ya existentes o bien expandiéndolas y potenciándolas o bien mejorando cualquier aspecto que pensaran que se pudiera corregir. Por ejemplo, ahora será mucho más sencillo y directo acceder a partidas con amigos o encontrar partidas de nuestro nivel.

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Uno de los grandes alicientes del multijugador de Killzone 3 son las recompensas. En esta entrega tenemos más de 40 rangos a los que podemos acceder subiendo de nivel, más de 100 medallas que se pueden conseguir realizando determinados objetivos durante las partidas y también cintas distintivas que se otorgan en cada ronda según el mérito de cada uno (como puede ser un premio por número de muertes).

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Dos son los nuevos modos para disfrutar en compañía. El primero tiene un nombre curioso como poco, Guerrilla Warfare. Haciendo honor a dicha palabra se trata de batallas a menor escala, en escenarios de reducidas dimensiones para que no se detenga la acción en ningún momento. Se juega por equipos y es posible controlar puntos de regeneración en ciertos lugares del mapa para aparecer más cerca de la acción en caso de que acaben con nosotros y así volver lo antes posible al auxilio de nuestros compañeros. En definitiva, la guerra total a un nivel aún mayor.

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El segundo de los modos es quizá más interesante, aunque nos dejó con más dudas. Se llama 'Operations' y consiste en misiones guiadas por una pequeña historia, basadas en escenarios del modo principal, en las que los dos bandos van teniendo una serie de objetivos. En la fase que nosotros jugamos como los ISA debíamos asaltar una vase Helghast y sabotearla, colocando explosivos en distintos lugares. Los mismos se activan permaneciendo unos segundos en esos sitios concretos donde hay que situarlos, por lo que es importante que el equipo apoye y cubra al que va a colocar los explosivos.

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Realmente el modo que jugamos era una especie de capturar la zona o similar a capturar el tesoro del Battlefield Bad Company en el que vamos progresando en el escenario según vamos conquistando terreno al adversario (o si estamos en el grupo que defiende hemos de evitar que nos quiten nuestro territorio). No hemos logrado saber qué otro tipo de misiones habrá disponibles y si encontraremos mayor variedad en los objetivos a cumplir. No obstante, este tipo de partidas son trepidantes y mucho más tácticas que los modos a muerte.

Precisamente hablando de variedad es uno de los objetivos que se planteó Guerrilla para Killzone 3: lograr que cada jugador pudiera disfrutar del online a su modo, con su propio estilo. Para ello han diferenciado aún más las diferentes clases, que son, con los nombres de momento en inglés a la falta de confirmación de traducción en esta entrega: Tactician, Infiltrator, Engineer, Marksman y Field Medic. Cada uno cuenta con seis armas y seis habilidades únicas que vamos desbloqueando según subimos de rango.

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Por ejemplo, el médico cuenta con un minirobot que nos da apoyo. Nos defiende mientras nos dedicamos a curar e incluso tiene la capacidad de revivirnos si morimos con él activado (y no lo destruyen). Ese pequeño concepto cambia totalmente la forma de jugar de alguien que lleve el médico comparado con otro que tenga armas de asalto. Eso sí, el robotito volador sólo dura ciertos períodos de tiempo así que hay que activarlo con inteligencia para sacarle el mayor provecho.

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Los jugadores contarán con la opción de agruparse en escuadrones de forma que puedan organizarse pequeños equipos que hagan frente de forma menos individualista a los rivales y los mejorados bots. Los escuadrones contarán con un canal prioritario en el chat de voz (lo que se traduce en que oíremos más claramente lo que nos dicen nuestros compañeros respecto al resto del equipo) y se comparte información en la interfaz gráfica. Para potenciar que la gente juegue de este modo han reservado algunas recompensas que se podrán conseguir solamente como escuadrón.

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Los niveles se han diseñado específicamente para cada modo y teniendo en mente los nuevos vehículos disponibles. La mochila voladora que visteis en la conferencia de Sony del E3 estará disponible en el multijugador lo que añade un componente vertical que antes no existía, debiendo dotar a los entornos de una mayor altura. Habrá eventos que afectarán globalmente a los mapas como grandes explosiones en algunos puntos, activaciones de campos electromagnéticos (que curiosamente derriban los jetpacks) o el lanzamiento de gas tóxico por parte de los Helghast. Todo esto, eso sí, parece que irá más orientado al modo Operations, mucho más cinematográfico.

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El exoesqueleto es la gran arma que todo el mundo querrá tener en Killzone 3. Se trata de una armadura más parecida a un robot gigante en la que nos situamos dentro y, automáticamente, nos sentimos sumamente poderosos. Lo malo es que su apariencia engaña un poco, puesto que si bien tiene un gran poder destructivo, es más bien tirando a débil al recibir ataques al tener un gran punto débil que es el enorme visor de cristal rompible que nos cubre por delante. Si se hace una emboscada por distintas direcciones para encontrar un flanco libre es fácil que acabar con el conductor.

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Los más devotos del juego podrán aprovechar a fondo las opciones que Guerrilla va a dar para la comunidad: Killzone 3 soportará clanes y tiene recompensas exclusivas para ellos; habrá facilidades para organizar torneos directamente desde el juego; las clasificaciones serán por modo de juego y región; y por último se ha creado una completa web en la que, entre otras cosas, podremos encontrar información sobre nuestro rango actual, ver actualizaciones de nuestros amigos o descrubrir qué nos falta para subir de posición en los rankings. Parece que Guerrilla se ha puesto las pilas y va a por todas en el multijugador esta vez.

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