Fable III, Impresiones

La semana pasada tuvimos la oportunidad de viajar a Londres para presenciar la demostración de la nueva entrega de Fable. Con la emoción de haber podido probar el último trabajo de Lionhead y el recuerdo de nuestras aventuras por Albión aún reciente, hoy os vamos a desvelar todos los detalles que pudimos apreciar durante nuestra asistencia al evento. Si todavía estas dispuesto a convertirte en un héroe, no dejes de leer lo que viene a continuación.

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Cada una de las publicaciones de Fable ha supuesto una oleada de rumores, deseos e intenciones, y ya desde su primera parte quedaba claro que el trabajo de Lionhead daría mucho de qué hablar. Bajo la premisa de crear un mundo de fantasía único y donde las acciones de nuestro personaje fuesen realmente relevantes, y con la promesa de poder observar por primera vez cambios significativos en nuestra representación virtual como consecuencia de nuestros actos, tuvimos la oportunidad de disfrutar de un título bastante entretenido. Sin embargo, este primer acercamiento dejó en cada uno de nosotros cierta sensación de ausencia, porque éramos capaces de ver los espacios vacios que dejaron las opciones que no pudieron implementarse.

La segunda entrega empezó a llenar gran parte de esos huecos vacíos, aunque todavía se hacía patente la carencia de algunas de las mejores ideas que se habían planteado. También supuso el abandono del PC como plataforma, lugar de nacimiento y aprendizaje para Peter Molyneux. Sin embargo, el título quiso aprovechar las características más novedosas de la nueva consola de Microsoft para ofrecer a los jugadores una experiencia jugable más completa. Lamentablemente, a día de hoy casi todos aprecian el juego por las bases que se sentaron en su primera parte y no por las nuevas incorporaciones que, dicho sea de paso, tampoco acabaron de convencer a los seguidores de esta serie.

Pero la vida es un camino dispuesto para enmendar nuestros errores, y en el caso del desarrollo de videojuegos esto también es cierto. Lionhead ha trabajado duro para mejorar los aspectos más negativos de su anterior producto sin olvidarse de potenciar las características más reconocibles y diferenciadoras de la saga Fable. Con esta tercera entrega el trabajo de las personas que han estado detrás de Albión cobra mucha más forma y sentido, hasta el punto de que el grado de satisfacción con el producto final es muy alto. Y como las ganas de seguir avanzando nunca se pierden, es perfectamente posible que dentro de unos cuantos meses tengamos que volver a hablar de esta serie de juegos para anunciar una posible cuarta entrega.

La mecánica del juego resulta muy familiar para aquellos que han tenido la oportunidad de disfrutar de Fable II, al menos en el caso de los usuarios de Xbox 360. Para los jugadores de PC, y aunque se ha confirmado que existirá una versión para esta plataforma, sigue sin existir una fecha concreta para su lanzamiento. En primer lugar, elegiremos el sexo de nuestro personaje y acto seguido comenzaremos nuestras andanzas por el mundo de Fable en esas primeras fases que habitualmente nos ayudan a familiarizarnos con el manejo y la ubicación de las distintas opciones. Ya en este momento salta a la vista algo muy especial: la total ausencia de elementos de HUD que nos ayuden a orientar nuestra percepción del personaje.

De hecho, este es uno de los puntos a recalcar en Fable III. Se han eliminado todas las ayudas en pantalla a las que estamos acostumbrados: barra de vida o de poder, información sobre el arma equipada, mapa o brújula… Los cambios llegan más lejos incluso, porque también se ha prescindido de la mayoría de los menús y listas a los que estamos habituados. La idea es conseguir que el juego sea una experiencia más limpia y que tengamos que prestar más atención a nuestro personaje o a lo que sucede alrededor, en lugar de atender a muletas visuales para hacernos a la idea de lo que está ocurriendo y cómo está sucediendo. Hay que reconocer que al principio se hace extraño, pero es fácil acostumbrarse.

El Salón del Héroe será el lugar donde se encuentren todas esas salas que nos permiten acceder a las opciones de las que estábamos hablando. Simplemente con pulsar un botón nos transportaremos automáticamente a este lugar, y podremos realizar las tareas que debamos en su interior antes de regresar a donde estábamos o incluso utilizar la maqueta del mapa de Albión para trasladarnos a una zona nueva. Además allí encontraremos el Libro de los Héroes que será nuestra guía de entrenamiento para convertirnos en la figura más importante de la historia reciente del continente de Aurora. Y por otro lado, también lo usaremos como base de operaciones para nuestra empresa.

Otra de las características que se pueden apreciar en el nuevo Fable es la importancia de la interacción con otros personajes y, sobre todo, del contacto humano. Podemos parar ante cualquier ciudadano de Albión y tratar con él mediante las distintas opciones posibles. Al inicio de la partida estas se reducen a estrechar la mano o a soltar un sonoro eructo en la cara del susodicho o susodicha, que tornará en gesto de repugnancia. Conforme vayamos desbloqueando nuevas opciones seremos capaces de realizar poses, bailes, caricias, besos y demás. En función de esta interacción la opinión de esa persona sobre nosotros irá cambiando, y en Fable III es muy importante contar con el cariño o el miedo de la gente.

Esto se debe a que Albión va camino de sufrir una tremenda rebelión y nosotros tendremos un papel fundamental en la misma, pero nuestro éxito o fracaso depende directamente de los distintos apoyos que podamos conseguir tanto de personajes de renombre como de cada uno de los ciudadanos anónimos que quieran unirse a nuestra causa. Por supuesto, hay muchas formas de lograr esto, ya sea con buenas palabras o atemorizando a los demás. Y es que Fable siempre ha puesto nuestra moralidad en una balanza para que la trayectoria de los acontecimientos dependa de hacia dónde se incline el peso. Y esto incluye la propia resolución de los distintos encargos o misiones que recibamos durante la partida.

Pero de nuevo Fable III va un poco más allá, y aunque quede claro que nos movemos en una gama de colores donde el negro y el blanco ocupan gran parte del espectro, en esta ocasión las decisiones serán mucho más trascendentales. En palabras de los propios desarrolladores, no se trata de hacernos decidir algo sobre lo que luego podamos mantenernos indiferentes, y en esta ocasión el juego pondrá a prueba nuestro criterio. Algunas de las elecciones serán extremadamente duras de tomar, incluso desde el temprano inicio de la partida. De esta manera se pretende crear un juego con mucho más trasfondo donde las decisiones no sean un aditivo, sino el plato principal extendiendo cada uno de los momentos que nos pondrán a prueba.

De hecho en esta ocasión nuestras elecciones tendrán trascendencia más allá de las fronteras de Albión, y es que en una etapa más avanzada de la partida podremos acceder a distintas zonas que nunca antes habíamos visto. Según Lionhead esto les ha permitido hacer crecer el mundo del juego con distintas ubicaciones que creían necesario ofrecer, y es que nuestro camino como héroe será largo y lleno de momentos en los que nuestro sentido de la responsabilidad y moralidad serán juzgados duramente. Fable III vuelve a ser un juego sobre el bien y el mal, aunque en esta ocasión no siempre tendremos tan claro en qué lugar se ubica cada uno.

La magia se utiliza mediante guanteletes cargados con diferentes hechizos, al igual que disponemos de distintas armas de fuego o de combate cuerpo a cuerpo. Como casi todas las acciones en Fable el resultado de un ataque depende del tiempo que mantengamos pulsado el botón correspondiente, lo que nos permite alternar ataques poderosos con ofensivas dirigidas o de área. Como decíamos, estas armas se eligen desde el Salón del Héroe y es posible crear nuevas combinaciones, o incluso renombrar las existentes a nuestro gusto. Esto nos ayudará a distinguir los productos de nuestra artesanía cuando comencemos a disfrutar del nuevo modo multijugador que se incluye en esta nueva entrega.

Porque uno de los platos fuertes de Fable es la gran cantidad de mejoras que se han realizado sobre el modo cooperativo, y la primera es que los invitados a nuestra partida dejarán de ser tales para continuar siendo los protagonistas de su propia historia. Cuando accedamos a un juego cooperativo mantendremos nuestros avances, objetos y todas las ventajas que hemos adquirido durante nuestras partidas… y las nuevas que consigamos no se perderán. Se respetará nuestro aspecto físico, y podremos compartir dinero u objetos con los distintos jugadores que accedan a la misma partida junto a nosotros. En palabras de sus desarrolladores, ya no tendremos penalización por jugar en red, si no numerosos beneficios.

Todo lo que se ha explicado para el juego individual existe de igual manera en las partidas cooperativas, e incluso se han creado actividades que solamente pueden realizarse involucrando a dos personajes. Conseguiremos más dinero y experiencia al luchar junto a nuestros amigos, e incluso podremos interactuar con ellos de igual manera que con el resto de ciudadanos. Es más, es perfectamente posible llegar al matrimonio con otro jugador, y compartir así casas y riquezas… pero no dejéis de echar un vistazo a vuestras finanzas por si ese amor estaba más influenciado por el beneficio que por el corazón. Y desde ese momento las ganancias también serán compartidas.

La única limitación es que el anfitrión es el encargado de elegir la zona en la que se jugará, y solamente podrán realizarse acciones en ese lugar, aunque con total libertad. Si el anfitrión se mueve, nosotros también nos iremos. De esta manera alguien puede estar en nuestra partida desde su mismo inicio, y convertir Fable III es un juego para más de un jugador de una forma sencilla. La demostración que pudimos ver era del todo alentadora, aunque todavía quedaban patentes algunos defectos que se siguen depurando de cara al funcionamiento para sacar el juego a la venta. Esto, unido al sistema de regalos y de compra - venta de objetos, completa uno de los aspectos más flojos de su antecesor.

Y es que en una época en la que la oferta de multijugadores es tan amplia, sobre todo en los que a temáticas medievales respecta, no se podía pedir mucho menos a un título que quisiera ser considerado por este aspecto. Haber tratado de hacer algo de calidad inferior habría sido un grave error para Lionhead y, aunque las expectativas gracias a lo visto son altas, todavía tendremos que esperar a que el título salga a la venta para ver cómo se desarrolla su ciclo de vida. Lo único que podemos esperar es que la versión para PC tenga tanta calidad y opciones como lo que Lionhead nos ha mostrado, sobre todo porque sabemos que llegará doblado al castellano por grandes voces que todos reconoceremos.