Pro Evolution Soccer 2011

Como suele pasar cada año por esta época, somos afortunados al poder ir haciéndonos una idea de cómo se presenta la lucha más encarnizada entre dos juegos. Y no se trata de una pelea Halo-Killzone, o un Call of Duty-Battlefield Bad Company. Se trata de mucho más que eso: el trono del mejor juego de fútbol de la temporada se empieza a dilucidar a estas alturas, aunque quedan unos 3 meses hasta que el juego ve la luz para todos los usuarios. Sin embargo, gracias a Konami contamos con una beta avanzada del nuevo Pro Evolution Soccer 2011, su enésimo intento por hacer frente al poder de las mejores versiones que ha tenido la saga FIFA en toda su historia. Esta generación ha encumbrado a la saga de EA Sports por su buen hacer, y por el contrario, en Konami no han sido capaces de mantener el excelente ritmo que habían marcado con PS2 y Xbox. Veremos si este año logran, como mínimo, igualar una contienda que desde hace tiempo se ha decantado claramente a favor del desarrollo canadiense.

Huelga decir que Pro Evolution Soccer -a partir de ahora PES- ha sido la saga deportiva que más expectación ha levantado en este nuestro viejo continente desde tiempos de la primera PlayStation. No vamos a extendernos en este marco temporal porque lo que nos interesa es saber si PES 2011 va a ser tan bueno como sus desarrolladores nos dicen, o si por lo menos vemos en sus mimbres potencial para ello a estas alturas de desarrollo. Sin embargo, hay que dejar claro que las bases de su éxito fueron claras e inalcanzables en esa época para el juego de EA: simulación física a la altura de lo que permitían las máquinas de su tiempo, una mecánica de juego totalmente arrebatadora y una IA de la CPU que nos hacía volver una y otra vez a empezar un nuevo partido contra ese equipo al que no éramos capaces de ganar. Realmente, los tres pilares básicos cumplían su cometido a toda máquina, incluso sin licencias oficiales de ligas. Diversión, profundidad y adictividad salían por los poros de cada PES que salía a la venta. La legión de usuarios que lo seguían así lo atestiguan…

En esta generación Konami -en concreto el PES Team- no ha sido capaz de mantener la 'velocidad de crucero' que sus versiones del juego mantenían con las anteriores máquinas. Si a ello unimos que EA Sports comenzó con una nueva base tecnológicamente a la altura de las plataformas actuales, y fue dando forma al genial simulador que hoy día posee (no sin defectos, claro está), vemos por qué Konami ha ido perdiendo fuerza y potencial de atracción para los usuarios. Básicamente podríamos asentar el verdadero problema que azota a Konami con esta saga: la ausencia de un salto tecnológico similar al que ha dado FIFA para mejorar, perfil y esculpir una nueva jugabilidad que le ha dado personalidad y firmeza. Cuando llevamos ya cinco versiones de PES en estas máquinas (4 en PS3) y se sigue exprimiendo un motor gráfico anticuado, con unas animaciones que en su tiempo eran realmente excelentes pero que, hoy día, se quedan desfasadas (e incluso desapareciendo algunas de ellas) es que hay un problema de base.

Sin embargo, al recibir esta beta hemos cogido el juego con mucho optimismo. Sentíamos que en algún momento el PES Team tenía que dar con la tecla adecuada para subir el listón de forma clara, de volver a engancharnos a unos partidos como lo hacíamos antes, y sentíamos que el momento había llegado con esta versión 2011. La pregunta es clara: ¿es por fin este PES 2011 'el PES' que estábamos esperando? La respuesta también es clara: por lo que hemos podido ver hasta ahora, y aún con opciones de mejorarse, este PES es el mejor de esta generación… pero todavía le queda mucho camino por recorrer. Y ese camino no se podrá andar hasta que en Konami se den cuenta de que están luchando en desventaja con EA Sports. Y no nos referimos a las licencias oficiales que posea una y otra no, simplemente se encuentran en una guerra donde una pelea con misiles tierra-aire y la otra lo hace con lanza. Los recursos tecnológicos que posee una y otra compañía afectan DIRECTAMENTE al resultado que se puede ver en pantalla y experimentar con el mando. Y, en este caso, el resultado sigue siendo muy similar al visto estos últimos años. Hay mejoras, sí, y en muchos apartados, pero la 'clave' sigue manteniendo unos defectos que ya son endémicos y que amenazan por destronar totalmente a nuestro querido y añorado PES.

Veamos qué sensaciones nos ha dejado el juego en nuestras primeras horas con una beta de PES2011. Después de muchos partidos, de muchas jugadas, de faltas y de penaltis, de goleadas y de resultados ajustados, es hora de ponerse delante de un teclado y analizar cómo se encuentra, a estas alturas, el poder de esta versión 2011. Empezamos…

Hay un detalle que tanto Konami como EA Sports deberían de cuidar y tener en cuenta, y que en este PES 2011 ya hemos visto también: la elección de la equipación para los equipos necesita una segunda opción para ajustar la equipación de los porteros, ya que el juego no atiende a razones de color de vestimenta, y es fácil ver a -por ejemplo- el Deportivo de La Coruña jugando con su equipación negra mientras Aranzubía juega con un atuendo… negro, o que tu portero juegue con una equipación del mismo color que el equipo contrario. En las jugadas de área el lío puede ser morrocotudo porque el juego no permite cambiar este parámetro y no se ha tenido en cuenta. Repetimos, este defecto no es exclusivo de Konami, si no que en los dos juegos sucede. Dejando aparte este comentario, y si nos ceñimos al aspecto visual, tenemos que decir que PES 2011 ha mejorado de forma visible. No es una mejora sustancial o rompedora con lo anteriormente conseguido, pero sí se notan mejoras en todas las áreas (texturizado, efectos gráficos, modelados, estadios,…) dando una sensación más madura y depurada en pantalla.

Para empezar, la cámara permite un nuevo enfoque y se mueve de forma mucho más elaborada que en juegos anteriores, permitiendo una atención al juego y a los espacios más efectiva para el usuario. Hay que resaltar los nuevos iconos que rodean al jugador, y que son unas barras que nos permitirán conocer tanto la potencia que le damos al balón en los pases, centros y tiros como la barra resistencia que se encuentra justo debajo del nombre del jugador (esta barra se puede quitar en la configuración para que no sea visible y no sea tan engorroso, por ejemplo, en los partidos multiplayer offline ver las dos barras de cada jugador junto con su nombre en pantalla). La opción de mantenerlas está ahí, y serán un indicador más que añadirá información para nuestra gestión de los recursos de cada jugador. En cuanto a opciones, volveremos a tener un medidor de 'velocidad de juego' que permite 5 valores distintos entre -2 y +2, siendo 0 el valor más parecido a la velocidad real del desarrollo de un partido. Es un gran detalle de Konami para con los usuarios, así cada uno podrá elegir qué tipo de partido quiere jugar, uno más arcade con una velocidad endiablada o un juego estratégico al 100% donde realizar un contragolpe es una rara avis.

Como decíamos, gráficamente ha subido algo el listón con respecto al año pasado. Tanto jugadores como estadios poseen unos texturizados más pulidos, y las caras de los jugadores -sobre todo lo más famosos- tienen un acabado realmente excelente. Ver a Robben, Messi o Cristiano Ronaldo es casi como ver una foto del jugador en cuestión, pero ello conlleva unas animaciones faciales bastante toscas y rígidas, cosa que no ha mejorado casi nada con respecto a la versión 2010. Las camisetas se arrugan y agitan, mientras que los jugadores siguen con la mirada el desplazamiento del balón. Todo ello es perfectamente visible en las repeticiones, donde además se aplican unos filtros gráficos que hacen su visionado más televisivo, sobre todo un motion blur que afecta a los jugadores en sus movimientos, y que queda realmente bien. La iluminación puede que sea quizás el aspecto que aún podría perfeccionarse más, tanto en los partidos diurnos como en los nocturnos. En cuanto a las condiciones climatológicas, la lluvia ha mejorado con respecto a años anteriores, pero aún así su representación no acaba de convencernos.

Las transiciones entre animaciones no están todo lo pulidas que deberían, y en cuanto a las luchas hombro contra hombro por la posesión de la pelota se tornan irreales en su mayoría. Quizás lo más salientable -como siempre en la saga- es la física de la pelota, que mantienen su buen hacer casi totalmente excepto en algunos casos, como la excesiva potencia que consiguen los jugadores para lanzar incluso sin casi tiempo para armar la pierna, o las transiciones controladas a ras de césped, donde el balón da la sensación de pesar unos cuantos kilos, parándose de forma extraña sobre el césped continuamente. En cuanto a los tiros, centros y pases aéreos, el balón se comporta de forma excelente. El pase adelantado se ha mejorado en esta ocasión de forma visible, aunque tiende a pararse de forma muy rápida cerca del jugador, dejando una sensación extraña. Como decíamos, las sensaciones controlando el balón y moviendo a los jugadores siguen siendo bastante toscas y mejorables, mostrándose como el peor hándicap que posee el juego. Los porteros, por su parte, poseen un acabado irregular, ya que combinan movimientos excelentes con comportamientos surrealistas en determinados momentos.

Otros aspectos a mejorar en esta versión y que no nos han dejado un buen sabor de boca son la IA y los movimientos defensivos. Los jugadores se mueven por el campo de forma que en muchas ocasiones no respetan las estrategias marcadas, e incluso se sigue manteniendo ese error ya clásico de la saga en que las defensas controladas por la CPU abren los pasillos por los laterales de forma muy clara. En cuanto a la defensa, el comportamiento de los jugadores de nuestro equipo no responde a un nivel de efectividad mínimo. En multitud de ocasiones se quedan mirando cómo el rival pasa a su lado sin ni siquiera 'meter la pierna', o cómo queda un balón suelto en una zona del campo y no van a por él si no lo seleccionamos y lo movemos nosotros para que intente conseguir la posesión del esférico. El trabajo defensivo requiere todavía de una optimización a la respuesta de los mandos, ya que la sensación de impotencia es bastante alta cuando intentas que un jugador defienda e intente estorbar al contrario, y ves cómo simplemente se queda mirando para él totalmente quieto. El juego aéreo también precisa un trabajo extra, ya que las luchas por los despejes o los saques del portero están resueltos de forma que el jugador seleccionado no responde todavía a nuestras órdenes desde el pad, quedándose quieto mirando cómo cae el balón.

En el plano positivo, destacar el buen hacer de la IA del equipo contrario cuando nos ataca, ya que buscan los espacios de forma muy eficiente y resuelven de forma bastante eficaz el planteamiento defensivo que les hemos puesto en varias ocasiones y con formaciones diferentes. En este sentido, el reto es efectivo y una buena razón para jugar. Sin embargo, al verse lastrado por un sistema tosco, pesado y lento de animaciones y de movimientos, la sensación final todavía dista mucho de ser realmente divertida, y desde luego la fluidez del juego está a mucha distancia de la conseguida por FIFA en su último juego del Mundial o el anterior FIFA 10. Todavía quedan meses para la salida del juego a la venta, pero el resultado visto hasta ahora no dista mucho de lo que hemos probado en títulos de la saga anteriores. Quizás tiene algunas mejoras en cuanto a aspectos técnicos y visuales, pero con el mando en la mano hay mucho que mejorar para que los partidos de PES 2011 se puedan considerar fluidos y suaves. La simulación lograda todavía es muy mejorable, esperemos que en el tiempo que queda hasta su salida a la venta logren mejorar algunos puntos antes descritos y darnos una pequeña alegría en forma de diversión. Sin embargo, viendo los juegos anteriores y después de unas cuantas horas con este PES 2011 queda más claro que nunca que Konami, si quiere recuperar buena parte de la bien ganada fama que su fama PES mantenía, necesita hacer caso a un refrán que reza: renovar o morir…