Disciples III: Renaissance
- PlataformaPC7.5
- GéneroEstrategia
- Desarrollador.dat
- Lanzamiento23/09/2010
- EditorKalypso Media
De regreso a Nevendaar
Casi diez años después regresa la que es para muchos una saga de culto dentro de los juegos de estrategia por turnos. Disciples III: Renaissance es un digno seguidor de los anteriores títulos e incluso mejora varios aspectos. Esta vez, los chicos de Akella son los responsables de su desarrollo.
Puede que Akella no sea un nombre excesivamente conocido por todos; a algunos quizás les sonará por el lobo de la famosa obra de Rudyard Kipling 'El libro de la selva' (de ahí su logo) y los que más, por ser una desarrolladora y distribuidora rusa capaz de lo mejor y de lo peor. En el lado negativo encontramos juegos con tan pocos recursos como 'PTBoats:Knights of the sea' donde nos ponemos en la piel de un capitán de lancha torpedera, o el RPG 'Hard to be a god' que cosecho criticas muy pobres en general.
Tiene también un lado positivo por supuesto. Akella son los creadores del no poco fascinante titulo de estrategia naval, Age ofSail II o de la saga de aventuras piratas 'Sea Dogs' (saga que haría un quiebro singular y no al gusto de todo el mundo al convertirse en un Pirates of the Caribbean). Si hay una cosa cierta es que Akella maneja muchos registros: aventuras como su último título lanzado 'Dead Mountaineer's Hotel, RPG's, juegos tan singulares como Euro Truck Simulator o un add-on para el Postal 2. Aunque nunca antes habían tocado el género de la estrategia por turnos.
La distribuidora Strategy First decidió darle la oportunidad a Akella, cambiando el desarrollador del Disciples II: Dark Prophecy, los también rusos de Game Factory Interactive, a Akella que puso a trabajar inmediatamente a uno de sus equipos, el .dat studio. Hemos tenido la ocasión de probar una versión de importación del juego, en perfecto inglés tanto los textos como las voces, porque aún no hemos podido confirmar quien será su distribuidora en España y si el juego vendrá traducido o doblado.
Para los que no estén familiarizados con la saga Disciples (después de todo la última entrega vio la luz en el 2002), se trata de un juego de estrategia por turnos con fuertes elementos RPG en el mundo fantástico de Nevendaar. Disciples 3: Renaissance mantiene muchos elementos de los anteriores títulos como por ejemplo la mecánica de juego, que continúa siendo igual de adictiva, pero hay mejoras sustanciales (no sólo de gráficos obviamente) sobre todo en las unidades de combate que ahora no sólo suben de nivel si no que se pueden transformar en nuevas unidades mucho más poderosas.
En Disciples 3: Renaissance tomamos el control de uno de los héroes de cada raza a través de seis misiones (siete en el caso de los elfos) en busca de la estrella caída. Con el nivel de dificultad adecuado, pasarnos las 19 misiones nos puede llevar fácilmente al orden de unas 50 horas de juego, lo que no está nada mal. El tutorial nos pone en la piel de un personaje humano y nos explica los conceptos básicos del juego y del combate. Cumple su misión, pero incluso al poco de empezar el tutorial nos hemos encontrado con algún bug que nos ha impedido seguir. En cualquier caso el juego permite grabar donde deseemos sin ningún problema para intentarlo de nuevo y seguir nuestro camino.
Las unidades a excepción del Titán (una unidad que como su nombre indica tiene una fuerza y resistencia enormes) son las que ya aparecían en Disciples II, como el arquero, aprendiz o el escudero si llevas la facción imperial. Se nota un buen trabajo en las opciones que tenemos por cada unidad una vez ganamos experiencia. Como ejemplo, el escudero permitirá decantarnos hacia el caballero, una unidad mucho más fuerte, o hacia el inquisidor (o caza-brujas) con otro tipo de habilidades bastante diferentes pero igualmente destructivas al venir del mismo tipo de unidad que el caballero.
Los héroes están divididos en varios oficios, los típicos de ladrón, guerrero, mago o ranger y también destaca por ser la parte con más elementos RPG. Con los atributos ya conocidos por todos como la inteligencia, habilidad o liderazgo, donde vemos un cambio más notable es en la subida de nivel. Cuando subes de nivel, se te dan puntos para incrementar los atributos típicos, y también se te dan puntos con los que puedes desbloquear nuevas habilidades. Todo ello está plasmado en un mapa de habilidades que dependerá de la clase que tenga nuestro héroe. Las habilidades se pueden ir desbloqueando siempre y cuando sean cuadros adyacentes como hemos visto antes en varios RPGs.
El sistema de combate es seguramente la mejora más destacable con respecto a los anteriores títulos de la saga. Antes de empezar la batalla podemos tener a nuestros combatientes listos con pociones o magia. Los combates tienen lugar en un tablero con casillas hexagonales por donde nuestras unidades pueden moverse para intentar sacar el máximo de partido a la situación, y en algunas de dichas casillas encontraremos objetos que potenciaran nuestras habilidades (o las del enemigo) para decantarnos la batalla a nuestro favor.
Durante el combate tus unidades también disponen de puntos de cobertura que sirven para proteger a las unidades más débiles. En resumen, los combates son bastante dinámicos y cuentan con buenas animaciones para ser un juego de estrategia por turnos, pero sí que más de una vez nos encontraremos con que algunos enemigos no destacan por su inteligencia (independientemente del nivel de dificultad) 'artificial'. En cualquier caso los desarrolladores eran conscientes de que los combates fue uno de los aspectos más criticados de las otras entregas y actuaron en consecuencia, que sean en 3D a tiempo real ayuda a esa superación.
Otro de los aspectos que influencia a nuestras facciones es la posibilidad de construir edificios en nuestras ciudades que servirán tanto como para crear determinado tipo de unidades como para curar si creamos un templo, o aprender nuevos hechizos si creamos la torre mágica. También serán necesarios para transformar nuestras unidades, como por ejemplo, el monasterio es necesario para subir de acólito a párroco. Cada edificio posee un mapa de ramificaciones determinadas que se pueden ir actualizando a medida que vamos ganando experiencia y creando nuevos edificios más poderosos. Veremos la réplica en 3D de cada edificio que construyamos, en miniatura pero se ha conseguido recrear ese aire gótico gris que tanto gusta en una ciudad de fantasía.
El juego tiene un interfaz correcto, con un buen acceso a los menús (algo esencial en cualquier juego por turnos). Una de las cosas más importantes que nos podemos encontrar en un juego de estas características es poder acceder a toda la información de una manera ágil e intuitiva, tanto sea por ratón o teclado. En este sentido Disciples 3 consigue con creces su objetivo. Tanto los mapas (aunque no muestre todo lo que debiera) como cualquier tipo de acción son fácilmente alcanzables sin tener que romperse la cabeza para saber donde estaba tal opción. Algo que se agradece.
Existen 3 modos de juego: El modo campaña donde llevamos una de las tres razas dominantes a través de la historia principal. El single mode que nos permite jugar alguna misión en concreto (actualmente sólo hay dos, siendo una de ellas el tutorial, así que esperamos que salgan pronto más). Y el Hot-seat mode donde encontramos 5 mapas de escaramuzas, 4 para dos jugadores y uno para 3 jugadores, aunque siempre podemos usar la IA para que lleve algunos de los contrincantes.
Aunque gráficamente Disciples 3 no entre en el selecto grupo de juegos con detalles hasta en el césped, cumple más que bien su cometido. Es más, la recreación de las ciudades con su estilo gótico, o las ciudades de los elfos con su eterno otoño consiguen por un momento trasladarnos a ese mundo mágico mientras la cámara recorre los edificios. El mapa del mundo por donde nos vemos esta recreado con cariño y tiene algunos detalles como el paso de la noche al día (y no es sólo un cambio de iluminación si no que puede afectar a nuestros combates) o el viento en los árboles, o los detalles en los edificios.
Los personajes están bien recreados y modelados, tanto en los menús como en los combates, no hasta el mínimo detalle pero si a un nivel aceptable para los parámetros que manejamos hoy en día. Además cada vez que use un complemento, sea arma o armadura, se verá reflejado en el modelo con el que jugamos. Tanto los dibujos en las transiciones, como los que narran la historia están hechos con un delicioso gusto por la fantasía y se nota el trabajo que hay detrás. Resumiendo, en ningún momento hemos pensado que Disciples 3 estaba desfasado gráficamente y en todo momento hacen justicia al juego. Akella ha hecho bien en no olvidarse de los gráficos porque sea 'sólo' un juego de estrategia.
La música acompaña a la tierra de fantasía que es el reino de Nevendaar. Cantos élficos nos saludan en el menú de presentación y durante el juego melodías New Age (dependiendo de la raza que llevemos) crean una nota más a destacar en el excelente ambiente. Durante los combates obviamente se acelerará el ritmo como ya nos tienen acostumbrados los RPGs, pero igualmente no se hace cansina en ningún momento. Una nota negativa es sin duda el doblaje (en nuestro caso, en ingles), pese a que los personajes no están doblados (hablan en viñetas), si lo está el narrador; y es un desastre. Es una pena, pero el señor es más monótono que atravesar el desierto de Arizona. Algunas veces intenta poner emoción pero fracasa rotundamente.
En definitiva Disciples 3: Renaissance es un más que digno capítulo de la saga Disciples. Lo bueno de los anteriores sigue aquí, pero con mejoras en los combates y en los gráficos en 3D, y un lavado de cara que consigue ponerlo al día. Siempre hemos pensado que Disciples merece muchos más seguidores de los que realmente tiene, y por supuesto que esta última entrega tiene sus fallos, sí, pero mentiremos si decimos que no va a dar multitud de horas de diversión a los aficionados al género. Señal de que Akella confía en su producto es que está en camino una expansión llamada Disciples 3: Ressurection of Mortis.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.