[E3] Epic Mickey, Impresiones
El bien o el mal, pintar o borrar. Dos caras de la misma moneda que se pondrán en práctica en el nuevo proyecto del padre de Deus Ex y Thief. Juegos maduros, adultos, que avalan la creatividad de Warren Spector. Ahora está trabajando codo con codo con Disney en un juego de Mickey Mouse. ¿Raro? Mucho. Pero Epic Mickey, que así se llama, no sólo luce fantástico sino que tiene potencial para convertirse en uno de los mejores juegos de Wii. Te descubrimos las razones.
Sincerémonos: este sector puede ser algo injusto. Muchos de los juegos que nos llegan a lo largo del año son analizados con lupa cuando salen a la venta, comparándose con la sombra de si mismos, representada por las promesas que la desarrolladora hacía y que luego, en muchas ocasiones, se cumplen con lo justo o se quedan a las puertas de hacerlo. Cuando se filtraron los primeros diseños de Epic Mickey nadie pudo cerrar la boca en varios días: eran alucinantes. Steampunk, un tono oscurísimo y una reinvención de mundo Disney tal cual lo conocíamos, monstruos formados por cabezas de personajes de la casa del ratón, un Donald cibernético Todo indicaba que eran falsos, o que en su defecto, algo raro estaba pasando en las oficinas de Disney.
Tras meses de trabajo extra, puliendo todo el concepto de juego y el aspecto visual, llegando incluso a rumorearse que todo iba a ser cambiado drásticamente para hacerlo más oscuro, culminaron el martes 15 cuando Spector apareció en la Conferencia de Nintendo del E3 y mostró el juego en movimiento por primera vez al público. Ni trampa ni cartón: Epic Mickey es lo que se prometía y así ha quedado reflejado, guste o no a quienes se crearon falsas expectativas. Durante la feria se dispusieron varias demos del título en las que se explicaba de forma detallada la mecánica de pintar y borrar, de las que hablaremos a continuación. Pero antes, pongámonos en situación: Epic Mickey se desarrolla en un mundo poblado por diseños descartados, el Wasteland, una tierra a la que fueron todas esas creaciones inconclusas, abandonadas o eliminadas surgidas de la mente de Walt Disney. Controlando a Mickey Mouse (que por supuesto no pertenece a este grupo de 'olvidados'), deberemos hacerle salir de ahí al tiempo que se enfrenta a Oswald the Rabbit, su archienemigo, casi hermano mayor, pues fue la primera estrella de la Disney antes de la llegada del popular ratón.
Ya hablando del nuevo material mostrado, las demos tenían lugar en tres localizaciones diferentes: Venture Land, Skull Island y Steamboat Willie, un guiño al primer cortometraje con sonido de Mickey, conocido en castellano como El botero Willie. La primera de las localizaciones demostraba el sistema de juego basado en el rol que Spector y su equipo están gestando, pues todo giraba en torno a quest/misiones que debíamos hacer mientras hablábamos con la gente del lugar. Una de estas personas era un diseño descartado del Sr. Smee, el pirata que Garfio martirizaba en Peter Pan, que le pedía a Mickey que cumpliese un objetivo.
Esto quiere decir que cada acción (sin exagerar: cada una de ellas) hará que Mickey se oriente hacia una de estas dos caras de la moneda. Pintando enemigos podrá hacer que sean amigables y no le ataquen, si borra personajes buenos, se convertirá en un villano. ¿Diferencias? Además de la apariencia, que pasará del risueño y alegre aspecto del ratón a otro más macabro y dejado, las habilidades a utilizar en si mismas y las puertas que se nos irán abriendo en la historia. Será el jugador el que decida lo que quiere ser y cómo: en caso de preferir pintar, Mickey tendrá más amigos, desbloqueará nuevas misiones y áreas. Si se opta por borrar, Mickey será más temido por todos los personajes del juego y será más fuerte en combate. Habiendo recordado este aspecto clave del título, habría que volver a la misión: Smee (aquí llamado Damian, pues recordemos que no es el original sino una versión descartada de éste) pedía a Mickey que encontrase el regalo de cumpleaños perfecto para Henrietta the Cow (evidente guiño a Clarabella, uno de los más clásicos personajes de la compañía).
Para encontrarlo, Mickey debía llegar a una zona elevada tras superar unas cuantas fases de plataformas consistentes en subir por unas rocas y un árbol. Para ascender por éste había que conseguir tinta para restaurar una de las ramas. En un determinado momento de la fase se permitía seleccionar si queríamos borrar o eliminar. Seleccionando la primera opción (botón B) se creaba un puente que permitía seguir avanzando,. Con la segunda (botón Z del nunchaco) se creaba un gran agujero negro. La misión finalizaba al recoger unas flores para Henrietta. Superado este nivel, se pasaba al siguiente, probablemente el más sorprendente y emocionante de los mostrados. Steamboat Willie. Se accedía a él saltando dentro de un lienzo de pintura y la fase consistía en una brillante recreación del cortometraje homónimo en blanco y negro, añadiendo ciertos detalles como, por ejemplo, a Pete conduciendo el vapor en lugar de a Mickey. Esta fase era en 2D, de avance lateral al estilo clásico como en el fantástico MickeyMania (que iniciaba con una fase similar), sorprendía por lo bien que mezclaba el clasicismo con los conceptos modernos: control accesible y diversión sencilla y directa. Una maravilla en la que se conjugaban plataforas, objetos que lanzaban a Mickey a los cielos y mucho, mucho más.
Skull Island es el nombre del tercer nivel que se mostró y ofrecía un primer contacto con las habilidades de batalla de Mickey. Daba inicio en una playa y el objetivo era llegar a un barco, acabando por el camino con varios enemigos. Con el Wiimote se apuntaba y presionando el botón se disparaban varias pinturas que, al impactar sobre ellos, los convertía en 'amigos'. Vamos, dejaban así de incordiar. Pudo verse otro movimiento de giro que se realiza agitando el Wiimote, con bastante alcance y posibilidad de golpear a varios enemigos al mismo tiempo. Por último se enseñó una técnica llamada sketch, que ofrecía a Mickey la opción de 'invocar' una televisión que se situaba frente a los enemigos. La máquina ofrecía imágenes de los cortos originales del ratón, lo que distraría a los villanos y permitía al héroe de la aventura pillarles desprevenidos.
Epic Mickey luce un aspecto sensacional. Se ha criticado mucho su aspecto gráfico basándose en unas capturas poco afortunadas, pero por fin se ha demostrado que sin ser un fuera de serie (no es Mario Galaxy 2) si que es magia en movimiento: modelados 3D sencillos pero detallados, con un toque Cel Shading que le viene perfecto especialmente en escenas de vídeo/cuadros de texto, unido a una banda sonora que recogerá versiones de temas clásicos de la casa del ratón. Las navidades se antojan muy lejanas y tenemos muchísimas ganas de volver a ponerle las manos encima, pero por ahora, va en camino de convertirse en uno de esos títulos que harán que Wii venda consolas en cantidades industriales. Spector y su equipo van por muy buen camino, esperemos que no se salgan de la ruta en algún momento y que cuando Epic Mickey llegue a las tiendas luzca tan bien, o mejor, que ahora.
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