Durante la época de la primera Xbox hubo un título que logró captar la atención de la comunidad de una manera singular, su nombre provisional era Project Ego. Su creador, Peter Molyneux se dedicó durante meses a ensalzar las cualidades de un juego que por fin nos permitiría ser quien quisiéramos, hacer lo que nos diera la gana y vivir nuestra vida como nos apeteciera. Sin embargo el bueno de Peter chocó con la realidad cuando el título llegó al mercado con el nombre de Fable. Las promesas no se cumplieron y desde entonces el diseñador ha estado estigmatizado por ello. Fable 3 llega para intentar solventarlo.
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Su argumento nos sitúa 50 años después de los hechos narrados en la segunda parte, encarnando a uno de los dos hijos del que hasta entonces era rey (el personaje que controlamos en Fable 2). Sin embargo no encarnaremos al afortunado heredero de la corona, sino al otro hermano, el que tiene que conformarse con simplemente estar ahí, aunque realmente no vaya a quedarse mirando. Y es que el objetivo es comenzar una revolución, y asaltar el castillo para derrocar al déspota de nuestro hermano. Para ello deberemos ganar seguidores, que pueden cosecharse mediante promesas 'electorales' buenas acciones e incluso malas (el miedo es una buena forma de controlar a la gente en muchas ocasiones...)
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Pero donde otros títulos acabarían, Fable 3 continúa. ¿Por qué obligar al jugador a dejar de jugar cuando el personaje se vuelve más interesante? Por eso la próxima obra de Molyneux llega más allá del viaje del héroe y nos permitirá actuar como reyes de Albion, manejando una serie de variables y cumpliendo (o no) las promesas que hicimos al pueblo en nuestro ascenso al poder. Podremos vivir en nuestras propias carnes las dificultades de ser un gobernante generoso con todo el mundo y probaremos los placeres de la tiranía. Todo valdrá con tal de mantener el apoyo del pueblo y las arcas del tesoro suficientemente llenas. Los retos que llegarán en estos momentos serán mucho más interesantes de lo que podría parecer.
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En lo nuevo de Lionhead los puntos de experiencia típicos de los juegos de rol son sustituidos por esta manera de ver nuestro poder. Algunos dicen que se han simplificado los elementos de rol, pero simplemente se trata de hacer evolucionar la propuesta de un género que está algo estancado en sus patrones. Lo mismo ocurre con el sistema de menús. Y es que, ¿de qué vale tener más de trescientos objetos en el inventario si no vamos a utilizarlos? Por esto precisamente el sistema de menú en Fable 3 se ha modificado completamente para ofrecer una alternativa visual desde las opciones de pausa. Por ejemplo los trajes los veremos sobre maniquies en nuestro vestidor. También podremos acceder a un mapa del mundo desde el que controlar le país y ver lo que ocurre. El nivel de detalle es tal que podríamos incluso observar las tareas diárias de los ciudadanos como si de un gran hermano se tratara. En la demo que jugamos vimo como uno de nuestros mejores amigos se acostaba con nuestra mujer a través de este mapa. Por supuesto el muchacho probó el acero de nuestra espada.
Lo mismo ocurre con el nuevo sistema de combate, mucho más cercano a la acción que en anteriores entregas de la saga. Si bien la sofisticación no viene a través de diversos movimientos, sino por la combinación de los distintos poderes en conjunción con los ataques de nuestra arma y los movimientos del protagonista. Aunque lo cierto es que a priori parecería que las opciones son más limitadas, puesto que unicamente contamos con un arma durante todo el juego, que va evolucionando y desbloqueando nuevos poderes y golpes conforme jugamos de forma completamente dinámica. Es decir, el arma irá cambiando poco a poco dependiendo de nuestras acciones hasta convertirse en una extensión de nuestra personalidad. Si matamos a un determinado tipo de enemigos más que a otros, el arma lo mostrará de alguna manera, si somos benévolos también, si no casamos siete veces y tenemos cuatro hijos también cambiará, si compramos varios negocios de repostería, lo mismo... Además se nos permitirá compartirla con nuestros amigos para que vean el punto al que hemos llegado con ella.
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Otro de los puntos en los que Lionhead ha puesto especial interés ha sido en la manera de interactuar con el resto de personajes del título. Si bien en anteriores ocasiones existía la posibilidad de comunicarnos con ellos de manera gestual, ahora se permite por fin entrar en contacto con estos de diversas maneras posibles. La más directa es la que nos permitirá coger de la mano a cualquier viandante para llevarle con nosotros o guiarle en sus pasos. Pero por supuesto la comunicación también se ha mejorado, con animaciones desarrolladas expresamente para la ocasión y que permiten a los personajes tocarse y actuar de una manera no vista hasta ahora en la saga. Se rumorea que estos momentos podrían aprovechar Kinect para ir un poco más allá en la implicación del jugador en la acción, aunque este extremo no está en absoluto confirmado.
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