Homefront, Impresiones

Tras la Segunda Guerra Mundial, explotada hasta la saciedad, y la Guerra Fría, que parece que es lo que más tirón está teniendo ahora mismo, parece que todos los conflictos reseñables a nivel mundial están sucediendo en países árabes. Eso ha dado pie a aprovechar, no sólo en videojuegos sino también en películas, la figura de los terroristas islámicos como la nueva gran amenaza hacia los Estados Unidos. No obstante, si nos salimos de dicha esfera, uno de los pocos países que hoy en día podría ser considerado enemigo declarado de la nación que actualmente preside Obama sería Corea del Norte. Lucharon frente a frente en la guerra de Corea que dividió a la península y, desde entonces, sobre todo influidos por la Unión Soviética de la época en un principio, han conservado un sistema comunista y opuesto totalmente a los ideales de los norteamericanos.

Por eso mismo, cuando en Kaos Studio se plantearon quién podría ser aquel invasor de su incipiente Homefront, llegaron a la conclusión de que el régimen de Pyongyang era uno de los candidatos más factibles. Para ello, no sólo investigaron diversas fuentes y algunos especialistas en Asia por su cuenta, sino que incluso acudieron a la CIA para conseguir datos más precisos sobre la posible amenaza a día de hoy, algunos confidenciales hasta el punto de que no podían revelárnoslos en la presentación. Argumentaron además que la historia, precisamente, quita la razón a los que creen que lo improbable es imposible, como ocurrió con la llegada de Hitler en 1932 y lo que terminó desencadenando pocos años después, o con el gigantesco imperio que lograron forjarse dos conquistadores de la talla de Alejandro Magno y Genghis Khan a lo largo de sus vidas.

Obviamente, en la situación actual de ambos países, es totalmente imposible el supuesto mencionado, así que los desarrolladores diseñaron una línea del tiempo que, como decimos, no es la más probable, pero sí factible. Mediante una serie de gráficos, nos mostraron de forma muy visual cómo, con el paso de los años, una balanza que mide el PIB y el poderío militar se va equilibrando hasta que se vuelca hacia el lado contrario. Todo empieza en 2012 cuando el actual líder norcoreano, Kim Jong-il, fallece. En ese momento, la crisis económica mundial, en lugar de solventarse se agrava enormemente afectando principalmente a EE.UU. y los países europeos. Llegado 2015 y tras una fuerte campaña de lavado de imagen, asegurando que sólo busca la paz y la reunificación de su nación, el nuevo gobernante consigue restaurar la Corea unida. Corea del Sur tiene uno de los mayores ejércitos y cuenta con muchos de los avances de los norteamericanos, así que la potencia ofensiva de Corea del Norte aumenta de forma muy notable.

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En 2018 se produce lo que muchos temían tras tantos años de pequeños conflictos y la Corea Unida invade Japón. Los nipones suman a esta nueva nación no sólo todos sus avances tecnológicos, bien conocidos por todos, sino también una de las mayores reservas de plutonio del mundo. En Estados Unidos, por contra, siguen sufriendo la recesión económica lo que desemboca en una reducción del presupuesto militar. Además, han dejado de ser una fuerza influyente tanto al este de Asia, por razones obvias, como en Oriente Próximo, donde se ha desatado una guerra paralela entre Israel y los países árabes que ha involucrado a Rusia y el continente europeo. De esta forma, los norteamericanos se ven obligados a retirar sus tropas del extranjero y replegarse a su país. En 2021 la Corea Unida crece enormemente al anexionarse todo el sureste asiático, de forma similar a lo que consiguió Japón durante la Segunda Guerra Mundial. En el nuevo imperio la armada es lo primero, así que para incrementar el número de reclutamientos ofrecen privilegios o beneficios a todos aquellos que sean militares. Mientras tanto, al otro lado del Pacífico lo que ha sucedido es algo terrible: una gripe de origen desconocido mata a millones de personas.

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Esto nos lleva a que, finalmente en 2025, Corea decide invadir Estados Unidos. El ataque se realiza en varias fases, permitiendo que la conquista resultase mucho más sencillo. El paso previo fue recurrir a una antigua táctica, el caballo de Troya. Los costes de la repatriación de todos sus ciudadanos son inasumibles para la Casa Blanca y obtienen la ayuda de Corea, que se ofrece a enviar un carguero supuestamente lleno de estadounidenses rumbo a las costas de Hawái. Lo que va dentro en realidad os lo podéis imaginar, así que los seguidores de Kim Jong logran hacerse con una posición estratégica en el archipiélago desde la que iniciar su ofensiva. Para ello, comenzaron lanzando un potente impulso electromagnético (que podría estar causado por una bomba nuclear explotada en la atmósfera). Esto inutilizaría todo tipo de aparatos electrónicos, afectando sobre todo a la población civil, infundiendo temor entre otras cosas. En un segundo orden estaría la ciberguerra, es decir, la inutilización de los sistemas de defensa mediante ataques informáticos, desgajando el ejército norteamericano y, en definitiva, dejándolo inutilizado o muy dividido. El último y quizá más relevante peldaño en su escalera hacia la venganza es partir el país en dos envenenando e irradiando el río Misisipi, que lo cruza de norte a sur, haciendo prácticamente imposible una contraofensiva de este a oeste al no poder cruzar por dicha zona.

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El guión que os acabamos de contar está firmado por John Milius, autor de Apocalypse Now y Amanecer Rojo. El escritor nos presenta una América muy distinta de la que vemos en las películas. Los habitantes ahora viven agrupados en pequeñas comunidades que luchan por sobrevivir con muy pocos medios, donde los líderes son civiles con prácticamente nula experiencia militar. Nosotros mismos conocemos uno de estos refugios en nuestros primeros pasos por el juego, hablando con sus habitantes descubriendo cómo de dura es la situación en esos momentos. Generan su propia energía tanto aprovechando la luz solar como el viento, cultivan su comida en los jardines, viven en sacos de dormir sobre el frío y duro suelo... nada de lo que conocíamos de Estados Unidos perdura. En estos tramos destaca la recreación de la naturaleza, que se abre paso en las zonas abandonadas por el hombre.

Los propios desarrolladores nos indicaban que en este título buscaban más estudiar las reacciones humanas que la simple invasión de un país, sea éste o no Estados Unidos. El escenario, no obstante, no puede ser más perfecto. En lugar de elegir puntos reconocidos por todo el mundo, como los grandes monumentos de la nación, han optado por mostrar la auténtica América, los suburbios y pueblos donde vive la mayoría de gente. Pese a todo, han intentado que los paisajes resulten familiares a cualquiera, viva allí o a miles de kilómetros. No obstante, no faltarán alguna localización icónica como el Golden Gate de San Francisco, donde se desarrollará una de las misiones más apasionantes.

Resulta impactante encontrarnos según avanzamos con zonas hace no tanto tiempo prósperas, ahora destrozadas por los estragos de la guerra. Se ha tratado de provocar en el jugador un sensación de vacío, incluso de pena, viendo las ruinas del país y los cuerpos tirados en la misma calle. Los juegos de luces y sombras formarán otra parte importante de la propuesta. La evolución de los bocetos originales a la pantalla 3D se ha logrado de forma más que satisfactoria y las imágenes que acompañan este artículo os dan una buena muestra de lo que os podéis encontrar. Sin embargo, la parte artística en ningún momento eclipsa a la jugable, sino que ambas se conjugan para que el diseño de niveles no sólo resulte atractivo visualmente, sino que logre generar retos interesantes.

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Hay que tener en cuenta que aquí no somos más que una pequeña gota en un gran mar de gente desesperada y sangrientos enemigos. Los invalores restan valor a toda vida humana, también de su propia nación, la brutalidad es su modo de vida, la propaganda gubernamental es la única verdad y la venganza es su principal y poderosa motivación que termina justificando los medios empleados para tan terrible fin. Por desgracia, en el otro lado no hay ni mucho menos una masa homogénea, sino que cada cual libra su propia batalla. Los restos del ejército se organizan como bien pueden, los ciudadanos intentan resistir como sea posible, aunque eso signifique formar grupos paramilitares, y algunos incluso nos serán hostiles porque tratan de evitar meterse en problemas. No es una perspectiva muy halagüeña la que nos aguarda.

Nuestro viaje comienza en Colorado y nos dirigimos hacia San Francisco, es decir, estamos en el lado occidental de Estados Unidos. Quizá, aunque no lo quisieron confirmar, pasemos en algún momento hacia el extremo este del país. El personaje principal es un piloto que resulta capturado por los norcoreanos aunque en un momento dado tiene la fortuna de ser liberado por los rebeldes. En frente tendremos a un enemigo implacable, sí, pero también humano. No pudimos ver ejemplos de ello, pero nos contaron que han intentado reflejar, entre otras cosas, la relación que mantienen entre ellos o su versión de la historia. Lo que no significa, lógicamente, que vayamos a jugar en su bando en ningún momento. 

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En la demostración nos mostraron principalmente el tercer capítulo, que tiene lugar en el aparcamiento de un centro comercial. Allí se han atrincherado los norcoreanos y nuestro reducido grupo de asalto, que apenas puede realizar pequeñas escaramuzas antes de retirarse y esconderse de nuevo, se prepara para uno de sus ataques. En este caso, se encargan de ayudar al lanzamiento de una serie de misiles hacia la improvisada base de sus enemigos apuntando con un láser donde éstos deben caer. En un momento el escenario se vuelve un infierno de llamas y ni siquiera nuestro escondrijo es seguro, por lo que debemos atravesar la zona tratando de escapar mientras cuerpos ardiendo agonizan a nuestro alrededor. Aquí pudimos apreciar una de las virtudes del juego, que es la mezcla de cortas secuencias de vídeo con la propia acción en tiempo real. Por ejemplo, al llegar a un punto determinado un coche estalla a nuestro lado y viene encima nuestro de manera espectacular, todo esto sin control por nuestra parte. Los diálogos entre los personajes son introducidos de forma similar.

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Las armas conjugan lo moderno con lo antiguo, o contemporáneo nuestro. Fusiles como el M4 o el M16 ligeramente modificados serán de lo más común. Para modelarlos han hecho un cuidado trabajo tomando maquetas de los modelos reales y reproduciéndolos a un gran nivel de detalle. El esfuerzo para hacer parecer el arsenal mucho más realista no sólo se ha quedado ahí, sino que han estudiado cómo se ve realmente un arma cogiéndola para apuntar y han ajustado la cámara para que sirva esa misma perspectiva. En cuanto a las animaciones, también han tenido en cuenta el peso de dichas metralletas para que no parezca que el personaje se mueve como si no le supusiera nada llevarla. Si alguna vez habéis tenido una en las manos, aunque fuera una réplica, sabéis que no son precisamente ligeras.

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Por otro lado, estamos en el año 2027, así que como acabamos de decir la tecnología ha continuado evolucionando y encontraremos nuevos tipos de armas. En el nivel del que hemos hablado aparecía un droide terrestre, con gran capacidad de fuego y de defensa, por lo que nos servía para acabar con los enemigos mientras nos ofrecía cobertura. Su capacidad de lanzamiento de misiles es devastadora. Pese a que no lo vimos, sabemos que también hay un droide aéreo. Respecto a la artillería pesada, no faltarán tanques y helicópteros. En este caso han ido un poco más allá y no se han limitado a copiar los originales e integrarlos en el juego, sino que han añadido un sistema de daños que irán destrozando pieza a pieza la carrocería de los carros de combate.

La grabación de los efectos de disparo se ha llevado a cabo en un campo de tiro y nos mostraron un vídeo del proceso en el que apreciamos la dificultad que este apartado entraña. Eso sí, el sudor ha tenido sus frutos y la calidad del apartado sonoro parece fuera de toda duda. En cuanto a la música, tuvimos ocasión de escuchar una pequeña pieza que, la verdad, nos encantó. Han tratado de mezclar los estilos asiáticos y occidentales, para dar un aire más multicultural y acorde a los conteniendentes que participan en el juego. Tampoco podemos olvidarnos de destacar que la grabación de la banda sonora se llevó a cabo contratando a una orquesta que interpretó los temas en vivo.

El diseño de los personajes es otro de los apartados en los que han ido más allá de lo que suele ser habitual. Para ello, por un lado han empleado modelos para los distintos protagonistas y el resultado final es realmente buena. La vestimenta no se queda atrás y han elaborado desde un código de colores para distinguir a las dos facciones, hasta prendas a escala real que luego han modelado e introducido en el juego. En una situación de guerra donde no funciona industria alguna, cada cual se viste con lo que puede y el atuendo de nuestro equipo consiste más bien en remiendos y trapos viejos puestos casi de cualquier modo.

Con todo lo que hemos dicho hasta ahora, queda claro que el modo individual ha sido el gran foco de Kaos Studio y, por eso, no dedicaron mucho tiempo a detallarnos qué ofrecerá el modo multijugador. Por lo que hemos sabido, no habrá opción de cooperativo y consistirá principalmente en combates a gran escala entre varios equipos. Esto significa que no sólo lucharemos a pie como soldados de infantería, sino que han incluido tanto tanques como helicópteros en este tipo de batallas. Con su experiencia en Frontlines, lo cierto es que sólo podemos esperar lo mejor.

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Nuestro primer contacto con Homefront ha sido realmente positivo y nos da la sensación de que estamos ante un FPS distinto. Durante el E3 presumiblemente se desvelará más información que esperamos que corrobore las impresiones de este acercamiento inicial. Las bases, desde luego, parecen inmejorables y se nota en cada aspecto del juego que han cuidado la experiencia para un único jugador. La historia que rodea toda nuestra aventura resulta fascinante y el entorno escogido nos transmitirá desde el primer minuto gracias a un elaborado lenguaje visual. Estad atentos, porque pronto seguró que habrá algún vídeo en el que podréis ver más detalles de todo lo que os hemos contado.

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