A por la pole

Milestone tiene una dilatada experiencia en el desarrollo de videojuegos basados en el mundo de las competiciones de motociclismo, concretamente en el Campeonato Mundial de Superbikes, desde que en 1999 lanzara Superbike World Championship para PC, serie que alcanzó su mejor momento con la edición del año 2001. Dichos títulos del desarrollador afincado en Milán destacaron por el elevado nivel de realismo alcanzado, totalmente opuesto a las propuestas más arcade. Después de unos años dedicados a las carreras de automovilismo, volvieron a la carga con la saga que ahora nos ocupa, denominada SBK. Desde su primera edición, en el año 2007, han ido ofreciendo temporada tras temporada nuevas versiones que mejoraban la anterior, hasta llegar a SBK 09 con el que alcanzaron un nivel más que aceptable como título de motociclismo.

En la industria del videojuego, el mundo de las dos ruedas se ha enfocado principalmente hacia la vertiente más arcade de la jugabilidad, mucho más accesible al gran público; en este sentido, siempre ha habido un sector del público que demandaba propuestas más cercanas a la realidad, con un nivel de simulación lo suficientemente alto y exigente como para sentirnos como auténticos pilotos en plena carrera. SBK X: Superbike World Championship viene a cubrir este sector del género del motociclismo contando con la garantía de las ediciones anteriores y el buen hacer de Milestone con la franquicia. SBK 09 fue un gran título; ¿Habrán conseguido pulir algunas carencias de la última edición, para conseguir el videojuego definitivo de carreras de motos?

Como su propio nombre indica, SBK X: Superbike World Championship se basa en el Campeonato Mundial de Superbikes. Además posee la licencia oficial del certamen; eso significa que encontraremos todos los pilotos, marcas y circuitos de la competición, con alguna que otra carencia, como la no inclusión del circuito británico de Silverstone, ya que fue anunciado como circuito oficial demasiado tarde y en Milestone no tuvieron tiempo de incluirlo. Asimismo, el circuito norteamericano de Laguna Seca no se ha podido incluir por problemas de licencia. Por otro lado, al fin podremos disfrutar en SBK X del mítico trazado alemán de Nürburgring. Asimismo, tendremos disponibles dos categorías más de la competición, Supersport y Superstock 1000, además de la categoría reina del título, SBK.

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Para los no iniciados, el Superbike World Championship, también conocido como SBK, es el Campeonato Mundial de Superbikes. La premisa principal de esta competición tan característica es el uso de motocicletas destinadas al gran público pero modificadas para dicho certamen, a diferencia, por ejemplo, de Moto GP, donde se usan motocicletas diseñadas específicamente para las carreras. Así, las Supebikes serían el equivalente a los coches del Campeonato Mundial de Turismos y Moto GP sería el equivalente de la Fórmula 1. No obstante, en el Campeonato Mundial de Superbikes encontramos las mejores marcas de motocicletas del mundo como Ducati, KTM, Honda, Yamaha, Suzuki, Aprilia o MV Agusta, entre otras. El nivel de los pilotos también es muy alto y muchos de ellos terminan en Moto GP después de su paso por las Superbikes.

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Desde un principio, SBK X se ha diseñado como la opción a tener en cuenta para los que busquen simulación y rigor en las carreras de motociclismo; a pesar de ello, encontraremos dos modos bien diferenciados para adentrarnos en tan apasionante mundo: arcade y simulación. Y realmente se notan las diferencias entre ambas opciones a nivel de jugabilidad. Así, a los que se les haga demasiado complejo el exigente modo de simulación, tendrán a su disposición la opción arcade, para disfrutar de las carreras sin demasiadas complicaciones y de una manera bastante accesible. Después de escoger la jugabilidad que más se adapte a nuestras habilidades, tendremos varias modalidades para sacar todo el jugo a un título bastante completo.

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SBK X: Superbike World Championship presenta un menú de opciones muy completo, aunque eso sí, poco atractivo y algo tosco de navegar. Desde un modo carrera hasta un modo historia, pasando por el típico time trial o el multijugador online; y todos ellos desde las dos vertientes de la jugabilidad, todo un acierto que satisfará a todos los públicos. Pero antes de ver que nos ofrecen las diferentes alternativas, veamos hasta que punto notamos las diferencias entre arcade y simulación. El modo arcade se perfila como la opción idónea para todos aquellos que quieran jugar sin muchas complicaciones y quieran participar en el Mundial de Superbikes sin tener que besar el asfalto constantemente; rápidamente podremos completar las primeras vueltas fácilmente.

En esta modalidad aparecerá una línea sobre el asfalto que nos indicará la mejor trazada y que variará de verde a rojo para alertarnos del lugar idóneo para acelerar y frenar; eso sí, podemos desactivarla desde el menú de opciones. La otra característica sólo presente en el modo arcade es la posibilidad de usar un 'boost', pulsando el botón correspondiente; al hacerlo, nuestro piloto adoptará una postura más aerodinámica que nos permitirá alcanzar mayores velocidades de una manera directa y sencilla. En este caso, las sensaciones de este tipo de jugabilidad son algo contraproducentes; SBK X se ha concebido como el simulador definitivo de motociclismo y este modo arcade queda lejos de otros títulos diseñados específicamente en este sentido, resultando menos divertido y ameno.

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El modo historia, dentro de la jugabilidad arcade, nos propone vivir las peripecias de un piloto dentro del Mundial de Superbikes, superando todo tipo de desafíos en plena carrera. Así, tenemos una opción más dentro de un título muy completo, que alargará la vida del mismo. Aunque el gran protagonista de la saga SBK sigue siendo el excelente y completo modo de simulación, con tres grados distintos de dificultad o inmersión. Completamente opuesto al modo arcade, esta opción queda relegada a los más puristas o los que busquen retos difíciles de superar, ya que en este caso el control de las motocicletas se vuelve endiablado. No tiene nada que ver con el modo arcade, demasiado superficial y falto de emoción.

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Aquí deberemos poner todo de nuestra parte si no queremos morder el polvo en cada curva. Si el nivel de acceso al modo de simulación ya requiere unas dotes de pilotaje con el pad de auténticos profesionales, el tercer grado de simulación queda exclusivamente reservado para aquellos que estén dispuestos a dedicar horas y horas de práctica para dominar tan potentes e indomables máquinas de competición; al mínimo error, caeremos al asfalto sin poder hacer apenas nada para evitarlo. Incluso el peso del piloto modificará el comportamiento de nuestra motocicleta. En este sentido, podremos retocar cualquier característica de nuestra montura, para adaptarla a nuestros gustos y obtener, así, mejores resultados; podremos modificar la precarga, la rigidez, las relaciones de la transmisión, los neumáticos, etc.

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La combinación perfecta en SBK X pasa por escoger la simulación como apuesta jugable -en cualquiera de sus tres niveles- y el apasionante modo carrera, donde viviremos una experiencia muy completa como piloto del Campeonato de Superbikes. Así, crearemos un piloto, elegiremos un equipo y un contrato para competir durante ocho temporadas -como máximo- para tratar de ser los campeones del mundo. El problema viene cuando debemos afrontar todos y cada uno de los pasos del certamen en cada carrera; los creadores han conseguido tal nivel de realismo, que en muchas ocasiones se hace demasiado tedioso. De esta manera, cada carrera consta de una sesión de práctica, una sesión de calificación, otra sesión más de práctica, el warm up y la carrera en sí.

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Al menos en es esta edición de SBK X se ha incluido la posibilidad de saltarse las sesiones, escogiendo en el menú la sesión deseada. Todo un acierto, ya que en los títulos anteriores no existía esta posibilidad y hacía del modo carrera apto sólo para los más pacientes. Eso sí, para conseguir la pole position deberemos luchar con los mejores pilotos durante largas sesiones de calificación, además de aguantar las largas pantallas de carga entre cada uno de los eventos. Con todo, tenemos unos números impresionantes en cuanto a pilotos, circuitos o motocicletas, con una jugabilidad muy completa, pero por contra, un planteamiento no del todo atractivo para un videojuego donde su mayor atractivo reside en la emoción y la descarga de adrenalina.

El modo multijugador de SBK X: Superbike World Championship se centra principalmente en las carreras online hasta para dieciséis jugadores -con chat de voz incluido-, obviando por completo cualquier opción a pantalla partida. No se entiende muy bien esta decisión, cuando en los títulos de carreras los piques entre amigos están asegurados. ¿Quién no querría jugar en el salón de su casa en emocionantes y disputadas carreras contra otros tres amigos? Los desarrolladores aseguran que han limitado el multijugador al modo online por cuestiones técnicas; querían mantener el mismo nivel de calidad en todas las opciones y un modo a pantalla partida habría limitado el apartado técnico en demasía. Asimismo, aseguran que tendrán en cuenta esta opción en producciones futuras.

Veamos, una vez a los mandos, que características se han mejorado respecto a la edición anterior. A nivel de simulación, se puede hablar de una mayor inmersión en el control de las motocicletas, pero tampoco hay una gran mejora respecto a la edición del año pasado; incluso se han eliminado características, como la posibilidad de configurar el control de tracción. Lo que sí se ha mejorado es el realismo en las propias carreras, con una inteligencia artificial a la altura, que nos pondrá las cosas más difíciles. Se ha intentado personalizar las habilidades de cada piloto con su homónimo real, de esta manera, no veremos ni parrillas de salida extrañas ni clasificaciones irreales. Asimismo, adelantar a los mejores pilotos será una tarea de lo más complicada, gracias a su conducción más agresiva.

Gracias a la telemetría podremos analizar todo tipo de datos de nuestras carreras, y así, tenerlos en cuenta para nuestras siguientes actuaciones. Asimismo, deberemos tener cuidado de no caer demasiado, ya que nuestra motocicleta se verá afectada tanto en rendimiento como en su aspecto; no nos obligará a retirarnos de la carrera, pero nuestro motor, suspensiones o frenos podrán quedar seriamente dañados, penalizando su comportamiento. También veremos daños visuales, con ralladuras y cristales rotos. Después de las carreras podremos disfrutar de unas repeticiones dignas de las mejores retransmisiones televisivas; incluso podremos rotar la cámara alrededor de nuestro piloto y hacer zooms para obtener la mejor perspectiva, aunque no podremos salvar la repetición. Eso sí, las repeticiones de las carreras no estarán disponibles en el modo online.

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Sobre el apartado gráfico, encontraremos algunas novedades en ciertos elementos que mejoran el más que correcto nivel de la edición anterior, aunque tampoco se ha conseguido un nivel que destaque especialmente; así, las sensaciones visuales son parecidas. Los modelos de las motos son más ricos en detalles y las animaciones de los corredores son incluso más realistas. La vista en primera persona también está mejor resuelta, con movimientos acordes a la dirección que tomamos, y la sensación de velocidad es muy buena; pero la impresión general no es tan atractiva como sería deseable. Los entornos están bastante vacíos, a pesar de contar con árboles y público en tres dimensiones. Todo tiene un aspecto demasiado artificial, le falta ese algo que sí tienen otros títulos de carreras recientes.

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Donde sí encontramos una clara evolución en la inmersión de las carreras es en las condiciones climatológicas variables en mitad de carrera, lo que nos obligará a dar lo máximo de nosotros como pilotos. De esta manera, el estado de la pista adquiere un claro protagonismo, gracias a las diferencias en el control de nuestra motocicleta. Así, en un día seco y soleado, veremos las marcas de freno antes de las curvas, lo que nos ayudará a buscar nuestros propios límites. Pero si las condiciones climatológicas cambian y empieza a llover de repente, el estado y el aspecto de la pista cambiará por completo y nos encontraremos con una situación totalmente diferente. Eso sí, la pista se irá secando a medida que pasen las vueltas, gracias a las trayectorias de las motocicletas; la correcta elección de las gomas será definitiva.

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Los controles son totalmente configurables y nos ayudarán a conseguir nuestra mejor combinación para pilotar al más alto nivel. Una de las características que se ha modificado respecto a la edición 09 es el sistema de frenado. Antes podíamos frenar con la moto algo inclinada, jugando con ambos frenos, hasta soltar el freno trasero en plena curva para no errar en la trayectoria. Ahora se ha pasado todo el protagonismo al freno delantero y nos obligará a frenar obligatoriamente en recta, para no terminar rodando por la grava. Una vez vayamos adquiriendo práctica, podremos realizar algunas diabluras con nuestra motocicleta, como cruzadas de ensueño y apuradas de frenada tan espectaculares como efectivas; todo para conseguir el máximo realismo.

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El apartado sonoro viene marcado por una banda sonora muy rockera, que nos animará a darlo todo en carrera y a arriesgar en cada curva. Algo en lo que los desarrolladores se han esmerado a conciencia es en el sonido de las motocicletas, totalmente real y creíble; de hecho, se ha grabado el sonido de cada modelo por separado. Algo que resultaba molesto en la edición anterior era el excesivo volumen del sonido ambiental; en este caso, se ha reducido hasta niveles más aceptables. SBK X viene totalmente localizado a nuestro idioma y no tendremos problemas para no perder detalle en los numerosos menús de configuración. Así, en la oficina virtual del modo carrera, no perderemos detalle de los informes que nos pase nuestro ingeniero.

SBK X: Superbike World Championship ya se encuentra disponible en nuestras tiendas habituales de videojuegos, a un precio de 49,95 euros para las versiones de PlayStation 3 y Xbox 360 y de 39,95 euros para la versión de PC. Asimismo, la edición especial de SBK X, sólo disponible para las consolas, tiene un precio de 59,95 euros y viene en un estuche metálico de diseño específico, además de llevar ya incluido el contenido descargable del título, llamado Legendary Roster, un plantel de diecisiete pilotos legendarios y sus monturas, entre los que se encuentran Carl Fogarty, Troy Bayliss o Max Biaggi, entre otros, y un DVD con un documental exclusivo sobre los mejores momentos del certamen y una entrevista con Ben Spies, el campeón del mundo de la pasada edición.

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