F.3.A.R.
El terror en primera persona de F.E.A.R. regresará este mismo año con una experiencia cooperativa en la que los dos grandes rivales del título original deberán dirimir sus diferencias para compartir un objetivo común: encontrar a Alma.
En el año 2005, Monolith sorprendía a propios y extraños con el lanzamiento de F.E.A.R. para PC (posteriormente adaptado a Xbox 360 y PlayStation 3), un juego de acción en primera persona que potenciaba principalmente uno de los sentimientos primigenios inherentes al ser humano: el miedo. Espectacular e intenso de principio a fin, la aventura original se convertiría en uno de los títulos que mejor acogida tuvo, tanto de crítica como de público, aquel año. En 2009 llegaría F.E.A.R. 2: Project Origin, tras una complicada lucha por los derechos de la franquicia; ahora con el apoyo de Warner Bros., Monolith daría vida a una secuela que vería la luz en PC, Xbox 360 y PlayStation 3, que ofrecía un buen acabado general pero estaba algo por debajo del original.
Para revitalizar la franquicia antes de que diese unos signos de fatiga de los que no pudiese recuperarse, Warner Bros. ha confiado en Day 1 Studios para trabajar en F.3.A.R., tercera parte de la serie que pretende explorar nuevos territorios a la par que nos presenta nuevas ideas. En comparación con los cuatro años entre los dos capítulos previos, este nuevo capítulo llega año y medio después de la entrega previa. Pero en Day 1 Studios no son desconocedores de la franquicia, ya que se encargaron anteriormente de las versiones para Xbox 360 y PlayStation 3 del F.E.A.R. original, además de haber trabajado en otros títulos como Fracture para esas mismas plataformas. Los puristas no estarán satisfechos con el cambio de desarrolladora, pero Day 1 Studios pretenden hacer valer sus nuevas ideas y devolver el miedo a todas las plataformas.
La primera sorpresa de F.3.A.R. nos la encontramos en que se trata de un título de acción cooperativo. Este puede ser el mayor punto conflictivo o el mayor acierto del juego, habrá que esperar para verlo, pero desde luego en este punto de desarrollo se ha convertido en la principal baza de la entrega. No es la primera vez que un juego de terror se adapta al cooperativo y ya hemos visto obras como Obscure o el más reciente Resident Evil 5, pero también es cierto que solían ser juegos de acción en tercera persona. Por lo general la acción en primera persona le es muy fácil desviarse del camino de terror, así que son muchas las incógnitas de hasta dónde podrá llegar F.3.A.R., pero en Day 1 Studios son optimistas con lo que están consiguiendo.
Es aquí donde la información ya conocida hasta el momento juega su papel fundamental a la hora de convencer a los aficionados de que se respetan completamente las señas de identidad de la franquicia y tan solo se da un pequeño paso adelante para explotar nuevas formas de terror. Para empezar, los protagonistas son los dos hombres principales de la entrega original: Point Man, a quien controlaba el usuario, y Paxton Fettel, el gran enemigo de aquel capítulo. Serán los dos hombres a los que encarnarán los usuarios en este nuevo capítulo, pero como es lógico, las rencillas del pasado entre ambos personajes provocarán que su alianza forzada no sea precisamente fiable y férrea.
Recordemos que ambos son hermanos, y que Point Man tenía el objetivo último de eliminar a Fettel. Point Man era un súper soldado, con grandes habilidades y miembro de un escuadrón especial de asalto. Fettel, por su parte, poseía asombrosos poderes telepáticos, aunque los usaba para el mal y se dedicaba sol a matar inocentes con ellos. Como todo jugador del primer F.E.A.R. ya sabe, Fettel debería estar muerto a estas alturas, pero en vez de eso se ha convertido en una entidad no muerta. En este escenario vemos cómo Fettel regresa, obsesionado con encontrar a Alma, la desconcertante niña y mujer que nos ha estado aterrorizando durante los dos capítulos anteriores.
Los motivos por los que busca a Alma son inciertos, pero para salirse con la suya necesita la ayuda de su hermano, al cual parece controlar en todos sus movimientos. Tenemos así, por tanto, a dos personajes radicalmente opuestos y cargados con una moralidad, unas habilidades y unos objetivos diferentes a la par que similares. Esto garantiza, y este es uno de los grandes aciertos de F.3.A.R., una jugabilidad diferente según a cuál de los dos hermanos se controle. En la piel de Point Man, la experiencia de juego será prácticamente idéntica a la de los capítulos anteriores; es decir, un shooter en primera persona en el que tendremos a nuestra disposición todo tipo de armamento militar (destacando las metralletas y llegando a armas imposibles pero muy útiles).
No faltará, claro está, un elemento clásico de la franquicia como es la habilidad para ralentizar el tiempo y poder realizar acometidas o defendernos de los ataques rivales sin que los enemigos sean conscientes de lo que estamos haciendo. La mayor novedad en esta jugabilidad clásica nos la encontramos en el nuevo sistema de cobertura, que ofrecerá nuevas opciones tácticas y nos ayudará a afrontar de otra manera las embestidas enemigas. Pero es en Paxton Fettel donde nos encontramos una jugabilidad completamente nueva que nada tiene que ver con el enfoque militar que regía a la franquicia hasta ahora.
Fettel hace uso de sus habilidades telepáticas y aprovecha las características nuevas que le aporta el hecho de ser un no muerto. Fettel tiene a su disposición ondas de energía telequinética con las que puede jugar con sus enemigos, mandándolos por el aire y aturdiéndolos durante unos instantes. Además, posee la habilidad de poseer a los enemigos, controlándolos y haciendo uso de todos sus patrones de movimiento y ataque. Además, tiene la habilidad de ver puertas y pasadizos que no se ven en condiciones normales. Lo más interesante de esto es que solo él las verá y las podrá utilizar en un principio, salvo que el jugador opte por compartir esta información con el otro usuario, Point Man.
Así se confirma que la cooperación entre ambos jugadores no será simplemente directa y estática, ya que habrá varios caminos y alternativas y los usuarios podrán tener un cierto margen de maniobra para decidir en qué términos quieren colaborar. Habrá que ver cómo se lleva, pero en principio se asegura que los jugadores pueden colaborar o no, dándole así una mayor credibilidad a las tensiones existentes entre los hermanos, compañeros forzosos. No faltarán tampoco los combates de mechas, que según se ha asegurado serán mucho más intensos, y lejos de ser una sección relajada de control absoluto, nos obligarán a tener mucho cuidado con nuestra vitalidad y, más importante todavía, la munición de la que disponemos. Según dicen, su papel en el desarrollo de la historia será mucho más importante que en entregas anteriores.
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