Mario Kart se saca el carnet...

Hace pocos días analizábamos el juego de conducción arcade que iba a rivalizar con el que hoy nos ocupa. Split/Second: Velocity, de Black Rock Studios, se lanzaba en unas fechas que coincidían casi totalmente con la nueva obra de Bizarre Creations, los creadores de varios juegos de conducción desde la extinta PSX, con Formula 1'97 como su máximo exponente de la generación de los 32 bits, y presentando en Dreamcast el juego Metrópolis Street Racer, uno de los más recordados del género en la consola de SEGA. En la generación actual, cambiaron ligeramente la mecánica de juego de MSR y con un enfoque muy similar nació Project Gotham Racing, exclusivo de Xbox360 y cuya cuarta parte resultó pletórica tanto en el plano jugable como en el técnico. Está claro que estos chicos sabían lo que hacían, con un marcado aire semi-simulador en la conducción y un desarrollo arcade que premiaba el estilo conduciendo y las acrobacias al volante.

Sin embargo, una serie de decisiones empresariales han hecho que la franquicia PGR quede en manos de Microsoft, teniendo Bizarre Creations que volver a empezar desde cero para crear otra nueva saga que rompiese moldes. Lo primero que decidieron es que el género se mantendría, vista su maestría en este sentido. Lo segundo, que romperían casi totalmente con el realismo visual que empañaba cada juego anterior. Querían hacer algo nuevo, algo que cogiese desprevenido al público, algo que los jugadores no esperasen por parte de Bizarre Creations. Y llegó BLUR. Si en el análisis de Split/Second: Velocity decíamos que 'BurnOut' marcó el desarrollo de los juegos de conducción arcade en general, y ése en particular, en el caso que hoy nos ocupa podríamos decir que 'Mario Kart' es la fuente original. Sin lugar a dudas.

Sin embargo, lejos de coger todos y cada uno de sus conceptos, Bizarre Creations ha decidido que, si bien la raíz del conjunto bebe totalmente del juego de Nintendo, se han apoyado mucho en otros títulos clave también del género. Desde 'Need for Speed', pasando por el ya antes citado 'BurnOut' (pieza clave de esta última década, sin duda) y con reminiscencias de su anterior clásico Project Gotham Racing. BLUR es una amalgama de sabores que proceden de estos clásicos nombrados, que destila acción frenética en todo momento, pero que posee el toque personal e intransferible de Bizarre. Con todo, y aunque pueda parecer de inicio algo pesimista, BLUR no llega al nivel de su anterior saga, y es que resulta muy difícil competir contra algo tan redondo en todos sus apartados...

La idea de coches con licencias reales corriendo por circuitos ambientados en ciudades, zonas industriales, etc, y que se encuentran llenos de ítems que nos servirán para dejar atrás a los demás contrincantes, o para dejarnos a nosotros en la estacada, resulta atractiva. Si a eso le añadimos un más que exigible -y por fin incluido en un juego- modo para 4 jugadores simultáneos en una misma consola, veremos que su inicial planteamiento con sabor a 'ya conocido' no puede ser tomado en el sentido negativo. Bien es cierto que no innova todo lo que debería, pero no podemos más que agradecer a Bizarre su intención de homenajear al juego de conducción de Mario añadiendo las máximas opciones posibles y aún así resultar un producto fresco. Mejorable, pero muy interesante y divertido a simple vista.

Realmente, además, han sabido llamar la atención de este redactor con una intro que me ha tocado la fibra sensible con la elección musical: el tema de Ennio Morricone 'The Ecstasy of Gold'en plan techno, parte clave de la música cinematográfica y pieza inicial de los conciertos de Metallica desde 1983. Con esa decisión no podía más que tener ojos sólo para ellos, y desde ahí hasta hacerme con el control del juego ha sido un no parar. BLUR presenta sus poderes al trono de mejor arcade de conducción del año. Veamos nuestro veredicto…

Dudosa realidad
BLUR posee un apartado gráfico que puede ser perfectamente uno de sus puntos más débiles. Si bien el motor gráfico es muy robusto, con 20 coches en pista y con gran suavidad en la tasa de frames, se echa en falta un mayor trabajo artístico en varios aspectos. La intro, a modo de bullet time, es resultona y cumple su función de ofrecer un momento cualquiera de una carrera cualquiera mientras coches saltan por los aires, etc, realizado todo con el motor del juego. Los menús son fáciles e intuitivos, aunque quizás peca en demasía de la utilización de los efectos de neón y grandes contrastes. La navegación basada en grandes iconos repartidos en dos campos bien visibles (1 jugador y Multijugador) también nos permite acceder claramente a la parte que queramos desde el principio. Destacar que en cualquier momento de las carreras podremos pausar la acción y entrar en el modo foto para sacar una instantánea, pudiendo modificar opciones de filtro, apertura de obturador, contraste, etc.

En cuanto al juego en sí, encontramos que visualmente BLUR se queda algo atrás, aunque a nivel técnico sus bondades sean lo suficientemente fuertes como para no ser una parte tan negativa. En el lado positivo, tenemos que destacar -como decíamos antes- una fluidez de cuadros por segundo incorruptible, con una buena sensación de velocidad y algún momento realmente frenético (encadenar, por ejemplo, 3 ítems de turbo). Incluso en el modo a pantalla partida para 4 jugadores se logra un nivel más que competente, y una visualización limpia y correcta (lo verdaderamente importante, para lograr que los usuarios no tengan que entornar los ojos para adivinar algo). A ello ayuda sobremanera que los escenarios sean, sin lugar a dudas, la parte más floja del título. A pesar de tener varias pistas repartidas por varias localizaciones del mundo (incluso una pista en Barcelona), con atajos, etc, los trazados son bastante básicos en cuanto a geometría mostrada en pantalla. Elementos móviles o decorativos encontramos bastantes pocos, y todos ellos realizados de forma básica. Las pistas por ciudad son las que más llaman la atención, con calles totalmente desiertas y faltas de vida.

Los vehículos tienen unos modelados que cumplen simplemente, mostrando desperfectos en tiempo real en sus carrocerías, pero aún así denotan su esquemática poligonización. Hay muchos modelos, deportivos, pick-ups, hummers, Beetles, etc, repartidos en 5 categorías distintas, y con sólo dos cámaras disponibles en carrera, una exterior desde el parachoques y otra trasera posterior -olvidaos de los interiores fantásticos de PGR-. Los efectos aplicados sobre la chapa de los distintos vehículos no destaca precisamente por su brillantez, y simplemente se dedican a cumplir con lo mínimo exigible. Algo parecido le ocurre al juego en cuanto a su texturizado. Los coches específicos de los final bosses sí poseen unos acabados decorativos especiales, pero los demás vehículos sólo pueden ser modificados con colores planos. Los entornos, además, poseen unos mapeados de texturas muy básicos en su mayoría, y la falta de detalles visuales en general nos deja la sensación de estar ante un apartado gráfico por acabar. 

Los ítems a recoger por las pistas poseen unos filtros gráficos que si bien le dan personalidad a cada uno de los efectos, podrían (deberían) estar mejor acabados. La gestión de partículas para el agua (bastante cutre), polvo, tierra o elementos que pierden los coches al destrozarse son mínimos. Lo mismo podríamos decir de los efectos lumínicos, que dan la sensación de que faltan por aplicarse al juego. Incluso cuando un coches es alcanzado por una mina, por un rayo o un misil, la repercusión de este hecho en cuanto a representación visual afecta únicamente al coche y no a sus alrededores, que no son objeto ni de la luz que se desprende ni de las sombras que se puedan crear. En cuanto a la luz ambiental, tampoco destaca en demasía su aplicación sobre el conjunto, dejando una sensación global de que si bien el juego es rápido y suave con gran cantidad de vehículos en pista, ni los efectos gráficos ni los entornos llegan a un nivel adecuado a lo que debería dar de sí un grupo desarrollador como Bizarre Creations.

Por último, tenemos que nombrar también en el plano mejorable los distintos diseños de los final bosses creados en los 9 niveles que encontraremos en el modo 1 jugador. Con cada uno de ello tendremos que enfrentarnos, y aunque no los veremos en escenas intermedias, sí estarán en los menús mostrando sus poses. Bien, no podemos más que lamentar el escaso interés mostrado por Bizarre Creations en hacerlos medianamente interesantes, ya que parecen los típicos personajes estereotipados de cualquier juego de medio pelo, algo que creíamos que no estaría presente en un título de esta desarrolladora. Como decimos, es verdad que durante las carreras no los veremos, ni nos hablarán, etc, pero desde luego que el diseño se podría mejorar bastante. En definitiva, BLUR ofrece velocidad, suavidad del motor gráfico y muchos coches en pantalla. En contra ofrece unos diseños de circuitos y efectos gráficos algo desafados y mejorables. Está claro que lo mejor de BLUR tiene que estar en su jugabilidad...

Motores musicales
Además del genial 'The ecstasy of gold' techno, BLUR pone en pantalla una variedad de temas que, si bien, no es muy numerosa, cumple sobradamente para lo que se habían marcado como objetivo los chicos de Bizarre Creations. Y es que el protagonismo de la música durante las carreras es mínimo, por no decir nulo. La música se limita a ser nuestra acompañante consciente en los menús, y en las carreras entre tanto efecto de sonido de proyectiles, explosiones, derrapes, frenazos, etc, forma parte testimonial de las mismas. No es esta una decisión que nos parezca errónea, ni mucho menos, ya que los FX toman el control de forma notable. Sin embargo nos parece que si bien la decisión puede tener su parte de lógica, resulta chocante que un arcade de conducción no posea una banda sonora que atrape al jugador y que ambiente las carreras con más fuerza. 'BurnOut 2: Point of Impact' es un buen ejemplo de ello, con una BSO totalmente brutal. Algo que falla en BLUR.

El rugido de los leones
Como decíamos, si la banda sonora no logra hacerse notar, los FX de sonido toman el relevo y lo hacen con mucho estilo. Cada ítem de la carrera tiene su correspondiente sonido particular e intransferible, y en ocasiones suenan distinto si lo utilizamos de forma ofensiva o defensiva, siendo reconocibles después de varias horas a los mandos además de muy contundentes en su reproducción. Los motores suenan potentes y el sonido de los neumáticos sobre cada superficie, muy cuidado. Las voces en castellano de nuestra guía nos indicarán desde el mismo inicio del juego cada parte, cada tipo de carrera y cada enfrentamiento. Cumple perfectamente con su cometido, y además la ambientación sonora conseguida es de gran nivel en todos los sentidos. Quizás podríamos esperar algo más de profusión de efectos de sonido en las carreras, haciéndolas más espectaculares. De la forma en que se han programado resulta efectivo y potente, pero algo sobrio de más para ser un arcade. De buen nivel, pero con margen para la mejora.

Controla a la bestia
Si algo está claro que le gusta a Bizarre Creations, es lograr que los usuarios pasen tiempo con el juego antes de sentir que lo controlan totalmente, y a sus vehículos. Ya pasó con Metrópolis Street Racer, con Project Gotham Racing y pasa ahora con BLUR. Por mucho que encontremos diferencias entre los dos primeros y éste último con respecto a la mecánica de juego y su acentuado sabor arcade, todos ellos nos obligan a controlar el coche a un nivel alto si queremos lograr todos los objetivos que nos marcan desde el inicio. Al principio la sensación que tendremos será que es imposible lograr todos los objetivos al mismo tiempo, pero pasadas unas horas veremos resquicios de luz y la seguridad de que se puede lograr. Para ello han logrado un control de los vehículos que responde perfectamente si nos amoldamos a las características de cada uno, marcadas inicialmente en los menús, y que nos harán saber si corre más, si tiene más agarre o si por el contrario es más resistente a los golpes. Aprovechar sus cualidades será importante para lograr los objetivos. Obviamente, habrá coches mejor adaptados a ciertos circuitos y a ciertos objetivos, pero este hecho sólo podremos aprovecharlo a la larga debido a un pequeño fallo en el diseño de menús y de configuración, ya que Bizarre Creations no nos mostrará el diseño del circuito ANTES de elegir coche, con lo cual únicamente después de varias horas por los distintos trazados sabremos de antemano qué coche es el mejor para ese circuito.

El estilo de juego adaptado de 'Mario Kart' nos pone en carreras de coches -todos con licencias reales de muy distintas marcas y de muy distintos segmentos: Audi, Ford, Mustang, BMW, Hummer, Toyota, Volkswagen, Renault, Lotus, Chevrolet, etc- donde pasaremos por un trazado repleto de ítems que podremos recoger y utilizar en carrera, ya sea para nuestro beneficio o para deshacernos de los contrarios. Encontraremos ocho tipos de ítems distintos: Nitro, lógicamente para poder meter un acelerón al coche que nos haga adelantar varias posiciones. Reparación, un ítem que nos permitirá reparar el coche en carrera antes de quedar totalmente destrozado y fuera de carrera. Mina, una bomba que podemos dejar en un lugar concreto de la carretera para que cuando pase el siguiente coche le cause pérdida de tiempo y desperfectos. Descarga, es un misil teledirigido que va directamente al coche directamente delante del nuestro. Empujón, nos permitirá deshacernos de los coches que nos rodean, si están muy pegados a nosotros, con este ítem una fuerza originada desde nuestro vehículo los expulsará y les hará perder el control. Rayo es un ítem que produce unas descargas eléctricas -3 rayos en un área concentrada- para que los coches que pasen por su zona de influencia sufran daños. El ítem Proyectil nos permitirá 'disparar' 3 balas al coche que tengamos delante, haciéndole perder tiempo; hay que tener en cuenta que disparará sólo en línea recta, con lo que tendremos que apuntar bien. Finalmente, el ítem Escudo nos protegerá de cualquier ataque de los antes nombrados.

Excepto los ítems Reparar y Escudo, todos los demás podrán ser utilizados hacia delante o hacia atrás, según nos haga falta. Si vamos en primera posición, podremos lanzar los ítems hacia atrás para estorbar a nuestros perseguidores, y evitar que nos alcancen. Al mismo tiempo, hay algunos ítems que podremos utilizar de forma defensiva: por ejemplo, Nitro si lo aplicamos hacia atrás nos hará frenar de forma muy brusca, evitando un choque contra una pared. Una Mina nos permitirá deshacernos de una Descarga que nos persigue si lo lanzamos también hacia atrás, y lo mismo podremos hacer con los Proyectiles. Cada coche podrá recoger 3 ítems a la vez, y utilizarlos según el convengan en cada momento. Con un botón vamos pasando de un ítem a otro, y con otro los activaremos. Saber cuál utilizar en cada ocasión será la clave para ganar carreras y fans. Además, la posición de los ítems será siempre la misma en cada pista, con lo que memorizar sus posiciones será beneficioso ya que sabremos por dónde pasar para coger el que nos interesa, añadiendo un toque estratégico a cada carrera. Claro está que, al no correr solos, también dependemos de que los demás vehículos no los recojan justo antes de pasar nosotros, así que las carreras se vuelven realmente frenéticas y divertidas mientras tenemos en cuenta todas estas cuestiones. Puede parecer un poco lioso o caótico tener que atender a tantas cosas a la vez, pero no resulta nada complicado hacerse con los mandos del juego. Otra cosa es llegar a controlarlo...

Cada carrera estará estructurada en unos objetivos que tendremos que cumplir. Para avanzar necesitamos ganar 'luces' (unidad de puntuación) y fans. Las luces se ganan según la posición en la que quedemos, y los fans los lograremos realizando maniobras espectaculares en carrera y realizando los retos de fans que se presentan con un icono en cada carrera. Unos retos serán para pasar por unas puertas al mismo tiempo que estamos en plena carrera, y otros retos serán por realizar alguna acción concreta (por ejemplo, adelantar tres coches con un Nitro, derrapar y utilizar Empujón al mismo tiempo, etc). Cada reto de fans nos hará ganar una cantidad de ellos, e ir pasando de niveles de fans nos permitirá acceder a nuevos coches. Al ganar 'luces' iremos superando pruebas y podremos acceder a nuevas fases y niveles. Las "Carreras" pueden ser de varios tipos, las clásicas contra otros 19 vehículos, las 'Punto de Control' que será un tipo de contrarreloj en el que debemos pasar por una puerta concreta no antes de que se acabe el tiempo, si no con una cantidad de segundos de sobra. También tendremos el tipo 'Destrucción' donde sólo con el ítem Proyectil disparando a los demás vehículos y recogiendo cronos por la pista, para ganar segundos de vida, tendremos que superar una puntuación inicialmente marcada. Incluso pruebas al más puro estilo "Destruction Derby".

El modo 1 jugador está dividido en 9 niveles distintos, donde encontraremos 7 pruebas que pueden ser de las antes nombradas en cualquier orden. Además, debemos cumplir 4 exigencias de jefe final para poder correr contra él en un cara a cara (además de llegar a un número determinado de luces como mínimo). Una vez cumplidos los objetivos, nos encontraremos en una carrera contra ese final boss, donde mostrará su forma de conducir y su maestría utilizando los ítems en carrera. Llegados a este punto, es cuando nombramos uno de los pilares de BLUR: la estupenda IA aplicada a los demás conductores. Ya no sólo en el modo 1 contra 1, si no en las carreras normales, podremos ver claramente el buen trabajo llevado a cabo por Bizarre Creations en la programación de rutinas de IA distintas, y lo bien aplicadas que están al juego. En los casos de los final bosses nos encontramos con unos contrincantes que corren mucho -por las características de sus vehículos, preparados y con añadidos a los ítems como un nº mayor de proyectiles a disparar, u otro ítem potenciado para ser más demoledor)-, pero que saben utilizar los ítems de una forma muy inteligente. En las carreras multitudinarias, veremos cómo se mueven, cómo utilizan los coches y cómo nos tapan la recogida de un ítem, o cómo nos intentan desestabilizar en un salto, etc. Los tres niveles de dificultad dan para mucho tiempo de juego, siendo el nivel Normal ya un desafío notable. En este caso sólo podemos aplaudir a Bizarre Creations por su buen hacer, al ofrecernos retos continuos y diversión de alto nivel.

Los modos de juego se dividen en dos categorías muy claras: 1 jugador y multijugador. En el primer bloque tendremos el Modo en solitario, que ya hemos explicado antes. Tendremos también el modo Foto, donde podremos ver las fotos sacadas en carrera como explicamos anteriormente. El modo Exposición nos permitirá observar cada vehículo desde todos los ángulos posibles, y añadir o cambiar los modificadores que hayamos ganado en las carreras de 1 contra 1. Tendremos además la opción de ver las pegatinas que vayamos ganando según los objetivos conseguidos, y el modo Desafío de amigo, que aún siendo un modo para 1 jugador, nos permitirá ver qué récords poseen nuestros amigos on-line en ciertas pistas, e intentar superarlos. Es una manera muy inteligente de añadir duración a un título y al mismo tiempo hacerlo muy entretenido y competitivo con tu lista de contactos. El modo multijugador puede ser a pantalla partida para 4 jugadores, por interconexión de sistemas o vía on-line. Tendremos modos cooperativos y competitivos para hasta 20 jugadores en línea simultáneamente.

En definitiva, BLUR es un juego perfectamente estructurado, con una IA realmente conseguida, con gran cantidad de pruebas. Largo, adictivo, e ideal para jugar en compañía de amigos. Tiene algunos defectos, claro está, como por ejemplo su particular forma de decidir cuándo resetear un coche que ha tenido un choque y volver a meterlo en carrera, que unas veces ocurre de una manera y otras de un modo muy diferente. También se hace algo farragoso tener que cumplir los retos de fans cuando están luchando con otros 10 coches en ese momento para pasar por las compuertas, o el diseño de menús que no permite ver el circuito hasta después de haber elegido coche. Pero por muchos detalles más, BLUR es realmente divertido, se convierte en un reto verdaderamente complicado en los niveles más altos para cumplir todos los objetivos en una sola carrera, y su curva de aprendizaje nos obliga a controlar cada coche y memorizar cada circuito de forma muy precisa. Todo un arcade bien elaborado que, con muy poco más, podría ser realmente brillante. Un poco mas de carisma y un mejor diseño visual le haría ganar unos cuantos enteros.

Comparando resultados
BLUR es otro de los juegos que presenta versiones más similares de una máquina a otra. Tanto a nivel técnico como jugable, no apreciamos diferencias visibles que desequilibren la balanza hacia uno de los dos lados. Su acabado es prácticamente idéntico, resultando igual para los poseedores de las dos máquinas. Se ha conseguido un resultado técnico muy similar, un limpio y claro apartado gráfico unido a una suavidad en el motor gráfico excelente en ambas versiones. Los modos de juego no difieren en absoluto, con lo que los poseedores de ambas consolas podrán hacerse con cualquiera de ellos desde la más absoluta confianza y sin temor a quedarse con la versión técnicamente inferior en ningún caso. Gran trabajo.

Técnicamente pone en pantalla ciudades y entornos bien cuidados, no con mucho detalle, pero lo suficiente como para que los 20 coches que veremos simultáneamente en juego tengan un nivel de acabado más que aceptable, y sobre todo una suavidad en juego encomiable si tenemos en cuenta la cantidad de efectos que se veremos al utilizar los ítems. La sensación de velocidad también es muy alta con los coches de más categoría, y el desarrollo de la jugabilidad se ha diseñado de forma bastante coherente y que implica al jugador en las decisiones. Hay algunos pequeños fallos de diseño, como la aparición del mapa del circuito después de haber elegido coche o los continuos loadings, pero son menores y de poco calado. BLUR se erige como el arcade del momento ligeramente sobre su contrincante Split/Second: Velocity, más allá de sus aspectos estratégicos en carrera gracias a la posesión simultánea de 3 ítems, y la posibilidad de elección de cuál utilizar en cada momento. Los fans de Mario Kart se podrían dar por satisfechos también con este título, por mucho estilo 'serio' que posea. La diversión que encierra es duradera, no brillante, pero más que atractiva. Su punto débil más acusado es que puede resultar insípido a la vista, ya que la falta de carisma tanto en los diseños como en los personajes a los que nos enfrentamos terminan por retirarlo de nuestra mente para dar paso a otros momentos más logrados con otros títulos. Con todo, un juego muy divertido y para muchas horas. Bastante menos espectacular que Split/Second: Velocity, pero con algo más de 'chicha' con el mando en la mano.

L o   m e j o r .-
- IA muy bien trabajada
- Motor gráfico muy suave incluso a 4 jugadores
- El toque estratégico de las carreras
- El modo on-line es muy completo

L o   p e o r  .-
- Le falta carisma para sobresalir más
- El texturizado general y los efectos de luz, muy básicos
- Los puntos 'de fans' son un engorro