Sam & Max: Beyond Time & Space
- PlataformaWii6.5
- GéneroAventura gráfica
- DesarrolladorTelltale Games
- Lanzamiento30/04/2010
- EditorAtari
La mejor temporada con retraso
Con más de un año de diferencia respecto a la salida de la versión americana, la segunda temporada de los personajes de Steve Purcell llega por fin a España. Sam & Max protagonizan cinco episodios a cada cual más hilarante y ácido, con claras reminiscencias a sus orígenes en cómic. Una temporada sobresaliente e indispensable para todos los aventureros en su versión PC, que llega ahora a Wii tarde y mal.
No podemos empezar este análisis sin criticar la actitud que Namco Bandai España ha tenido con una de las mejores aventuras gráficas del estudio californiano de TellTale. La mejor temporada de Sam & Max ha sido ninguneada por completo con retrasos injustificados y lo que es más grave la cancelación del título en su versión para PC, siendo España el único país europeo que no la recibe, más cuando el resto de versiones europeas cuentan con subtítulos en nuestro idioma. Es de juzgado de guardia el despropósito sucedido en España, publicando además esta versión de Wii que resulta cara y una conversión bastante mediocre de la versión de PC.
La segunda temporada, que fue renombrada a posteriori con la coletilla "Beyond Time & Space", cuenta con un total de cinco capítulos independientes que se enlazan bajo un pequeño hilo argumental común, aunque cada uno de ellos se puede ver como una aventura completa por sí misma. El número de episodios es la primera diferencia y prácticamente la única a peor frente a la temporada anterior, que estaba formada por seis capítulos frente a los cinco de la actual. Aun así, el nivel de los cinco capítulos presentes no cuenta con altibajos notables que sí tenía la primera temporada, manteniéndose con una calidad encomiable capítulo a capítulo con el súmmum del excelente último episodio.
A pesar de que pueda haber reticencias sobre la imposición del formato episódico frente a una aventura completa en sí misma, los chicos de TellTale se las ingeniaron para dotar a cada episodio de su propia esencia ya desde la primera temporada, y le han dado continuidad en ésta segunda. De los episodios anteriores se han recuperado personajes y escenarios, aunque con los cambios pertinentes para evitar un descarado copia y pega. De anteriores episodios se rescatan personajes ya recurrentes como Sybill, Bosco, los frenéticos Soda Poppers que tanta guerra dieron la temporada anterior, o los entrañables COPS que se estrenaron en el penúltimo episodio de la pasada temporada. De igual forma, muchas de las localizaciones ya visitadas se dan cita en los nuevos cinco episodios, será principalmente el vecindario de los protagonistas con los respectivos locales de los secundarios.
Pero con la llegada de nuevas aventuras, también lo hacen nuevas localizaciones y divertidos personajes. La nueva temporada se abre con el ataque de un robot gigante que destroza literalmente parte del vecindario, y del que pronto descubriremos su lugar de origen: un regalo del entrañable Santa Claus. Tras el viaje al polo Norte para concluir esta primera misión, visitaremos la isla de Pascua, una discoteca en un oscuro castillo regentada por un peculiar vampiro, viajaremos en el espacio-tiempo en el interior de una nave espacial y por último le haremos una visita a Belcebú en sus oficinas en el infierno.
Directamente de los cómics, se rescata a Flint Paper, que ya hizo un pequeño cameo en Hit The Road. Este personaje es el detective privado vecino de los protagonistas y caracterizado por sus agresivos métodos para resolver sus casos, que veremos en acción a lo largo de la nueva temporada. Por otro lado, un nuevo personaje femenino llega al vecindario: Stinky, que será la camarera de la cafetería del mismo nombre y localización recurrente a lo largo de la nueva temporada. A estos dos importantes personajes se suman otros como los citados Belcebú, Jurgen el vampiro y, además, unas parlantes cabezas Moai, unos extraños mariachis e incluso la madre de Bosco, dando lugar todos a disparatadas situaciones y divertidos giros en la historia.
Por otro lado, en los escenarios se nota una gran mejoría en todos los aspectos y un buen trabajo de diseño tras ellos. A pesar incluso del ya comentado reciclaje de localizaciones, los nuevos escenarios son ante todo originales y con mucho contenido para explorar e interactuar. Del gélido Polo Norte del primer episodio, pasamos a una exótica y colorida Isla de Pascua que trae a la memoria los alocados escenarios de Hit the Road. De igual forma lo harán los del resto de episodios a su propia manera y estilo, dando a fin de cuentas el mejor catálogo de escenarios de las dos temporadas de Sam & Max. En cuanto a extensión de los mismos, se anteponen los escenarios medianamente amplios con sus respectivos desplazamientos horizontales, aunque también están presentes otros más compactos y pequeños. Si bien la mayoría de los episodios basan la acción en nuevos lugares, el cuarto capítulo nos invita a visitar los ya conocidos escenarios en varios momentos temporales, que no sólo nos permitirán ver los cambios en los mismos, sino también en los personajes que están presentes.
El estilo de juego no ha variado ni un ápice frente a la temporada anterior, basándose una vez más en el consagrado Point'n'Click de antaño. El puntero de juego es contextual, esto quiere decir que, dependiendo del objeto apuntado, la acción variará dinámicamente entre las clásicas: coger, hablar, usar, ver, empujar. No obstante, a pesar de ser tan válido como los clásicos sistemas de verbos o punteros con diferentes iconos, el hecho de tener un único puntero para todo reduce las acción que podemos intentar hacer con un determinado objeto. Además, se sigue echando en falta el divertido icono con la cabeza de Max que tan buenos momentos hacía pasar en el clásico de LucasArts y que los chicos de TellTales no aprovecharon para sus temporadas. Pero que nadie se asuste, porque a pesar de ello Max seguirá en su línea de siempre.
En la parte inferior nos encontramos el clásico inventario, donde se irán almacenando todos los objetos que vayamos recogiendo a lo largo de cada aventura. Pinchando en uno de ellos lo podremos sacar del inventario para interactuar con los elementos del escenario, y de nuevo de forma contextual las acciones variarán entre usar y dar. Desgraciadamente, seguimos sin poder usar elementos del inventario entre sí para dar lugar a nuevos objetos, capacidad que los desarrolladores han dotado a los Tales of Monkey Island a posteriori y que esperemos ver en la tercera temporada de Sam & Max.
Los diálogos continúan la trayectoria de la temporada anterior y son coherentes con los orígenes de los personajes en los cómics de Steve Purcell. Sam se caracteriza por largas y rebuscadas frases que en la temporada anterior a buen seguro pusieron de los nervios a los encargados de la localización del título, y por su parte los diálogos de Max están llenos de humor ácido y violencia gratuita. El nivel del doblaje original de nuevo encomiable y, a pesar de los detractores de la llegada de voces en inglés, la calidad es sobresaliente y la esperada presencia de los subtítulos en castellano sería suficiente para seguir sin problemas el resto de aventuras.
Uno de los puntos más criticados en la temporada anterior fueron los minijuegos arcade en los que íbamos conduciendo el DeSoto de los protagonistas. Estos juegos de conducción eran ante todo monótonos, aburridos y rompían la dinámica de la aventura. Para esta segunda aventura, los desarrolladores de TellTale han aprendido la lección y nos han obsequiado con unos minijuegos que hacen gala del estilo desenfadado de los protagonistas: atropellar muñecos de Elmo, un pequeño Guitar Hero con gaitas o repartir discos de música a una horda de zombies en un bonito vecindario americano. Además, ahora podremos repetir cuando queramos estos minijuegos con los que desbloquear pegatinas para decorar nuestro vehículo.
Las cinco aventuras mantienen la media de duración del resto de los títulos de TellTales, alrededor de 3 o 4 horas por episodio. Evidentemente aquí entra en juego la experiencia del jugador en el género para resolver los distintos puzles, algunos muy rebuscados a la par que desternillantes; además la variedad de elementos interactivos da pie a pasarse tiempo buscando referencias a otros juegos o activar situaciones disparatadas.
A nivel gráfico, de nuevo muy continuista con la temporada anterior en Wii, y eso es bastante peligroso. La conversión no da la talla, no se pretende que tenga la misma resolución y acabado de PC, pero se debería haber trabajado mucho más el nivel visual. Por el resto más de lo mismo, un acabado 3D muy colorido y lleno de detalles, pero sin las complicaciones de complejos motores y efectos gráficos. Sam & Max es lo que es, una aventura de corte clásico y no necesita, al menos por ahora, más de lo que ofrece.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.