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Dead to Rights: Retribution

Dead to Rights: Retribution

Tiene derecho a ser castigado

Dead to Rights: Retribution llega a la actual generación de consolas como un renacimiento de la serie, con unos atributos jugables, gráficos y de diversión más potenciados que nunca, de la mano de Volatile Games, responsables de la adaptación al videojuego de la película Reservoir Dogs. Nueva sed de venganza para el agente Jack Slate y su inseparable amigo canino Shadow.

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La franquicia Dead to Rights se remonta a mediados de 2002, cuando apareció la primera entrega para Xbox. Con un buen recibimiento por parte de la crítica especializada, consiguió asentarse como un buen shooter en tercera persona, gracias a su buena jugabilidad y grandes dosis de diversión. Poco después dio el salto a PlayStation 2, GameCube y PC. En 2005 llegó la segunda parte conocida como Dead to Rights: Reckoning; en este caso, su calidad sufrió una importante regresión y pasó por nuestro mercado sin pena ni gloria. Incluso se lanzó una versión para PlayStation Portable que no alcanzó los mínimos deseados. De esta manera, Namco Bandai Games y Volatile Games han creído oportuno rescatar la franquicia y reinventar la fórmula aprovechando la tecnología de la actual generación.

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Así, se nos presenta una buena ocasión para dar una segunda oportunidad a un juego de acción que apuntaba muy buenas maneras con su primera edición. Al tratarse se una resurrección, de un nuevo comienzo, todos aquellos que no tuvieron la ocasión de conocer la franquicia años atrás, tienen la oportunidad de tomar contacto con las nuevas aventuras del agente Jack Slate y su amigo canino Shadow. La propuesta es bien simple, un hombre que se mueve por venganza, lo que ayudará a los nuevos jugadores a meterse de lleno en lo que tiene que ofrecer realmente Dead to Rights: Retribution, es decir, combates, tiroteos y grandes dosis de violencia al más puro estilo cinematográfico.

Tomamos el rol del policía Jack Slate, un agente antivicio del departamento de policía de Grant City. Gracias a su juventud en el cuerpo de marines de los Estados Unidos, el agente Slate ha conseguido unas habilidades para el combate fuera de lo común; tan pronto disparamos con todo tipo de armas como repartimos golpes con las mejores técnicas y llaves de lucha cuerpo a cuerpo. Aun así, Jack contará con la inestimable ayuda de Shadow, su fiel compañero canino. Shadow es un cruce entre un malamute y un lobo y resulta demasiado fiero para convertirse en un agente K9 oficial; así, acompañará a nuestro protagonista y resultará de vital importancia para las fases de infiltración. A pesar de ser extraordinariamente rápido y letal, Shadow recibe su nombre por sus excelentes cualidades entre las sombras.

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La aventura se desarrolla en Grant City, una ciudad que ha perdido la prosperidad de antaño; ahora es una urbe decadente, llena de delincuencia y violencia. Los malhechores campan a sus anchas y la corrupción es la nueva ley dominante en un metrópoli sumergida en el caos y las sombras. El agente Slate ha sido traicionado y su misión será la de llegar hasta el epicentro de un complot que resulta mucho más complicado de lo que parecía al principio. Jack y Shadow deberán unir sus fuerzas para hacer frente a incesantes oleadas de enemigos pertenecientes al Sindicato y la Triada, dos de las bandas más antiguas de la ciudad. Después de la crisis económica, estos grupos se deterioraron hasta convertirse en bandas de matones que sólo buscan el poder y el control haciendo uso de la violencia.

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El prólogo del título nos sitúa en un momento determinado en mitad de la propia historia, con un Jack bastante maltrecho y herido, sin apenas fuerzas para caminar. Llegan a los muelles de Gran City con una embarcación, después de ser atacados. Ya que Jack está muy malherido, nuestra misión consistirá en protegerle manejando a Shadow, su fiel compañero. Así, deberemos ir avanzando a través de los muelles atacando a los enemigos que traten de eliminar al policía. Con esta pequeña introducción, podremos ser testigos de unos pequeños retazos de la brutal jugabilidad que atesora Dead to Rights: Retribution. Una vez consigamos eliminar a mordiscos a todos los enemigos y Jack esté por fin a salvo, el prólogo finalizará.

Después de esta pequeña introducción, pasaremos a controlar al agente Jack Slate en solitario, unas horas antes de lo sucedido anteriormente. Unos terroristas han tomado el control de un enorme rascacielos de Grant City y están a punto de ejecutar a sus rehenes en su interior. Jack llega dispuesto a tomarse la ley por su cuenta, harto de los inútiles procedimientos policiales. De esta manera, entraremos al edificio dispuestos a eliminar a todo terrorista que se ponga delante de nosotros; así, iremos subiendo por el interior y rescatando a los civiles que vayamos encontrando. Después de probar las habilidades del perro policía, ahora podemos ver como se desenvuelve el agente con sus puños y armas. Ya en la azotea, deberemos enfrentarnos a uno de los primeros enemigos duros del juego.

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La jugabilidad basa sus cimientos en el combate, dando como resultado escenas de acción de lo más espectaculares. Por suerte, el control es accesible e intuitivo y no tardaremos en deshacernos de los primeros contrincantes. Jack dispone de dos tipos de golpes en la lucha cuerpo a cuerpo, uno más poderoso que el otro, además de la posibilidad de esquivar, bloquear y esprintar. Para las armas de fuego contamos con un completo arsenal: desde pistolas, metralletas o escopetas hasta granadas o lanzacohetes. La munición será escasa y sólo podremos usar las armas que dejen caer nuestros enemigos; así, estaremos cambiando de arma constantemente. Cabe destacar un sistema de cobertura muy eficaz que nos permitirá seguir la acción con un estilo muy cinematográfico.

Los combates gozan de una variedad de acciones y posibilidades bastante atractiva. Podemos realizar casi cualquier acción de un modo muy accesible: desde utilizar a un enemigo como escudo humano mientras disparamos a los demás, golpear a varios hombres a la vez si nos rodean y hasta esposarlos y dejarlos en el suelo inmovilizados. Aunque si preferimos acabar con ellos a puñetazo limpio, podremos realizar un movimiento final tan espectacular como violento. De hecho la violencia será un recurso muy presente en esta aventura, mostrando escenas que nos dolerán: piernas y brazos partidos, cuellos rotos, constantes headshots... Al encarar a un enemigo armado, podemos robarle el arma y, con la suficiente precisión, podremos propinarle un disparo en la cabeza para deshacernos de él rápidamente.

En cualquier momento podemos hacer uso del tiempo bala, un recurso muy socorrido en los juegos de acción que puso de moda la famosa película Matrix de los hermanos Wachowski. Resulta de gran utilidad gracias a los constantes combates con superioridad numérica por parte de los enemigos; a medida que utilicemos esta habilidad, la barra irá disminuyendo. Al realizar acciones especiales, seremos recompensados con la recuperación de dicha barra, lo que nos obligará a actuar con precisión para hacer frente a los constantes combates. Pero no sólo Jack tiene excelentes habilidades para la lucha; en las fases que controlemos a Shadow deberemos combinar la infiltración con los ataques más salvajes.

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Cuando controlemos al can, la paleta de colores cambiará a unos tonos más oscuros y grises. Las acciones con Shadow se ven más limitadas, pero no por ello resulta más aburrido controlar al agresivo perro-lobo. Sus misiones consisten en recuperar objetos infiltrándose entre enemigos o proteger a su dueño de oleadas de enemigos. Para ello podremos esprintar y lanzarnos sobre los malhechores para atacarles con las fauces bien abiertas; la manera de acabar con ellos es bastante animal, nunca mejor dicho. Desde atacar al cuello hasta destrozar la entrepierna, cualquier ataque propinado por el enorme perro causará estragos. Asimismo, podemos ocultarnos entre las sombras y utilizar nuestro sexto sentido para localizar a los enemigos detrás de las paredes, en un sistema parecido al utilizado por Batman en el exitoso Arkham Asylum.

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Así, podremos ver las siluetas de los maleantes: sus pautas de comportamiento, lo que dicen, etc. El efecto es bastante aparente; incluso veremos su sistema circulatorio y órganos vitales. Cuando salgan representados en color azul, querrá decir que no se han percatado de nuestra presencia. Si ladramos o hacemos ruido para distraerlos, su silueta se volverá amarilla, lo que querrá decir que están en alerta. Si su silueta se vuelve rojiza, significará que nos han visto e irán a por nosotros sin dudarlo. Una vez eliminados, podremos ocultar los cuerpos arrastrándolos hacia lugares más sombríos para no alertar a los demás enemigos. Unas habilidades que sin duda añaden un elemento estratégico muy atractivo a tanta sobrecarga de sangre y adrenalina.

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De hecho la sangre será constante durante toda la aventura, con incesantes salpicaduras en la pantalla que denotan el estilo implacable y adulto del título, no apto para menores ni mentes sensibles. Aunque eso sí, el diseño de personajes sigue un estilo tipo cómic, con cuerpos exagerados y facciones muy marcadas; una curiosa mezcla de conceptos, sin duda. A todo ello ayuda un apartado gráfico muy atractivo, con unos modelados muy bien realizados y un trabajo excelente en iluminación y efectos. Sólo algunas animaciones, tanto de los personajes humanos como de Shadow flojean un poco, resultando forzadas o poco creíbles. Por lo demás, un apartado técnico más que satisfactorio, que complacerá las exigencias de los que gusten del género.

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Los escenarios quedarán afectados por las múltiples explosiones y los interminables tiroteos, mostrando desperfectos 'casi' en tiempo real. Una columna, por ejemplo, podrá verse afectada por un intenso tiroteo, pero en pocos pasos ya predefinidos. Pasaremos de ver una columna intacta a otra bastante maltrecha sin mostrar los desperfectos en tiempo real tan atractivos de otros títulos; y así con la mayoría de partes destruibles. Asimismo, apreciaremos algún que otro error en objetos como rejas, que en ocasiones quedarán marcadas con marcas de balas como si de un muro se tratara. En algunos momentos también apreciaremos como las extremidades de los personajes atraviesan objetos o paredes. Aunque no son determinantes, estos aspectos menores podrían haberse cuidado algo más.

El apartado sonoro está a muy buen nivel, con melodías muy trabajadas que nos pondrán en situación constantemente; realmente, la banda sonora podría pasar por la de una superproducción de Hollywood, con temas instrumentales de gran calidad. Asimismo, en los momentos de más acción, nos acompañarán melodías más marchosas que nos ayudarán a subir los niveles de adrenalina. Los efectos sonoros son muy realistas, con los típicos sonidos de las armas; gracias a los repetidos combos y movimientos finales de ejecución, oiremos sonidos de huesos rotos, que resultan crudos y desgarradores. Los sonidos emitidos por Shadow también hacen que nos metamos en su piel de un modo muy efectivo. El único punto negativo recae en que, a pesar de contar con todos los textos de pantalla en nuestro idioma, los diálogos se han quedado en inglés.

Veremos como nuestros protagonistas se manchan de sangre con los sucesivos combates, tanto en la ropa como en las heridas que nos causen. Las texturas cumplen su cometido a muy buen nivel, aportando realismo a unos escenarios muy detallados. Los movimientos y la posición de la cámara está muy conseguida, permitiendo una buena perspectiva de lo que sucede a nuestro alrededor. Como comentan sus creadores, han conseguido aunar las virtudes tanto de los first person shooters como de los third person shooters, en el plano de la jugabilidad al apuntar, algo muy importante de este Dead to Rights. El ritmo de juego es endiablado y no ofrecerá concesiones a las pausas y descansos; estaremos constantemente peleando y esquivando balas, un auténtico infierno.

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Los enemigos a los que deberemos enfrentarnos a lo largo de la aventura no brillarán por su inteligencia, precisamente. Quizás es un aspecto a pulir, aunque el propio ritmo del juego y su propuesta marcadamente arcade no ofrece mucho margen a complicadas estrategias o comportamientos enrevesados. Los adversarios se cubrirán y nos atacarán hasta que consigamos eliminarlos, unos tras otros. La variedad tampoco es muy destacable, repitiendo modelados a lo largo del juego. Básicamente habrá dos tipos de adversarios: unos más débiles, de los que nos desharemos con relativa facilidad, y otros con más blindaje y armas más poderosas, que nos llevará más tiempo borrarlos del mapa. Apenas contaremos con información en pantalla; el arma y su munición, la barra del tiempo bala y poco más. A medida que nos hieran, se volverá del color rojiza, avisándonos que debemos cubrirnos para recuperarnos.

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A partir de cierto momento podremos dar órdenes a Shadow en mitad de los combates, tales como atacar, defender o seguir a sus presas. Resultará de gran ayuda en los momentos más complicados, cuando el número de adversarios resulte demasiado para un sólo hombre. Eso sí, si el perro cae herido, deberemos socorrerle antes de que muera. Como se ha dicho anteriormente, los combates son intensos y muy divertidos, pero a veces pecan de poca precisión; en ocasiones será complicado acertar a los enemigos si no estamos cerca de ellos. Con las armas sucede algo similar; apuntar a los enemigos correctamente (y acertar con los headshots) resulta complicado en muchas ocasiones, gracias a unos movimientos algo toscos e imprecisos. Aunque a medida que avancemos, iremos ganando en precisión y manejo.

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La aventura se desarrolla por capítulos, con un mapa de la ciudad al principio de cada uno de ellos, que nos irá informando del progreso de la historia, a modo de los clásicos beat'em up. En este sentido también aparecen varios jefes finales de capítulo, con sus propias presentaciones y que resultan más duros de eliminar. De hecho, Dead to Rights: Retribution bebe de diferentes géneros, consiguiendo un resultado cuanto menos curioso e interesante. A medida que avancemos en la historia se irán desbloqueando extras, a los que podremos acceder desde el menú principal, tales como galerías de personajes y de entornos, los vídeos de la propia historia o informes policiales.

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Dead to Rights: Retribution se nos presenta como un videojuego completamente enfocado a la acción, con un ritmo constante tan alto que no permite ningún tipo de concesión al descanso. Está claro que los que busquen descargar tensiones eliminando a oleadas de enemigos, la propuesta de Volatile Games supondrá todo un acierto. No en vano, viene acompañado por un apartado técnico a la altura y una jugabilidad a prueba de bombas. Quizás un desarrollo demasiado monótono o algunos fallos menores empañan un juego que apunta muy buenas maneras. Los fans de la acción pura y el espectáculo visual estarán de enhorabuena con las hazañas del agente Jack Slate y su compañero Shadow. Los que busquen algo más de profundidad quizás se les antoje demasiado simple.

Sea como fuere, el último exponente del exceso visual y la acción más bestial, sin reservas para mostrar la violencia más cruel y despiadada, llegará a nuestras tiendas el próximo 23 de abril, tanto para PlayStation 3 como para Xbox 360, al precio habitual de novedad. Se le podría pedir una duración mayor o que incluyera elementos que nos animaran a rejugar la aventura; aun así, resulta ideal para pasar momentos épicos, intentando enlazar los combos más brutales con los disparos más mortíferos. Con el interesante añadido de poder manejar a Shadow, se nos presentan mil y una formas distintas de eliminar a nuestros enemigos. Un policía con sed de venganza; un perro-lobo tan aterrador como obediente. La era de oscuridad en Grant City tiene los días contados.

- Buena ambientación
- Diversión y acción por partes iguales
- Espectacularidad cinematográfica
- Variedad en la jugabilidad

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7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.