Grand Theft Auto: Episodes from Liberty City
- Plataforma3609PCPS39
- GéneroAventura, Acción
- DesarrolladorRockstar North
- Lanzamiento29/10/2009 (360)16/04/2010 (PC, PS3)
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorRockstar Games
El rápido y el furioso
Las históricas expansiones de Grand Theft Auto IV, The Lost and Damned y The Ballad of Gay Tony, rompen contra todo pronóstico su exclusividad en Xbox 360 para irrumpir en PS3 y PC por la puerta grande. Es hora de regresar a Liberty City para vivir un par de odiseas de esas que dejan huella.
Nada es seguro en la industria de los videojuegos. Esta categórica frase se ha cumplido a rajatabla desde la misma génesis de la industria, aunque desde luego las exclusivas han pasado a ser ese 'algo' por lo que no merece poner la mano en el fuego en la presente generación. Es norma habitual para las empresas desarrolladoras de hardware asegurar la mayor cantidad de juegos exclusivos por parte de las third parties para así destacar por encima de la competencia (la Nintendo de las generaciones de los 8 y 16 bits era una auténtica experta en el tema, llegando a monopolizar para sus consolas la práctica totalidad del catálogo de estudios tan renombrados y relevantes como Capcom o Konami), aunque los elevados costes de producción que han llegado con la actual generación de plataformas de alta definición han acabado haciendo inviable dicha práctica. Ni Nintendo, ni Sony, ni siquiera Microsoft pueden permitirse pagar en la mayoría de las ocasiones la millonada que cuesta llevar a su plataforma de forma exclusiva la última entrega de una saga de renombre.
Aún así, la progenitora de Xbox 360 se marcó como objetivo primordial en la presente generación convertir a la saga Grand Theft Auto en una abanderada de su consola, tratando de romper así la situación de privilegio que dicha franquicia había mantenido con Sony por medio de exclusivas temporales (GTA III, GTA Vice City y GTA San Andreas) o totales (GTA Liberty & Vice City Stories). Así, en el ya lejano E3 de 2006 un desbocado Peter Moore, por entonces cabeza visible de la sección de juegos de Microsoft, saltó a la palestra con un tatuaje marcado en el brazo; dicho grabado fue su forma de anunciar que las exclusivas temporales de la saga GTA con Sony habían terminado, y que el por entonces recién anunciado nuevo capítulo de la franquicia (GTA IV) vería la luz de manera simultánea tanto en PS3 como en Xbox 360. No conforme con ello, Microsoft anunció también que GTA IV contaría con contenido descargable adicional, y que éste sería en un principio exclusivo de 360.
Un año después se concretaron los planes de lanzamiento de dicho contenido descargable: dos capítulos adicionales cargados de novedades que además pasarían a ser coto exclusivo de Xbox 360; es decir, nada de exclusividades temporales, dado que los capítulos extra jamás llegarían a aparecer en PS3. Obviamente dicha exclusiva no le salió ni mucho menos barata a Microsoft, e incluso llegó a trascender la mareante y más que cuantiosa cantidad de dinero que la compañía de Redmond pagó a Rockstar para hacerse con el monopolio del contenido extra de GTA IV. El tiempo pasó hasta que al fin, en abril de 2008 y tras sufrir no pocos retrasos, Grand Theft Auto IV irrumpió en las estanterías de las tiendas para hacer historia. Rockstar North dio a luz su enésima obra maestra, superando con ello todas las estratosféricas expectativas que los aficionados habían volcado en el proyecto.
Una vez con el capítulo principal en la calle, llegaba el turno para el contenido adicional. El ya legendario secretismo de Rockstar cubrió por completo el desarrollo de los planeados dos capítulos extra, por lo que nadie podía saber por dónde irían los tiros. Finalmente, y de nuevo tras no pocos retrasos, el primero de dichos capítulos irrumpió en Xbox Live en febrero de 2009. Se trataba de The Lost and Damned, todo un nuevo GTA ubicado en la enésima encarnación de Liberty City que llevaba casi un año maravillándonos gracias a Grand Theft Auto IV. A Rockstar North le gustaba hacer las cosas a lo grande, así que nada de limitarse a añadir un pequeño pack de armas, un puñado de misiones o un par de soporíferos mapas multijugador. TLAD era un juego completo que dejaba en evidencia al resto de compañías que usaban las plataformas digitales de descarga únicamente para obtener el máximo beneficio con el mínimo esfuerzo. Ya en octubre de aquel mismo año apareció el título que cerraba el círculo (y la trilogía GTA IV). The Ballad of Gay Tony era su nombre, hacía gala de las mismas virtudes atesoradas por su hermano descargable, y de nuevo llegaba en exclusiva a Xbox 360. Rockstar aprovechó la ocasión para lanzar en formato físico un recopilatorio que incluía ambos capítulos. Dicho pack llevó por nombre Grand Theft Auto: Episodes From Liberty City, y nuevamente fue coto exclusivo de Xbox 360.
Por supuesto, los rumores de la llegada de ambos episodios a PS3 fueron constantes a lo largo del tiempo, aunque dichos rumores era más producto del deseo de los aficionados que de hechos contrastados, dado que tanto Microsoft como Rockstar no dejaban de asegurar que la exclusividad en Xbox 360 era incuestionable. Es más, la aparición en la carátula del recopilatorio GTA Episodes From Liberty City del sello 'Only for Xbox 360' pareció cerrar el debate (dicho sello ha sido obviamente eliminado en posteriores reediciones del título). Todo el mundo dio entonces por hecho que, aunque tanto TLAD como TBOGT acabarían apareciendo en PC tarde o temprano (en el GTA IV de dicha plataforma se habían encontrado archivos de texturas correspondientes a las mencionadas expansiones), jamás lo harían en PS3. Sin embargo la situación no tardó en dar un giro de 180 grados. A finales de enero de este mismo año Rockstar anunció el lanzamiento de GTA Episodes From Liberty City en PC y PlayStation 3. La millonada que Microsoft pagó a Rockstar tres años atrás para asegurarse los capítulos descargables resultó dar como fruto una exclusividad temporal en lugar de total, llegando a extenderse un total de 14 meses en el caso de TLAD y tan sólo 6 en lo referente a TBOGT. Johnny y Luís irrumpen al fin en el resto de plataformas de alta definición de la actual generación, así que es hora de recibirlos con todos los honores.
Liberty City Trilogy
Ya de entrada es necesario dejar clara una cosa: Tal y como apuntamos en la introducción al presente análisis, tanto The Lost and Damned como The Ballad of Gay Tony deben ser considerados dos juegos completos en lugar de meras expansiones de Grand Theft Auto IV. No estamos hablando de un título principal y dos episodios opcionales, sino de una trilogía de hecho y derecho en la que se entrecruzan destinos hasta el punto de que las acciones de un determinado personaje en una de las entregas puede tener marcadas consecuencias en el devenir de los acontecimientos de otro de los capítulos. Por lo tanto, Rockstar North ha dibujado con los tres títulos antes mencionados un gigantesco cuadro que tiene como lienzo la que aún a día de hoy sigue siendo la urbe más grande y detallada jamás vista en un videojuego: Liberty City.
Puede que muchos consideren a GTA IV, TLAD y TBOGT títulos similares al desarrollarse en una misma ciudad, aunque nada más lejos de la realidad. Liberty City es tan grande que puede dar perfecta cabida a tres enormes sandbox sin que tengamos la sensación de recorrer un mismo escenario hasta la extenuación. Ello no solo se debe a la enorme extensión y cuidado en el detalle del que hace gala la Ciudad de la Libertad, ya que Rockstar North también ha puesto especial hincapié en que las zonas que visitemos en cada uno de los tres juegos difieran notablemente a pesar de los destinos cruzados a los que ya hemos hecho mención con anterioridad. Así, The Lost and Damned tiene como campo de acción principal la isla de Alderney, mientras en The Ballad of Gay Tony la zona de tránsito recurrente será Algonquin. Por supuesto en ambos títulos podemos transitar en todo momento por cualquiera de las otras dos islas principales en las que se divide Liberty City, al tiempo que varias misiones tanto principales como secundarias nos llevarán a ellas, pero se prestará especial atención a las islas anteriormente mencionadas, al igual que en GTA IV teníamos al trinomio Broker/Dukes/Bohan como principal campo de acción en buena parte del juego.
Las marcadas diferencias existentes entre cada una de las tres aventuras vienen de la mano de los propios protagonistas que encarnamos. Si GTA IV nos narraba los infortunios de Niko Bellic, inmigrante de Europa del Este que llega a Liberty City para tratar de huir de su sangriento y oscuro pasado sólo para descubrir que éste le acompañará allá donde vaya al encontrarse profundamente arraigado en su interior, tanto TLAD como TBOGT nos ponen en la piel de personajes radicalmente distintos, cuyas aventuras trascurren por lo tanto en ámbitos muy diferentes a pesar de estar situadas en un periodo temporal similar al de GTA IV. En The Lost and Damned encarnamos a Johnny Klebitz, motero de vocación y miembro de la hermandad de los Lost, el cual ve como su mundo se pone patas arriba cuando Billy, jefe de la banda de la que forma parte, regresa a escena tras un largo tiempo a la sombra para iniciar una guerra sangrienta que puede suponer la perdición de todo lo que Johnny había construido con enorme paciencia y dedicación.
La primera diferencia existente entre Johnny y Niko es evidente: Johnny lleva años viviendo en Liberty City, por lo que la ciudad ni mucho menos es extraña para él. No necesita hacer nuevas amistades, ya que un primer vistazo a su teléfono móvil nos hará ver que se encuentra repleto de contactos desde el primer segundo de juego. Algo que sin duda agradecerán aquellos jugadores de GTA IV que consideraron las citas (necesarias para acceder a las ventajas y favores suministrados por nuestras amistades y contactos) como algo monótono y repetitivo es que en The Lost and Damned ya no son necesarias. Así, podremos llamar a nuestros compañeros de hermandad para que nos suministren vehículos y armas gratuitas o a bajo precio sin que por ello tengamos que acompañarlos innumerables veces al Burger Shot o a una partida de bolos.
Las grandes protagonistas en el terreno jugable de The Lost and Damned son sin duda las motocicletas. Ya era hora de que en un GTA las motos se convirtieran en las estrellas de la función, y sin duda con el capítulo que nos ocupa los aficionados tanto a las dos ruedas como a la filosofía 'Live to ride, ride to live' verán ampliamente colmadas sus ansias. En concreto, serán las motos chopper y custom las principales beneficiadas, ya que Rockstar North ha creado una infinidad de nuevos modelos de esta clase de vehículos que podremos conducir con absoluta maestría. Johnny Klebitz lleva a lomos de una moto prácticamente desde que aprendió a andar, y eso se refleja perfectamente en el nuevo control implementado a este tipo de monturas, mucho más accesible e intuitivo. Así, en los primeros compases del juego nos sorprenderá lo fácilmente que podemos sortear el tráfico y los obstáculos aunque nos desplacemos a velocidades de vértigo, cuando llevar a cabo tales maniobras con Niko Bellic equivalía en no pocas ocasiones a acabar dando con nuestros huesos sobre el asfalto.
Por supuesto Johnny podrá conducir cualquier vehículo del juego, no solo las motos custom, aunque montar en un vehículo de cuatro ruedas se nos antojará extraño, dando con ello buena fe de que el elemento natural de nuestro protagonista es la motocicleta. The Lost and Damned explota bien este hecho en sus misiones tanto principales como secundarias. En las principales abundarán las persecuciones y tiroteos a lomos de nuestra motocicleta (en la mayoría de ocasiones nos acompañarán y ayudarán varios miembros de nuestra hermandad, los cuales pueden adquirir experiencia para mejorar tanto su resistencia al daño como su habilidad al disparar), mientras en las secundarias tendremos carreras ilegales que nos recordarán a la añorada e injustamente abandonada saga Road Rash, dado que podemos usar armas contundentes para abatir a nuestros oponentes.
The Ballad of Gay Tony nos pone en la piel del dominicano Luís Fernando López, socio y mano derecha del empresario Anthony Prince (más conocido como Gay Tony). Tony posee los dos locales nocturnos más afamados de Liberty City: el Maisonette y el Hércules, aunque diversos excesos y errores le llevan a hipotecar su futuro a algunas de las organizaciones mafiosas más peligrosas de la Ciudad de la Libertad. Las cosas no tardan en complicarse, por lo que Luís se verá obligado a trabajar para los hombres más indeseables de Liberty City para así mantener con vida a Gay Tony, al que considera, más que socio y amigo, como el padre que nunca tuvo. Si en TLAD eran las motocicletas y la fraternidad entre camaradas de hermandad la nota predominante, en TBOGT será el mundo nocturno, la exuberancia y la desproporción lo que marque el destino de personajes tanto principales como secundarios.
Las misiones principales de ambos títulos nos darán para unas veinte horas de juego, aunque por supuesto esto es Grand Theft Auto, por lo que completar el hilo narrativo de los juegos que conforman Episodes From Liberty City será sólo la punta del iceberg de la experiencia jugable. A medida que superamos misiones se nos irán abriendo un sinfín de posibilidades en forma de tareas secundarias y minijuegos. Carreras ilegales; guerras de bandas; batallas campales para hacernos con un jugoso trozo del pastel del lucrativo negocio de las drogas; encontrar y eliminar un centenar de gaviotas; jugar partidas de Air Hockey, cartas, billar, dardos o golf; gestionar el más que movido Maisonette (obviamente sólo en la piel de Luís); ver un espectáculo (ya sea comedia, número de magia, etc.); echar competiciones de pulsos con los camaradas de hermandad (aquí es Johnny el único capacitado para ello); navegar por la peculiar red de redes del universo GTA; ver diversos canales de televisión en los que se incluyen descacharrantes programas como Rangers Republicanos del Espacio o Princess Robot Bubblegum; efectuar saltos base en paracaídas
Uno de los grandes encantos de Grand Theft Auto es precisamente el poder pasárselo bomba en sesiones de juego prolongadas sin llegar en ningún momento a participar en la historia principal, y desde luego tanto The Lost and Damned como The Ballad of Gay Tony cumplen sobradamente dicho cometido, ofreciendo una enorme cantidad de novedades (mención especial al Air Hockey, juego excepcionalmente implementado al que siempre nos apetecerá echar una partida) respecto a lo visto en GTA IV. Así, la duración de cada uno de los capítulos se multiplica exponencialmente, y por si no tenemos suficiente siempre podremos echar mano al teléfono móvil de nuestro personaje para participar en las diversas modalidades multijugador que Rockstar ha incluido en ambos títulos.
En cuanto a juego online se eliminan las disciplinas que menos éxito tuvieron en GTA IV al tiempo que se mejoran y potencian las que quedan y se añaden novedades de lo más adictivas. A destacar los modos Chopper Vs. Chopper (un jugador debe pasar por diversos checkpoints a lomos de una motocicleta, mientras otro tratará de tumbarlo a bordo de un helicóptero de combate) y Protección de Testigos (un equipo encarna a un grupo de policías que deben escoltar a un testigo a comisaría, mientras el otro bando está formado por miembros de los Lost que deben eliminar a dicho confidente). En definitiva, si lo sumamos todo (misiones principales, secundarias, minijuegos y modo multijugador) tenemos título con el que divertirnos durante muchos meses.
Las novedades de Episodes From Liberty City alcanzan también a la música (nuevas emisoras de radio que ofrecen más de cincuenta canciones inéditas en total), el armamento y los vehículos a conducir. Respecto a estos dos últimos grupos, decir que son el principal motivo de que las misiones tanto en TLAD como en TBOGT sean mucho más salvajes, intensas y desenfrenadas que las incluidas en GTA IV. Las novedades en el arsenal nos ofrecen armamento mucho más letal que el empuñado por Niko Bellic en su aventura, desde recortadas de dos cañones hasta lanzagranadas, pasando por cargas de control remoto o escopetas de repetición que pueden cargarse con cartuchos explosivos. Con uno de estos 'juguetes' en nuestras manos nada se nos resistirá; da igual que sean enemigos con chalecos antibalas, vehículos blindados o helicópteros armados hasta los dientes. En el apartado de nuevos vehículos para arrasar con todo lo que se nos ponga por delante (o por detrás) destaca sin duda la tanqueta APC. No es nuestro añorado, imparable e inolvidable Rhino con el que tan buenos ratos pasamos en anteriores entregas de GTA, pero menos da una piedra.
Apartado gráfico
Dado que la versión jugable suministrada por Rockstar para la elaboración del presente análisis es la de PS3, nada podemos decir de momento acerca de la optimización gráfica de Episodes From Liberty City en PC, aunque desde luego esperamos que no arrastre los problemas que se presentaron en el GTA IV de compatibles en el momento de su lanzamiento. De lo que sí podemos dar fe es que EFLC luce en PS3 tan bien como lo hacía GTA IV en la misma consola, algo que por otra parte era de esperar. Así, respecto a la versión de Xbox 360 nos encontramos con un colorido mucho más vivo y espectacular (perceptible sobre todo en nuestros periplos nocturnos por Liberty City), además de una carga de texturas de edificios y elementos de escenario más rápida cuando conducimos a velocidades de vértigo.
La mayor capacidad de almacenaje del Blu-Ray respecto al DVD también se ha aprovechado para aumentar la resolución de los programas televisivos, por lo que a la hora de ver la tele podemos contar con una perspectiva a pantalla completa además de los dos ángulos más o menos alejados presentes en el Episodes From Liberty City de 360. Eso sí, no todo son ventajas dado que la carga de datos en el disco duro de PS3 tras introducir por primera vez el BD es obligatoria (lo que producirá la desesperación de los usuarios al ver que aún tendrán que aguardar unos minutos para poder disfrutar de su juego recién adquirido), y también nos encontramos con una definición algo más baja en el texturizado general del juego, apreciable sobre todo en primeros planos.
Do you speak english?
Tal y como es triste norma habitual en los lanzamientos de Rockstar, Episodes From Liberty City está únicamente doblado al inglés, algo que gustará más o menos dependiendo de nuestra capacidad de comprensión de la lengua anglosajona. La situación es la que es y no creemos que Rockstar la cambie jamás, por lo que al menos podemos consolarnos sabiendo que los versados en la lengua anglosajona disfrutarán de otro de esos soberbios doblajes a los que la compañía norteamericana nos tiene tan bien acostumbrados. Lo que ya sí puede llegar a molestar bastante es el hecho de que los subtítulos en castellano sólo alcanzan a los elementos esenciales del juego (diálogos entre personajes durante las misiones, conversaciones telefónicas, etc.), mientras la mayoría de elementos secundarios se han dejado sin subtitular.
Es el caso de las conversaciones entre peatones, los canales de televisión, una buena parte de las páginas web disponibles en la particular versión de la red de redes del universo GTA, las noticias que podemos escuchar por la radio, las propias conversaciones de los locutores La mayoría de los aspectos que no han entrado en el subtitulado del juego son de corte humorístico, algo que aún escuece más. Perderse los descacharrantes diálogos de Princess Robot Bubblegum (por poner un ejemplo) a causa de que Rockstar no se haya molestado en subtitularlos es algo sin duda denunciable y motivo más que suficiente para que se lance un parche a no mucho tardar que solvente el problema; aunque teniendo en cuenta que GTA IV también lo sufría y no se ha hecho nada al respecto...
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.