Xenoblade
Primero fue Monado: Beginning of the World, un JRPG exclusivo que se dejaba ver en el E32009 sin hacer demasiado ruido. Luego, los rumores que apuntaban hacia una posible continuación de la franquicia Xeno, que finalmente serían descartados en una entrevista que Tetsuya Takahashi ofrecía a Famitsu como antesala del lanzamiento del título. Ahora que ya se conocen datos sustanciales sobre su mecánica, motor gráfico y argumento, es hora de pasar a descubrir qué ofrecerá realmente este misterioso título cuando vea la luz en Japón dentro de unos meses. Mucho se espera de la nueva obra del considerado alma mater de Chrono Trigger.
Tetsuya Takahashi no es el productor de JRPGs más conocido en la actualidad. No cuenta si quiera con el reconocimiento que merecen sus obras icónicas, representadas en las pieles de Baten Kaitos y Xenosaga. Puede que sea la segunda la más representativa de la originalidad que desprende el líder de Monolith Soft., que todavía hoy lamenta ser popular por su trabajo en Squaresoft antes que la compañía que dirige de forma exitosa. Todos los proyectos que ha creado se han saldado con ventas astronómicas en el país del sol naciente, sin contar con las colaboraciones de las que ha podido hacer gala a lo largo de la década en la que se ha dedicado a trabajar en solitario. Con todo, Takahashi es consciente de que las obras de su estudio no se venden por sí solas en occidente. Quizás en el viejo continente sí se ha sabido apreciar su trabajo, aunque desde luego en Estados Unidos las cosas son bastante diferentes.
Por todo lo anteriormente expuesto, el sendero que ha recorrido Xenoblade desde que fuese presentado oficialmente ante el gran público en el pasado E3 de 2009 hasta hoy ha sido duro, repleto de obstáculos que han sido superados con la sabiduría adquirida a lo largo de todos estos años de experiencia en el sector. Siempre que la situación así lo ha requerido, el estudio ha dado la cara, explicando en cada ocasión sus planes de futuro, objetivos a cumplimentar, etcétera. Por esta razón resultaba difícil de asimilar el escaso eco que la prensa especializada se hizo del proyecto presentado durante la feria de Los Ángeles. Tuvo que ser Nintendo la que, en un movimiento digno de elogio, decidiese dar todo el apoyo posible a Takahashi, a quien normalmente se le escapa la parte social' de sus obras, por así decirlo. Alguien tenía que ser el encargado de llevar la última propuesta de la compañía a los ojos de los aficionados del género, los que a fin de cuentas se ocupan de elevar la expectación hasta la enésima potencia.
De esta historia podemos extraer dos datos muy interesantes. Por un lado tenemos la nueva tarea que Nintendo se ha propuesta para esta temporada: echar un cable a las compañías que necesiten distribución, publicidad y salida al mercado para rellenar los huecos existentes en el catálogo de su consola de sobremesa. Por el otro, la forma de volcarse en un proyecto que en un principio había comenzado sin el apoyo exclusivo de la gran N. Fueron los propios usuarios los que comenzaron a divagar sobre la posible relación que este título mantuviese con anteriores trabajos de Takahashi. A veces la ilusión prima por encima del sentido común; el artista japonés no tardaría en salir a la palestra para negar lo que todo el mundo daba ya por sentado: no existe relación entre este videojuego y los tres capítulos de Xenosaga, del mismo modo que éste no tenía relación directa con Xenogears. Es más, la mecánica de juego no se centra en la misma premisa ni tampoco abarca la temática de creaciones anteriores.
A más de uno costará entender por qué Monado y no Xenoblade; qué elementos han cambiado, con qué estilo de juego se va a encontrar el jugador a la hora de disfrutar del juego, especialmente después de toda la polémica que ha suscitado su aparición, posterior cambio de nombre, implicación de Nintendo de por medio (aunque no es la primera vez que colaboran juntas, ni se puede hablar de sorpresa mayúscula si se tiene en cuenta el pasado de Monolith en Game Cube) y demás. La información que se ha desvelado, pese a lo escasa de la misma, es suficiente para que el lector se haga una idea muy somera de lo que lo que ofrece uno de los títulos más esperados del momento. Junto con The Last Story, los usuarios han depositado las esperanzas en poder disfrutar de un JRPG que a diferencia de sus antecesores espirituales (digámoslo así para recordar lo que venimos explicando hasta este punto) toma características á la MMORPG, con todo lo que ello conlleva.
En los albores de la civilización, Kyojin y Kishin son dos Dioses que pelean por el dominio del mundo. No existe el ser humano, sólo dos entidades desconocidas de origen divino con forma de ente robótico que protagonizan un intenso combate entre sí. En cierto momento de la acción, cada uno clava en el rival su respectiva arma, que desde la distancia se distingue como una espada de gigantescas proporciones. La escena que abre el telón del primer tráiler oficial del juego se detiene, mostrando inmediatamente a los protagonistas de la aventura. Mientras tanto, la mente del usuario sigue clavada en las dos deidades que luchaban al comienzo de los tiempos. Es conveniente no perder de vista esta escena, ya que a ella se debe el origen del mundo en el que transcurre la historia de este Xenoblade, que como el ávido lector podrá comprobar, poco o nada tiene que ver con los capítulos que disfrutamos en PSX y PS2 respectivamente.
Cada uno de los dos Dioses cae derrotado. Sobre su cuerpo se construye la civilización, que nace a partir de la energía que desprenden los dos mastodontes que a priori se sostienen sobre una base invisible. Tras su caída, las dos espadas que portaban desaparecían, disgregadas por el mundo. Las escrituras de los eruditos se hacen eco del inmenso poder que alcanzaría el ser humano que encontrase la espada y que posteriormente fuese capaz de dominar su poder, lo que para muchos representa la clave para solucionar la guerra que se ha desatado en el mundo después del principio de los tiempos. Dos facciones luchan entre sí por la supremacía sobre el otro; en un lado los seres humanos, en el otro, entes a medio camino entre la máquina y el animal. El sentido común da como vencedor a las máquinas, infinitamente más poderosas que las armas que los humanos han desarrollado con el paso de los años. Es por ello que sólo el portador de la Shinken Monado, quien sea capaz de hacer uso de su poder, está llamado a otorgar un nuevo destino a la civilización.
Todo esto nos lleva directamente a la clásica historia en la que el bien lucha contra el mal por el dominio del mundo, con un protagonista clave que, en compañía de un grupo de seguidores, se lanza a la aventura sacrificando su vida por el bien de la humanidad. Esta vez no son las máquinas las que salvan a los humanos, ni la ciencia ficción la que se encarga de poner el marco ambiental en el que transcurre la historia. El héroe está destinado a recorrer un mundo abierto en el que puede ver a los monstruos antes de entrar en combate con ellos, con un sistema de combate totalmente libre, sin ninguna clase de transición entre la exploración y la batalla, como bien se ha podido comprobar en el último gote de información proporcionado por Monolith. Por los vídeos mostrados hasta el momento (un tráiler oficial aparecido hace unos días, además de la presentación con los primeros minutos de metraje ingame) se aduce la importancia de los decorados naturales, con los que Monolith busca 'sorprender al jugador en cada nueva instancia' que visita durante la aventura.
Desde la página oficial conocemos la fecha de lanzamiento aproximada del título, establecida para tener lugar en algún momento de lapso entre primavera/verano, de momento de forma exclusiva para tierras niponas. Se desconoce la fecha exacta en la que verá la luz en el mercado. Sobre la información que se ha barajado con respecto a Occidente, por el momento se espera que vea la luz (ha aparecido en varias listas de lanzamientos de Nintendo en estas tierras), si bien no se ha hablado de una fecha aproximada. En cualquier caso no hay que perder de vista uno de los datos que comentábamos al comienzo de este texto: pese a que recientemente el título pasaba a conocerse como Xenoblade, este nombre sólo se ha oficializado en Japón. En Occidente sigue apareciendo como Monado: Beginning of the World. Sea cual sea el nombre, lo cierto es que este JRPG se perfila como uno de los más interesantes de los que están por llegar de aquí a finales de año, con permiso de un Arc Rise Fantasia del que probablemente oiremos hablar con fuerza en verano. Hasta entonces, no es mal momento para aprovechar y repasar las obras firmadas por Takahashi, al menos la trilogía de Xenosaga, tan única como imprescindible en los tiempos que corren.
- Acción
- RPG
Monolith Soft desarrolla este juego de rol para Wii siguiendo la estela de Xenogears y Xenoblade.