Order of War: Challenge

Hace pocas semanas, realizábamos en MeriStation una reflexión acerca de los juegos de gestión y táctica, y de cómo han evolucionado a lo largo de los años a raíz del lanzamiento de los pasados Command & Conquer 4 y Dawn of War 2. Una de las características que define esta nueva generación es precisamente la de la rapidez: hoy todo sucede de forma más inmediata, a mayor velocidad y con mayor cantidad de elementos en pantalla. Y si puede ser, con enemigos humanos en lugar de con máquinas. Hoy tratamos un buen exponente de esta afirmación.

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Cuando uno llega a Order of War: Challenge tiene que ir sobre aviso. El juego original no dejaba de ser un título de estrategia en tiempo real basado en la Segunda Guerra Mundial bastante al uso; y conste que decimos 'juego original' porque aunque este 'Challenge' puede adquirirse por separado, en realidad se trata de una de aquellas expansiones independientes que ofrece contenidos extra pero que se respaldan en la licencia que vimos meses antes y que analizó nuestro compañero Enrique García.

De hecho, si uno llega a Challenge sin haber pasado antes por Order of War, probablemente no entienda nada: es lanzado a una partida multijugador de buenas a primeras sin saber lo que tiene que hacer, dónde tiene que hacerlo o cómo debe realizarlo. Incluso los tutoriales incluidos con el juego están un submenú por detrás de la pantalla de inicio con la que se nos da la bienvenida al título, como sobreentendiendo que el jugador ya sabe de qué va la historia. Aún así es bastante chocante, la verdad, porque no recordamos una introducción más 'in media res' que la que ofrece esta expansión de Wargaming.net.

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Nos encontramos ante un producto basado exclusivamente en el apartado multijugador online para Order of War, sostenido con el mismo motor gráfico que movía aquel y fundamentado en exactamente los mismos pilares jugables sobre los que se sustentaba en el momento de su lanzamiento. Esto es: combate táctico muy dinámico, con poca atención a la gestión pura de recursos y que requiere de muchas y constantes atenciones del jugador para con su ejército. Order of War no es para todo el mundo y desde luego que Challenge tampoco.

Su planteamiento en pantalla es muy simple: en un escenario determinado, bastante bien detallado y considerablemente amplio, dispondremos nuestras tropas que habremos reclutado con anterioridad de entre las 3 facciones disponibles. Moveremos nuestro ejército a lo largo del mapa para ir conquistando localizaciones de control que nos permitirán acumular más puntos, y a su vez éstos nos darán la posibilidad de traer nuevas tropas al campo de batalla. Y así sucesivamente hasta que el combate termina. Parece sencillo, ¿no?

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La realidad es algo distinta, porque evidentemente no estamos solos en el mapa. Uno o dos adversarios (las partidas son 1 vs 1 ó 2 vs 2) humanos nos lo pondrán más difícil porque traen las mismas intenciones y, por tanto, el enfrentamiento es inevitable. Y así entramos en lo que es el corazón de Challenge, cuando los tanques empiezan a dispararse unos a otros y empezamos a gastar puntos de gestión indiscriminadamente. Lo cierto es que, se gane o se pierda, el espectáculo está garantizado.

El mecanismo de funcionamiento es el viejo conocido de piedra-papel-tijeras del que hacen gala el 99% de los juegos de estrategia. Nuestras unidades son fuertes contra algunas pero débiles frente a otras; la sabia combinación de una fuerza de choque compacta y heterogénea, así como la habilidad nuestra como comandantes para realizar cambios y reforzar las líneas al vuelo según la amenaza que aparezca, son las claves de nuestra victoria.

12 escenarios se incluyen en total para que efectuemos nuestras escaramuzas, doblando así la propuesta original de Order of War. Es una pena que las auténticas tácticas solamente las podamos practicar contra humanos ya que como buen simulador que es el juego de Wargaming.net, nuestras unidades responden a factores como cobertura, distancia de disparo, posición de impacto y una cantidad importante de modificadores distintos que un jugador experimentado tendrá en cuenta.

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Las técnicas escogidas por los jugadores pocas veces tienen en cuenta a la infantería que, aunque está disponible, en muchas ocasiones solamente entra en escena cuando no hay puntos para reclutar nada más grande. La artillería y los tanques, amén de los ataques especiales y bombardeos diversos, son el pan de cada día en Challenge. Hay hasta 6 modos de juego distintos para disputar solo o con un amigo, incluido un modo 'supervivencia' bastante bien conseguido porque nos envía constantes oleadas de enemigos y la tensión siempre se mantiene alta.

Para recompensar a los jugadores que hacen bien su trabajo, se ha asignado un sistema de experiencia que premia nuestras actuaciones en caso de una trabajada victoria o de una abultada derrota. Este grado de veteranía se usa para la correcta búsqueda de partidas igualadas, aunque el sistema - que funciona mediante GameSpy - no se puede decir que haga un trabajo excelente a la hora de ajustar los niveles de los contrincantes. O eso o todo el mundo que juega en estos momentos es buenísimo y no da cuartel ni apenas unos segundos.

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Hay 6 modos de juego disponibles para el usuario dependiendo de si vamos a jugar contra un único enemigo o dos; eliminar al rival y / o conquistar su sede casi siempre es el mejor sistema para conquistar la partida. Podremos determinar la cantidad inicial de recursos disponibles, qué tipo de arsenal estará al alcance al principio de la partida y otros parámetros más. Toda la información aparece en castellano excepto las voces, que siguen estando en los idiomas propios de cada facción añadiendo realismo al juego.

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