Prison Break: The Conspiracy
- PlataformaPC5360PS3
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorZootFly
- Lanzamiento26/03/2010
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorDeep Silver
Conspiración fallida
Prison Break triunfó en nuestro país gracias, sobre todo, a una primera temporada destacada en la que se narraba la historia de dos hermanos que querían escapar de su prisión. Ahora llega el momento de ver cómo se ha adaptado en el mundo de los videojuegos pero con un nuevo protagonista, el agente Paxton, invitado a la fiesta.
Las adaptaciones van y vienen. De Libros a videojuegos. Del cine. Incluso viceversa. Últimamente también está de moda que las series den el salto en el mundo virtual. Lo que hacían los Simpson también lo han hecho productos de moda como son C.S.I o el mismísimo doctor House. Una que suena con fuerza, sobre todo debido a la cercanía de su salida en las consolas de sobremesa, es Prison Break. La adaptación de ZootFly y Deep Silver de la primera, e insuperable, temporada de esta serie televisiva está ya entre nosotros.
Prison Break es un nombre de éxito. La trama ideada por Paul Scheuring, creador, guionista y productor de la serie, tuvo un impacto enorme en Estados Unidos, donde cerca de diez millones de espectadores seguían periódicamente la aventura de Michael Scofield y su hermanastro. Con estos números no es de extrañar que cayeran del cielo más temporadas, en concreto tres. A pesar de la irregularidad de las mismas, muchos fans de la serie no mostraron satisfacción al ver los derroteros por los que tiraba el argumento después de una primera temporada casi impecable, las grandes audiencias se han mantenido estables en los años siguientes. Y el apoyo del respetable siempre ayuda a la hora de tirar adelante un proyecto en forma de videojuego como el que pretende distribuir la compañía creadora de Risen.
Lincoln Burrows está acusado de haber matado al hermano de la vicepresidenta de los Estados Unidos. El castigo de la justicia ante tal atropello es la pena de muerte en silla eléctrica. Pero Burrows tiene un hermanastro llamado Michael Scofield, que idea un plan para salvarlo de su destino. El menor de ambos hermanos está convencido de la inocencia del preso, y prepara una idea de locos. Entrar en la prisión Fox River para, desde allí, fugarse junto a Burrows. En este caso, el pequeño juega con ventaja, ya que trabajaba como ingeniero y participó en la renovación de la prisión en la que se va a auto encerrar. Un intento de robo fallido acerca a ambos entre rejas, desde donde intentaran buscar una salida.
Esta es, a grandes rasgos, la trama principal de la primera temporada de Prison Break, momento en el que se ubica la acción del videojuego. Pero ni Burrows ni Scofield son los personajes que el jugador controlará. Conocida la historia por todos, en la obra de ZootFly cobra vida un personaje ficticio que no aparece en la serie y que vivirá los acontecimientos de Fox River desde un punto de vista que no se había visto. Encarnamos al agente Tom Paxton, que forma parte de la Compañía, organización secreta que montó un complot para culpar a Barrows del asesinato del hermano de la Vicepresidenta. En la serie, este grupo entorpece los pasos que una amiga intenta dar para demostrar la conspiración alrededor de esta muerte. En el videojuego, parece ser que los obstáculos también los da, pero desde dentro.
Nuestro objetivo es el de saber exactamente por qué alguien sin antecedentes como Scofield se lanza a robar bancos y, casualmente, acaba en la misma prisión que su hermano. Para la Compañía el objetivo es claro: Burrows debe morir en la silla eléctrica como está previsto. De este modo su trabajo queda impoluto y no hay ninguna suspicacia más allá de haberse hecho justicia con un supuesto asesino. Así empieza Prison Break: la Conspiración; con Paxton llegando al equipamiento carcelario en el mismo autobús de prisioneros que Scofield. Un primer acercamiento para entablar conversación con Scofield que no acaba de dar sus frutos y una grabadora en la que ir narrando los pasos que Paxton va dando son dos de los detalles más destacados en la secuencia inicial del juego.
En lo primero que destaca Prison Break es en la recreación de personajes que aparecen en la serie. La voluntad de la compañía era dar otra versión de los hechos ocurridos en Fox River, y para hacerlo fidedigno han usado los distintos protagonistas que van apareciendo en la primera temporada. De esta manera no sólo tenemos a los hermanos recreados de manera totalmente reconocible a base de polígonos, sino que también nos encontraremos, y serán claves en el desarrollo de la trama, a gente como Fernando Sucre, con quien apenas se interactúa en los primeros compases, John Abruzzi -jefe oficioso de la zona, el capitán oficial de la penitenciaría Brad Bellick, Theodore Bagwell, más conocido como T-Bag y con quien tenemos un intenso inicio de juego, o C-Note, nuestro primer amigo entre rejas.
Si a esto se le añaden unas texturas planas que no se corresponden con el trabajo artístico con el que cuenta el juego a la hora de representar de manera fidedigna los emplazamientos de la serie, el resultado no acaba de ser del todo convincente. Ya desde el primer momento, tampoco convence en movimiento. Animaciones y movimientos algo bruscos que dejan un apartado gráfico bastante mejorable. Lo notaremos sobre todo en los momentos de combate, donde el protagonista cuenta con muy pocas animaciones, algo que desluce completamente sus movimientos. Mención especial merecen los impactos y demás elementos como la sangre. En sentido negativo nos referimos, ya que tampoco cumplen con lo que se espera en consolas como Playstation 3 y Xbox 360.
A esto le acompaña un apartado sonoro que cumple sin más, con melodías bastante recurrentes y que no destacan. El juego llega con voces en inglés y subtítulos en castellano, y un framerate que, eso sí, se muestra estable. Algo que para nada puede considerarse un mérito de la desarrolladora, por el simple hecho que los elementos que se colocan en pantalla son escasos y la sensación de vacío y poco detalle hará acto de presencia en más de una ocasión.
La falsa libertad es lo que impera en el juego. Se va desarrollando por misiones y encargos que todo el mundo nos irá dando. Veremos que se pueden hacer ejercicios con pesas y con un saco de boxeo que nos permitirá mejorar nuestras habilidades en combate. Además, si hacemos una serie de tareas podremos entrar en un circuito de luchas clandestinas donde poder batir a otros presos y ganar dinero y bonificaciones. Esto es lo poco que escapa de la linealidad de la trama principal.
Lo cierto es que antes de llegar a la posibilidad de montar nuestras peleas, pasamos el inicio de juego como el chico de los recados. Nos mandarán hacer cualquier cosa para obtener lo que nos interese a cambio. Por un lado tenemos los combates, y por otro las infiltraciones. Será una constante ir donde está prohibido para superar la misión de turno. Cuando entramos en un área restringida, Paxton baja sus puños para aprender a esconderse. Rodear paredes, saltar de un lado a otro, esconderse dentro de armarios, abrir poquito las puertas para ver que hay en la otra sala al más puro estilo Solid Snake, pero sin posibilidad de hacer uso ninguno de la fuerza.
Muchas de las misiones se basan en conseguir algún objeto concreto o escuchar alguna conversación importante. Para hacerlo deberemos escabullirnos entre la oscuridad y evitar que nos vean ni guardias ni funcionarios. Sino, se da por fracasada la misión y empezamos desde el último punto de control. La mecánica también es simple, ya que no hay demasiadas posibilidades más allá de esconderse dentro de un armario, saltar de pared en pared o ir agachado. Daremos brincos por tuberías, plataformas y pasaremos por tubos de ventilación. Pero en este apartado tampoco se cumplirán las expectativas generadas. El hecho de que fracasemos instantáneamente cuando seamos avistados por alguien hará que el ensayo-error coja una importancia excesiva.
El sistema de juego alterna otro tipo de minijuegos entre nuestras misiones de sigilo. Éstos se basan en cosas como dar vueltas circulares al stick para poder destornillar la entrada a un tubo de ventilación o usar la ganzúa de turno para poder abrir las puertas cerradas. La tensión en algunos casos hace acto de presencia, ya que tenemos un mapa dinámico en el que vemos a los guardias moverse y podemos saber cuando están a punto de llegar en el lugar en el que nos encontramos (sí, algo absurdo ser un convicto que sólo tiene una grabadora a modo de diario pero también la capacidad de saber los movimientos de todo su alrededor).
En estos eventos y en el modo sigilo vemos también la mecánica ensayo-error, elevada a la máxima potencia. En los QTE por que provocan nuestra muerte. En nuestras infiltraciones, porque siendo un convicto, que te pillen en una zona fuera de nuestra celda o patio no parece una buena idea. Ya en los primeros compases provoca que repitamos una y otra vez un tramo concreto porque alguien nos ha visto, aunque en este sentido cabe resaltar la más que irregular IA de los NPC, a los que a veces podremos sortear de manera irreal pasando justo por su lado y, en otras, nos pillarán cuando menos lo esperábamos. De hecho, que la imagen enfocada del personaje cuando nos enganchan nos muestre que ni tan siquiera miraba el lugar en el que nos encontrábamos es bastante revelador.
La mecánica desgranada anteriormente se torna tremendamente repetitiva a medida que vamos avanzando. Nada va a sorprender de este agente infiltrado, y al final, después de las poco menos de diez horas que dura la aventura -todo depende de cuantas veces debamos repetir algún QTE o alguna secuencia de infiltración por culpa de su poca precisión a nivel jugable, acabará una adaptación que no ha salido como se esperaba en el apartado más importante: la jugabilidad y diversión que debería ofrecer todo producto.
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.