Lo mejor de Burton, ahora en DS

Es curioso lo de Tim Burton, un director de cine que comenzó como animador en Disney, tras realizar sus estudios en la prestigiosa universidad CalArts y que, posteriormente, buscó su independencia para afrontar proyectos más 'adultos' que los que le dejaban en el seno de los creadores de Mickey Mouse. Y es curioso, o directamente raro, cuando cada cierto tiempo Burton y su equipo han vuelto a su origen, Disney, para dar lugar a algunas de sus mejores películas: Pesadilla Antes de Navidad, por ejemplo, probablemente la producción más impactante de Burton, si bien la dirección de la misma recayó sobre el injustamente olvidado Henry Sellick. Pero lo más sorprendente es que, pese a que el universo de Burton sea uno de los más dignos de traerse al ocio electrónico, apenas hayamos tenido juegos basados en sus largometrajes, al menos en los que eran verdaderamente 'explotables'. Disney Interactive ha decidido cambiar esta situación y, no sólo eso, sino tomarse (ya era hora) en serio su trabajo para entregar una de las ofertas más frescas y sólidas de toda su trayectoria.

Vuelta al submundo
'Alicia en el País de las Maravillas' toma prestado el argumento de la película que adapta y además lo fusiona con la narrativa caótica (en un buen sentido) del material original de Lewis Carroll. La mezcla sólo puede definirse, a nivel argumental, como brillante: no es sólo que el guión del videojuego sea fantástico, mezclando a partes iguales la oscuridad del material original con el pequeño alivio que ofrece una buena obra familiar (véase cualquier película de Pixar), sino que en general encontramos en este cartucho un ejemplo de cómo adaptar un argumento y hacerlo bien, diseccionando cada frase y cada secuencia y llevándola a un cuadro de texto, a un nivel o a un mundo, en completa sintonía, sin ningún tipo de bajón ni pausa. La historia vendría a ser una secuela de la historia original; el País de las Maravillas está en caos por culpa de la Reina Roja y sus habitantes se ven forzados a traer a Alicia de vuelta para que arregle las cosas.

Una vez allí, la cosa se complica. Alicia, ayudada por el conejo blanco, deberá ir encontrando a varios personajes que la apoyarán en su aventura, como la oruga Absolem o el Sombrero Loco. Pasados los primeros 15-20 minutos de juego, en el capítulo 2, se explica además qué está pasando en el Submundo (nombre que recibe ahora el lugar) y cómo arreglarlo: según cuenta la profecía, un héroe (vamos, Alicia) llegará para derrocar a las fuerzas del mal equipándose con una flamante armadura y una espada. Todo muy heroico y digno de parodiarse, ¿verdad? Pues así sucede: tal cual lo cuentan y lo representan visualmente, todo está impregnado de un sentido del humor bastante surrealista, como salido de una mezcla entre Burton y un Terry Gilliam blandito. Todo sigue en este tono, tanto a nivel argumental como técnico. Y es en este punto donde encontramos uno de los aspectos más cuidados del conjunto.

Básicamente lo que encontramos es, pues, una plataformas de avance libre que se juega en puro 2D, en el cual debemos explorar los escenarios para ir avanzando en la historia y resolviendo pequeños puzzles al mismo tiempo. Pero no estamos solos. Generalmente, en este tipo de productos la prioridad es coger al héroe -o los héroes- y hacerles avanzar mientras eliminan numerosos enemigos. Aquí no. Todo está enfocado desde el punto de vista de la cooperación, hasta el extremo en el que Alicia es sólo una acompañante y el jugador controla a otros personajes que deben escoltarla y atacar en su lugar. Esta relación se asemeja a la vista en uno de los clásicos de la generación pasada, ICO para PlayStation 2, aunque por motivos evidentes no se llega a ahondar tanto en el lado sentimental de la propuesta. Digamos que hay una funcionalidad equiparable pero menos poesía. Claro que tampoco hace falta en este caso, todo funciona por si solo.

 En total, son cuatro los personajes que acompañarán a Alicia y a los que les pondremos las manos encima a lo largo de la aventura. Todos ellos tienen, así mismo atributos y habilidades diferentes que nos obligarán a intercambiarlos para superar cada puzzle y situación. Y variar de uno a otro será tan rápido como presionar un botón en la zona táctil, sin perder mucho tiempo entre cambio y cambio. El primero de ellos será el Conejo blanco, que como era de esperar tiene como habilidad manejar el tiempo. Controlándole, podremos parar, adelantar o rebobinar el tiempo, algo que nos puede servir para solventar situaciones como hacer que una raíz crezca más rápido (de esta forma, se creará un puente para cruzar abismos), deshacer una cascada de agua o el crecimiento de una seta que bloquea el paso, etcétera.

Conclusiones
'Alicia en el País de las Maravillas' para DS es un notable juego de licencia que ofrece un poco de luz entre tanta oscuridad. O que ofrece brillante oscuridad en un panorama que por lo general peca de tener lo segundo pero no lo primero. Bien pensado, con un sistema de juego deudor de los más grandes y una estética perfectamente ejecutada en el hardware de la consola, no sería raro imaginar que, de aquí en 10 años, se hablase de la obra de Etranges Libellules como a día de hoy se hace de algunos clásicos de Super Nintendo y MegaDrive. No le falta nada importante, aunque se habría agradecido que fuese algo más sencillo para los más pequeños o un poco más desafiante para los 'hardcore'. Pese a todo, estamos ante un lanzamiento que merezca la pena se sea o no fan de la novela original o de la película homónima: cualquier persona que adore el género (plataformas, aventura, exploración) y tenga ganas de disfrutar de una narración cómica y a la vez bien contada, debería echarle el guante. No es una Obra Maestra ni un producto sobresaliente, pero en un mar de adaptaciones de mediocre para abajo, es digno de aplaudir.