Primeras partidas con STALKER: Call of Pryprat

Ya está cerca la fecha de lanzamiento del muy esperado nuevo episodio de la saga S.T.A.L.K.E.R., titulado S.T.A.L.K.E.R.: Call of Pripyat, secuela directa de S.T.A.L.K.E.R.: Shadow of Chernobyl. Gracias a JoWood, editora del título, en MeriStation Magazine no nos ha hecho falta aguardar hasta febrero para empezar a disfrutarlo: hemos tenido ya ocasión de probar una versión beta del videojuego y os ofrecemos una serie de vídeos y capturas de pantalla para que podáis conocer de primera mano el aspecto del nuevo juego de tiros en primera persona del estudio ucraniano de desarrollo de videojuegos CSG Game World.

El objetivo de sus desarrolladores con Call of Pripyat es ofrecer una experiencia tan inmersiva como supuso el primer capítulo y dejar de lado el enfoque de la precuela Clear Sky, aparecida posteriormente, en la que primaba la acción directa y que no caló entre los aficionados del mismo modo que lo hizo su predecesor. Shadow of Chernobil no se contentaba con convertirse en un exponente más del género y brindaba una experiencia muy particular, que se caracterizaba por una ambientación tétrica y opresiva e integraba un buen número de elementos de survival horror. En esta nueva entrega de la saga regresaremos a la Zona, el área afectada por las explosiones del reactor de la central nuclear de Chernóbil, y conoceremos algunos nuevos rincones que no habíamos podido visitar en los S.T.A.L.K.E.R. anteriores, como la fantasmagórica localidad de Pripyat, que también tuvo que ser desalojada por las autoridades soviéticas después del fatídico accidente.

No será esta vez al stalker Strelok a quien controlemos, sino a un nuevo personaje, el agente Alexander Degtyaryov, enviado a la Zona a investigar qué ha sucedido con una unidad militar aérea a la que el gobierno ucraniano había asignado la misión de desplazarse a las ruinas de la central nuclear de Chernóbil, determinar la posición exacta de los peligrosos pero lucrativos campos de anomalías y tomar el control del lugar. Sin embargo, el grupo se ha visto diezmado por alguna causa desconocida. Varios de los helicópteros que se encontraban en el área han desaparecido misteriosamente, nuestra función será la de llevar a cabo diversas pesquisas para determinar el origen y la naturaleza de la amenaza.

La acción se desarrolla de modo no lineal, todo depende de cada jugador y, al margen de la realización formal de un FPS al uso, Call of Pripyat es un claro ejemplo de sandbox, en el que serán muy relevantes los componentes RPG de la aventura. Pese a que la Zona es un sitio de lo más inhóspito, la situación política es más estable que en Shadow of Chernobyl, y aunque el conflicto puede estallar en cualquier momento dando lugar a escaramuzas entre las facciones en liza, existen lugares sobre los cuales pesa una total restricción de llevar armas y en los que estaremos a salvo y podremos recorrer a un médico para que nos sane cuando estemos heridos o usar los artefactos que encontremos como moneda de cambio para obtener otros bienes. Entablar relación con los personajes no jugables nos servirá a menudo para encargarnos de misiones que nos lleven a encontrar pistas para desentrañar el misterio que investigamos.

Por lo que hemos visto hasta ahora, Call of Pripyat, sin hacer gala de un derroche de medios técnicos notable, consigue transmitir de nuevo a quien se interna en el yermo de la Zona la misma sensación de ansiedad y desesperación que distinguía a Shadow of Chernobyl. Deberemos estar muy atentos a cualquier sonido que se produzca a nuestro alrededor, ya que las manadas de monstruos mutantes que pululan por el páramo son realmente agresivas y mortíferas, y habrá momentos en los que nuestro arsenal nos sirva de poco. Los impacientes no tendrán que esperar demasiado, ya que S.T.A.L.K.E.R.: Call of Pripyat será lanzado el mes que viene.