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Blood Bowl

Blood Bowl

  • PlataformaAND73607PC8IPD7
  • GéneroDeportes, Estrategia
  • DesarrolladorCyanide Studio
  • Lanzamiento25/06/2009 (PC)03/12/2009 (360)31/07/2014 (AND, IPD)
  • TextoInglés
  • VocesInglés
  • EditorFocus Home Interactive

Que empiece la masacre

La adaptación del juego de tablero más peculiar de Games Workshop llega a Xbox 360 conservando toda su intensidad y locura. Una fiel recreación de las reglas que, pese a su complejidad, resulta divertido y apasionante, sobre todo en el multijugador.

Actualizado a

Parece increíble que haya pasado tanto tiempo ya, pero Blood Bowl es un juego de tablero cuyo origen se encuentra en el año 1987. Más de dos décadas de revisiones, nuevas reglas, pero manteniendo toda su capacidad de diversión; en Games Workshop consiguieron ofrecernos la versión más divertida e inesperada del universo Warhammer. Tal vez no se tratase del mismo universo, pero no faltaron en ningún momento los elementos básicos: desde las razas (humanos, duendes, elfos, orcos, troles…) hasta la estrategia y la colocación de las figuras en el tablero, pasando por la probabilidad y el azar de los dados en cada jugada. Hablamos de un enfrentamiento sangriento y despiadado, como es propio de las criaturas involucradas, pero que dirimen sus diferencias en cruentos partidos de fútbol americano.

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Lejos de haberse mantenido restringido este enfrentamiento al tablero, ya a mediados de la década de los 90 se vieron varias incursiones de Blood Bowl en el ocio electrónico. En 1995, vería la luz un juego de estrategia por turnos para MS-DOS, y en el año 1996 se iniciaría la liga online de la competición. Pero no sería hasta este año 2009 que veríamos una nueva adaptación del juego de tablero (usando las , de la mano de Cyanide, para PC, Xbox 360, Nintendo DS y PSP. Ya en su momento hablamos de las demás entregas, dado que la de Xbox 30 es la última en llegar; el resultado fue muy satisfactorio en la versión equiparable a esta, la de PC, pero veamos qué tal se ha adaptado este sangriento y divertido deporte a la máquina de Microsoft.

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Las bases
Blood Bowl es, ante todo, un juego de fútbol americano que consigue reproducir con acierto una jugabilidad propia del tablero original. Sobre el campo, dos equipos de once jugadores cada uno, que lucharán por alzarse con la victoria en la contienda. Hay ocho razas distintas, y los equipos pueden ser de cualquiera de las mismas: humanos, caos, elfos silvanos, goblins, hombres lagarto, orcos, skavens y enanos. No están todas las facciones del juego de tablero original, pero son lo bastante abundantes como para resultar un elenco satisfactorio, ya que cada una tiene sus propias características y formas de juego diferente; por ejemplo, algunas razas son más ágiles y dinámicas que otras, que optan más por la fuerza bruta y acabar con el rival.

Los partidos duran 16 turnos, divididos en dos partes de ocho, y para alzarnos con la victoria sólo cuentan los touchdowns que consigamos; eso sí, para subir el nivel de nuestros personajes y nuestro equipo, lo que primará serán los puntos que consigamos por dañar a los rivales, matarlos, los pases que consigamos conectar, etcétera. Lo de estar pendientes en todo momento de dos sistemas de puntuación diferente no resulta del todo satisfactorio, pero es cuestión de práctica llegar a comprender las dinámicas y desarrollar las tácticas que mejor nos funcionarán sobre el terreno de juego. Al principio, estaremos abocados al fracaso total y absoluto a la hora de intentar lograr una victoria; pero con el paso del tiempo, y con mucha práctica, llegaremos a explotar todas nuestras posibilidades.

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Eso, siempre y cuando la máquina nos deje. Al reproducir fielmente la dinámica del juego de tablero, también se adapta el sistema de dados; y la máquina puede ser muy, pero que muy injusta con estas tiradas. Los tres niveles de dificultad están determinados, principalmente, por los dados: en fácil, por lo general, son benévolos y la cosa está igualada; pero en normal y difícil, la dificultad aumenta de forma demasiado abrupta. Todas las acciones que hagamos en Blood Bowl estarán regidas por los dados: que pasemos cerca de un rival con éxito, que plaquemos a un jugador del equipo contrario, que acertemos un pase… Por eso mismo, puede llegar a resultar frustrante por momentos, ya que pueden darse casos en los que, por perfecta que pueda ser nuestra táctica, la máquina puede tirárnosla por tierra sin demasiado esfuerzo.

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Sobre todo porque, en nuestro turno, podremos realizar un movimiento con todos y cada uno de los jugadores que tengamos sobre el terreno de juego que no estén inconscientes; no obstante, si nos placan a un jugador, fallamos un ataque, o no acertamos en el pase, perderemos nuestro turno, aunque sea el primer movimiento que hagamos. Esto también se aplica a la máquina, obviamente, aunque la probabilidad de nuevo se ve ajustada en torno al nivel de dificultad en el que estemos jugando. Así pues, deberemos estar pendientes de todas nuestras líneas y organizar las tácticas de nuestro equipo a la par que tenemos que prestar toda la atención posible a lo que haga el equipo rival, ya que nos pueden hacer mucho daño si no detenemos sus embestidas.

Además, están las habilidades especiales como la concentración, el curar a nuestros heridos, la esquiva, defectos como el de cabeza hueca… son muchos los factores que pueden entrar en juego, y los dados también pueden depararnos variedad de situaciones (por ejemplo, que derribemos a un rival, o que sólo lo empujemos, o que fallemos y nos caigamos, o que caigan ambos jugadores involucrados). A mayores, podemos influenciar el devenir del partido comprando diversos incentivos como aficionados, sobornando al árbitro, o alquilando jugadores estrella de calidad para ese partido. Eso sí, la cantidad de dinero de la que disponemos es muy limitada, así que no podremos permitirnos todos los lujos que nos gustaría, más cuando tenemos un equipo que construir metiendo jugadores para todas las posiciones.

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Destacar también que es posible jugar siguiendo las reglas de la versión 5.0 de la versión de tablero, o bien optar por el modo Penetración en el que se podrán modificar y adaptar las reglas a nuestro gusto. También existe la posibilidad de jugar por turnos (caso en el que primero nos movemos nosotros, luego la máquina, otra vez nosotros, y así sucesivamente) o bien en tiempo real, en el que la máquina actúa al mismo tiempo que nosotros. Son dos estilos de juego muy diferentes que se adaptarán a los distintos tipos de usuario. Eso sí, destacar que todas las limitaciones y frustraciones que podamos vivir jugando contra la máquina desaparecen en el multijugador, donde ambos usuarios parten en igualdad de condiciones y Blood Bowl demuestra todo su potencial de diversión.

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Es más, lo cierto es que es en el multijugador donde radica el verdadero encanto de Blood Bowl. Esto no implica que se le prive de interesantes opciones para un solo usuario, desde partidos rápidos hasta competiciones completas, así como un interesante y atractivo modo campaña en el que avanzamos por el mapa participando en diversos torneos y aumentando la leyenda de nuestro equipo. Desde luego, opciones de juego no le faltan a Blood Bowl, y una vez superado el largo y complejo periodo de adaptación (afortunadamente, tenemos tutoriales prácticos para llevar mejor ese proceso), es un título muy divertido, dinámico y con una larga vida por delante.

Apartado técnico
Lo cierto es que visualmente no estamos ante uno de los títulos más rompedores del catálogo de Xbox 360. Los gráficos son bastante sencillos, similares a los de la versión para PC, pero con una resolución bastante inferior. Para empezar, tenemos los campos, de diversos tipos pero no excesivamente variados en sus elementos básicos; a nivel de detalle están muy lejos de lo visto en otros títulos deportivos de diversas disciplinas, pero cumplen su cometido; tampoco se puede decir que se necesiten grandes alardes visuales en cuanto a escenarios. Por el contrario, el pequeño tamaño de los jugadores no termina de ser satisfactorio, ya que para poder ver el gran esquema del partido, deberemos alejar la cámara, pero entonces tendremos a ambos equipos con un tamaño demasiado pequeño.

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Para poder mover bien a los personajes, deberemos estar con la cámara más cercana, para no confundirlos (sí, hay cuadrados de menú contándonos su posición y estadísticas, pero es más sencillo concretar estos movimientos sabiendo dónde estamos nosotros y los rivales con un simple vistazo). Esto resulta algo mareante, al estar siempre moviendo la cámara, y percatándonos del poco detalle presente, ya que no se explota para demasiado el potencial de Xbox 360 que Cyadine tenía a su disposición. Además, incomprensiblemente, los tiempos de carga son bastante elevados, a pesar de la poca carga visual y de instalar el juego en el disco duro; eso sí, sólo tienen lugar al inicio y al final, nunca durante el partido, lo cual es de agradecer, ya que permite que estos sean rápidos y dinámicos.

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Tampoco el apartado sonoro destaca especialmente; no se puede decir que no haya algunas melodías de calidad, muy apropiadas para el estilo de juego y todo lo que acontece en pantalla, pero nada que sobresalga por encima de la media por lo general. Los comentaristas se han quedado en inglés, y pese a que sus frases son graciosas al principio (para los expertos en la lengua de Shakespeare, claro), son lo bastante escasas como para caer muy pronto en la repetición de las mismas una y otra vez. Aunque técnicamente el nivel no alcanza grandes cotas, no se le puede negar que no precisa más para cumplir con su cometido, y es que el carisma de Blood Bowl radica, básicamente, en la jugabilidad.

En ese aspecto, Blood Bowl es diversión pura, que consigue que aunque estemos perdiendo, nos lo tomemos con filosofía y aprovechemos para ganar puntos torturando a los rivales, dejando en el olvido el marcador negativo. Una muy fiel recreación del juego de tablero, con la posibilidad de jugar con pequeñas modificaciones de las reglas o en 'tiempo real', que hará las delicias de los aficionados a esta sangrienta competición, tanto offline como en su muy atractivo modo online. Eso sí, hay que recordar, una vez más, que contra la máquina es un juego muy complicado, que depende en exceso de la suerte, por lo que nos obliga a ser casi perfectos en nuestras tácticas y estrategias; por eso mismo, requiere mucha práctica para llegar a dominarlo y estar al mejor nivel.

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7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.