Hablar de Assassin's Creed es hacerlo de uno de los momentos más complicados para ésta vuestra revista. Siempre hemos defendido nuestra libertad e independencia a la hora de analizar, desde la máxima rigurosidad posible, cualquier título de cualquier plataforma. Nunca nos han dolido prendas castigar a un título de una saga famosa que no cumplía con las expectativas, y si un juego no muy conocido necesitaba apoyo por nuestra parte para mostrar sus bondades tampoco poníamos pegas. Sin embargo, con el juego de Ubisoft se unieron varios condicionantes, algunos inducidos por la información sesgada disponible y otros propios de nuestra ansia por mostraros lo que podía dar de sí el juego cuanto antes, que nos hicieron dar el primer y único paso en falso de nuestros más de 12 años de historia. Somos humanos e incluso nosotros podemos errar, pero tras dos temporadas después del suceso, no dejamos aún de lamentarnos.
un texto mucho más pausado , reflexivo, sin las prisas forzadas por la editora y especialmente obviando la información proporcionada por la compañía, donde se podía leer en toda su magnitud las excelencias de este título, pero también las miserias que no supimos ver en las aceleradas horas que habíamos tenido para tomar contacto global con el juego. Assassin's Creed era un juego con un componente de 'expectación' altísimo, diríamos que de los más esperados de los últimos 24 meses por los usuarios, y con la calma que nos ofrecía la diferencia de tiempo entre las versiones de consola y las de compatibles, pudimos 'hilar más fino' y acercaros a la verdadera esencia del título.
Y no era otra que mostraros un título con un concepto de juego realmente cautivador, ambientado en una época que pocos han sabido o han podido exprimir para deleite de los usuarios, y que de buenas a primeras parecía que nos encontrábamos ante la estrella más brillante que surcaba el cielo de los videojuegos. Sin embargo, el término 'estrella fugaz' le quedaba especialmente bien al título, ya que después de unas excelentes 4-5 primeras horas de juego, ese brillo se atenuaba a marchas forzadas por una mecánica de juego repetitiva, tediosa y aburrida. Todas las opciones, todas las posibilidades de acción por parte de nuestro querido Altair quedaban limitadas hasta la extenuación por una jugabilidad rígida y poco dada al libre albedrío. Nuestro intento de recuperar la senda sigue desde entonces y es por ello que con este análisis hemos puesto especial cuidado, para que sirva fiel al propósito que siempre hemos defendido: ser una guía para todos aquellos que quieran discernir la compra de este videojuego.
Ubisoft ha querido redimirse también con esta segunda parte, Assassin's Creed II, donde nuestro personaje central (hay que recordar que Desmond Miles es el nexo de unión de Altair, Ezio y los más que probables Assassins futuros) escapa con Lucy de Abstergo, y con un Animus 2.0 optimizado consiguen conectar con otro antepasado de nuestro personaje. Estamos en 1476, donde Ezio Auditore de Florencia tendrá que cambiar su vida despreocupada y libertina para vengar la muerte de su padre y sus hermanos. El oscuro secreto de su padre Giovanni saldrá a la luz, y él tomará su papel para conseguir la venganza deseada. Pero además será testigo de la guerra abierta entre familias, con Los Templarios, los Medici, los Borgia y las conspiraciones secretas en el aire.
Adentrémonos, en pleno siglo XV, para ayudar a Ezio a conseguir su propósito. Para ello contará con la presencia de multitud de personajes históricos con los que interactuará de una u otra forma, con un jovencísimo Leonardo da Vinci como 'hacedor' de gadgets que le ayudarán en multitud de ocasiones. Assassin's Creed II llega para lavar la imagen de su primera parte, para mostrar que las cosas se pueden hacer mejor
¿o no? Salgamos de dudas lo antes posible. Requiescat in pace
Gráficos Assassin's Creed II posee un hándicap que puede jugarle una mala pasada: el factor 'espectáculo' que nos ofrecían las 5 primeras horas a nivel visual y técnico, con las ciudades en todo su esplendor a nuestra disposición, con la gran cantidad de gentes en sus calles, con el grado de detalle que poseía en todos y cada uno de sus apartados visuales. Ese efecto en ACII ya no tendrá tanto poder, precisamente porque hemos visto todo lo que puede ofrecer a nivel gráfico. Pero el hecho es que el juego de UbiSoft no desmerece en absoluto con algunos de los más grandes juegos del año a nivel técnico.
En primer lugar, el juego mantiene el estilo y lenguaje visual de la primera parte, con unos menús bien elaborados y con reminiscencias 'high-tech', con cadenas representando ADN por doquier y donde podíamos apreciar el desarrollo de la acción. Podremos ver todas las características, personajes, eventos, misiones, y desarrollo de la historia sin problema ninguno. Es una de las señas de identidad de Assassin's Creed en cuanto a estilo visual. Entrando ya en lo que es el motor gráfico del juego en sí, encontramos que la calidad del primer juego se ha mantenido y mejorado en ciertos aspectos, aunque hay otros que todavía necesitarían una optimización.
Para empezar, el modelado de Ezio/Desmond no está nada mal, y aunque el protagonista más cercano a nuestro tiempo no posee mucho detalle en cuanto a sus ropas, Ezio sí se ha trabajado de forma ardua. Lo demuestran las capturas que ponemos a continuación durante todo el análisis. Se puede apreciar cómo se han cuidado tanto las proporciones como las ropas, armaduras y armas. No podemos decir lo mismo de los demás personajes, incluso de los más cercanos tanto a Desmond como a Ezio. Lucy, Giovanni, Leonardo da Vinci y otros personajes que aparecen continuamente durante la aventura no tienen el acabado que posee el protagonista. Destacar negativamente la poca labor realizada en cuanto a texturizado facial con ninguno de los personajes, ya que sus rasgos son muy básicos y las caras al mostrar sorpresa, enfado, etc, muestran su nivel mejorable de forma clara.
Siguiendo con el juego a nivel de texturas, tenemos que decir que cumple perfectamente tanto en vestuario como en mapeados de entornos, edificios, suelos, etc
las ciudades típicas italianas de la época eran muy similares dentro de su contexto, y esto se ha respetado de forma clara en el juego. Unicamente encontraremos bien diferenciados del resto a los edificios emblemáticos de cada ciudad y villa, bien modelados y reconocibles a distancia, algo que también nos ayudará a orientarnos. Desde luego, subir a cualquier atalaya y divisar la ciudad desde unas alturas considerables sigue siendo uno de los momentos más trabajados del juego, con una suavidad de frames constante en todo momento, incluso viéndose kilómetros de distancia renderizados ante nuestros ojos.
Como decíamos, el resto de personajes del juego mantiene un nivel algo inferior a Ezio en todos sus apartados, y esto es visible también en cuanto a animaciones. Mientras nuestro protagonista goza de una variedad de movimientos espectacular tanto en los momentos de escalada, como de lucha, los demás personajes se desplazan con unos movimientos más rígidos. Las peleas tampoco nos muestran gran variedad de ataques por su parte, y sólo las esquivas o los contraataques de Ezio nos darán momentos espectaculares. Los NPC's son, a su vez, inferiores a los protagonistas secundarios, pero es muy lógico debido a la gran cantidad de gentes que pululan por cada ciudad y pueblo. La variedad de enemigos viene más determinada por sus acciones que por sus modelados, ya que se muestran bastante repetitivos.
Los edificios más conocidos de cada sitio, como decíamos antes, se han cuidado de forma especial. La Basílica de San Marcos, Santa María del Fiore, Santa María Novella, el Palacio Vecchio, el gran canal de Venecia,
todos lugares que se pueden ver hoy día si viajamos a esos lugares, y que se han reflejado con un mimo y detalle brillante. El modelado de las catedrales, los palacios, etc, poseen una geometría muy trabajada, con gran cantidad de detalle y un texturizado realizado con mucho esmero. Es una delicia poder pasear por ellos y apreciar el gran trabajo poligonal y de texturizado que se ha llevado a cabo.
Otro de los buenos efectos conseguidos en el juego es la iluminación. Tanto durante el día como por la noche, la iluminación se ha cuidado muy mucho. Destacar además la gran transición lumínica día-noche, con unos tonos para los atardeceres muy hermosos. Quizás lo único que le falta al juego es una gestión de cambios climatológicos para ser realmente especial, porque por todo lo demás raya a un nivel muy alto. Como en su primera parte, hay que hacer especial hincapié en los 'saltos de fe' con una cámara que realiza un zoom espectacular, y que en algún momento puede hacernos sentir hasta vértigo.
¿Detalles a mejorar? La gestión de partículas es muy básica, tanto para el agua como para el polvo o el humo que podemos ver en ciertas fases. El motor de colisiones a veces nos permite atravesar algún objeto secundario, y la aparición de elementos a pocos pasos de nuestro personaje también es habitual. Sin embargo, lo que más llama la atención es la aparición súbita de personajes a poco distancia de Ezio. Que veamos cómo se generan elementos intranscendentes es lógico y normal hasta cierto punto con un engine que pone en pantalla ciudades enteras sin ningún loading por mucho que nos desplazemos de punta a punta (claro está, una vez hayamos visitado todas las atalayas y hayamos abierto el mapa de la ciudad), pero la aparición de personajes se debería optimizar un poco más.
En resumen, visualmente ACII es uno de los juegos más bellos de estos últimos meses. Las ciudades son espectaculares, su distribución muy fiel a la realidad, se han cuidado detalles como la iluminación, las animaciones de Ezio -aunque fallan un poco las de los demás- y un punto especial para el vestuario, espectacular. Se podría mejorar el acabado facial de los personajes y algunos detalles técnicos como el popping de personajes. Por todo lo demás, no podemos más que recomendar que paseéis un poco por Venecia para apreciar el arduo trabajo de ambientación que ha tenido lugar en este juego. Espectacular.
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Sonido FX El doblaje al castellano es de muy buen nivel globalmente hablando. Un auténtico 'fiera' del doblaje español como Ramón Langa (la voz de Bruce Willis, vamos) forma parte del equipo encargado de la interpretación. El resultado es bastante bueno, con diálogos bien llevados a cabo, introduciendo frases hechas e insultos en el idioma de Leonardo da Vinci, y con una interpretación en general de todos los encargados del trabajo brillante. Hay personajes que se podrían mejorar, pero son los menos. Con todo, un doblaje de muy buen nivel.
Donde quizás se podría mejorar algo más es en la ambientación sonora, con los comentarios de los ciudadanos -que se repiten bastante- o la sensación de bullicio que falta en algunas zonas aunque éstas se encuentren llenas de gente. Los animales que se pueden ver en el juego tampoco destacan por el detalle que se ha puesto en ellos a nivel sonoro, y los caballos adolecen de falta de respuesta a ciertos movimientos bruscos. No son fallos realmente determinantes -ni mucho menos- si no simplemente defectos que se podrían subsanar para dejar el nivel realmente alto, algo para lo que no le falta mucho en cuanto a audio.
Música Jesper Kyd, creador de la banda sonora de juegos como la saga 'Hitman', el primer Assassin's Creed, 'Splinter Cell Chaos Theory', 'Kane & Lynch: Dead Men' o 'Unreal Tournament' entre otros, ha dado su visión musical de cómo se podría ambientar la italina del s.XV. Para ello ha utilizado temas de época y los ha unido con movimientos más rápidos y tensos para los momentos de acción. El sigilo ha tenido también mucho efecto en la banda sonora, ya que se muestra de forma muy 'light' con momentos de pistas casi inaudibles por sus estructuras y los instrumentos utilizados. De hecho, la ambientación gana enteros en los momentos más espectaculares y en las secuencias cinemáticas gracias a la banda sonora. En muchas ocasiones puede pasar desapercibido, pero en otras muchas la música formará parte esta Italia convulsa como un protagonista más que ve la acción desde la barrera. Un buen trabajo.
Jugabilidad Estamos ante el apartado que más controversia causó con el primer juego, y que más hemos observado para saber si realmente el juego ha mejorado o mantiene tanto sus puntos fuertes como los débiles. A grandes rasgos, podemos decir que ACII es más completo que el primero, con más misiones, más acciones, más opciones, más libertad para el jugador si quiere hacer una cosa u otra, y novedades que añaden más profundidad tanto a nivel directo como a posteriori. Sin embargo, con todo esto, al final volvemos a tener una sensación muy parecida a la que nos dejó AC después de poder jugar con él el tiempo suficiente.
Para empezar, el juego nos pone en la piel de Desmond que, acompañado de Lucy, deben escapar de Abstergo. Esto nos sirve como un pequeño tutorial y adaptación al mando y a su respuesta. Una vez a salvo, asistiremos desde el Animus 2.0 al nacimiento de Ezio, donde podremos mover sus extremidades y ver su llegada a la vida. Este buen detalle pronto queda en el olvido porque los diseñadores han ideado un tutorial donde nos mostrarán movimientos básicos de Ezio. Nuestro protagonista ya es un joven apuesto y que se dedica por igual a las mozas y a las peleas. En este tutorial -bastante largo, por cierto- aprenderemos ciertos movimientos básicos de pelea y de desplazamiento por los tejados.
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Sin embargo, hay que hacer notar que UbiSoft no ha medido bien el grado de diversión que ofrece este tutorial, ya que tendremos que realizar algunos trabajos para nuestra madre y nuestro padre, pero se hacen bastante anodinos y aburridos. Esto puede tirar para atrás a algunos jugadores, y lo entendemos, porque nos ha parecido un comienzo muy mejorable. El grado de diversión es mínimo, sobre todo para los usuarios que ya conocen la mecánica de juego y tienen que pasar igualmente por estas fases tediosas y sin gracia. Que nos enseñen cómo vive Ezio no es razón para no tratar de captar la atención del usuario de la mejor forma posible, y ACII no lo consigue en este sentido.
Como no queremos desvelar nada de la trama, sólo diremos que Giovanni Auditore, así como los herederos masculinos de la familia son asesinados. Ezio, con suerte, escapa y descubre que su padre era el líder de los asesinos. Jura venganza para con su familia, y mientras desplaza a su madre y a su hermana a tierras más seguras, toma la determinación de seguir el trabajo de su padre y librar a Italia de los asesinos de su familia. Lo que viene después es causado por las continuas desavenencias, rencillas, envididas y mentiras que enfrentaban continuamente a las familias que querían ser las más poderosas. Los Medici, los Borgia o los Pazzi son algunos de los personajes que aparecen en el juego y que, con una licencia argumental, permiten utilizar personajes históricos para que formen parte de la historia de Ezio Auditore de Florencia.
Aunque para personaje histórico el que se han guardado en UbiSoft para que ayude a Ezio. Nada más y nada menos que un joven Leonardo da Vinci, que por medio de unas páginas del Códice -que Ezio debe encontrar repartidas- consigue hacerle mejoras y armas blancas, incluso una pistola oculta en el famoso brazalete que tantos asesinatos silenciosos permitió realizar a Altair en el juego anterior. Asimismo, y como puntos novedosos, Ezio puede dirigirse al herrero de cada ciudad o pueblo para que repare o venda armaduras. Estas pueden comprarse y siempre tendrán unas características de resistencia y de protección para Ezio.
También Ezio puede ir al médico a curarse o a comprar pócimas que le puedan ayudar en plena batalla para no caer en medio de sus enemigos. Estas acciones la realizaremos muy a menudo en el juego. Para todo ello necesitaremos tener dinero, algo que se consigue con las misiones tanto principales como secundarias, y robando a los transeúntes, algo más peligroso. Las misiones principales nos ayudan a ir avanzando en la historia, sin embargo las secundarias nos sirven principalmente para ganar dinero. Entre las secundarias encontramos muchas misiones nuevas, como pueden ser recoger cofres, coleccionar plumas que recuerden a nuestra madre a su hijo menor muerto, destrozar carteles que muestran nuestra cara y seremos más conocidos (también podremos sobornar a los heraldos para que no pregonen nuestros actos, lo que nos quitará notoriedad, pero también dinero).
Otras misiones que sirven para mejorar estadísticas y para conseguir dinero son perseguir a los ladrones de cada ciudad, hacer carreras de caballos, misiones de correos, subirnos a atalayas,
la variedad es mayor que en el juego anterior, lo cual es de agradecer. Un detalle importante para conseguir más fácilmente realizar las misiones tanto primordiales como las secundarias es la notoriedad. Si vamos robando a la gente, empujándolos, peleándonos, o simplemente saltando sin venir a cuento llamaremos su atención, y esto hará que los guardias nos vigilen más constantemente.
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Afortunadamente, UbiSoft también ha añadido acciones que Ezio puede realizar para contrarrestar hecho, y las acciones son de lo más variopinta: desde contrartar cortesanas para que los hombres se fijen en ellas, pasando por unirnos a un grupo de gente que pase cerca de nosotros, sentarnos en un banco cuando no nos vean, tirar dinero al suelo para levantar revuelo y poder marcharnos más fácilmente, lanzar bombas de humo, o también podemos sumergirnos en el agua para que los soldados nos pierdan de vista y anular su nivel de búsqueda, algo nuevo en la saga. Son acciones que añaden más libertad al usuario, algo que se requería urgentemente para mejorar la sensación de juego.
El mini mapa situado en la esquina de la pantalla nos indicará los puntos de interés tanto para avanzar en la aventura como para realizar las misiones menos importantes. También podremos encontrar en nuestro devenir misiones que harán que hagamos frente a una batalla contratando a mercenarios para que nos ayuden. En alguna ocasión necesitaremos entrar en algún recinto cerrado, y para llamar la atención de los guaridas utilizaremos a estos grupos para que los soldados se centren en ellos y nosotros podamos entrar y abrir la puerta. El sistema es sencillo, mostrarles a los mercenarios el objetivo y podremos ordenarles que nos sigan o que ataque al grupo.
Encontraremos además unas misiones que serán unas de las mejores fases del juego: tendremos que encontrar los seis sellos de los asesinos para poder desbloquear la armadura de Altair y poder utilizarla. Para ello, debemos encontrar las tumbas de los seis asesinos y lograr coger el sello de cada tumba. Estas tumbas están distribuídas por las ciudades, y su mecánica al más puro estilo Prince of Persia, basado casi totalmente en el plataformeo, serán algunos de los mejores momentos que podáis vivir en el juego. Tendremos fases de sigilo y otras de acción, con lo que la variedad en principio está asegurada.
Otra de las novedades del juego será que tendremos a nuestro cargo la Villa Monteriggioni , propiedad de nuestro difunto padre y que cuidaba nuestro tío. Con el dinero ganado/robado podremos y debemos hacer prosperar los negocios de la Villa , ya que así recibiremos dinero cada X tiempo y nos servirá para conseguir más armas, armaduras, etc
la mecánica de administración de la Villa es sencilla, así que será sólo cuestión nuestra saber por dónde empezar y a qué gremio prestarle más atención para que nos dé más beneficio.
La IA de los enemigos es uno de los puntos negros del juego, ya que su respuesta deja bastante que desear en muchos momentos. Lo más fácil que se puede hacer cuando nos van a atacar es subirse a un tejado, y ver cómo los soldados van subiendo uno a uno al matadero sin remisión. No hay tácticas de ataque, hay bugs de comportamiento (hemos llegado a ver un soldado que, al vernos, se ha tirado de una torre para cogernos) totalmente evitables, y realmente la dificultad puede estar más en el número de enemigos que en su eficacia atacándonos.
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Con todas estas novedades, ¿por qué decimos que ACII posee casi los mismos fallos que su antecesor? Puede parecer difícil, pero la realidad es que las misiones, por muy bien que las presenten como más variadas, la sensación a medio plazo es de estar haciendo lo mismo que hacíamos en el juego anterior. La repetitividad es algo -parece- innato a este juego por su sistema de juego, a lo que hay que añadir una falta de incitación al usuario a probar cosas nuevas. Y es que, ¿para qué molestarse en contratar cortesanas, sobornar heraldos o arrancar carteles si desplazándose por los tejados es todo mucho más rápido y seguro? ¿para qué queremos espadas si con el cuchillo oculto de doble hoja podemos acabar con cualquier enemigo del juego? Estos son sólo dos ejemplos, pero la realidad es que se han añadido cosas que el usuario no necesita.
El control de Ezio para sprintar/saltar también nos puede dejar en evidencia en momentos puntuales. Hay ciertos momentos en los que nuestro personaje saltará, o no lo hará, y no sabremos porqué. En nuestra opinión, la culpa la tiene la distribución de acciones, y es que poner en el mismo botón sprintar y saltar no puede traer más que confusión. Esto se debería evitar, ya que es verdad que no pasa siempre, pero en esos momentos si estamos -por ejemplo- en la búsqueda de uno de los sellos de los asesinos puede desincronizarnos sin remisión por una caída de gran altura. Es ocasional, pero especialmente molesto cuando pasa.