God of War Collection

Con la tercera aventura de Kratos en el horizonte, Sony lanza una revisión de los dos primeros God of War aparecidos en Playstation 2 y que ahora se adaptan a la alta definición y a los tiempos que corren.  El Espartano más sanguinario que ha pasado por un videojuego prepara su desembarco a Playstation 3 recordando, con mejoras gráficas y las mismas bondades jugables, porque es el dios de la guerra y uno de los retornos más esperados y deseados para la presente generación. Aviso, este avance puede contener algun destripe respecto a la trama de las dos aventuras de Kratos en Playstation 2. 

God of War apareció, de la mano de David Jaffe, en 2005 encajado en un género que había creado dos iconos importantes para la industria. Uno, a cargo de capcom y que responde al nombre de Devil May Cry. Otro, exponente máximo de Xbox y obra magna del genió Itagaki. Ninja Gaiden. Pero la fuerza con la que irrumpió Kratos y su revelación ante el dios de la guerra no sólo aguantó el peso de luchar contra dos gigantes. Si no que se convirtió, de facto, en otra referencia a seguir entre el género de la acción. Su aspecto gráfico, tanto técnicamente como a nivel de diseño, el universo que recrea, jugabilidad sencilla pero suficientemente profunda y variada para poder entretener y un personaje que se convierte en dios. No de la lucha, si no de Playstation y Sony con casi cuatro millones de unidades vendidas

La segunda entrega de la saga cuenta con Kratos como nuevo Dios de la guerra, después de acabar con Ares y que el resto de deidades lo acogieran como uno de los suyos. Cory Balrog cogió las riendas de Jaffe al frente del proyecto, en el que el protagonista de God of War, un personaje atormentado por las atrocidades cometidas bajo las órdenes de Ares, volvía a la carga en 2007. El estudio semi-desconocido de Sony en Santa Mónica ya estaba bajo los focos de todo el mundo. Gracias, por supuesto, al soberbio trabajo realizado con God of War. La segunda entrega fue un más y mejor, sobre todo puliendo y matizando momentos de batalla y limando todavía más el apartado técnico que superó los tres millones de unidades. Un broche de oro al género de acción en la consola más laureada de la pasada generación.

Y para hacer boca, God of War Collection sale a la venta este 17 de noviembre en Estados Unidos. En Europa no hay fecha concreta, aunque será antes de God of War III y a principios del año que viene. Se trata del pack de los dos juegos aparecidos en Playstation 2 con mejoras gráficas. Rodando a 720p, lavando la cara y haciendo el primer pasito del Dios de la Guerra en el mundo de la alta definición. Con su jugabilidad intacta, esta colección permite jugar mejor que nunca a las dos aventuras de uno de los nuevos iconos virtuales para Sony y sus consolas Playstation.

Esta colección no es más que una revisión gráfica de lo visto hace cuatro y dos años respectivamente. Las mejoras, a pesar de esto, son evidentes. El aumento de resolución se agradece, y tanto el acabado general, mucho más suave, como las texturas en concreto presentan otro aspecto. Esto permite gozar todavía más de la acción desenfrenada de Kratos, ya que hay momentos, como por ejemplo ante los enormes jefes finales, que el juego luce espectacular. Teniendo en cuenta que se trata de una revisión y no de la tercera entrega prevista para dentro de poco. O demasiado, según como se mire.

La propuesta jugable se mantiene vigente cuatro años más tarde. Cogiendo como referencia el primer God of War, por eso de ser el más antiguo, su desarrollo no queda anclado en el pasado. Sencillo, efectivo y adictivo. Acabar con los enemigos del Olimpo sigue siendo tan divertido como la primera vez. Y es que sólo las escenas de vídeo, que no se han revisado como sí los momentos de juego, se mantienen un tanto desfasadas por eso de ser las mismas que ya vimos en Playstation 2. Seguramente, el único ‘pero' que se le puede poner a una compilación que ha salido a un precio excelente en los Estados Unidos (40 dólares) y que con el cambio 1:1 seguramente será menos atractivo en Europa respecto al mercado norteamericano. Pero igualmente sugerente entre los precios a los que nos tienen acostumbrados.