Command & Conquer 4: Tiberian Twilight
Cuando Electronic Arts preparó su Winter Showcase, sobre el que venimos informando desde la pasada semana, tenía muy claro cuáles eran sus caballos ganadores. Ese tipo de juegos que por su relevancia y el respeto que despiertan han de ser tratados de una forma especial. Estos cuidados se podían percibir en títulos como Star Wars: The Old Republic, Mass Effect 2 o el que hoy nos ocupa, Command & Conquer 4: Tiberian Twilight. Con la ayuda de Matt Ott, productor, y Joe Kucan, algunos le conocerán mejor como Kane, nos adentramos en un mundo amenazado por el Tiberio.
Cuando Electronic Arts preparó su Winter Showcase, sobre el que venimos informando desde la pasada semana, tenía muy claro cuáles eran sus caballos ganadores. Ese tipo de juegos que por su relevancia y el respeto que despiertan han de ser tratados de una forma especial. Estos cuidados se podían percibir en títulos como Star Wars: The Old Republic, Mass Effect 2 o el que hoy nos ocupa, Command & Conquer 4: Tiberian Twilight. Con la ayuda de Matt Ott, productor, y Joe Kucan, algunos le conocerán mejor como Kane, nos adentramos en un mundo amenazado por el Tiberio.
La humanidad se acerca a su extinción. El Tiberio se encuentra en fase de máxima expansión y amenaza con convertir la Tierra en el lugar más inhóspito que se pueda imaginar. Es en ese preciso momento, durante el año 2062, cuando el líder de la Hermandad Nod decide acercarse a la zona azul de la GDI para proponer una alianza que evite el final de la civilización. Tras quince años de unión, con el Tiberio controlado y la civilización a salvo, radicales de ambos grupos provocan una nueva confrontación entre ambos bandos que decidirá el futuro de ambas organizaciones.
Acompañados del productor Matt Ott y el actor Joe Kucan, que encarna a Kane, tuvimos la oportunidad de enfrascarnos en el modo multijugador con el que contará el título una vez salga a la venta el próximo año. Este sistema nos sitúa en una batalla 5 vs 5, en la que deberemos tomar algunas decisiones antes de empezar. En primer lugar, debemos elegir del lado de quien estamos. Como ya sabréis, la saga C&C tiene dos bandos principales: la GDI, creada por la ONU, o la Hermandad Nod, organización militar pseudoreligiosa con afán de gobernar la Tierra. Ambas organizaciones han pasado por multitud de enfrentamientos desde que el Tiberio llegara a nuestro planeta, hasta el punto de dividirlo en dos frentes irreconciliables. Por un lado, la GDI nos brinda la oportunidad de controlar unidades fuertemente acorazadas y potentes, aunque también algo lentas. Por otro, la Hermandad Nod dispone de una tecnología que permite que las suyas sean más rápidas y poderosas que las de la GDI, aunque mucho más inestables. Otros de los colectivos que habían aparecido en ediciones anteriores como Scrin o Forgotten no son jugables en esta, lo que no quiere decir que no vayan a tener su peso específico en la misma, aunque en este caso desde un punto de vista más neutral.
Una vez hemos tomado partido por uno de los contendientes el siguiente paso es elegir la clase a la que vamos a pertenecer. Esta decisión, que podremos cambiar a lo largo de la batalla, deberá ser entre: Ataque, Defensa o Apoyo. Como cabía esperar, esta decisión no debe ser tomada a la ligera, ya que cada formación cuenta con unas características especiales. Los que se decidan por el Ataque se especializarán en el ataque frontal y vivirán más cerca que nadie la acción del juego. Todos aquellos que se decanten por la Defensa deberán proteger bunkers y torretas, así como hacer un buen uso de la infantería y el armamento pesado que tendrán a su disposición. Y si por el contrario, decides formar parte del Apoyo tu misión será ayudar a tus compañeros desde el aire o gracias a todo tipo de equipos y vehículos especiales diseñados para tal fin. Cada clase cuenta con sus propias unidades, siendo los ingenieros las únicas piezas comunes en las tres, lo que ofrece un ramillete de posibilidades impresionante.
Tras todas estas decisiones llega el momento de tomar parte de la lucha y desde el principio percibimos las novedades que nos deparará C&C 4. Lo primero que llama nuestra atención es el cambio en la apariencia de la interfaz del juego. Dejando atrás el resto de juegos de la serie, en esta ocasión se perciben influencias de otros títulos como Age of Empires o Starcraft en ese aspecto. Sin embargo, no es un cambio traumático, ya que en poco tiempo nos acostumbramos, gracias a lo intuitiva que resulta. Otro de los aspectos que nos sorprenden son los cambios en cuanto a la recolección de recursos. En esta entrega se elimina la posibilidad de crear refinerías, por lo que deberemos buscarnos nuevas mañas para mejorar nuestros ejércitos. Además, Matt Ott, productor que nos acompañó en todo momento durante la demostración, nos confirmó que 'en esta ocasión no existirán batallas navales como en capítulos anteriores porque nuestra intención era mejorar los combates por tierra y por aire'. Por lo que el futuro de la civilización no se decidirá en el medio donde empezó todo. Pero si por algo destaca este juego es por los puntos de experiencia que obtendremos en cada misión y que nos permitirán mejorar nuestras estructuras y ejército.
Otro de los aspectos que más nos interesaban era como habían evolucionado las Unidades. Ya habíamos podido conocer detalles sobre Crawler, la nueva unidad que parecía perfecta, pero después de poder controlarla pensamos que todos los elogios se habían quedado cortos. Base tradicional por un lado y máquina de combate casi perfecta por el otro, un multiusos que nos ofrece múltiples posibilidades. Por un lado, sorprende lo sencilla que es de manejar y la facilidad que nos ofrece para mejorarla con todo tipo de armamento. Además, nos ofrece la opción de reemplazarla por otra en caso de perderla durante el transcurso de la lucha, pudiendo elegir el jugador en cuestión el mejor lugar para colocarla. Todo ello, unido a su imponente estructura, nos ha dejado con ganas de explorar sus posibilidades mucho más a fondo. Sin embargo, no es la única unidad disponible. Más de 80 estarán a nuestra disposición incluyendo clásicos mejorados como Nod Scorpion, Stealth, Flame Tanks o GDI Mammoth Mk. II Walker. Por lo que, en este aspecto Command & Conquer mantiene su liderazgo, haciendo de esta experiencia multijugador algo inigualable. Y es que jugar 5x5 con el mismísimo Kane (Joe Kucan) en la silla de al lado da, cuanto menos, respeto.
El apartado artístico ha sufrido también una clara evolución desde ese primer juego de 1995. Se aprecian unos gráficos difícilmente mejorables y unos entornos tan ricos en detalles que en ocasiones parece que estuviéramos viendo un tráiler en lugar de una demo. Todo ello, siendo fieles a la estética de la serie, como puntualizaba Matt Ott en plena batalla: 'Artísticamente somos muy fieles a los anteriores episodios y lo tomamos como referencia principal, ya que nuestra comunidad de jugadores se siente muy identificada con dicha estética'. Comunidad, que por cierto es tan amplia y tiene tanto peso específico para los desarrolladores que ha decidido el nombre del juego por votación, claro ejemplo del nivel de interacción que se da en esta saga. Además, todos los seguidores de Command & Conquer están de enhorabuena, ya que si reservan su C&C 4 obtendrán la banda sonora, una misión extra, una foto firmada por Joe Kucan y la posibilidad de conocer la beta que nosotros mismos pudimos probar en el Winter Showcase.
Así pues, este modo multijugador es un brillante aperitivo para el juego que llegará a las tiendas el próximo Marzo en exclusiva para PC. Un título que nos provoca sentimientos enfrentados, ya que por un lado estamos deseando poder disfrutarlo durante horas, pero por otro somos conscientes de que cierra el ciclo Tiberian y casi no podemos creerlo. En resumidas cuentas, un juego con mayúsculas a la altura de una saga que pasará a la historia.
Command & Conquer 4: Tiberian Twilight
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