Pro Evolution Soccer 2010
Al palo
Konami navega a la deriva en la nueva generación. Está completamente perdida en muchas de las series que hace poco nos obligaban a tener a la compañía japonesa en un pedestal. Una de ellas, probablemente la más llamativa, es Pro Evolution Soccer. Si en sobremesa ha mejorado la patética impresión de temporadas pasadas, en PSP la situación es exactamente la misma que la de 2008 y 2009, con la inclusión de la Champions League y la inexplicable omisión del modo Online.
Desde la llegada de la nueva generación hemos venido viviendo la misma situación con PES en PSP. Primero tuvimos que conformarnos con una adaptación poco menos que lamentable que por fortuna se estalló literalmente en el mercado. De algo sirvió el fracaso general que supuso esa temporada en la portátil de Sony, ya que la siguiente temporada disfrutamos del mejor PES que ha aparecido hasta la fecha en la consola. Mejor sencillamente por ser el que más novedades ha incluido desde hace tres años a esta parte. La idea pasaba por crear la mejor franquicia portátil jamás conocida aprovechando la base de datos de PS2, que ha demostrado tener fuelle de sobra para resistir las embestidas de la sobremesa de nueva generación.
El tiempo ha colocado a Konami en su sitio. Después de una temporada más bien flojita a manos de PES2008, PES2009 seguía exactamente la misma línea incluyendo el tan demandado modo multijugador que los aficionados de la consola llevaban esperando desde la primera edición de la franquicia. Fue el momento culmen en la historia de PES en PSP; por primera vez Konami había hecho caso a las demandas de los aficionados pese a ser el mismo producto que habíamos tenido la ocasión de jugar un año antes. En el correspondiente análisis dejábamos bien clara esta cuestión: o PES se renueva en portátiles o va a empezar a pasar tiempos difíciles.
Parece que fue una premonición acertada casi sin quererlo, y después de tres años evolucionando, PES2010 en PSP viene a afirmar en voz alta que la franquicia se ha estancado por completo en este campo. Ya extraña la total ausencia de información sobre esta versión, la escasa publicidad que se ha vertido, centrando todos los esfuerzos en X360 y PS3, a la espera de ver qué será capaz de ofrecer en Wii esta temporada. Era, como suele ser habitual todos los años, uno de los títulos que esperábamos con más ansias por aquello de contar con la jugabilidad tradicional de la serie. El motor de PS2 sigue funcionando con solvencia pese a que los años comienzan a pesar en su aspecto visual: a nivel jugable sigue siendo una delicia.
Por desgracia
PES2010 no comparte en PSP las virtudes que hemos podido disfrutar en PlayStation 2. Una vez más estamos ante un port 1:1 de la sobremesa de Sony en la que no se ha incluido ninguna de las virtudes de las que hace gala la franquicia esta temporada. Ya nos podemos ir olvidando del control en 360 grados, de las nuevas animaciones o de un motor gráfico revolucionario que exprima al máximo las posibilidades de la consola. Nada más lejos de la realidad, basta con encender la consola para entender que la base jugable se ha respetado en todo momento. En efectos prácticos, por lo tanto, este PES2010 es exactamente igual que su antecesor en todos los apartados que consideramos importantes en un simulador futbolístico, salvando las novedades que incluye tanto a nivel de menús y navegación como en lo que a contenido se refiere.
El primer palo que recibimos es confirmar la ausencia de la Infraestructura que destacaba la temporada pasada. Konami ha comentado en varias ocasiones que no había quedado satisfecha de los resultados del Online de la edición anterior, lo que nos había llevado a imaginar que esta vez se solucionarían los problemas de conexión y las ralentizaciones que sufre la consola constantemente. Para nuestra sorpresa, la decisión de la compañía (bien por falta de tiempo, de dinero o porque sencillamente no les ha dado la real gana) ha sido omitir esta faceta que tanto había agradado en 2008. Empezamos mal desde la base; buscando las novedades propiamente dichas sólo podemos encontrar la Champions Leage, así que nos preparamos para disputar un partido de la competición más importante a nivel europeo.
A medida que pasan las horas dentro del modo UEFA Champions League se reafirma la sensación de estar ante un remozado de PS2. Dentro de esta modalidad podemos acceder a la clásica administración por grupos clasificatorios donde sólo pueden pasar a la siguiente ronda el primer y segundo clasificado de cada grupo. En la vida real, el tercero se iría directamente a la anteriormente denominada UEFA, aunque en PES se queda fuera de la competición sin pena ni gloria. Desde la selección de equipos hasta la interfaz que nos da la bienvenida es exactamente la misma que hemos visto en sobremesa. Es muy agradable ver cómo los tiempos de carga apenas sin inexistentes, por lo que navegar por los menús se convierte en una tarea agradable, muy al contrario de lo que sucedía en otros años.
Parte de la mejora de la interfaz comenzaba el año pasado con PES2009 (de hecho, este fue uno de los rasgos que destacamos del producto), al igual que la renovación de las melodías que suenan mientras visitamos las opciones de juego. Ahora derivan entre el pop rock, el rock duro y alguna que otra composición electrónica, si bien nada tiene que envidiar a las ediciones de sobremesa. Esta vez no hemos podido hallar la posibilidad de intercambiar nuestras canciones por las que vienen por defecto, aunque desde el menú de opciones podemos instalar directamente la información en el UMD para cerciorarnos de no tener que esperar ni un segundo de más entre partido y partido o a la hora de ver cualquier celebración.
Ahora que ha aparecido a colación el tema de las celebraciones, este es otro ejemplo fehaciente de que os cambios introducidos se limitan meramente a cambiar la forma en la que los jugadores efectúan un pase o reaccionan ante un encontronazo con un rival. El motor gráfico del juego es exactamente el mismo del año pasado, mejorando el rostro de los jugadores más importantes del pack. Se sigue la tendencia de las consolas adultas, con una recreación fidedigna de Xavi, Torres o del propio Messi que se ha convertido en la imagen de la franquicia por antonomasia. Quien piense que este paralelismo se efectúa por los clásicos correcalles de la serie en Xbox 360 y PS3 puede estar tranquilo: PES siempre ha conservado la esencia tradicional en PSP, por lo que la jugabilidad sigue intacta pese a la ausencia de novedades.
Fútbol después de todo
Es muy irritante que este PES2010 se limite a incluir dos o tres novedades en vez de revolucionar la franquicia como pensábamos que iba a hacer, pero esto no es motivo para dilapidar las buenas sensaciones que ofrece el juego a nivel futbolístico. La mecánica de juego sigue siendo la de PS2, por lo que garantizamos vivir la sensación de realismo durante los partidos, batallando ante porteros que se mueven con gracia y efectividad, así como ante sólidos sistemas defensivos prácticamente inexpugnables si jugamos en el mayor nivel de dificultad, que podemos seleccionar sin tener que pasar por la Tienda PES (que, por cierto, vuelve a tener su lugar protagonista ofreciendo la posibilidad de comprar a las selecciones clásicas o a jugadores emblemáticos, entre otros extras).
Desde el comienzo del partido hasta el pitido final, PES sigue manteniendo la esencia de PES, algo que posiblemente sólo se puede decir de la edición de PS2 y de esta portátil. El control de los jugadores es el mismo de antaño, con sus correspondientes animaciones toscas y robótica forma de correr por el campo, independientemente del tamaño o condiciones físicas. Pese a estos defectos que los aficionados deberían conocer de sobra, el balón sigue comportándose de forma coherente con las acciones que queremos realizar. Tenemos la sensación de que se ha mejorado levemente el ritmo de los partidos (la primera impresión es la de estar jugando a un futbol arcade por la velocidad a la que se mueven los jugadores) para fomentar la competitividad, lo que junto a la inclusión del TeamVision 2.0 mejora notablemente el trabajo en equipo, las reacciones de nuestros compañeros al tirar una pared, etcétera.
No obstante, pese a los cambios que se han incluido, la sensación última sigue siendo la misma, teniendo siempre en cuenta que se ha trabajado sobre la edición del año pasado manteniendo la mayoría de elementos técnicos y jugables. El contenido del juego se ve mermado por la ausencia del modo multijugador Online; para recompensar a los jugadores se ha incluido el modo Leyendas', desde el que podemos registrar todos los partidos que realicemos frente a amigos, utilizando siempre el Adhoc para competir frente a un rival. En la práctica esta modalidad funciona a la perfección, y qué duda cabe que los usuarios que suelan emplear este sistema de juego lo recibirán con los brazos abiertos.
Lo mismo sucede con el notable Editor, que nos permite retocar absolutamente todos los aspectos de un juego que pese al retraso con el que llega al mercado respecto a las versiones de sobremesa sigue mostrando plantillas desactualizadas (Gudjohnsen sigue en el Barça, por ejemplo, así como Henrique). Por suerte la comunidad de aficionados ya se ha encargado de distribuir por Internet el correspondiente archivo de guardado para cambiar el nombre de las competiciones, equipos y jugadores desactualizados. Las licencias son las de las ediciones de sobremesa (en vez de Club Deportivo Tenerife, TNR Azul/Blanco), aunque repetimos que el Editor cuenta con toda la información necesaria para configurar el título a nuestro antojo.
La tarjeta de jugador que hemos de crear al comenzar a jugar es otro de los datos que habla de forma elocuente sobre esta especie de ansiedad por fomentar el juego Adhoc (quizás por la ausencia del Online), sirviendo también como antesala para crear al jugador que nos va a representar en el modo Conviértete en Leyenda, que se incluía por primera vez la temporada pasada y cuyas características se han mantenido sin cambio alguno. Podemos fichar por equipos al subir de nivel, empezando desde lo más bajo para ir subiendo gradualmente a medida que anotamos goles o realizamos un buen partido con varios pases, disparos y asistencias. Nada nuevo bajo en sol en este aspecto.
¿Dónde está el Online?
No se puede explicar la ausencia del Online de ninguna de las maneras salvo justificación de Konami, aunque las escusas que podemos imaginar tienen mucho que ver con el bajo rendimiento de este servicio la temporada pasada. En lo que a competiciones respecta, podemos elegir entre Copa, Liga, Liga Máster, UEFA Champions League, Leyenda, Conviértete en Leyenda, Editor y Entrenamiento. El material es exactamente el mismo que en ediciones pasadas con la salvedad de contar con una Champions actualizada, aunque insistimos en que se trata de una función que debería haber sido implementada el año pasado, cuando se obtuvo la licencia oficial en sobremesa. En cualquier caso es otra modalidad que viene a completar el círculo de opciones con el que contamos, sin novedades en ninguno de estos frentes.
La ausencia del Online es la pérdida que llora esta PES2010 y la auténtica razón por la que ha acaba desmereciendo el buen trabajo que se ha realizado a nivel de contenido. A nivel técnico hay poco que decir, entendiendo que los comentarios están doblados por Carlos Martínez, con un ausente Maldini. El resultado es exactamente el mismo por una simple razón: sólo aparecen al anotar o recibir un gol, por lo que su utilidad es más bien nula. Gráficamente las caras de los jugadores siguen emborradas por una especie de potaje en forma de pixeles sueltos, con los mismos estadios y animaciones a la hora de celebrar un gol. Sigue luciendo un aspecto aceptable de no ser por la forma robótica que emplean los jugadores al corren. De resto, pasa el examen con buena nota pese a la nula evolución.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.