Warhammer 40.000: Dawn of War II Chaos Rising
Durante la encarnizada lucha que mantienen los Marines Espaciales contra medio universo, un planeta helado ha salido de su exilio milenario en la zona oscura, donde habitan las fuerzas del Caos. Este planeta esconde secretos, y los Blood Ravens parecen los más interesados en conseguirlos. Recuperamos todo lo que sabemos sobre la primera expansión de Dawn of War 2 en nuestro avance.
No resulta descabellado decir que la franquicia Dawn of War supuso, cuando su aparición hace ahora un lustro, un soplo de aire fresco al oxidado género de la estrategia en tiempo real. El trabajo de los hombres de Relic ejerció de lubricante, como el 3 en 1 que esta tipología de producto necesitaba y juntamente con otros juegos como Command & Conquer, significó un avance en la concepción de la fórmula clásica basada en acumular recursos, construir un gigantesco ejército imparable y arrasar la base de nuestro adversario.
Para aquellos que están leyendo este avance y no sepan de qué tipo de juego estamos hablando, nos encontraba ante un título basado en la franquicia Warhammer 40000 que recoge la esencia del enfrentamiento de los Marines Espaciales con las fuerzas del Caos. Estrategia, como decíamos, en tiempo real aunque bastante ligerita. Al no haber gestión de recursos, el equilibrio entre micromanejo y macromanejo es ligeramente distinto a otros juegos que tengamos en mente, enfocando todos los esfuerzos en el dominio de puntos de control y en combate puro.
Como nos comentaba nuestro compañero David Ortiz en el análisis que hizo de su segunda parte en febrero de este mismo año, la compañía canadiense decidió ir todavía más lejos que con su predecesor y orientando la jugabilidad aún más en el aspecto combativo, premiando a los jugadores que optaban por actitudes agresivas de ataque y se lanzaban a la batalla sin necesidad de pasarse media partida 'atortugados' en su zona inicial. Se simplificaron algunos aspectos y se modificaron otros, pero la esencia de la lucha constante permanecía intacta.
En Chaos Rising, la primera expansión que THQ nos pone entre manos para el título en cuestión, nos permitirá vivir un nuevo episodio en la cruenta lucha que enfrenta a los Space Marines, los Eldar, los Tyranids y los Orks. Mucha sangre se ha vertido ya en esta contienda, pero la aparición de los Chaos Space Marines promete mejores y mayores capítulos de destrucción en el universo Warhammer 40000 y a buen seguro que los Blood Ravens tendrán las manos ocupadas peleándose con su enemigo más mortífero.
La razón de este nuevo recrudecimiento en la lucha es la siguiente: un planeta helado, apartado durante un mileno en un viaje a través de 'The Warp' - allí donde moran las fuerzas del caos - ha aparecido de repente. Este planeta esconde algunos de los secretos que los Blood Ravens creían perdidos para siempre y claro, serían un buen descubrimiento para la reputación del infame Emperador. Por supuesto, los adversarios serán temibles y nuestro escuadrón favorito tendrá que vérselas con multitud de contingencias que harán las delicias de todos nosotros, los afortunados videojugadores.
Aparte de una nueva campaña con un número indeterminado de misiones, puntos de control y demás parafernalia, para poder confrontar estos nuevos peligros podremos añadir nuevos niveles al máximo que había hasta hoy. En concreto será posible subir los personajes hasta el nivel 30, diez más de lo existente ahora mismo. Eso significa que habrá más habilidades, más ítems que conseguir y nuevos héroes que reclutar para nuestra causa; también significa que podremos importar nuestros personajes de un juego al otro, aunque los objetos que hubiéramos conseguido en el DoW2 original no perdurarán.
Hay algo que apuntar con respecto a la forma en la que se planteó el argumento de la campaña principal en el título de febrero: muchos usuarios, y nosotros también desde el análisis, coincidieron en que las misiones se hacían demasiado repetitivas a lo largo de la historia, con una estructura demasiado similar. Pues bien, Relic ha tomado buena nota y ha prometido cambiar la dinámica de estas subtramas, ampliando la duración de cada una de ellas y variando la tipología de objetivos que tenemos que acometer durante su desarrollo. En la variedad está el gusto, dicen, y parece que por lo menos esta petición se nos va a conceder, lo que es buena noticia.
Ya que la mayoría del juego consta sobre el combate, lo normal es que se hayan incorporado algunas unidades nuevas que darán que hablar, tanto en unos bandos como en los otros. Y también unas neutrales que podremos comandar en determinados puntos de la historia pero que no podremos construir a nuestro antojo. Estas unidades varían desde el Librarian, con árbol de habilidades único y propio que merecerá la pena tener en cuenta, hasta vehículos pesados que causarán estragos entre la infantería enemiga.
Al acabar cada batalla, normalmente el juego nos premiaba según nuestro rendimiento y nos otorgaba objetos y experiencia en función de los resultados. Ahora habrá un nuevo factor a tener en cuenta en combate: la corrupción. Al enfrentarse a los Marines del Caos, nuestro ejército tendrá que luchar contra una mala influencia añadida, que se agravará dependiendo de ciertas decisiones que tomemos en el transcurso de nuestra aventura. Eso es, ganaremos puntos de 'corrupción' que desbloquearán un árbol nuevo de habilidades de estilo ofensivo que pueden aportar un plus al combate.
Este cambio, que parece una sutileza, añade cierta dosis de profundidad a la campaña principal que, para muchos, siempre es poco más que un entrenamiento para lo que se considera el corazón del juego: el multijugador. Tener en cuenta nuestra línea de actuación para con nuestros amigos y enemigos es un buen añadido y otorga una cierta capacidad de rejugabilidad para ver qué podría ocurrir si escogiésemos 'el lado oscuro', porque lo que escojamos tendrá repercusiones en la trama. En cualquier caso, este tipo de complementos siempre se agradecen y esperamos que sea una línea a seguir en el futuro.
Añadir una nueva facción seguramente será un auténtico 'hit' en el aspecto multiplayer, algo que Relic ha sabido cuidar bastante convincentemente en el tiempo que llevan programando juegos de este tipo. Habrá que ver cómo afecta la incursión del Caos en el balance que ahora mismo existe en el juego, por mucho que sea un aspecto muy discutido en los foros de todo el mundo. Con ella, seguramente obtendremos una de las mejores experiencias multijugador actualmente en el mercado.
Previsto para llegar en el primer tercio del año próximo, para muchos será una espera larga la que tendremos que sufrir antes de poder disfrutar de las nuevas misiones, misiones secundarias, pluses de experiencia, nuevos objetos, nuevos héroes, nuevas dosis de habilidades extraordinarias y más horas de diversión. Mientras tanto, solamente nos queda esperar aniquilando eldars, orks y demás escoria que se atreven a cruzarse en el camino de nuestros Blood Ravens. En marzo aniquilaremos más.
Warhammer 40.000: Dawn of War II - Chaos Rising
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