Entre cartas y monstruos

Bakugan Battle Brawlers lleva al mundo de los videojuegos las aventuras de Dan y sus amigos junto a estas extrañas criaturas que responden al nombre de bakugans. El objetivo, luchar y ser el mejor entrenador del mundo con nuestros extraños seres. El problema es que la cosa se complica en un desenlace en el que estará en juego bastante más que el campeonato de turno de bakugans. A priori, y habiendo pasado fenómenos como Pokémon y Digimon, nada nuevo bajo el sol.

Hablar de Bakugan es hablar de uno de los fenómenos del año pasado. Estas cartas y figuras han irrumpido con fuerza en todo el mundo entre el público más pequeño, y el filón ha sido claro. En Japón se estrenó una serie de anime que narrara las aventuras de estos monstruos y ahora toca el videojuego. A las cartas metálicas y los pequeños bakugans se pasó a la historia de Dan Kuso y su encontronazo con este mundo, que consta de unos cincuenta capítulos. Ahora se extiende más la trama de los protagonistas del anime en una aventura original para el videojuego, donde el protagonista es el jugador.

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En el videojuego, la historia transcurre entre el entorno y personajes del anime, pero con algunas diferencias. El protagonista, en este caso, no será Dan. El protagonista será un muchacho de su misma edad, rondan los doce, creado por nosotros antes de empezar la partida. Este es uno de los puntos fuertes, ya que al inicio del modo historia diseñaremos con todo tipo de detalles al personaje que controlaremos. Dan y sus colegas tendrán su cuota de pantalla, primero como rivales en campeonatos y más adelante como compañeros de aventura o consejeros. Todo empieza cuando nuestro protagonista se topa con Shuji en el parque. Después de intercambiar algunas palabras, y con Runo y Dan por medio, empezará el tutorial para aprender las bases de Bakunga Battle Brawlers.

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La trama no tiene demasiado misterio. Nuestro personaje novato está deslumbrado por el hecho de tener delante suyo a luchadores tan importantes en el mundo Bakugan como Dan y compañía. Y su principal ilusión es tener un nombre en este curioso mundo. Con esta motivación como punto de partida, nos caerá del cielo un bakugan extraño. Poderoso, malhumorado y con más agresividad de la cuenta. Se trata de uno de los bakugans que han salido del planeta del que será nuestro principal enemigo cuando la cosa se complique más allá del intento de ganar torneos y ser un buen brawler.

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Cuando decidimos con qué luchar, nos vamos a por los rivales. Escogemos el lugar (ya sea el parque para practicar y ganar puntos fáciles o avanzando en la historia, por ejemplo, en el estadio donde se hacen los primeros torneos) y nos adentramos al campo de batalla. No sin antes conocer al enemigo, sus preferencias a nivel de armamento -los bakugans se dividen según categorías como el fuego, hielo, luz, naturaleza, oscuridad, etc.- o una última revisión al mazo.

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Y aquí entra la segunda parte, donde empieza la acción de verdad. Saltamos a un escenario virtual en el que tendremos que luchar contra nuestros enemigos. Los entrenadores lanzan una carta de inicio sobre el campo de batalla. Una vez hecho esto, y por turnos, cada uno de los brawlers escogerá un bakugan para lanzarlo al mapeado e intentar conseguir una de las cartas. Quien tenga tres, gana.  El jugador puede controlar la potencia, dirección y demás de la bola que se transforma en el bakugan de turno. Algo sencillo, mecánico y sin ninguna dificultad. El añadido interesante está en escenarios más avanzados, en los que el recorrido a la hora de lanzar nuestro personaje no será sólo el de dejarlo encima de la carta, si no también buscar por el mapeado el contacto con objetos y demás artilugios que nos permitan aumentar las habilidades del monstruo de cara a una posible batalla.

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Una vez encima de la carta, si el rival también envía un bakugan en la misma zona empezará la batalla. Antes, las cartas escogidas en el mazo de juego nos servirán para potenciar al bakugan, ya sea mejorando su nivel de energía o dando prioridad en según qué casos (por ejemplo, ganando puntos extras si se enfrenta a un enemigo de una categoría concreta). Después de usar los power-ups correspondientes, empezará la guerra entre los dos bakugans. Hay tres tipos de batalla: el de poder, el de sincronización y el de puntería. Quién mejor lo vaya haciendo irá ganando puntos G. Y el que tenga más al final del tiempo será el vencedor.

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Lo que sería el jugo a nivel de jugabilidad se queda corto en posibilidades. El modo de poder se basa, simplemente, en ir dando vueltas a los dos sticks lo más rápido posible. La sincronización consiste en pulsar los botones que se nos indican en el momento justo, al más puro estilo bust-a-groove, por ejemplo, pero sin ningún alarde de dificultad desesperante hasta los niveles más avanzados. Por último, la batalla de puntería. Un círculo con símbolos a cada uno de las direcciones del stick izquierdo. Se trata de apuntar a los símbolos de nuestro Bakugan y disparar sin romper los demás. Tres minijuegos en los que, junto al lanzamiento de bola, se acaba toda la oferta interactiva con el juego.

Al principio, las batallas serán sencillas, ya que entre cartas de habilidades y el nivel exigido para hacer las pruebas, antes de empezar se puede haber ganado virtualmente (teniendo tantos puntos de ventaja respecto al enemigo que es improbable que los remonte). La cosa cambia, eso sí, en niveles más avanzados, aunque no se llega a una dificultad exagerada en ningún momento. Algo agraviado, también, por el hecho que las cartas potenciadoras no juegan un papel fundamental en la estrategia. Hay muchas y de muchos tipos, pero al final prevalece la opción de subir cuántos más puntos G mejor antes de comenzar que detenerse a mirar el tipo de enemigo y esa jugada maestra obligada en juegos de estrategia más profundos.

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A pesar de estos contratiempos, Bakugan puede jugarse con hasta cuatro jugadores a la vez en una misma consola, sin tener soporte, eso sí, para luchar en red. Para este caso hay un modo llamado Arena en el que se pasa directamente a la acción, escogiendo escenario y parámetros y luchando para hacerse con la victoria entre los amigos. Al menos no hay escasez a la hora de elegir: más de 35 bakugans con sus respectivas categorías, 17 entrenadores y ocho escenarios distintos con sus arenas repartidas según la dificultad.

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La obra distribuida por Activision llega con el doblaje al castellano como una de sus principales bazas a nivel sonoro. Las voces están bien implementadas con los personajes, sus expresiones y sus movimientos. Acompañadas, eso sí, por efectos especiales que están a la altura de las expectativas y una música que juega un papel bastante secundario tanto en los menús como en las batallas mismas.

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