Territorio peligroso

El desarrollo de Broderlands ha sido lo bastante largo como para que el título haya sufrido una profunda remodelación en su diseño. Lo que en un principio conocimos como una profunda historia de necesaria supervivencia humana se acabó convirtiendo en un título de acción desenfadado, pero la esencia básica del sistema de juego se mantuvo inalterable. No se puede negar el hecho de que con estos cambios radicales fue como si el juego volviese a nacer, volviendo a acaparar la atención del público y haciéndose un hueco en los calendarios de los usuarios. En parte, a esto contribuye su propuesta particular, ya que estamos ante un completo título multijugador que, pese al escepticismo, consigue salir adelante con gran solvencia.

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Tras una espera que resultó más larga de lo que nos esperábamos en un principio, Borderlands llega por fin a las tiendas este viernes 23 de octubre, para PC, Xbox 360 y PlayStation 3. Lo cierto es que resulta una verdadera satisfacción el adentrarse en el indómito planeta de Pandroa, ya que no se puede negar que todos los cambios introducidos a nivel estético son muy acertados de cara a lo que transmite la jugabilidad. Diversión a raudales y un gran acabado técnico son las señas de identidad de un título que podremos disfrutar en solitario, pero que muestra todo su potencial cuando nos adentramos en las tierras baldías en compañía de hasta tres amigos. No se puede negar que nos hubiese gustado que algunos aspectos se puliesen un poco más, pero en líneas generales, estamos ante un muy buen título de acción, como pocos hay en estas fechas en el mercado.

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Una lucha por los recursos naturales del planeta y algo más, una misteriosa bóveda que, según los rumores, cuenta con avanzadísima tecnología alienígena en su interior. Pero el mayor error de la humanidad fue no haber estudiado a fondo las peculiaridades climáticas y la fauna propia del planeta Pandora: cuando llega la primavera, todo cuando existe se plaga de criaturas terroríficas y hambrientas. Así pues, los ataques de las criaturas que pueblan la superficie no tardan en diezmar peligrosamente a los habitantes humanos. Así pues, la lucha por la supervivencia se combina con la búsqueda de la bóveda, de la cual no se conocen muchos detalles concretos y, desde luego, su localización es un auténtico misterio. Es aquí, en medio de este caos, donde entran los cuatro personajes protagonistas.

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Llegamos a un mundo devastado, post-apocalíptico y lleno de mercenarios, de asaltantes y de criaturas de todo tipo. Territorios cargados de gente buena, de grandes y peligrosos enemigos, y de pueblos construidos a base de restos de materiales. Viajamos en una furgoneta, en la que un jocoso conductor se burla del territorio árido al que nos dirigimos. Al llegar a nuestro destino, nos pregunta quién se va a quedar en aquella parada, debiendo elegir entre Mordecai, Lilith, Brick o Roland. Nuestra selección se convertirá en el hombre (o mujer) que controlaremos a partir de ese punto, mientras los demás se van a otra localización. Cada uno tiene habilidades propias y particulares, además de ser expertos y utilizar distintos tipos de armas, por lo que deberemos pensar minuciosamente a quién queremos encarnar.

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Mordecai está en Pandora porque buscaba a un hombre que, desgraciadamente, ha muerto. No obstante, lejos de rendirse está buscando las causas de su fin; es el francotirador del grupo, amante del sigilo y de los ataques a larga distancia, y cuenta con la ayuda de un ave de presa, Bloodwing. Lilith es una de las únicas seis sirenas que existen, seres con gran poder pero que no dominan completamente; ideal para la media distancia (con ataques de fuego y corrosivos), puede apoyar a los compañeros aumentando la potencia de sus armas, así como ralentizando el tiempo para atacar a los enemigos. Brick es el hombre duro, un especialista del cuerpo a cuerpo, capaz de doparse para adquirir un importante aumento de poder momentáneo. Roland es un ex-soldado de la Crimson Lance, que busca venganza; es el líder del grupo, y utiliza una torreta Escorpio que ataca y crea un escudo protector al mismo tiempo.

Como se puede observar, son cuatro personajes pensados para colaborar juntos, con habilidades que abarcan diferentes niveles y con armas de ataque a todas las distancias (rifles francotirador, escopetas, pistolas, metralletas...). En este aspecto es donde nos podemos encontrar el mayor problema del juego; no es algo especialmente grave, pero se hace notar durante las partidas. Los personajes están pensados para colaborar en equipo, y por eso mismo hay algunos que no terminan de funcionar en el juego en solitario, ya que están claramente en desventaja ante los enemigos. Además, cuando se junta un equipo de diferentes niveles de habilidad (con el aumento de nivel de los enemigos), las cosas se pueden complicar un poco para el que está en desventaja.

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Lo que nos espera, una vez seamos libres para avanzar a nuestro antojo, son un buen puñado de misiones tanto principales como secundarias (las podemos recibir tanto de personajes como aceptándolas en un tablón de anuncios), que podremos ir cumpliendo a nuestro antojo. Todas ellas tendrán recompensas en forma de dinero, objetos y experiencia, por lo que será muy importante intentar cumplir tantas como sea posible; también obtendremos experiencia eliminando enemigos, pero si queremos estar al nivel que el avance de la línea argumental principal, será necesario estar lo mejor preparados posible. Sabremos en todo momento el nivel en el que estamos, ya que en la parte inferior de la pantalla veremos cuánto nos falta para subir al siguiente nivel.

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Al eliminar enemigos, también veremos cuánto daño les causamos, así como la experiencia que nos dan. Ese es el toque de RPG del título, y como tal la pantalla está cargada casi en todo momento de cifras y datos, barras de vida y de escudo, estadísticas e información que deberemos tener muy en cuenta, dado que serán las que señalicen y encaucen nuestro avance por el mundo de Pandora. Tan importante como nuestro nivel, serán los objetos, que obtendremos en el entorno, eliminando enemigos, cumpliendo misiones, o bien adquiriéndolos en tiendas. Serán recuperadores de vida, armaduras de defensa, obviamente las armas de diferente tipo (generadas aleatoriamente y un aspecto clave del título), y otros potenciadores de los diversos parámetros que tendremos a nuestra disposición, que dan forma a nuestro personaje.

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Es bien conocido el hecho de que Borderlands pone a nuestra disposición una ingente cantidad de armas, pero sólo podremos llevar equipadas dos al mismo tiempo (al principio, subiendo de nivel esa cifra va en aumento), el resto se irán acumulando en el inventario (de capacidad limitada, así que es recomendable ir deshaciéndose en las tiendas de las armas y objetos que no utilicemos). Como juego de rol que es, podremos cambiar nuestra equipación cuando lo deseemos, desde el menú de pausa; allí también podremos colocar el generador de escudos, accesorios, etcétera. No nos olvidemos, asimismo, de las habilidades especiales de cada personaje, con una mayor fuerza de ataque, utilizar torretas o el ralentizar el tiempo, que se convierten en una alternativa clave para llegar a superar grandes infiltraciones en territorio enemigo o emboscadas en las que caigamos.

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Los vehículos tardan unas horas en entrar en juego, pero se convertirán en la alternativa más importante para avanzar por el mapa del mundo. La extensión de Pandora es de dimensiones gigantescas, a tener en cuenta ya que ir a pie puede llegar a ser una experiencia bastante cansina, además de que los enemigos no tendrán piedad de nosotros. Al ir en un vehículo (los hay de dos tipos diferentes), nuestro avance será mucho más rápido, y podremos eliminar a los enemigos con mayor facilidad; eso sí, se convierten en el indicativo más claro de que el juego está pensado para disfrutar entre varios usuarios, y es que los vehículos tienen dos asientos, uno de conductor y otro para controlar las armas. Eso sí, a tener en cuenta el complejo sistema de conducción, que requerirá bastante práctica para llegar a dominarlo completamente.

Estamos ante una dinámica de juego sencilla en todos sus aspectos, en la que lo más importante es disfrutar, con una gran carga de acción e intensidad. Con un planteamiento de MMORPG, avanzamos subiendo de nivel y potenciando nuestras habilidades, superando infinidad de misiones, tanto principales como secundarias. Se puede disfrutar en solitario, potenciando a nuestro personaje, pero lo ideal es jugar con otros tres usuarios; es entonces cuando Borderlands nos muestra todo su potencial, ya que además de colaborar para superar misiones (al ser diferentes según el personaje, es difícil encontrarlas repetidas al jugar en la partida de otro usuarios) nos encontramos con una amplia gama de ventajas del PvP, como los enfrentamientos uno contra uno o los intercambios de objetos.

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Planteamiento sencillo, pero lo bastante variado e intenso como para mantenernos entretenidos durante horas. Tal vez se hubiese agradecido una mayor variedad de situaciones y elementos jugables, pero lo cierto es que tampoco tendrían razón de ser en Borderlands. A partir de un planteamiento básico, se ha dado forma a un juego que, si bien no se aleja demasiado de las directrices básicas de la acción y los RPG, nos ofrece una personalidad propia, que deja muy buen sabor de boca y lo convierte en un título único en su especie, ideal para las partidas de cuatro jugadores, tanto online como en la misma consola a pantalla partida.

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Este es, sin lugar a dudas, uno de los mayores logros visuales de Borderlands; y es que, pese a su estilo desenfadado y colorido, consigue transmitir toda la intensidad de la situación que se está viviendo en Pandora. Los tonos marrones se fusionan con el gris de las edificaciones y el azul y verde que caracterizan las cuevas y las criaturas que han empezado a salir a la luz. El soberbio trabajo de diseño consigue que, con un solo vistazo, los personajes secundarios nos transmitan su personalidad, e incluso aunque debamos fiarnos de ellos percibiremos que la situación tan precaria que se vive en el planeta les está trastornando de diferentes formas, tanto en su estilo físico como en lo que transmiten sus entornos propios. Un acierto de diseño visual que consigue dotar de una personalidad propia al juego.

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La belleza y el color de todo cuanto veremos en pantalla no decae con el paso de las horas, sino que se potencia todavía más con criaturas cada vez más imposibles y situaciones de lo más estrafalarias. Las animaciones de personajes secundarios y de enemigos están muy cuidadas, resultando fluidas y creíbles, y sobre todo las criaturas consiguen representar criaturas y formas de comportamiento muy marcadas e interesantes. Los efectos de luz son una verdadera delicia, consiguiendo que las formas bien definidas y elaboradas adquieran todavía más vitalidad. Los diseños de los millones de armas son de alta calidad, cada una con su propio funcionamiento y sus efectos de luz y sonido particulares, excelentemente recreados.

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Por muy extenso que sea el planeta, el juego consigue mantenerse fluido en todo momento, sin tirones innecesarios ni fallos imprevistos; en la versión que hemos podido probar, tampoco el multijugador online adolece de problemas graves en el terreno técnico, manteniéndose firme en todo momento. En parte, para simplificar problemas, se nota bien la división en distintas áreas diferenciadas, por lo que pese a la amplitud, se trata de pequeñas zonas a las que ir accediendo. Una técnica perfectamente válida para mantener la férrea evolución del juego, y que no rompe la dinámica; de este modo, el mayor error que nos encontramos es la típica carga de texturas algo lenta, sobre todo si no tenemos instalado el juego en el disco duro. Sobre el apartado sonoro, hay que decir que las melodías no son demasiado numerosas, transmitiéndonos la soledad y los silencios que reinan en el vasto territorio árido de Pandora, y favoreciendo una mejor comunicación entre los usuarios.

Los efectos de sonido son de gran calidad, destacando especialmente los gritos y gruñidos de los enemigos, así como el trabajo realizado cuando utilizamos las diferentes armas, cada una transmitiendo perfectamente el tipo de ataque del que se trata. Además, tenemos el excelente trabajo de doblaje, completamente en nuestro idioma, cargado de personalidad y realmente satisfactorio, pese a no haber más líneas de texto de las estrictamente necesarias. Respecto a la jugabilidad, poco más que comentar con respecto a lo ya mencionado en las páginas anteriores; la respuesta del mando de control es excelente e inmediata, cuyo punto más complicado es la conducción, y es difícil que nos veamos comprometidos porque el mando nos juegue una mala pasada. Gracias a su multijugador y a su gran cantidad de misiones claramente diferenciadas, Borderlands asegura horas y horas de diversión; eso sí, hay algunos personajes que, jugando en solitario, requieren mucha especialización por parte del usuario.

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