Dragon Ball: Raging Blast
Dragon Ball: Raging Blast, la nueva encarnación en alta definición de la celebrada saga Budokai Tenkaichi, encara su recta final con vistas a ser lanzado en unos 30 días. Os ofrecemos la última hora de tan esperado título: luchas a 60 frames, espectacularidad HD y la aparición de un Broly más poderoso que nunca.
Suma y sigue. La serie Dragon Ball continúa en primera línea de actualidad, completamente incombustible a pesar de que el manganime en sí finalizara muchos años atrás. Y sigue siendo en formato videojuego donde mejor puede comprobarse la envidiable salud de la que gozan las aventuras de Goku y cía. En las próximas semanas nos llegarán tres títulos (Revenge of King Piccolo, aventura de acción y plataformas para Wii; Attack of the Saiyans, RPG 100 % nipón para DS; y Raging Blast, el juego que nos ocupa, destinado a PS3 y 360), y a buen seguro que ni mucho menos serán los últimos. ¿Cuántas veces hemos revivido en nuestras consolas la lucha final Goku vs. Freezer en un moribundo Namek, el combate entablado entre Trunks y los androides, o el enfrentamiento a vida o muerte contra la encarnación definitiva de Buu? Sin duda, ya hemos perdido la cuenta, aunque no por ello nos cansamos de volver a enfrascarnos en dichos combates por trillonésima vez en un nuevo videojuego.
Los innumerables títulos basados en el universo Dragon Ball lanzados en los últimos años han tocado un sinfín de géneros, aunque por la propia temática de la obra original abundan los juegos de lucha, desde el notable e injustamente olvidado Super Dragon Ball Z hasta las dos ramas principales en las que se dividen los DB encuadrados en la mencionada disciplina: Budokai a secas y Budokai Tenkaichi. La primera, obra de Dimps, alcanzó su máxima excelencia con la tercera entrega lanzada en PS2, dando posteriormente el salto a la alta definición con Dragon Ball: Burst Limit, una suerte de Budokai 4 en el que, desafortunadamente, se restaba en lugar de sumar: pocos personajes, sistema de juego simplificado, ausencia de novedades destacables
Pues bien, tras el lanzamiento de la apuesta de Dimps llega el turno para la saga Budokai Tenkaichi. Spike, estudio encargado de la mencionada serie, prepara su cuarta encarnación apostando también por un completo cambio de nombre. Así, DB Raging Blast es a todos los efectos un Budokai Tenkaichi 4 en el que el primer y más obvio cambio es un apartado gráfico en HD que acerca aún más el aspecto gráfico al look de la serie original. Huelga decir que el mayor enemigo de Raging Blast es su propio antecesor, Budokai Tenkaichi 3, considerado uno de los mejores videojuegos de Dragon Ball jamás lanzados. Los números de BT3 eran simplemente apabullantes, destacando los nada más y nada menos que 163 luchadores seleccionables (transformaciones incluidas) que ponía sobre la mesa sin apenas despeinarse.
Ese es, al igual que ya pasó con Burst Limit, el principal lastre que Raging Blast deberá sobrellevar, ya que ha quedado confirmado que sus números, sin dejar de ser impresionantes, acabarán revelándose como mucho más modestos. Serán unos 75 guerreros (de nuevo, contando también las diferentes transformaciones y encarnaciones de un mismo luchador) los que se darán cita en el juego, con lo que el plantel queda reducido a menos de la mitad con respecto a lo visto en BT3. En lo referente al manganime en sí, Raging Blast abarcará toda la serie Z, es decir, las sagas de Freezer, Célula y Buu. La reducción en el número de luchadores posiblemente hará que se queden fuera personajes provenientes tanto del Dragon Ball original como de Dragon Ball GT, así como casi todos los guerreros aparecidos en los numerosos OVA de la serie.
Para tratar de paliar en la medida de la posible dichas carencias se ha echado mano de algo que ya vimos en Super Dragon Ball Z con el personaje de Mecha Freezer: diseños inéditos de luchadores ya existentes. Así, los creadores de la serie de animación han engalanado la plantilla de Raging Blast con transformaciones inéditas de guerreros clásicos, las cuales jamás se han visto hasta ahora en manga, anime o videojuego alguno. Es el caso de Broly, el saiyan legendario aparecido por primera vez en el octavo OVA de la serie de animación. Las transformaciones de este personaje tanto en el anime como en los videojuegos en los que ha hecho acto de aparición alcanzaban hasta el nivel 2 de super saiyan. Pues bien, Raging Blast nos permitirá controlar a dicho personaje en el estado super saiyan de nivel 3, con lo que sin duda se convertirá en el rival más temible del juego.
Vegeta es otro personaje que contará con un diseño inédito; el rival por antonomasia de Goku alcanzará el estado super saiyan 3 cuando en el manganime de Dragon Ball Z se quedaba en el nivel 2 y en DB GT saltaba directamente al 4. Aún no han trascendido los nombres del resto de personajes que contarán con un diseño exclusivo, aunque es de esperar que dispongamos de la lista completa antes de que el juego salga a la venta. Centrándonos en el apartado gráfico en sí, nos encontramos con un claro continuismo respecto a lo visto en Budokai Tenkaichi 3. La alta definición (obviamente), un modelado de personajes más detallado gracias al aumento en número de los polígonos que los forman y nuevas expresiones faciales mucho más elaboradas son las principales novedades.
Todo este motor gráfico se moverá a unos 60 FPS constantes, otro punto a su favor dado que con ello la suavidad de animaciones y movimientos será sobresaliente. En lo referente a escenarios, Raging Blast se queda nuevamente corto respecto a lo mostrado por su antecesor. Serán únicamente diez, si bien el tamaño de cada campo de batalla ha aumentado exponencialmente; la interactividad con el entorno también ha mejorado, ya que cada escenario estará dotado de un número mucho mayor de elementos destruibles. Así mismo, el combate bajo el agua ha sido revisado y equilibrado, por lo que los personajes se moverán y atacarán con una lentitud mucho más perceptible, tal y como es de esperar al moverse por el líquido elemento.
Tal y como mencionamos en anteriores avances, la interfaz de juego se ha visto simplificada lo máximo posible en aras de ofrecer una acción más limpia e inmersiva, mostrándose únicamente dos esferas situadas en ambas esquinas inferiores de la pantalla, cada una dedicada a un luchador, en las que se condensará la información que en Budokai Tenkaichi 3 se dividía en varias barras independientes. Respecto a la mecánica, sigue siendo todo lo continuista que era de esperar, y es que si algo no está roto no hay por qué arreglarlo. Así nos encontramos ante un sistema de juego que permite una libertad total a la hora de desplazarnos por tierra, mar y aire, algo muy de agradecer teniendo en cuenta las marcadas limitaciones de la subsaga Budokai/Burst Limit en dicho sentido.
En cuanto a ataques y técnicas, lo que más llamará la atención en Raging Blast será el llamado Super Rising System, el cual nos brindará una libertad prácticamente total a la hora de perseguir y golpear al rival una vez hayamos conseguido arrojarlo por los aires. Tal y como sucedía en el manganime, podremos teleportarnos a espaldas de un enemigo que se encuentre en pleno vuelo sin control para golpearle y hacer que salga despedido en dirección contraria, o bien contaremos con la posibilidad de perseguirlo frontalmente, rematarlo con una onda de energía, estamparlo contra el suelo o una pared Todos estos movimientos serán en Raging Blast mucho más rápidos y fáciles de combinar, permitiéndonos 'jugar al pinball' con nuestro adversario de una manera prácticamente idéntica a lo visto en la obra original. En lo referente a las modalidades de juego, a parte de la obligatoria posibilidad de disputar partidas por Internet contaremos con un modo historia dividido en 100 etapas, las cuales recorrerán Dragon Ball Z desde el principio (llegada a la Tierra del hermano de Goku) hasta el final (derrota de Buu). Entre dichas etapas se intercalarán las agradecidas historias alternativas, inéditas en el manganime original, que supondrán todo un soplo de aire fresco para quienes conozcan con pelos y señales el hilo narrativo oficial.
El apartado audiovisual nos ofrecerá la ya habitual posibilidad de seleccionar entre los idiomas inglés o japonés en el apartado de las voces, mientras la banda sonora, una vez más, tendrá poco o nada que ver con la de la serie de televisión. Esto es algo habitual en los juegos de Dragon Ball occidentales, dado que carecen de la BSO del anime debido a un problema de licencias mientras en los DB que ven la luz en el país del sol naciente sí se encuentra implementada; sin embargo, parece ser que la música del Raging Blast nipón tampoco estará esta vez tomada de la serie televisiva.
Así, el 13 de noviembre tendremos una nueva cita con Dragon Ball, dado que el juego llegará a las tiendas tanto en edición normal como en un pack para coleccionistas que incluirá un libro de arte y producción de 52 páginas, un par de códigos de descarga que nos permitirán tanto añadir habilidades exclusivas a Goku y Vegeta como jugar desde inicio con Broly en nivel 3 (en la edición normal deberemos desbloquearlo previamente), un CD con la banda sonora original del juego y una caja metálica.
En definitiva, aunque Raging Blast promete buenas maneras, deberá hacer frente a un enemigo al que seguramente no podrá doblegar. Dicho rival no es otro que su antecesor, Budokai Tenkaichi 3, mucho más completo a todos los niveles excepto el gráfico. Quizá el mayor error de Raging Blast sea su absoluto continuismo a nivel de mecánica y jugabilidad, lo que le hace dar la sensación de restar en lugar de sumar, incumpliendo así lo mínimo que debe exigirse a una secuela. Ojalá se hubiera aprovechado el salto generacional para llevar la mecánica de Budokai Tenkaichi a un nuevo nivel, ofreciendo combates multitudinarios (algo que ya vimos en el clásico Dragon Ball Z: The Legend, lanzado en 1996 para PlayStation 1 y SegaSaturn) en lugar del típico 1 vs. 1, lo que aumentaría exponencialmente la espectacularidad, abriría muchísimas más posibilidades a la hora de jugar online y lo acercaría aún más a la serie de televisión.
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