[TGS] Tekken 6, Impresiones
El resurgir de PSP parece imparable. Si hace unos meses nadie apostaba un centavo por la calidad que atesoraba la consola, el Tokyo Game Show que se celebra en Japón estos días está demostrando todo lo contrario. Tekken 6 es uno de los abanderados de la portátil para esta temporada en un desarrollo que ha llevado más de un año de trabajo y que todavía hoy sigue sin finalizar. Lo que se ha mostrado ha sido suficiente para tener una idea de qué aspecto lucirá el juego a su llegada al mercado.
Una de las apuestas de la temporada en PlayStation Portable es Tekken 6. La franquicia de Namco lleva ya tiempo preparando su regreso a la portátil de Sony tras el buen trabajo realizado con Dark Resurrection, uno de los primeros grandes hitos de la consola a poco de ver la luz en el mercado. El éxito de esta conversión fue tal que para muchos sigue siendo hoy el mejor juego de lucha de la consola con permiso de Soul Calibur o Dissidia. Especialmente el primero ha venido a rivalizar directamente con Jin Kazama, Heihachi y compañía haciendo gala de un motor gráfico impresionante que hasta la fecha no tiene rival en la consola de bolsillo, aunque todavía quedan muchos títulos de renombre por aparecer de aquí a finales de año.
El caso es que durante el Tokyo Game Show que se celebra esta semana en Japón, Tekken 6 ha tenido un lugar destacado por encima de cualquier otra producción, al margen de los buenos resultados que ha ofrecido hasta el momento Metal Gear Solid: Peace Walker. Sin ningún otro oponente realmente digno de temer entre las filas de la consola -al menos no durante este evento-, el protagonismo de la obra de Namco ha sido absoluto. Como siempre, la prensa especializada ha tenido la oportunidad de asistir a una presentación avanzada del estado que presenta el juego en la actualidad, tanto a nivel gráfico como jugable.
El grupo de desarrolladores que estaban por la zona afirmó en numerosas ocasiones que todavía no es posible profundizar en las modalidades de juego que incorporará el título a su salida en el mercado, por lo que habrá que seguir esperando para saber a ciencia cierta de qué bondades hará gala el UMD. Lo que parece seguro, también en palabras del estudio creativo, es que la capacidad del disco será exprimida hasta límites insospechados por dos motivos: el motor gráfico, que se ha llevado la mayor parte del tiempo empleado en cuestiones técnicas; y la cantidad de modos de juego, así como elementos secundarios que se irán desvelando con el paso de los meses.
No deja de ser curioso que en el plano jugable apenas vayamos a encontrar novedades. La mecánica de juego se confirma como una réplica de la que disfrutamos en Dark Resurrection, lo que básicamente viene a confirmar que el único stick de la consola unido a los botones no ofrece muchas posibilidades de cara a hacer cambios notorios en este sentido. Como podemos apreciar, la cantidad de datos nuevos que se iban ofreciendo era bastante inferior a lo que podíamos vaticinar en un principio. Por suerte para los aficionados, Katsuhiro Harada y Koichi Araake, productores del juego, tenían todavía un as guardado en la manga.
Ese as no es otro que la calidad técnica de la que puede presumir el título. A falta de más datos de relevancia que valiesen la pena, la presentación giró en torno al motor gráfico casi en todo momento, así como a otras especificaciones técnicas relacionadas con el sonido o con la necesidad de realizar cambios respecto a la versión anterior de Tekken. En primer lugar, el motor se ha construido siguiendo la base de la versión modificada de las recreativas de la sexta entrega de la serie. Denominada Bloodline Rebellion, esta edición mejora ligeramente el aspecto gráfico sin menospreciar el resto de modalidades que incluye.
Pues bien, partiendo de esta base lo coherente sería imaginar que gráficamente tanto a nivel de iluminación como de texturas y diseño, Tekken 6 no tiene nada que envidiar a los pesos pesados de la consola. Tan sólo Soul Calibur podría ponerle alguna pega al nivel gráfico que se desplegaba en la demostración que hubo tiempo de probar justo cuando se terminaba la presentación de marras. El equipo técnico se había puesto a las manos de una PSP durante los vídeos que fueron mostrados justo cuando comenzaba el show: después, le tocaba el turno a la prensa, aunque por unos pocos instantes.
El momento fue menos intenso de lo que uno pudo haber imaginado dado que, entre otras cosas, apenas hubo tiempo para echar un vistazo somero al producto. Los combates supuran esa esencia tan particular de la franquicia que cualquier aficionado reconocerá a las primeras de cambio. Técnicamente, como venimos afirmando a lo largo de este texto, es una de las producciones que mejor aspecto lucen, sin ralentizaciones, repletas de efectos de toda clase. Una de las pocas novedades que se confirmaba, herencia de Bloodline Rebellion, era precisamente la posibilidad de destrozar el decorado de los escenarios a medida que los luchadores intercambian golpes.
Como información anecdótica, se está considerando la posibilidad de añadir varios trajes por personajes además del contenido extra que se ha confirmado, aunque la idea todavía no ha tomado forma porque los propios desarrolladores no tienen todavía demasiado claro el espacio del que podrán disponer en el disco de marras. Confiamos en que, sea cual sea el resultado en este sentido, Namco Bandai sepa jugar sus cartas como lo supo hacer en el pasado, convirtiendo su nuevo exponente de lucha portátil en el referente del género.