LostWinds: Winter of the Melodias, Impresiones

La secuela de uno de los títulos más exitosos de WiiWare está en camino. De hecho su aparición en la Tienda Virtual de Nintendo tendrá lugar en apenas unas semanas. La situación se perfila como idónea para descubrir las novedades que incluye Winter of Melodias. Gráficos preciosistas aderezan una aventura que a buen seguro se convertirá en otro must-have de la consola. La obra de Frontier garantiza diversión a raudales en un intenso espectáculo visual para los ojos. He aquí nuestras impresiones.

Actualizado a 13 de marzo de 2012 19:11 CET

El servicio de descarga virtual se ha convertido por exigencia popular en un soporto fundamental para la industria. Primero fue Microsoft, luego Sony, finalmente Nintendo se ha lanzado también a la piscina con un respeto enorme hacia el trabajo de los nuevos estudios que desean publicar sus obras sin que el gasto justifique la ruina inmediata. Sobra mencionar los títulos que han sabido jugar adecuadamente sus bazas; World of Goo, Icarian o Sword and Soldiers se han ganado una reputación de la que bien podrían presumir, ya que viene a ser el fruto de la originalidad con la que han concebido sus proyectos. Entre esta lista de privilegiados se encuentra LostWinds, una enternecedora aventura que figuraba como el primer gran logro de WiiWare acompañando el estreno del servicio.

De hecho no sólo es la crítica la que avala su éxito; pese al mutismo infranqueable de Nintendo, los rumores -y los propios productores así lo afirman- aseguran que esta obra es a día de hoy la más exitosa del servicio, tanto en Estados Unidos como en Europa. Con una garantía de calidad como la que atesoraba el título original, era obvio que tarde o temprano se confirmaría una secuela, suceso que hace apenas unos meses se confirmaba ante el gran público. Lo que nadie se podía imaginar es que su gran presentación tendría lugar en el último evento de Nintendo destinado a promocionar las novedades del sector. Si hace unos meses era Frankfurt, sede central de la compañía en Europa, la encargada de albergar este evento a nivel casi familiar, ahora la acción nos traslada al centro de Londres. Más medios, más publicidad, más aceptación popular: el éxito del servicio se palpa tanto en las ventas como en la importancia que paulatinamente va cobrando entre los aficionados.

Era Laurent Fischer, director de marketing de Nintendo Europa, el primero en alentar la esencia especial que luce esta secuela. Fue presentado como el gran éxito del servicio, la gran apuesta que atrajo la mirada de los asistentes, que sorprendidos analizaban las imágenes sin apenas pestañear. Habrá tiempo suficiente en los días venideros de comentar en profundidad este evento; la parte que nos incumbe viene directamente relacionada con este Winter of Melodias, que tuvimos ocasión de probar en primera persona durante unos minutos, todo lo que permitió la versión alfa que se mostró en el evento. Uno de los miembros de Frontier era el encargado de comentar las novedades que incluye esta secuela, aunque en primer lugar cabe destacar un aspecto gráfico que, repetimos, no dejó indiferente a ninguno de los medios que se dieron cita en el Center Point londinense.

Nuevas aventuras
Frontier no se ha complicado la vida a la hora de elaborar una secuela que ha tenido sus objetivos claros desde el minuto cero. ¿Para qué cambiar la base si ha funcionado en el pasado? Puede que esta idea esté ya demasiado manida en la industria actual, pero también es cierto que en determinados casos vale la pena mejorar el rendimiento que un motor gráfico ha ofrecido en el pasado. Este es precisamente el caso de Winter of the Melodias, que apuesta por mantener la línea del original añadiendo nuevos escenarios, un argumento nuevo y, lo que es más importante, nuevas posibilidades para descubrir durante la aventura. El tiempo puede haber borrado los recuerdos de los aficionados que disfrutaron (o no) del título original, por lo que es menester realizar un resumen muy somero de su mecánica. La idea, más allá del estilo bidimensional que caracteriza a LostWinds, invita al jugador a manejar los saltos de un personaje como si pudiese dominar el viento.

Dicho en otras palabras: hemos de manejar al protagonista manejando el wiimote de tal forma que la propia fuerza del viento sea la que le impulse. Esta fórmula, pese a su apariencia, hace posible el uso de distintas habilidades relacionadas con la magia y otras aptitudes físicas en las que no vamos a profundizar en esta ocasión. Lo realmente interesante es conocer qué ofrecerá esta secuela, empezando por la dicotomía entre el verano y el invierno que se perfila como la novedad más importante del pack final. El set de personajes principales no cambia, aunque sí los motivos que empujan al protagonista -Toku- a volver a lanzarse a la aventura. En esta ocasión regresa a un antiguo pueblo que ha sufrido las inclemencias de un clima helado durante demasiado tiempo, situación que aprovecha para investigar, siguiendo también otros motivos personales que se centran en la desaparición de la madre de Toku, lo que propicia la nececidad de encontrar la Ciudad de Melodia, que a su vez otrga el sobrenombre a esta secuela.

Al margen del argumento, que como bien es sabido no se dará a conocer hasta que el título aparezca en el mercado, la base jugable sí que ha experimentado cambios interesantes. El primero, ya mencionado anteriormente, pasa por la posibilidad de alternar entre dos estaciones, con todo lo que esto conlleva. Toku ha de sufrir las consecuencias de exponerse en el frío invierno, por lo que siempre necesita el calor de las múltiples hogueras que aparecen por todo el escenario. Al menos esta es la base del primer nivel que tuvimos ocasión de probar, en el que básicamente se explicaban los fundamentos de la partida. El control del personaje principal vuelve a estar basado íntegramente en el wiimote, teniendo la necesidad de mover un pequeño cursor que indica grosso modo la dirección que va a tomar el viento en cada sacudida que realizamos con el pad.

La diferencia más estridente tiene mucho que ver con los nuevos movimientos. El primer que conocemos se denomina Ciclón, y consiste en dibujar un círculo en el decorado para que aparezca una bola de nieve, la mejor arma de cara a combatir a los pequeños enemigos que aparecen durante estos niveles. El set inicial muestra un paraje helado realmente desolador, por el que hemos de avanzar poniendo en práctica alguna de las novedades relacionadas con la jugabilidad. En determinados puntos, para acceder a los objetos ocultos es menester parar la partida pulsando los dos botones principales del wiimote toda vez que giramos rápidamente el mando en la posición en la que se encuentra el héroe. Pronto se forma un torbellino en el que flota durante unos segundos, tiempo más que suficiente para alcanzar esos puntos que de otra forma serían inaccesibles.

Los enemigos también ofrecen algo nuevo que ver, con varios diseños nuevos entre los que destacamos a un auténtico slim que bien puede aparecer en pantalla completamente helado o ardiendo en llamas. Cada situación requiere una estrategia determinada para que éste pueda ser derrotado, bien sea creando un ciclón o sencillamente impulsándoles contra el suelo, como si les arrastrásemos mediante el wiimote. Toda la acción transcurre con una sencillez pasmosa; tanto, que es cuestión de minutos terminar el primer escenario. El mapeado en 2D también permite entrar en determinadas localizaciones donde conocemos a los personajes secundarios, entre ellos un curioso herrero que en esta versión nos concede un traje especial que evita los síntomas de hipotermia que acusamos en los primeros compases. Como ahora ya no es necesaria la cercanía de una hoguera para recuperar el calor podemos hacer uso del viento para desplazar el viento a nuestro antojo, lo mismo que otros elementos que pueblan los decorados, ciertamente impresionantes.

Duro invierno
El cambio entre estaciones tiene lugar al entrar en contacto con una especie de monolito que propicia un cambio estético realmente exagerado. De colores apagados donde prima el blanco pasamos a un entorno mil veces más colorido, repleto de vegetación que nos invade por los cuatro costados. Es evidente que el juego entre estaciones es el punto más importante de la secuela, en tanto tendremos que regresar sobre nuestros pasos para obtener objetos que, de otra manera, permanecerían perdidos bajo una inmensa capa de hielo. Lo mismo sucede con los enemigos, que varían en función del clima. Nuestro objetivo es el habitual; hemos de realizar los pedidos de los personajes secundarios para obtener experiencia con el control -algo difícil de manejar en un principio-, aunque no por este hecho se pierde esa sensación tan afortunada de poder decidir (dentro de lo que cabe) la siguiente acción que queremos realizar.

La demostración se terminaba de súbito con un bug que una vez más encuentra su origen en el estado de la edición que se presentó en el evento. La fecha de lanzamiento en el mercado está prevista para octubre, o 'dentro de unas pocas semanas' en palabras de Fischer. Tiempo más que suficiente para ir tomando consciencia de que se acerca uno de los mejores títulos del sistema, que por lo que hemos podido ver en todos los niveles destacó por méritos propios como la aventura más importante de este Summit londinense. Con un poco de suerte la edición destinada al análisis aparecerá en poco más de un mes, momento en el que podremos probar en primera persona el resto de novedades que se incluyen, que lógicamente quedaban ocultas para crear incertidumbre entre el lector. Siendo francos, también nosotros tenemos intriga por saber hasta qué punto llegará esta vez la grandilocuencia de Frontier, que poco a poco se ha convertido en un referente de la Tienda Virtual de Nintendo.