Pequeños saltamontes

IO Interactive jubila provisionalmente a Hitman y nos ofrece un videojuego diferente en estética y jugabilidad. Hablamos de Mini Ninjas, propuesta que ese enmarca dentro de los géneros de la aventura, la acción y las plataformas, y que nos ofrece la oportunidad de vivir una aventura controlando a un equipo de pequeños ninjas que deberán luchar contra el mal que ataca a su lugar de residencia. Este planteamiento lejano a la temática de los juegos del Agente 47 busca atraer a nuevos públicos, a esa masa de jugadores tan suculenta por la que luchan todas las compañías en los tiempos que corren.

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Mini Ninjas es, a priori, una propuesta contraria a los valores que promueven anteriores obras de IO Interactive, un salto de nivel después del lanzamiento de Kane & Lynch: Dead Men. De estética 'cartoon', colorista y animada, con un estilo de acción directa y plataformas para saltar, este título se configuraba como una nueva revolución dentro de estos tres géneros que promueve. Al menos desde su desarrolladora siempre destacaron todo su potencial y recordaron a los periodistas su profundidad y originalidad con respecto a otros proyectos. Sometemos Mini Ninja a análisis para conocer qué ha cumplido IO Interactive.

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Un gran mal

El Señor Maligno. Un ente que ha permanecido cautivo durante décadas después de destruir buena parte del globo terráqueo y de atemorizar a sus habitantes, está de vuelta. Cientos de ninjas del Dojo han caído intentando abatir a este pérfido mago durante los últimos tiempos y nadie fue capaz de derrotarle. Desde su guarida, esta entidad del mal utiliza las artes de la magia negra para convertir animales en soldados fieles a su causa y formar un excelso ejército de combatientes para ejecutar con éxito su plan.

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Los animales están cayendo y transformándose en viles soldados sin razón, que atacan los campos en busca de más criaturas y destrozan las villas de la comarca desalojando a sus habitantes. No hay tiempo para tomar prisioneros y nadie es capaz de hacer frente al avance de las tropas del Señor Maligno que, con sus nuevos hechizos, está alterando el ciclo atmosférico y causando estragos en la naturaleza. Donde antes había un río ahora sólo quedan hierbas secas; las montañas nevadas se han descongelado creando torrentes desbordados.

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Cuando nadie puede acabar con semejante hecatombe mundial, siempre nace algún héroe. En nuestro caso no será uno, sino seis, pues durante la partida controlaremos media docena de pequeños ninjas nacidos en el Dojo. Son el último recurso de un maestro desesperado que desea exterminar a toda costa al Señor Maligno. Hiro, un joven ninja armado con una katana, será el protagonista principal de la aventura, quien progresivamente irá conociendo a sus compañeros y quien se dejará guiar por su maestro en esta batalla contra el mal narrada en forma de escuetas escenas cinemáticas dobladas al castellano íntegramente.

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Seis ninjas y un destino

Los seis ninjas disponibles son Hiro, protagonista indiscutible de la aventura; Futo, de gran tamaño, lento, pero portador de una gran maza capaz de acabar con los enemigos más grandes; Suzume, rápida con su flauta que utiliza a modo de nunchako; Tora, un tigre hecho persona; Kunoichi, portadora y maestra de las lanzas; y Shun, eficaz en largas distancias gracias a su eficiente arco. Comenzaremos la aventura con Hiro e iremos encontrándonos con el resto de ninjas, que estarán generalmente presos por los ejércitos del Señor Maligno.

El sistema de combate se nutre, en términos generales, del género de la acción, pues nos obligará a utilizar una combinación de tres botones (Ataque, Ataque Aturdidor y Salto) para luchar contra los enemigos. Cada personaje atacará con su arma y tendrá su propio estilo de lucha. Así, Shun disparará flechas a distancia con su arco, teniendo la posibilidad de lanzar venablos explosivos, Suzume utilizará su flauta como nunchako y la tocará para aturdir momentáneamente a los enemigos, y Tora recurrirá a su agilidad para atacar con sus afiladas garras rápidamente. Utilizando el gatillo izquierdo podremos cambiar entre los ninjas atendiendo a las exigencias del combate.

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El toque directo y rápido de los combates ayuda a agilizar el sistema de lucha de Mini Ninjas, que es bastante efectivo. Aunque a priori puede destacar por la variedad de los personajes, lo cierto es que en la mayoría de las ocasiones nos servirá cualquiera de los seis ninjas para resolver la situación. Esto elimina el toque táctico y variado que, a priori, esperaba ofrecer el videojuego de IO Interactive. Lo mismo sucede con la subida de nivel que se conseguirá liberando animales de sus celdas, incrementará la potencia de los ninjas, su carga mágica o su barra de salud, pero que no será un elemento determinante para superar los combates.

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Hiro es el único de los seis ninjas capaz de utilizar la ancestral magia Kuji, lo que le convierte en un héroe vitaminado en exceso y resta protagonismo al resto de ninjas. La magia Kuji es útil en múltiples situaciones, como para matar fantasmas o convertirnos en animales, cualidad por otra parte casi anecdótica por su escasa utilidad, y se convierte, siempre que tengamos energía, en el recurso favorito para salir del paso de los ataques rivales. No negaremos que utilizar a otros ninjas se convierte en una apetecible forma para acabar con los enemigos y que en ocasiones estemos obligados a hacerlo.

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Los combates contra los jefes, protagonizados en exclusiva por Hiro -de nuevo, se desaprovechan al resto de ninjas- muestran momentos reseñables de la aventura por su variedad. Y es que aunque el primer gran jefe nos deje algo fríos por algunas posiciones poco afortunadas de la cámara, el resto de jefes de nivel son los suficientemente variados y conseguidos como para obviar este problema. Para acabar con estos enemigos, Hiro se servirá de los elementos propios del escenario, que utilizará a modo de 'Quick Time Event' (QTE) realizando con éxito la misma combinación de botones hasta en tres ocasiones para restar toda la barra de vida del enemigo.

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El toque plataformero de Mini Ninjas lo incorporan algunas de las situaciones que viviremos en los niveles y que nos llevarán, por ejemplo, a trepar por cuerdas esquivando las flechas enemigas, a subir por una montaña o a escalar un edificio en llamas. Los saltos por paredes enfrentadas para ascender o la utilización de éstas como soporte para caminar lateralmente y esquivar ataques de enemigos también brindarán un toque de dinamismo al videojuego. También encontramos otras situaciones de resultado positivo como la navegación subidos en nuestro gorro asiático y conducidos por un pez.

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Además de la magia Kuji, que podremos ampliar recolectando manuscritos y rezando en pedestales sagrados, y de las habilidades de combate de los ninjas, también contaremos con objetos arrojadizos que podremos utilizar durante la partida. A saber, bombas explosivas, de humo, estrellas shuriken y otros artilugios de corte asiático que podremos recolectar al acabar con enemigos o comprar previo pago de monedas en los tenderos que estarán repartidos por el escenario. Estos vendedores también nos venderán fórmulas para obtener pociones curativas y de otro calibre, o directamente nos ofrecerán estos productos ya manufacturados y listos para utilizar desde el menú.

Por último, cabe destacar la ausencia de modos de juego adicionales, salvo los tres niveles de dificultad de la historia principal, que se pueden modificar en cualquier instante si nos quedamos atascados. No obstante, no faltarán los ítems coleccionables que estarán ocultos por todos los escenarios. Recolectar setas, plantas, flores y estatuas, entre otros objetos, será una opción para alargar la duración de la aventura siempre y cuando seamos unos apasionados de completarlo todo al cien por cien. Tampoco es que estos objetos estén excesivamente ocultos pues son bastante visibles, aunque si queremos encontrarlos todos convendrá participar en una segunda partida.

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El apartado técnico de Mini Ninjas también presenta altibajos. IO Interactive ha fabricado su propio motor gráfico capaz de funcionar en el terreno multiplaforma de manera solvente, lo que hace que del título tampoco podamos esperar grandes florituras audiovisuales. Con todo, Mini Ninjas sí que cuenta con un estilo propio, simpático de ver y asequible al ojo de los más pequeños, así como con sonidos de porte notable, aunque todo ello contraste con alguna que otra textura carente de solidez y lejana, por desgracia, a la presente generación.

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