Soulcalibur: Broken Destiny
- PlataformaPSP8
- GéneroAcción
- DesarrolladorBandai Namco Entertainment
- Lanzamiento03/09/2009
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorBandai Namco Entertainment
Destino guerrero
Una de las franquicias más importantes del género de los beat em up aterriza finalmente en Europa con una semana de retraso. El nombre de SoulCalibur pasará a los anales de la historia por garantizas innumerables horas de diversión tanto en sobremesa como en portátil. Esta vez se recoge lo mejor de la cuarta entrega para llevarlo a PSP exprimiendo hasta la última gota de la capacidad técnica de la consola. Espectacular técnicamente, algo por debajo en cuanto a modalidades; Broken Destiny se corona en el Olimpo.
Septiembre es el mes del beat em up en PlayStation Portable. En menos de doce días, los usuarios de la portátil reciben tres de los títulos más esperados del catálogo de la consola, lanzamientos que en su gran mayoría vienen avalados por el nombre que les precede. El lunes era el turno de un Dissidia que no ha dejado a nadie indiferente tanto por la innovación que presenta como por el hecho de ser a todas luces el juego más completo de la portátil en cuanto a cantidad de opciones se refiere. La próxima semana habrá tiempo para analizar los pormenores de un Fate / Unlimited Codes que ha registrado un éxito moderado en Japón, si bien su calidad no acaba de estar a la altura de las expectativas que siempre genera una compañía como Capcom.
El tercero en discordia -también el que más pronto se ha dejado ver desde que fuese anunciado oficialmente-, es este Soulcalibur: Broken Destiny que aparece en el mercado con ganas de demostrar que el éxito de la franquicia no está reservado para las consolas de sobremesa. Siendo esta la primera vez que su producción se realiza exclusivamente para una portátil era difícil vaticinar su calidad, que paulatinamente iba quedando patente en los numerosos eventos que han tenido lugar recientemente, entre ellos el E32009 celebrado en Los Ángeles. El resultado final no dejara indiferente a ningún jugador que aprecie el género, de esos que han destripado Tekken: Dark Resurrection hasta la saciedad.
En cualquier caso el jugador ha de tener presente que esta edición no deja de ser un port del último Soulcalibur que veía la luz en el mercado. Las referencias con la cuarta entrega no son meramente anecdóticas; encontramos prácticamente la misma lista de personajes -con un total de 30-, numerosos escenarios e incluso un editor con una cantidad ingente de accesorios que contribuyen en mejorar la apariencia de los luchadores al gusto de los jugadores. Hasta la jugabilidad es exactamente la misma. Este hecho no deja de ser positivo en tanto se garantiza un mínimo de calidad, llevando la adictiva mecánica de la franquicia a una plataforma que permite disfrutar de ella en cualquier momento y situación. Broken Destiny es, ante todo, una demostración de la calidad técnica que atesora PSP.
Ante la ausencia de un modo Arcade propiamente dicho, esta modalidad se perfila como la más adecuada para echar unos combates rápidos mejorando nuestras estadísticas para poder obtener uno de los más de 50 títulos a los que tenemos acceso. No deja de ser una forma más de emplear el recurrente sistema de logros durante las partidas, aunque ciertamente reta al jugador a seguir luchando hasta desbloquear todos los títulos que están disponibles desde los primeros compases de la partida. Si elegimos esta opción pasamos directamente a otro menú en el que seleccionar a uno de los 30 luchadores con los que contamos desde el inicio, un buen momento para indagar en la selección final de personajes, así como en la mecánica que siguen los combates en general.
Broken Destiny no deja de ser un Soulcalibur al uso. La mecánica no va más allá de emplear tres tipos de ataque, que combinados ofrecen un amplio abanico de movimientos para utilizar con personajes que, por otro lado, también hacen uso de distintas habilidades. Sumados entre sí, estos dos factores garantizan un variado sistema de control que tardaremos varias tardes en dominar por completo. Queda a decisión del jugador elegir la cruceta digital o el stick analógico para realizar los desplazamientos básicos dentro de este motor tridimensional en el que, exactamente igual que sucedía en sobremesa, es posible esquivar los golpes del rival de forma horizontal. Hay que hacer uso de unos reflejos de escándalo para evitar salir escaldados en el uso de contraataques, que generalmente vienen precedidos por una guardia, acción que se realiza al pulsar otro botón concreto de la consola.
Si disputar las primeras partidas en Combate Rápido no satisface nuestras exigencias de lucha siempre es posible acudir a la modalidad más importante del catálogo, denominada El Guante, destinada a convertirse en el mejor aliado del desaparecido modo Historia. En esta ocasión se invita al jugador a participar en un total de 30 capítulos que narran aventuras aisladas de la trama principal de la franquicia -o al menos eso indican al comenzar la partida-, divididos cada uno en cuatro episodios que se completan en un abrir y cerrar de ojos. No obstante aquí no importa tanto la duración de la modalidad en sí misma como la triste puesta en escena -dos iconos que conversan apoyados en los recurrentes cuadros de texto, con el clásico fondo prerenderizado a sus espaldas-.
Incluso por encima de este hecho cabe destacar que la mecánica de la modalidad se preocupa durante los primeros capítulos por ofrecer un interminable tutorial basado en dominar la base de la mecánica. Traducido al castellano, hemos de aprender a contrarrestar golpes enemigos, a esquivarlos para luego contraatacar con un golpe rápido -mediante el cuadrado-, una patada -círculo- e incluso una combinación entre varios botones para realizar un agarre o cualquier otra filigrana que conlleve el restar energía de la barra del rival. Es la modalidad más completa del juego por duración, pero desgraciadamente ofrece siempre la misma historia sin tener en cuenta el personaje en cuestión con el que realizamos las misiones. Eso sí, debemos indagar en ella para sacar su máximo partido: si nos quedamos en los primeros combates será difícil entender su papel en el UMD.
El vídeo generado por ordenador que nos da la bienvenida al encender la consola es otro ejemplo de la potencia que atesora este UMD, que curiosamente también premia a los jugadores con melodías que resultarán familiares para la mayoría de los aficionados que hayan disfrutado de la franquicia en ediciones anteriores. Las voces, otro aspecto que mejora considerablemente la ambientación durante la partidas, no hacen más que confirmar todo esto que venimos exponiendo sobre el apartado técnico, y es que es difícil obviar el trabajo que Namco Bandai ha realizado en este plano. Tan sólo podríamos achacar cierta falta de definición en los detalles que rodean a los escenarios, aunque falta saber si es cuestión de falta de potencia o sencillamente se podría mejorar en una hipotética continuación.
Una vez analizado este punto seguimos adelante con el depict de las modalidades de juego, siendo la siguiente Pruebas', un survival disfrazado. Hemos de demostrar nuestros conocimientos bien atacando o defendiendo las embestidas enemigas, con la posibilidad de obtener una determinada puntuación que superar en el siguiente intento que realizamos. Si somos exigentes con el nivel de dificultad, este punto se antoja el más interesante del disco, en tanto es el más largo y completo de todos los que vamos a encontrar en este sentido. En cualquier caso, siguiendo la línea del resto de modalidades que hemos comentado, es una vía para justificar más combates sin echar de menos el completo modo Historia de Soulcalibur IV, con sus correspondientes opciones de personalización y demás.
Para subsanar esta cuestión se ha puesto a disposición de los jugadores un completo editor de luchadores donde podemos crear un personaje completamente desde cero o bien cambiar la apariencia de los que componen la escuadrilla de guerreros. Existe una cantidad ingente de accesorios a equipar, si bien los cambios físicos que podemos realizar no van más allá de moldear un rostro o cambiar el color corporal del personaje de marras que estemos trabajando. Se aprecia la inclusión de esta modalidad pese a la ausencia de una Infraestructura con la que poder disputar partidas Online ante jugadores de cualquier parte del globo. Esta vez tendremos que conformarnos con el habitual adhoc que al menos nos permite echar un combate frente a un amigo. Sobra decir que la ausencia de un multijugador es el mayor hándicap que arrastra esta edición.
Conste que las modalidades habituales del género también hacen acto de presencia. En Entrenamiento podemos practicar las habilidades que poco a poco comenzamos a dominar en el resto de modos de juego -en más de una ocasión hará falta dadas las exigencias de algunos retos- evitando así perder más tiempo de la cuenta cuando nos sintamos incapaces de superar una batalla determinada. En última instancia podemos acceder a una especie de galería desde la que comprobar los honores que hemos obtenido en las distintas modalidades de juego, bien sea por terminar la historia o por cumplir una serie de requisitos que podemos conocer desde esta misma opción. Además accedemos a una lista de amigas, récords del modo Enfrentamiento, mejores puntuaciones en Prueba, etcétera. Llevará tiempo exprimir el juego al 100 %.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.