[GC] Call of Duty 4: Modern Warfare, Impresiones
El juego bélico de acción en primera persona por antonomasia de la nueva generación pide su hueco en Wii para demostrar que su éxito no fue cuestión de suerte. En un proyecto avalado por Treyarch, responsables de World at War también en esta consola, hemos podido ver de primera mano el aspecto que luce esta aventura dos años después de su aparición en el mercado global. Más madera en un título que apenas cambia respecto a lo que ya conocimos en su día salvo por su peculiar sistema de control y por las mejoras gráficas que se han añadido para celebrar este lanzamiento.
El juego bélico de acción en primera persona por antonomasia de la nueva generación pide su hueco en Wii para demostrar que su éxito no fue cuestión de suerte. En un proyecto avalado por Treyarch, responsables de World at War también en esta consola, hemos podido ver de primera mano el aspecto que luce esta aventura dos años después de su aparición en el mercado global. Más madera en un título que apenas cambia respecto a lo que ya conocimos en su día salvo por su peculiar sistema de control y por las mejoras gráficas que se han añadido para celebrar este lanzamiento.
La vida de Modern Warfare ha sido más productiva de lo que cualquier productor podía haber esperado en un principio. A su innegable éxito a nivel mundial en todas las plataformas donde veía la luz originalmente hay que añadir el impacto que ha provocado en el plano del online, que sin lugar a dudas redefinía este campo en el resto de videojuegos de la misma índole que han ido apareciendo a posteriori. Cuesta creer que un solo juego de acción en primera persona haya significado tanto sin inventar la rueda. Quizás fue la conjunción de distintos aspectos que no se habían explotado hasta la fecha lo que le convertía en esa aventura que todo el mundo conoce, a la que todo buen jugador que se precie ha jugado. Sea lo que fuere, el caso es que la obra de Infinity Ward es considerada un pilar de la nextgen por razones más que obvias.
No es de extrañar que Activision haya querido fomentar el auge de esta franquicia evitando las limitaciones que suele conllevar producir en este género. Entre ellas se encuentra una extraña manía de evitar Wii pese a la cantidad de ocasiones en las que ha demostrado su buen hacer en este sentido. World at War, la adaptación que Treyarch realizaba el pasado año de su obra estelar, recibía los elogios de una prensa especializada que todavía no ha terminado de creerse las posibilidades de la consola en este sentido. Ciertamente el resultado de este título en la consola de Nintendo podría servir como ejemplo para más de un usuario que critica el buen hacer de una plataforma que sigue en la cresta de la ola. Tampoco hubo necesidad de rizar el rizo más de la cuenta.
Buenos gráficos, un control bien regulado -con algún que otro defecto-, nada que envidiar a las versiones supuestamente adultas que terminaban el año con cifras de venta que sólo están al alcance de unos pocos privilegiados. ¿Por qué no repetir la operación este año? La idea no se aleja demasiado del modus operandi habitual que se aplica en esta industria, por lo que la sorpresa vino cuando se anunció qué Modern Warfare sería el encargado de otorgar algo de vitalidad al catálogo de la consola esta temporada. En vez de la continuación, de esa esperada secuela que planea superar todos los récords habidos y por haber en la industria, los usuarios de Wii van a recibir una edición revisada del original que aparecía en noviembre de 2007, sólo que esta vez desarrollado bajo las manos de Treyarch.
No hace falta demasiado maquinar para entender cuál era el objetivo del estudio a la hora de adaptar esta versión, que por fin hemos tenido ocasión de contemplar en el Gamescom que se celebra esta semana en Colonia, Alemania. Resulta paradójica la sensación de estar ante el mismo título que conocimos dos años atrás. Como cabía esperar, Treyarch ha querido hacer uso del motor gráfico de World at War, aunque para la ocasión se han mejorado determinados aspectos tales como las explosiones, los disparos, las texturas en general e incluso la interfaz que nos recibe cuando iniciamos la partida. Resulta asombroso ver cómo gráficamente se ha superado a sí mismo luciendo un aspecto mucho más cuidado que su antecesor, aunque es evidente que todavía queda algo de tiempo para pulir pequeños defectos que para nada empañan el buen hacer del estudio en esta ocasión.
Si técnicamente nadie debería preocuparse por el resultado final que llegará a las estanterías a finales de año, cualquier aficionado que espere encontrar novedades de peso en esta edición ya puede ir cambiando drásticamente su forma de pensar. Treyarch aseguraba recientemente que el modo campaña se mantendrá exactamente igual, sin cambios notables, lo que garantiza una modalidad multijugador fiel a la original. La única novedad significativa que ha variado en este sentido radica en los 10 jugadores que alberga como máximo cada partido, una cifra que aumenta en comparación a su antecesor -WaW, 8-, pero que disminuye en comparación al homónimo de 360, PS3 y PC -MF, 12-. Por suerte volverán a estar todos los modos de juego que hicieron del original un clásico.
Al igual que sucede con el motor gráfico, el sistema de control es una réplica del que pudimos disfrutar en World at War, con más opciones de personalización que hacen posible una experiencia totalmente ajustada a las necesidades de cada jugador. Pese al paso de los años se ha confirmado la ausencia de cualquier modo de juego exclusivo de esta edición, sin bien es cierto que se ha incluido la opción de jugar el modo campaña en cooperativo con un amigo cuyo papel en la aventura se limitaría a seguir la acción utilizando el sistema de raíles. Su misión consiste en disparar a cualquier enemigo que aparezca en pantalla, una forma de garantizar la diversión entre dos jugadores sin sacrificar la puesta en escena.
Es uno de los múltiples alicientes que esconde esta edición que, pese a aparecer con varios años de retraso, sigue conservando la esencia del original. Gráficamente no tiene nada que envidiar a los grandes del género, y además su control parece ajustarse sin problemas a las exigencias comunes de los jugadores de consola. A falta de varios meses para su aparición en el mercado -no llegará hasta finales de noviembre-, lo cierto es que este Modern Warfare deja tras de sí un gustoso sabor de boca a manos de un título que nunca deja de entretener por mucho que su secuela esté a la vuelta de la esquina. Habrá que empezar a cuestionarse si, en el caso de que este Modern Warfare salga bien parado en el mercado, no valdría la pena empezar a trabajar en la adaptación de su segunda parte. Tiempo al tiempo.
Call of Duty: Modern Warfare Reflex
- Acción