Quantum
Tecmo prepara su primera incursión en el shooter en tercera persona con un juego que trata de recoger inspiración de las grandes referencias occidentales del género para combinarlas con nuevas ideas y una estética más propia de Japón.
Tecmo prepara su primera incursión en el shooter en tercera persona con un juego que trata de recoger inspiración de las grandes referencias occidentales del género para combinarlas con nuevas ideas y una estética más propia de Japón.
Dicen que la imitación es una de las formas más sinceras de admiración, así que se puede considerar que en el seno de Tecmo tienen una considerable admiración por Epic y por Gears of Wars, lo que no deja de resultar curioso teniendo en cuenta de que no es un título que despierte pasiones en Japón. Las primeras informaciones de Quantum Theory -ahora simplemente Quantum después de un cambio de nombre- se remontan al pasado Tokyo Game Show, cuando el primer trailer y un reportaje en Famitsu comenzaban a perfilar un juego con un aspecto muy familiar al de la serie de Marcus Phoenix, pero también con una estética y unos diseños de personajes que dejaban ver sus orígenes.
Nadie puede ser culpado de imaginar a Quantum como una copia algo descarada de Gears, algo que por otra parte no deja de ser un tanto injusto por la poca información disponible sobre el nuevo título exclusivo de PS3 de Tecmo. Pero las primeras impresiones siempre pesan, por lo que ver un juego en tercera persona, con una cámara idéntica a la de Gears, ambientación oscura, un protagonista equipado con una pesada armadura, una mecánica basada en encontrar refugio y disparar... muchas coincidencias. Pero si se mira más allá de las apariencias, es posible encontrar rasgos propios y algunas ideas que tratan de marcar distancias con su referencia más obvia.
De la historia alrededor de Quantum no se conocen muchos detalles. Al parecer el mundo está sufriendo un acelerado proceso de erosión, que está haciendo la vida cada vez más difícil. Unas torres orgánicas que se han levantado en todo el planeta se señalan como las culpables de este fenómeno, por lo que un grupo de soldados de elite se encargan de introducirse y acabar con ellas desde dentro. Quantum comienza con un trio de esos soldados entrando en una de esas torres, que definen como "la más grande que han visto nunca". Llegar hasta la cima y encontrar el modo de echarla abajo será el objetivo del juego, aunque no será fácil por la presencia de los guardianes y la propia capacidad de la torre de transformar y cambiar.
Sid, el protagonista de este juego, contará con un arsenal de armas además de diferentes golpes cuerpo a cuerpo. El estilo de moverse recuerda irremediablemente a un Marcus algo más ágil y rápido, aunque durante el trailer se da a entender que no es un simple humano -más que nada por una escena en la que sus ojos brillan de color rojo-. Su arma inicial es una pistola de energía, pero se han podido ver otras piezas más contundentes como un rifle a dos manos capaz de reventar a los enemigos que salen al paso, o una mini-metralleta automática. La velocidad de Sid también le permite saltar por encima de obstáculos y llegar al cuerpo a cuerpo con los enemigos, momento en el que utiliza los puños o una carga con todo el cuerpo para despacharlos.
Dado que los enemigos no son para nada humanos no hay ni rastro de sangre, pero sí que explotan ante los impactos más contundentes, convirtiéndose en unas visceras verdes. Es todavía pronto para sacar conclusiones sobre la amenaza a la que nos enfentamos en este juego, pero los enemigos vistos en la demo jugable y en los trailers adoptan diversas formas. Los más comunes son una especie de humanoides armados y con armadura, pero se han podido ver criaturas más grandes centradas en el cuerpo a cuerpo, unos enemigos aéreos con estrambóticos diseños y, por supuesto, un par de jefes de nivel: una gran criatura flotante y otra no menos imponente criatura humanoide con armadura. Los diseños de los enemigos son interesantes, pero nada demasiado sorprendente por el momento.
Otro de los elementos en los que Quantum quiere destacar con luz propia es en la forma que ha planteado el diseño de la torre. En el plano estético, la idea es ofrecer algo de naturaleza orgánica, con paredes moviéndose y retorciéndose para crear un espacio que resulte extraño y alienígena al jugador. Eso lo combina con algunos diseños de inspiración gótica, grandes arcos e incluso cristaleras multicolor, que dan a la torre un ambiente oscuro pero a la vez imponente. Pero no todo serán habitaciones y grandes salas, también habrá lugar a pasillos y lugares más angostos, por lo que la intención es la de tratar de dar variedad espacial y visual al juego, pese a que sólo se desarrolle en un edificio.
Pero más allá del plano puramente estético, la torre ofrece un elemento chocante: su capacidad de mutar y cambiar. Durante el juego, ciertas porciones de la estructura cambiarán, demostrando su naturaleza viva. Unas veces se abrirán nuevos caminos para tratar de llegar a la cima, otras veces se cerrararán, e incluso parece haber un pequeño elemento de plataformas que se puede apreciar cuando Sid tiene que moverse rápidamente a una porción de suelo que está levantándose para poder llegar a una parte superior de una enorme gruta, todo mientras se refugia y ataca a los enemigos que le acosan por los lados.
Esa idea, la de sobrevivir en una torre con vida propia, parece ser uno de los principales motores del juego y se deja notar tanto en grandes escenas como en pequeños detalles. Uno de los momentos cumbres del último trailer oficial mostraba a Sid en un escenarrio en donde diferentes pedazos de la torre se movían y se fragmentaban, por lo que había que adaptarse al constante movimiento del suelo y encontrar refugio de una forma poco tradicional. Si el juego guarda muchos momentos como ese, y además resultan lo suficiente interesantes como para aderezar la simple mecánica de refugiarse y disparar, Quantum podría encontrar su punto diferenciador. En el peor de los casos, esa idea se quedará en un simple adorno para aderezar la presentación de algunsas fases y ahí se quedará, sin afectar a lo que es el juego en si.
Hoy por hoy, Quantum es una icógnita en lo que se refiere a su calidad. Tecmo no es un estudio conocido por esta clase de títulos y esa inexperiencia se puede pagar, además de que las comparaciones con Gears of War van a ser constantes de aquí a su lanzamiento en el 2010, lo que puede ser tanto una ventaja por notoriedad como una gran desventaja por agravio comparativo. El hecho de que es exclusivo de la consola de Sony también le garantiza cierta atención extra, por lo que el estudio va a tener que estar inspirado en numerosos aspectos que separan a un buen shooter en tercera persona de uno mediocre. Son muchos los que han fallado en lograr el ritmo y las sensaciones necesarias para hacer brillar a un título de esta clase, pero no queda otra que ofrecer al equipo un voto de confianza hasta que puedan demostrar, o no, que Quantum puede competir con los mejores.
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